domingo, 6 de agosto de 2017

PARA SIEMPRE

PARA SIEMPRE…
PERSONAJES:
NILSE            38 AÑOS
CÉSAR         40 AÑOS
CAROL         37 AÑOS
MARIO           39 AÑOS
CLARA          28 AÑOS
AITOR           41 AÑOS
Autor: César Eduardo Rojas Márquez.
I
PREPARATIVOS PARA EL ANUNCIO
CARACAS. ÉPOCA ACTUAL. DEPARTAMENTO EN EL QUE LA COCINA Y LA SALA ESTÁN DIRECTAMENTE COMUNCADOS. PERTENECE A UNA DE LAS POCAS PAREJA MADURA QUE HAN PERMANECIDO  JUNTOS POR MÁS DE VEINTE AÑOS. TODO DEMASIADO ORGANIZADO LE DA CIERTO TOQUE DE ALBUM DE INMOBILIARIA DE DÉCADAS PASADAS. CÉSAR, CUARENTÓN, ESTÁ VESTIDO IMPECABLE. DE TRAJE Y CORBATA. SE HA COLOCADO UN VISTOSO DELANTAL PARA NO ENSUCIAR SUS ROPAS MIENTRAS PREPARA ALGUNOS BOCADILLOS PARA LA REUNIÓN DE ESTA NOCHE. NILSE A PUNTO DE PASAR  A LOS CUARENTA, SALE DE LA HABITACIÓN, ARREGLANDO CON CIERTA INCOMODIDAD SU VESTIDO ELEGANTE DE VERMUT Y UNO DE LOS ZARCILLOS QUE NO HA CERRADO COMPLETAMENTE
NILSE.- Hueles muy bien.
CÉSAR.- Tú también ¿Lista?
NILSE.- Eso creo. Ciérrame el zarcillo, por favor.
CON MUCHO CARIÑO CÉSAR LE CIERRA EL ZARCILLO.
CÉSAR.- Claro. Ha valido la pena esperar cinco horas para que estés así. Te ves preciosa.
NILSE.- Gracias mentiroso. Las maduras no somos bonitas... somos... maduras...
CÉSAR.- Como el vino.
NILSE.- Gracia.
CÉSAR.- Gracias a ti, en todo caso… si tú no estuvieras de acuerdo, pues creo que esto sería un gran fracaso personal.
NILSE.- ¿Y tú…? ¿Estás realmente listo?
CÉSAR.- Nunca se está listo completamente para nada…
NILSE.- No muchas parejas deciden hacer lo que estamos haciendo nosotros  a partir de esta noche…
CÉSAR.- Son nuestros amigos…
NILSE.- Por eso espero que no te pongas antipático con ellos cuando se te suban las copas... o fumen.
CÉSAR.- Hoy no es día para ponerse antipático… a Menos de que alguno se ponga intolerante…
NILSE.- Es su estado natural...
CÉSAR.- Tendrán que aprender a desaprender, para poder entender..
NILSE.- Recuerda que no están acostumbrados a escuchar que una pareja ha decidido separarse…
CÉSAR.- Bueno, a separarse no… Ahora cuando no rompes tu relación a los tres años, los amigos esperan los cinco y medio… luego vuelven a preguntar a los nueve… y ya a los doce dejan la mariquera… porque somos muy pocos los que no nos hemos separado antes de cumplir los veinte años de matrimonio…
NILSE.- Es verdad… pero me refería a separarse como buenos amigos…
CÉSAR LLENA UN PAR DE COPAS Y NILSE PONE UN VIEJO DISCO DE PASTA SE SIENTAN CARIÑOSOS UNO AL LADO DEL OTRO. BRINDAN Y BEBEN. ESCUCHAN LA CHANSON DE VIEUX AMANTS DE JACQUES BREL, EN FRANCÉS. ELLA SE ACURRUCA A SU LADO COMO UN AVE EN BUSCA DE CALOR. ÉL SE CONMUEVE. CANTAN UN TROZO DE LA CANCIÓN TRATANDO DE HACERLO EN FRANCÉS, SE LEVANTA  Y QUITA EL DISCO.
NILSE.- ¿Crees que lo entiendan nuestros amigos?
CÉSAR.- Que entiendan eso de separarse – separarse, tampoco que es así y lo sabes…
NILSE.- Pero oficialmente ya no eres mi esposo… ni yo tu señora…
PAUSA ARGUMENTAL. SE MIRÁN
CÉSAR.- No nos vayamos a poner trágicos ahora.
NILSE.- Cierto, se me puede correr el maquillaje y la máscara se pone horrenda cuando uno llora.
CÉSAR.- No es necesario llorar…
NILSE.- Visto de algún modo tampoco es para reírse…
CÉSAR.- Si no estuviéramos claros, no… pero como lo estamos…
NILSE.- Bueno hay gente que llora cuando va a un matrimonio…
CÉSAR.- Y hay gente más loca que llora cuando se acaban…
NILSE.- Pero esto no es final de nada… tú me dijiste
CÉSAR.- Y te lo repito…
NILSE.- Yo te amo.
CÉSAR.- Yo te amo más…
NILSE.- Yo te quiero desde… lo femenino… Así que yo sólo te amo desde mí… y eso es diferente… sin triunfo aislado… ja.
PAUSA ARGUMENTAL. SE MIRAN AMÁNDOSE, CON ESPLÉNDIDAS SONRISAS LLENAS DE COMPRENSIÓN.
CÉSAR.- Debo admitir que le tengo miedo al tiempo Nilse… Lo sabes… quiero que si me vas a dejar de querer sea por otra cosa y no porque me convertí en tu hijo grande… porque se nos acabó el amor…
NILSE.- ¿Tú crees que Cheche o Victoria entiendan lo que estamos haciendo?
CÉSAR.- Son  grandes ahora.
NILSE.- Lo digo porque su familia disolvió. Ellos también son parte de esto y no los tomamos en cuenta.
CÉSAR.- Sus amigos ya no los verán como extraterrestres, porque son los únicos que tienen padres felices…
NILSE.- Pero seguiremos siendo felices…
CÉSAR.- Sí; siempre seremos felices… A pesar de todo…
NILSE.- Yo estoy feliz por eso…
CÉSAR.- Además nuestros hijos están demasiado ocupado estudiando y cogiendo como para ocuparse si sus padres se divorcian o han decidido podrirse juntos sin amor.
PAUSA ARGUMENTAL.
NILSE.- César… ¿Tú me quieres?
CÉSAR.- Te amo. ¿Tienes dudas?
NILSE.- Ninguna…
CÉSAR.- Y no quiero dejarte de amar porque te tengo que amar…
NILSE.- ¿Qué extraño, verdad?
CÉSAR.- Sí; qué extraño.
NILSE.- Ojalá sirva para algo.
CÉSAR.- Los del negocio de Dios son los que más van a joder…
NILSE.- Ellos nunca nos ha importado demasiado…
CÉSAR.- Porque lo decidimos a tiempo.
NILSE.- Sí.
CÉSAR.- Porque con aquel del discurso de “Ay del que se cae y no tiene quien lo ayude a levantar…” asustan a la gente… por eso es que se han mantenido... asustando a los pendejos...
NILSE.- Que es la mayoría...
CÉSAR.- La mayoría...
NILSE.-Ni tú ni yo no nos asustamos con facilidad.
CÉSAR.- Porque lo hemos entendido.
NILSE.- Somos más inteligenticos...
CÉSAR.- Eso aspiramos...
NILSE.- Somos aspiracionales...
CÉSAR.- Porque somos de esta zona del mundo.
SILENCIO.
NILSE.- César…
CÉSAR.- Dime Nilse
NILSE.- Nada… Sólo quería decir tu nombre para recordar cómo te llamo cuando estamos solos…
CÉSAR.- Nilse…
NILSE.- ¿Ves?
CÉSAR.- Sí.
NILSE.- Es nuestra última noche.
CÉSAR.- O la primera de otro capítulo de nuestras vidas juntos…
NILSE.- Pero no revueltos… socio.
ELLA PONE UN TEMA DE BOB ACRI “SLEEEP AWAY” QUE QUEDA COMO FONDO MUSICAL PARA LA ESCENA. ÉL LA INVITA A BAILAR. LO HACEN CON CIERTO CACHÉ CURSI PERO MUY ROMÁNTICO.
CÉSAR.- Los ochenta fueron nuestros
NILSE.- Los ochentas… el siglo pasado.
CÉSAR.- En los ochentas se comenzó a estropear todo esto…
NILSE.- Era normal…
CÉSAR.- El final de la banderas…
NILSE.- ¿Te has dado cuenta de que somos de un tiempo que ya no existe?
CÉSAR.- Somos la última pareja feliz.
NILSE.- Para siempre.
BEBEN. SUENA EL TIMBRE. NILSE REGRESA CORRIENDO A LA HABITACIÓN.
NILSE.- Se me olvidó echarme la crema de mano, ya salgo.
CÉSAR.- Voy.
CÉSAR ABRE.
CÉSAR.- Bienvenidos.
CAROL.- Hello, Darling.
SON CAROL Y MARIO. ELLA VISTE TRAJE CENIDO Y CON UN CHAL Y ÉL DE BLEU JEANS Y CAMISA A CUADROS. CAROL, BANDEJA EN MANO, BESA A CÉSAR Y PASA CON TODA CONFIANZA PARA COLOCAR SUS DULCITOS EN LA MESA RATONA DE CENTRO DE LA SALA.
MARIO.- Permiso.
MARIO TRAE TAMBIÉN UN PAR DE BOTELLAS DE VINO Y CON CIERTA INCOMODIDAD PASA Y LOS PONE  JUNTO A LOS VASOS Y LAS COPA. CAROL ES UNA MUJER TERMINANDO LOS CUARENTA. HERMOSA PERO UN POCO VULGAR EN SU EXCESIVO BUSTO Y SU DERRIÉRE Y MARIO TRATA DE PERMANECER EN SILENCIO ANTE EL CONSTANTE MONÓLOGO DE LA MUJER.
CAROL.- Chico, me haces sentir como si esta no fuera la casa de nuestros mejores amigos-compinches de toda la vida… qué permiso nada… Nos vinimos temprano porque quería ayudar a arreglar las cosas para este reencuentro y es que me muero de la curiosidad por saber lo que nos van a decir.
CAROL MIRA A CÉSAR ESCRUTADORA.
CÉSAR.- Ya lo sabrán... ahora es que hay noche.
CAROL.- Mario no quería venirse… pero cuando hablé con Nilse estaba tan misteriosa que pensé que esto podría ser el principio de una tragedia monumental y no podía seguir con el culo pegado en el sofá mientras mis compinches están en la cresta de la ola…
CÉSAR.- ¿Ginebra?
MARIO.- Vino…
CAROL.- Si; todo menos whisky, está incomprable… ahora sí que se nos va a olvidar definitivamente los que son los escoceses y qué significan los reyes ingleses… por ser tan hediondos y exclusivos se van a quedar definitivamente fuera del recuerdo de esta parte de occidente. Mira lo que traje.
SACA DE SU ENORME BOLSO UN PAR DE ZAPATILLAS DE BALLET.
CÉSAR.- Todavía las tienes.
MARIO.- Ahora le dio por enseñarle a los amigos sus pasos cuando hacía clase con el negro Ledesma.
CAROL.- Deja la envidia… es para que cuando la cosa se ponga sabrosona pueda echar mano de mi talento oculto… ¿Qué hiciste? ¿Sólo tentenpies?
CÉSAR.- Es lo que hay…
NILSE REGRESA.
NILSE.- Mentira; me dijo que no te dijera que hay una pastica con tomate, aceite de olivas y albahaca… pero que no dijera nada hasta que lo sirviera…
MARIO.- Hola.
NILSE.- ¿Cómo están?
CAROL.- (SOLTANDO EL CHAL PARA HACER MÁS EVIDENTES SUS TETAS) ¿No se ve…?
CÉSAR.- Inevitablemente.
CÉSAR LE  SIRVE DOS COPAS A SUS AMIGOS Y LE DEVUELVE A NILSE LA SUYA PARA TOMAR FINALMENTE LA DE ÉL. BRINDAN Y BEBEN.
NILSE.- Y todavía hay talla de sostén para esa vaina que tienes…
CAROL.- Cada vez más…
NILSE.- Me imagino que ya te pegan del ombligo…
MARIO.- Debo confesar que brindan cierta comodidad (APARTE A CÉSAR) A la hora de montarme encima… A veces no puedo ni verle la cara…
CAROL.- ¡Mario!
RISAS.
CÉSAR.- Las de Nilse tampoco es que son de golf.
NILSE.- Merci cheri.
TIMBRE.
CÉSAR.- Permiso.
MARIO.- Dale
NILSE.- Nosotras terminamos
CAROL.- Ay, sí… vamos a arreglar la ubicación estratégica de los brunch
MARIO.- Invitaron a Edward.
CAROL.- Ese patán…
NILSE.- Desde que se divorció de Constance se le va mucho más dinámico.
CÉSAR.- Eso le pasa a los que tienen la fortuna de volver a estar disponibles.
SILENCIO ARGUMENTAL.
CÉSAR.- ¿No es verdad?
MARIO BEBE HASTA EL FONDO. CÉSAR ABRE PARA DISIMULAR SU IMPRUDENCIA. ES  CLARA. MUJER CONTEMPORÁNEA CON EL GRUPO. ENTRA Y ELLA MISMA CIERRA LA PUERTA DETRÁS DE SÍ COMO SI LA VINIERAN SIGUIENDO. MIRA POR EL OJO MÁGICO Y SALUDA
CLARA.- Hola guapo. ¿Ya llegaron los babys, o me adelanté?
CÉSAR.- Pasa. Carol y Mario se te adelantaron…
NILSE.- Estamos jugando Antes de que llegues a jugar a La Perfecta Ama De Casa
CLARA.- Eso ya no me interesa... Ahora ni cocino con frecuencia... cocino para la semana y voy sacando del refrigerador lo que quiero...
CAROL.- Por eso pareces un silbido...
INCOMODIDAD ENTRE LAS MUJERES.
CÉSAR.- Yo hice la cocina.
CLARA.- Entonces sí voy a comer de todo… Ellos tan precoces…
CAROL.- No queríamos que nos robaras el protagonismo “baby”.
CLARA.- Tan simpática como siempre… Nadie puede robar lo que le pertenece a uno, cariño. Lo demás…. Principio de desapego… ¿Verdad, Mario?
MARIO.- Hola Clara… ¿qué hay de nuevo?
CAROL.- Nada… Es el mismo vestidito de la última vez.
CLARA.- Mentira… Este es nuevecito del LeClaire de  París.
NILSE.- El súper almacén de los ochenta...
CLARA.- Lo que pasa es que vivir en Caracas hace parecer que todo lo que viene de afuera es nuevo... aunque sea de los ochentas... da lo mismo… (A CAROL) sobre todo cuando no puedes ser tú la compradora.
NILSE.- Esto promete.
CLARA.- Yo entré rapidito porque detrás de mí venía un hombre que no distinguí... que parecía un gorila y me dio repeluzno
CÉSAR.- ¿Cómo era el hombre?
CLARA.- Como Don Limpio.
CAROL.- Y venía detrás d ti…
CLARA.- Casi podía escuchar su respiración y podía oler el perfume Hamilton…
(A MARIO INSINUANTE) ¿Tú a qué hueles…?
CAROL.- Normalmente huele a mí… y cuando no, se echa Habite Rouge…
CLARA.- ¿El francés…?
CAROL.- Se lo regalo yo…
CLARA.- ¡Vaya… eso se llama estar enchufado!
MARIO.- Vicios de los ochenta.
CÉSAR.- Mariqueritas, pues.
CLARA.- Lo digo porque a la única persona que le he olido en este país ese perfume es a Laura… la escritora de telenovelas…
CÉSAR.- Yo huelo a Job… es más gerencial…
CLARA.- Hombres que huelen a geva… No como el que me perseguía que olía a Hamilton.
NILDA.- Lo que pasa es que César cree en la igualdad con el sexo femenino… su mariquerita, pues…
CAROL.- No me había puesto a pensar en esa vaina… Hombres que huelen a geva
CLARA.- ¿Y huelen solamente? ¿O todavía fuman?
MARIO.- A la prueba me remito…
CAROL.- ¿Sí? Después de que nos divorciemos…
CÉSAR.- Me anoto…
CAROL.- ¿Con mi marido?
CÉSAR.- No chica, con Clara… No me veo sometiendo a tu hombre… (LE DA UNA PALMADITA EN LAS NALGAS A MARIO)  jajajaja.
MARIO.- (SIGUIENDO LA BROMA) Un polvo de amistad… De buena vecindad…
NILDA.- Pero después de mañana, cheri…
SILENCIO ARGUMENTAL. TOCAN A LA PUERTA. NO EL TIMBRE. COMO LA PUERTA QUEDO ENTREABIERTA ALGUIEN EMPUJA. ENTRA AITOR, UN HOMBRE CORPULENTO COMO UN OSO. VISTE DE MARRÓN, CON CHAQUETA DE CUERO EN EL MISMO TONO DE LOS PANTALONES Y UNA CAMISA ROSA CON CORBATA FUCSIA.
CÉSAR.- Marico, me vas a tirar la puerta.
AITOR.- Coño… es que esa mujer me hace correr para entrar con ella al edificio... y ella lo sabe porque me ve... y me conoce... y me tira la puerta en la cara…
CLARA.- El miedo es libre.
CAROL.- Y la ridiculez también.
CLARA.- No, cariño; eso era antes, cuando eras niña, que cuando una veía que un hombre se te acercaba a toda prisa tú te sentías en una de sus comedias románticas de Renée Zellwelger. O de Julia Robert, y esperabas que el animal masculino se acercara y te abordara… Ahora lo que crees es que es un ladrón que corre para ponerte la pistola en la cara para despojarte del celular y la cartera... y yo cerré para que no me robara...
CAROL.- Será la vida... porque dudo que tengas otra cosa que puedan robarte.
AITOR.- ¿Tengo cara de ladrón?
CLARA.- Caras vemos, corazones no sabemos... hay tanta hambre ahora...
CÉSAR.- Para quienes no lo conocen es mi amigo el sacerdote cristiano  Aitor Saint-Claire…
CLARA.- ¿Aitor? Hombre, está tan cambiado que no lo reconocí
MARIO.- Como los descendientes de Jesús…
AITOR.- Y además hago demostraciones de artículos de cocina…
MARIO.- Como los descendientes de Jesús…
AIOR.- Ellos todavía venden…
CÉSAR.- Tal cual… Ven ayúdame con las cosas.
CAROL.- Padre.
MARIO.- Buenas noches.
NILSE.- Lo quería conocer, porque César y… la amiga Carol me han hablado mucho de usted…
AITOR.- Yo quería también conocerla… sobre todo por el tema que quieren conversar con sus amigos esta noche.
NILSE.- Va a ser más divertido de lo que imaginamos.
AITOR.- Yo no lo miro de ese modo…
CLARA.- Ni yo tampoco…
CAROL.- Ay, no… a mí me dejan de secretos y me hablan claro… ¿Cuál es ese tema…? ¡Echen pa’ fuera!
NILSE.- Vive de la intriga pero no indagues.
MARIO TRAE UNA BANDEJA CON UNAS COPA Y CÉSAR TRAE LAS RESTANTES.
CÉSAR.- Ya que estamos completos podemos iniciar nuestra conversa de esta noche. Pero antes brindemos…
NILSE.- Sí; chin chin.
TODOS.- Chin chin… salud.
BEBEN. CÉSAR MIRA A NILSE COMO PARA PASARLE EL TESTIGO. ELLA SONRÍE Y ENTIENDE LO QUE LE PIDE CÉSAR. BEBE OTRO SORBO, SUSPIRA Y  COMO UNA ADOLESCENTE COLOCA UN MOSAICO DEL GRUPO TIMBIRICHE  “CON TODOS MENOS CONMIGO” “BESOS DE CEREZAS”. CÉSAR TRAE UNA BANDEJA CON UNOS TABACOS DE MARIGUANA YA ENROLADOS Y TODOS COGEN Y ENCIENDEN Y FUMAN.
NILSE.- Ustedes son la personas de nuestra edad más cercanas, con las que nos llevamos bien…
CÉSAR.- O estamos en sintonía…
MARIO.- Con los únicos que fumamos mariguana.
NILSE.- Son como nuestros hermanos de generación…
CAROL.- De aberración querrás decir…
SILENCIO ARGUMENTAL. FUMAN.
CLARA.- Te gastaste tu platica en monte...
CÉSAR.- Compré las varillitas listas.
CAROL.- Mi varillita no tenía mucha comida, se me acabó demasiado rápido... dame la tuya...
MARIO.- No me echen esa vaina… Déjame aunque sea fumar solo... coño...
MARIO FUMA Y LE DA A CAROL.
CÉSAR.- Somos los que sobrevivimos a toda la mierda que ha querido echarnos tierra encima para hacernos desaparecer del recuerdo de occidente…
MARIO.- Ahora no somos occidentales... ahora los de la academia nueva inventaron que somos sólo América.
CLARA.- Profundo.
Nilse.- Como lo que les vamos a contar.
CAROL.- Ya me voy a comenzar a angustiar… porque tiene que ser una vaina muy arrecha para que este para nos haya traído a su casa… a la que no dejan venir ni a sus propios hijos, porque se mudaron bien lejos para que nadie los visitara con frecuencia… para contarnos una vaina… Esto es una tragedia.
MARIO.- Deja que los chicos hablen.
CLARA.- Que elegante llamar a este par de carranchos maduros “chicos”… Eres un encanto.
CAROL.- Así es mi marido siempre.
CLARA.- Debe haber aprendido de ti, querida.
CAROL.- Gracias.
CLARA.- las que te adornan.
CAROL SE ARREGLA LAS TETAS.
AITOR.- No quiero ser imprudente, pero creo que sería mejor escucharlos para enterarnos sobre lo que quieren conversar y poder opinar…
SILENCIO. BEBEN VINO.
CAROL.- ¿Ustedes tienen Sida, manitos?
NILSE.- ¿Qué?
CÉSAR.- ¿Qué pregunta es esa?
CAROL.- HIV… VIH... Esa mierda, pues…
MARIO.- Carol.
CLARA.- Ya se rascó…
Nilse.- Es que no está acostumbrada a fumar y a beber.
AITOR.- Señora escuche… tiene que calmarse…
CAROL.- Es que no puedo resistir esto… me siento en ascuas… y es horrible… si ellos se mueren no voy a tener a más nadie a quién joder como yo los jodo… ni a quien  hacerle dulcitos para las reuniones, ni a quien comerle la comida , beberle la caña y fumarle la mariguana.
MARIO.- ¡¡Coño Carola cállate, si no tienes nada mejor qué decir!!
CAROL.- A mí no me maltrates en público que te acuso en Inamujer, nojoda... Maltrátame pues... maltratame...
NILSE.- No vayas a empezar Carola… cálmate…
CLARA.- El padrecito
AITOR.- Sacerdote...
CLARA.- El sacerdote tiene razón… vamos a escuchar.
CÉSAR.- Eso esperamos que hagan… que escuchen… porque lo que les queremos plantear es muy cojonudo.
CLARA.- ¿Tipo cuánto?
CÉSAR.- Cojones grandes…
NILSE.- Y no les vamos a pedir un genocidio ni les vamos a contar que nos vamos a cambiar de sexo… ni nada parecido…
CLARA.- ¡Qué lástima…! Yo le había traído un vestidito a César en el bolso… por siaca… una nunca sabe…
NILSE.- No seas pendeja… sólo queremos conocer sus opiniones al respecto.
CAROL.- Ya va… a mí me dan algo de comer antes…
NILSE.- ¿Quieres comer?
CLARA.-  Así estará de arrecha la cosa en tu casa, cherie
MARIO.- Eso que estás diciendo no es así.
CLARA.- Creí que era verdad… Lo sentí...
CAROL.- Y yo sentí que te quiero meter un coñazo desde que te conocí...
AITOR.- Señores…
CAROL.- A mí no me dicen una vaina y se me va a quitar el apetito… Yo quiero comer antes…
AITOR.- Caramba, señora…
MARIO.- ¿Te volviste loca…?
CAROL.- Pa’ coger lo que me toca... El gato volador....
CLARA.- (CON SORNA) Cédula rodando por el piso…
SE QUEDAN SERIOS UN INSTANTE Y ARRANCAN A REIRSE.
MARIO.- ¿César tú le pusiste algo raro a la bebida? Porque estas dos se están comportando como unas dementes…
CLARA.- Yo creo que se lo puso a los tabaquitos.
CÉSAR.- No, nada. Ustedes llegaron así…
NILSE.- … pero no sólo aquí, sino a la vida.
CLARA.- Nothing about that, baby.
CÉSAR.- Bueno… vamos a iniciar diciendo que nosotros nos sentimos distinguidos por contar con el aprecio de cada uno de ustedes…
MARIO.- Aquí viene la estocada…
AITOR.- Piensa mal y acertarás…
CÉSAR.- Lo cierto es que somos privilegiados por ser de los pocos individuos que han mantenido voluntariamente y por convicción la institución del matrimonio.
CAROL.- Cierto; eso es una odisea…. No muchos la entienden…
NILSE.- Ni quieren hacerlo…
MARIO.- Lo certifico.
CÉSAR.- Nosotros entendimos que la negociación ha sido un pilar fundamental… porque el error más grandes de ciertos individuos es creer que las mujeres y los hombres somos iguales…
MARIO.- Trampa atrapa incautos.
NILSE.- Nosotros no creemos que seamos iguales... para nada... pero creemos en el amor…
CÉSAR.- Porque nosotros, los varones, nos enamoramos… y aunque lo nuestro tiene que ver más con una cosa física…
NILSE.-  ... y nosotras con una cosa más sentimental… el corazón y la mente…
CÉSAR.-  Para  nosotros tirar es un ejercicio natural para mantenernos en forma, que le parece horrible a algunas féminas que quisieran que los hombres fuésemos más delicaditos…
MARIO.- La que no han asimilado que tienen una  mujer esperando a otra…
CAROL.-Deja de hablar pendejadas…
CÉSAR.- … y hacer el amor es algo que se hace los primeros días que estás entusiasmados con alguien, pero sea con quien sea si es constante siempre se vuelve a convertir en tirar…
NILSE.- Las mujeres lo pensamos demasiado para meternos en nuestras humedades un cuerpo extraño…
CÉSAR.- Y nosotros queremos meterlo… no importa cuántas veces ni donde… pero que podamos descargar el semen con esas corrienticas tan sabrosas que nos hace sentir sobrados, fuertes, vitales mientras nos estremecemos en el filo de la vida y la muerte. Un cortocircuito, pues.
NILSE.- Que nosotras también sentimos… y para envidia de los hombres hasta de manera múltiples…
MARIO.- Mucha habladera de mierda para no decir nada
CAROL.- Puntos para las chicas…
NILSE.- Aunque no por hacer ejercicio… sino por amar enloquecidamente al hombre que nos penetra y nos enloquece… Claro, no todas tenemos la dicha de lograr el orgasmo a plenitud.
CLARA.- Triste hasta lo trágico, pero hermoso del modo que es cierto… Claro, se nota en la cara de las amargadas… porque no sufren la descarga…
MIRA A CAROL Y ELLA LE TURCE LOS OJOS.
CAROL.- ¡Echa pa’llá, mijita! ¡Zas!
AITOR.- Bueno se supone que eso no es lo más importante en una relación marital…
MARIO.- Pero cómo ayuda…
AITOR.- Debo darle la razón…
MARIO.- Eso y la pastillita azul….
CLARA.- ¿Y tú la usas?
CAROL.- Realmente soy yo quien la usa….
MARIO.- El hombre es de la estatura que la situación que le toque…
AITOR.- Pero cuando no se quiere poner firme, ni que canten el himno...
CLARA.- ¡Qué simpático! ¡Me mata la asquerosa honestidad ajena!
MARIO.- Mira, es que puedes estar pasando la peor situación económica en tu hogar… pero si eso funciona…
CÉSAR.- Es como escuchar a Chic Corea con la Electric Band en 1986 y estar en la tercera década del siglo XXI
AITOR.- Esa música me mareaba y me sigue mareando…
MARIO.- Era para eso… ¿cierto chicos…?
CAROL.- Ay, vamos a poner el disco que tienen…
NILSE.- Después… Coño, César… continúa…
CÉSAR.- Y he repetido mil veces que el mal producido por el machismo generó que dentro del seno femenino apareciera la necesidad de no calársela más… con toda razón… más aún que ahora ella también salió a la calle a buscar la plata junto a nosotros… y entonces apareció el Feminismo
CLARA.- Eso es correcto…
CÉSAR.- Apareció el Feminismo con la intención de negociar con el hombre los términos de las cosas de la casa… 
AITOR.- Que no siempre se dieron en buenos términos…
CÉSAR.- sí, pero por eso mismo quizás ocurrió un lamentable mal… dentro del feminismo apareció el Hembrismo,
MARIO.- El renacer de las Amazonas… El Amazonismo
CÉSAR.- Así es… Quienes consideran –a lo mejor con razón- que las mujeres pueden existir sin los hombres… incitando al odio a lo masculino… Al desacato... Nunca como hasta ese momento la mujer había tenido la desfachatez de llamar al hombre … pero no al suyo,  sino a todos los hombres, con los epítetos más soeces y bajos que pudieron conseguir… y ahí pasaron más de tres décadas insultando, desacreditando y maltratando públicamente a todos los hombres sobre la faz de la tierra… Hasta el punto que uno podría pensar que si hubieran podido crear un virus que acaben con todos nosotros lo hubieran hecho sin ningún tipo de miramientos…
CAROL.- Eso es una exageración… Hipérbole…
CLARA.- Las utopías se están cumpliendo cariño.
NILSE.- Algo hay de eso…
CÉSAR.- La verdad verdadera es que estas damas incitaron al resto… quizás desde la psicología familiar…  a desobedecer al cabeza de familia y a dejarlo como un cabeza de huevo delante del resto de la beneficiarios de la empresa familiar… y como la distribuidora se había convertido en una suerte de proveedora alterna… con más razón…. Y eso fue el inicio del fracaso de la familia como célula fundamental de la sociedad.
AITOR.- No estoy de acuerdo plenamente…
CLARA.- Ni yo…
NILSE.- En nuestros años mozos había una canción que decía: “Todo tiene su final, nada dura para siempre, tenemos que  recordar que no existe eternidad…”
CANTAN.
MARIO.- Héctor Lavoe…
CAROL.- A mí me parece un llanto de mamita masculino ante el éxito que todas las mujeres hemos obtenido… les guste o no…
CÉSAR.- Si, lo que pasa es que yo no puedo vivir sin Nilse…
AITOR.- ¿Entonces?
NILSE.- Y yo no puedo vivir sin César…
AITOR.- Y es esto lo que no deja de parecernos un fatídico error… Porque vamos a estar de acuerdo que esto va en contra de las leyes de Dios…
MARIO.-  Bueno… ¿y a dónde va entonces toda esta mariquera de ustedes?
NILSE.- Nosotros nos hemos dado cuenta que a esta altura del partido la institución matrimonial no sirve para nada…
CÉSAR.- y queremos anunciarles que Nilse y yo nos hemos divorciado…
CAROL.- ¿Qué…?!
MARIO.- Yo me esperaba una vaina así… ¿No te lo dije?
CLARA.- Pero hablen más claro… ¿Cómo es que se divorciaron?
NILSE.-  De hecho… ya estamos divorciados…
CAROL.- El coño de sus madres… las de ambos…
MARIO.- ¿Entonces ya no están casados?
CÉSAR.- Y hoy, junto a ustedes, celebramos nuestra primera noche en la que ya no somos marido y mujer…
NILSE.- Sino socios…
CAROL, MARIO Y CLARA.- ¿Socios?
CÉSAR.- (LEVANTANDO SU COPA) ¡Salud amigos… Por mi socia Nilse!
NILSE.- Por mi socio César. Salud.
TODOS IMPACTADOS MEDIO BRINDAN Y SE BEBEN TODO EL CONTENIDO DE LA COPA. CLARA PONE UN DISCO DE WILLIE COLÓN Y SUENA “OH, ¿QUÉ SERÁ? TODOS PARECEN FIGURAS DE CERA. CAROL ARRANCA A LLORAR COMO UNA NIÑA Y MARIO LA SACA A BAILAR.
CÉSAR.- ¿Nos comemos la pasta?
AITOR.- Te ayudo a servir.
CAROL.- Nilse, llévame al cuarto, por favor. Necesito retocarme.
NILSE.- ¿Quieres venir Clara?
CLARA.- No; prefiero evitar las expresiones fatídicas a esta hora…
MARIO.- Se queda conmigo. Así tengo alguien con quien hablar… aunque sean ociosidades.
CAROL.- Cuidadito con una vaina es lo que tienes que tener.
CÉSAR.- No tarden mucho… No me gusta comer la pasta fría.
CAROL Y NILSE VAN A LA HABITACIÓN.
AITOR.- ¿Los platos?
CÉRSAR.- En la despensa de la derecha.
CÉSAR Y AITOR SE CONCENTRAN EN SERVIR LA COMIDA Y MARIO SE HACE CERCANO A CLARA.
MARIO.- Al fin... Solos.
CLARA.- Al fin.
MARIO.- Lamento tener que verte en esta situación, Clara.
CLARA.- Ya se me estaba olvidando mi nombre…
MARIO.- No me di cuenta… Disculpa por todo…
CLARA.- Eso es lo que hay…
MARIO.- Tú siempre tan adaptable…
CLARA.- Si del cielo te cae limones…
MARIO.- Pero a ti  entonces lo que te gusta es hacer guevonada… por lo que te cae… digo… nuestros guevos
CLARA:- De las braguetas de los hombres de mis amigas… o enemigas.
MARIO.- Carol no es enemiga tuya…
CLARA. Lo digo por la costumbre de verla en los mismos saraos a los que yo asisto.
MARIO.- A los que asistimos.
CLARA.- ¿No fue eso lo que dije? ¿Te sirvo más?
Mario.- Sí, gracias…. Me gusta tirar drogado y mareado… me recuerda mi juventud...
CLARA.- Y sin tu esposa... ¿Rojo o blanco…?
MARIO.- Para los hombres es mejor el rojo...
GRETO.- Eso dicen… pero como hay tantas sorpresas últimamente, yo pregunto…
MARIO.- Yo también quiero preguntar…
CLARA.- Estamos solos… y apúrate porque tu cuaima aparece en cualquier momento con la lupa…
MARIO.- ¿Cuándo te cojo?
CLARA.- ¿Qué…?
MARIO.- Que cuándo me la vuelves a dar… porque quede con ganas de más…
CLARA.- Escucha… yo sé que hay la teoría de que el hombre es el único animal que tropieza dos veces o más con la misma piedra… Pero yo quiero saltarme esa teoría querido… Yo contigo ya hice mi trabajo comunitario del siglo… ahora quiero algo más espiritual… quiero probar el del padrecito…
MARIO.- Ese amigo de César tiene cara de pato…
CLARA.- Nilse dice que tiene una paloma tan grande que  puede desarticularte la quijada…
MARIO.- Entonces la Nilse se lo…
CLARA.- No; se lo contó tu señora…
MARIO.- ¿Quién?
CLARA.- Carolita, baby…
MARIO IMPACTADO.
CLARA.- No mentira… se lo conté yo… que sí lo he probado.
MARIO.- Pero te hiciste que no lo conocías...
CLARA.- Mi mundo raro... tú sabes... Para divertirme... Y como nadie me lleva la contraria yo digo y hago lo que me venga en ganas... nosotros venimos de echar un polvo magnífico...
MARIO.- Te cogiste al curita.
CLARA.- Años haciéndolo...
MARIO.- Ya veo. Y él te siguió el juego...
CLARA.- yo se lo pedí...
MARIO.- Cuidado que llevas una sorpresita...
CLARA.- Es para que ahora, cuando nos encontremos en el bar de  Ricardo, me quiera coger con arrechera.
MARIO.- Pero él es marico…
CLARA.- Eso crees tú… Palabra cierta… ahí viene…
AITOR.- Mario, que pide César que vayas allá un momento… quiere consultarte algo…
MARIO.- Permiso, miss creatividad…
AITOR.- Por el tono le debes estar contando algo a Mario que no debes…
CLARA.- Ese baboso… Le dije que su mujer te había mamado el guevo…
AITOR.- No; di la verdad… que estás molesta porque su mujer no se dejó tocar por ti en una orgía de productos de cocina al que yo asistí como demostrador…
CLARA.- Cállese padre…
AITOR.- Por la verdad murió Cristo….
CLARA.- Y los bocones también…
AITOR.- Yo duermo en paz y sin culpa…
CLARA.-Y deslechadito por mí...
AITOR.- Ahora soy yo el que sufre de amnesia.
CLARA.- Lo felicito… porque se le puede caer la santidad en público, porque yo cuando me pongo nerviosa soy capaz de hacer muchas cosas de las que después se arrepienten los demás… hasta decir que la lujuria es el pecado que le hala las patas para el infierno al sacerdote de esta paroquia…
AITOR.- Mientras no le haga daño a nadie… Ni quiera acabar un matrimonio para comerme la carroña como un zamuro… seguiré disfrutando mi lujuria… sin culpa.
CÉSAR.- Aitor, ven que quiero manos para servir para matarles el monchi…
AITOR.- Voy… Permiso…
CLARA SACA UN CIGARRILLO Y LO ENCIENDE FRENTE A LA VENTANA PARA NO AFECTAR CON EL HUMO A NINGUNO DE LOS PRESENTES. SE ABSTRAE HASTA EL PUNTO DE AISLARSE DEL MUNDO QUE LA RODEA.
CAROL.- Allá está esa fumando…  No ha terminado de entender que al fumar se está suicidando…
NILSE.- Será lo que quiere…
CAROL.- Será…
NILSE.- Y los hombres están sirviendo la comida.
CAROL.- Nilse
NILSE.- No vayas a empezar otra vez…
CAROL.- Chica. Dime que no te estás divorciando por otra causa, sino porque quieren ser infelices como todos los demás…
NILSE.- La duda ofende…
CAROL.-no seas ridícula… cuéntame…
NILSE.- Yo prefiero divorciarme de mutuo acuerdo para justificar la firma de este contrato renovable cada tres años, hasta que nosotros decidamos… El contrato trae todos los jugueticos que tiene al acta de matrimonio… lo único es que se vence y es renovable… si a ti te da la gana.
CATROL.- ¿Y si un día no te da la gana renovar el contrato?
NILSE.- No sigo con César… Y ya está…
CAROL.- Eso es lo bueno de casarse con un carajo tan de vanguardia… termina siendo el pendejo que accede a todos nuestros caprichos…
NILSE.- No creo que César sea un pendejo… lo que creo es que está adelantado a su tiempo… y tiene visión… él sabe lo que viene como premoniciones… Y esto es algo que tenemos que aprender a negociar… antes de que los curas o los abogados inventen otra vaina para obligarnos a vivir con quien no queremos…
CAROL:- Ojalá el patán del mío entendiera esas cosas…
NILSE.- Pero a ti  qué te importa… total tú me dijiste que con él… nanai nanai…
CAROL:- Cállate que pueden escuchar…
NILSE.- Hay cosas que no hace falta ser adivino para vérselos en la cara.
CAROL.- Deja.
NILSE.- ¿Cómo puedes vivir con un carajo que se la echa de macho vernáculo y sobrado y con el que ya ni tiras porque no se le para, chica?
CAROL.- (EVASIVA) El corazón tiene razones que la razón desconoce…
NILSE.- ¡Qué corazón un carajo, Carol! ¡Esas son pendejadas que inventamos las mujeres para hacer sentir inferiores a los hombres porque por animales no son capaces de amar… Pero el tiempo agarra ese discursito trasnochado y nos lo mete por la geta y el corazón pasa del pecho a la zona genital… porque es ahí donde nos dan las palpitaciones…
CLARA.- Eso mismo digo yo…
CAROL.- A ti nadie te invitó a esta conversación… además me molesta el olor de la nicotina que le sale de la boca a los fumadores… asco…
CLARA.- Pero hay otras cosas que te llevas a la boca y a lo mejor te huelen peor pero te lo metes con ganas…
CAROL.- Eso voy a meter mi boca en otra parte… porque tengo por hábito decidir… Quiero comer... tengo monchi yo también...
SE VA A LA COCINA Y SE REGRESA COMIENDO PASTA Y ESCUCHA.
CLARA.- Felicitaciones. Nilse, yo me voy… no me siento cómoda aquí… No quiero que vaya a suceder una desgracia, por este chiste de ustedes y yo esté presente…
NILSE.- ¿Pero una desgracia por qué?
CLARA.- Por nada… La gente mayor cuando se rasca y se droga se pone muy ridícula… Y prefiero sentir que no soy tan… mayor…
NILSE.- No te vas a despedir.
CLARA.- No; no quiero perturbar la celebración. Espero que no me inviten para su firma de su segundo contrato… No estoy interesada. Adiós Carol.
CAROL.- Bye.
CLARA.- Buenas noches.
NILSE.- Carol, acompáñame para abrirle la reja común a Clara.
CAROL.-Ay, qué fastidio…
NILSE.- Vamos.
CAROL SE TRAGA LO QUE QUEDA EN EL PLATO Y LO DEJA EN A MESITA RATONA. SALEN LAS MUJERES. MARIO Y AITOR VIENE A BUSCARLAS.
MARIO.- Carol, les toca ir sirviendo los postres porque la ensalada y la pasta ya está servida… ¿Dónde se metieron?
AITOR.- Estaban aquí…
CÉSAR.- (MIENTRAS SIRVE) Búsquenlas en el cuarto… seguro se están probando los vestidos nuevos de Nilse.
MARIO ENTRA A BUSCARLAS PERO SALE DE INMEDIATO.
MARIO.- Nada.
AITOR.- Y no fueron a orinar juntas porque el baño está vacío.
CÉSAR.- ¡Nilse…! ¿Será que fueron a comprar algo?
SE ESCUCHAN DOS DISPAROS.
AITOR.- ¡Están en la calle!
CÉSAR.- ¡Hay que buscarlas…!
LOS HOMBRES TOMAN ELEMENTOS QUE PUDIERAN SERVIRLES DE ARMAS DE DEFENSA Y CORREN A LA PUERTA DE LA CALLE.
ARTICULACIÓN.
II
CONFESIONES FRATERNAS
CÉSAR LE DA UN PLATO CON PASTA.
CÉSAR.- Toma. Come antes de que se pierda la comida.
AITOR.- Pero no tengo hambre.
CÉSAR.- Come.
AITOR OBEDECE COMO UN NIÑO.
AITOR.- Estamos buscando a Nilse, César. Es la única que no ha aparecido.
CÉSAR.- Ella está bien… yo lo sé… lo siento… Además de eso me encargo yo… Mario encontró a Carol en su casa, escondida bajo la cama y a Clara se la llevaron a la clínica porque no sabía ni cómo se llamaba…
AITOR.- Amnesia traumática… El impacto fue muy fuerte.
CÉSAR.- Muy fuerte. El miedo y el instinto de conservación.
AITOR.- La fragilidad de la existencia.
CÉSAR COME CON GANAS.
CÉSAR.- Es que cuando vi el cuerpo de muchachito que le dieron quince balazos pero no aflojó el celular se me partió el corazón.
AITOR.- Pero no perdiste el apetito.  Pensemos que el Señor se lo llevó a su lado para sacarlo de este calvario de penas y amargura…
CÉSAR.- No seas tonto Aitor… Era un niño… empezando la juventud… Ahora matan a la gente por quitarme una paja…
AITOR.- Entre otras cosas…
CÉSAR.- Y como ir preso no es castigo sino como un premio, porque hasta discotecas, panaderías y lavanderías tienen las cárceles nacionales… Ya nadie tiene miedo de cometer un crimen, ni respeta la vida… Porque no es un castigo ir preso, sino un premio… y como la vida está tan jodida en la calle , los muchachos prefieren estar presos...
AITOR.- Todo está al revés… como Alicia en el país de los espejos... Me preocupa dónde puede estar metida tu mujer.
CÉSAR.- Seguro que Nilse debe estar  escondida  aquí en casa, en algún lado… porque la hemos buscado por todas partes y nada…. ¿Cómo puede haberse esfumado así como así…? Hoy era un día para que estuviéramos orgullosos de nosotros mismos… de la decisión que tomamos; para que ustedes compartieran nuestra decisión… Y todo se convirtió en un momento en un show; en un espectáculo  de miedo... y quiero decirte que eso ya no me impresiona... Me impresionaría que no sucediera nada...
AITOR.- Los designios del Señor son muchas veces inexplicables.
CÉSAR.- Sí, pero si la estúpida de Carol no se hubiera puesto con esa ridiculez, no se hubiera detenido nuestra explicación; Clara no se hubiera querido ir; ellas no hubieran decidido acompañarla a la puerta… y estoy seguro de que no hubiera ocurrido todo esto…
AITOR.- Las mujeres… que todo lo exageran…
CÉSAR.- Las mujeres como Carol… que viven de la tragedia; ella es de las mujeres que no te pregunta si todo va bien... no; ella siempre está pendiente de una desgracia, de un accidente, de la muerte de alguien,  o un asesinato o el suicidio de alguien...
AITOR.- Ella se sintió muy estremecida por lo que estaban contando… Yo la entiendo. Son la única pareja, aparte de la de ella, que ha permanecido casada por tantos años…
CÉSAR.- Sí…
AITOR.- Todos nuestros amigos se divorciaron…
CÉSAR.- …y otros ni siquiera se casaron… como tú…
AITOR.- En mi religión es preferible estar solo para no caer en la tentación del pecado y arrastrar a la pareja…
CÉSAR.- Porque tú estás lleno de pecado... y lo sé... Yo te conozco desde que eras un niño... y creo que sé más de ti que tú mismo... Y hay pecados ante los ojos de Dios que tú cometes aún como cuando eras adolescente...
AITOR.- Tú lo sabes...
CÉSAR.- Creo. Todos cometemos pecados... Pero sólo nos sorprendemos cuando los pecados nos afectan... porque de resto es como ir al cine... ves que tus amigos que pecan o a los que le afectan los pecados... pero en otro canal... en la película de al lado... en otro país... aquí en mi casa no... nosotros somos decentes.
PAUSA ARGUMENTAL.
CÉSAR.- La peor fue Clara… Un día entró a su casa y su esposo estaba enjabonando a su primo…
AITOR.- ¿Era su primo?
CÉSAR.- Bueno, así nos lo presentó a todos...
AITOR.- (MIRANDO A CÉSAR DE UN MODO MUY PARTICULAR) Su primo... Así es el mundo… lleno de familiares y pecados…
CÉSAR.- Por eso no quiere a nadie esa mujer…
AITOR.- Esas son de las cosas que hacen que las mujeres de esta época a veces prefieran a otra mujer en lugar de un hombre…
CÉSAR.- ¿Tú crees?
AITOR.- Como no hay mucho contra quien luchar, ahora la guerra es entre hombres y mujeres... y lo peor es que en  esta batalla están perdiendo los niños.
CÉSAR.- Algún día nos podríamos burlar de eso...
AITOR.- No estaremos vivos para cuando pudiéramos hacer burla de esta matanza....
CÉSAR.- ¿Qué sabes tú?
AITOR.- Hay cosas que yo sé… No hace falta más que tener cuatro dedos de frente...
CÉSAR.- ¿Tipo cómo qué…?
AITOR.- Cosas que no te voy a contar… Tengo sed.
VA A BUSCAR UN VASO CON AGUA.
CÉSAR.- No, ven acá… cuéntame… ¿Tú crees que Clara sea…?
AITOR.- Es probable… Como a las mujeres siempre se les ha permitido que se agarren y se hagan caricias y esas cosas, nosotros los bobos no nos damos cuenta.  Con esto de la inclusión ahora uno puede sentir cualquier cosa libremente por a quien a uno le dé la gana… Y nadie tiene que molestarse.
CÉSAR.- Estas drogado todavía...
AITOR MIRA DE UN MODO PARTICULAR A CÉSAR. ESTE SE INQUIETA Y TRATA DE PROSEGUIR EVADIENDO LO QUE PARECE INSINUAR AITOR.
CÉSAR.- No; deja  de joder… ya te he dicho que pan con pan es comida de locos…
AITOR.- Te recuerdo que estamos en el siglo XXI
CÉSAR.- Los hombres para las mujeres y las mujeres para los hombres…
AITOR.- Eso es un sofisma inventado por Constantino para atormentar a los hombres… y volverlos sumisos y obedientes... o se considerarían herejes.
CÉSAR.- Oye, tú eres un sacerdote… que debe encaminar la vida de sus seguidores si se salen de lo que ustedes denominan el camino correcto… con la amenaza de que Dios los va a castigar… el castigo Divino…
AITOR.- Soy un sacerdote… pero soy un ser humano… con virtudes y muchos defectos… al que le han dado la oportunidad de tener el libre albedrío… y que con los años ha aprendido a no arrepentirse de las cosas que le han sucedido y que me han convertido en el ser humano con experiencia que soy hoy.
 CÉSAR.- (CON SORNA) Vaya… me siento un niño de pecho a tu lado…
AITOR.- Ahora ya no siento pena por recordar eso que hicimos aquella vez en la universidad, continuamos en la Playa… y que terminamos de aclarar en tu casa en Todasana.
CÉSAR.- No seas marico, Aitor… estábamos chamos…
AITOR.- Llenos de hormonas…
CÉSAR.- Y se nos paraba por cualquier mariquera…
AITOR.- Pero a mí se me paraba por ti…
SILENCIO ARGUMENTAL.
CÉSAR.- Lo peor fue que fui el último en darme cuenta… porque parecías una araña tejiendo la red para tratar de atraparme…
AITOR.- Me gustó demasiado sentir cuando me lo metiste, aunque me doliera… Y te confieso que yo quería más… pero a ti te dio una vaina muy rara y te encerraste en el baño… y cuando regresamos a la universidad me comenzaste a sacar el cuerpo y hasta me dijiste que…
CÉSAR.- Que a mí no me gustan los hombres… y sigue siendo así… Por eso he podido ser tu pana, pero de lo otro nada… más nunca...
AITOR.- Pero puedo asegurar que lo disfrutaste tanto como yo.
CÉSAR.- Estábamos drogados, nojoda. Nos habíamos fumado un cacho que se pareciá al bastón del profesor magoo.
AITOR.- Tú…
CÉSAR.- Yo sí... estaba hasta el culo, Aitor… entre ron y mariguana… y aquellos pases de la bolsita de perico que le compramos al negro  Miguelito.
AITOR.- Yo no… Yo estaba drogado pero de lujuria… con ganas de que tú me dominaras… de servirte para que descargaras tu energía en mí…
CÉSAR.- Yo no me acuerdo de eso…
AITOR.- Yo sí… y entendí que la lujuria es un placer muy peligroso… pero manejable por la dignidad… Aunque te confieso que me quedé pegado con el deseo de que me volvieras a someter como lo hiciste… Pero ya que no quisiste más yo comencé a hacerlo en tu nombre… y mira que lo he disfrutado… Hasta se me olvidó lo que quería hacer contigo…
CÉSAR.- Menos mal que lo entendiste…
AITOR.- Como entendí que durante un tiempo te aprovechaste de eso, para que te sirviera como un idiota… te hiciera las tareas, te ayudara en los exámenes… te buscara los materiales e investigara en la biblioteca por ti…
CÉSAR.- Éramos unos chamos, mi pana… Y eso ya pasó… ahora somos unos viejos y nada de eso va a ser posible… y no porque no se puede… sino porque no quiero… yo soy tu amigo… y claro… tengo mucho que agradecerte... y por qué pedirte disculpas por lo que me pareció que era normal... tu querías que te cogiera y yo quería que pagaras por eso como una hembrita sumisa
AITOR.- Yo sigo recordando tus labios… pidiéndome que te hiciera esto o aquello… y el sabor de tu sexo en mi boca…
CÉSAR.- Yo no. Yo he tratado de demostrarte que yo ni quise, ni quiero, ni querré nunca ser más que tu pana de juventud… a pesar de los errores que pudimos cometer… Porque aunque te pudiera parecer una pendejada, yo me perdoné y te perdoné Aitor… y taché lo que pudiera ensuciar el sentimiento de pana que tengo contigo… si lo entiendes bien… si no, lo siento… esto no va a cambiar en mí… Yo soy un antagonista y los antagonista no cambiamos aunque finjamos que lo hemos hecho. Así reza el libro de la telenovela venezolana. ¿Quieres un trago?
AITOR.- No gracias.  Sí, pero quería que lo supieras… A eso fue que vine esta noche a tu casa… a matar ese fantasmita que me hace pensar en tu sexo en las noches que estiro la mano y no hay nadie a mi lado porque estás con ella... a la que hasta ahora, nunca quise conocer... Y además viene a advertirte que no jugaras con candela, que tu relación pudiera acabarse sin necesidad… Porque yo no lo superé… pero entiendo perfectamente lo que es y lo que no es… Y lo que podría ser si tú quieres.
CÉSAR.- Ni podría, ni es, ni va a ser, te repito…
PAUSA ARGUMENTAL.
AITOR.- Por otra parte, quería explicarte también que, además de mi labor en la iglesia, trabajo también con productos del hogar… y hago demostraciones… Normalmente con damas respetables, de su hogar… que están muy aburridas de sus maridos y están dispuestas a jugar a otras cosas… y a pecar, para salir de la rutina marital… y quería decirte, a ti y a Mario, que tuvieran mucho cuidado con sus esposas…
CÉSAR.- La mía es socia...
AITOR.- O lo que sean… Eso quiero pedirte.
INESPERADAMENTE APARECE NILSE QUE HA ESCUCHADO TODA LA CONVERSACIÓN.
NILSE.- Y yo quería saber de qué se trataba esa relación tan estrecha y misteriosa que tenía César contigo… y que no me terminaba de encajar
CÉSAR.- (PARA SI) La cagada…
AITOR.- Nada de la cagada… porque ella tenía que saberlo… es tu esposa, o tu socia, ¿no?
NILSE.-Ambas dos inclusive.
CÉSAR.- ¿Dónde estabas?
NILSE.- Di la vuelta... porque unos malandros agarraron al hijo de la vecina y le cayeron a tiros y le robaron el celular delante de nosotras… Clara se puso muy ridícula y Carol se desmayó… y yo no me iba a quedar ahí para que los malandros esos me secuestraran como hacen ahora… así que pegué una carrera, la di la vuelta a la cuadra, me metí por detrás y me escondí en un pote de basura; no sé cuánto tiempo pasó, porque hasta me quedé dormida al lado de una bolsa con restos de comida que olía a demonios y unas ratas me despertaron porque querían comerse la basura...
CÉSAR.- Ratas.
AITOR.- Qué peligro.
NILSE.- Después me salí y corrí hacia el edificio porque todo estaba demasiado tranquilo. Me metí por la ventana asustada  y me subí por la escalera de seguridad que pusimos escondida… y me estaba lavando la cara cuando entraron cuchicheando y escuché cuando el pastor comenzó su discurso…
AITOR.- Yo no he mentido… Pero no es César el del problema….
NILSE.- Eso lo entiendo perfectamente… el del rollo es usted… (MIRANDO A CÉSAR FIJAMENTE) Y ahora ni siquiera estamos casados para reclamar con derecho…
CÉSAR.- Pero es que yo no… Coño de tu madre Aitor… no podías cerrar la geta… Nilse, eso no fue mi culpa… fue él solo.
NILSE.- Nunca estaré segura de eso… pero puedo entenderlo… Yo me enamoré de tu encanto... y yo soy también una mujer grande cariño.
AITOR.- No quiero morirme con eso atrapado dentro de mí… tenía que escupirlo… para que se acabara definitivamente.
NILSE.- ¿Y ya te sientes mejor?
CÉSAR.- ¿Qué mejor un coño? ¿Qué pregunta es esa?
AITOR.- Me siento mejor… Gracias por su paciencia…
NILSE.- Entonces espero no volverlo a ver nunca más por aquí… o me voy a ir a su iglesia y le voy a contar a sus devotos lo que el señor que debe cuidar sus almas le gustaría que mi marido le siguiera haciendo sentir…
AITOR.- No; pero es que eso ya no…
NILSE.- No me explique más que no aclara sino oscurece, padrecito… Puede retirarse…
AITOR.- Lo entiendo. Adiós César…
CÉSAR.-  Muérete.
SILENCIO ARGUMENTAL.
AITOR.- Y sigo pensando que no han debido divorciarse para firmar un contrato renovable…
NILSE.- Y yo espero que no aparezca cada tres años como un zamuro a ver si puede recoger los desperdicios de la relación que tenemos, si decidimos no continuarla…
AITOR.- Eso no es lo que espera el Señor de las parejas…
NILSE.- Ni que su Pastor quiera ser cogido como una oveja hembra por algún miembro macho del rebaño.
AITOR.- Cualquier miembro no... por el de César.
SILENCIO ARGUMENTAL.
CÉSAR.- Termina de irte de aquí, coño.
AITOR.- Buenas noches.
NILSE.- Que Dios lo perdone.
AITOR SE VA LLORANDO EN SILENCIO PROFUNDO.
CÉSAR.- Nilse yo…
NILSE LEVANTA LA MANO Y CON EL GESTO CALLA A CÉSAR. AITOR SE DA CUENTA DE LO TENSO DE LA SITUACIÓN Y VA DE SALIDA CUANDO TROPIEZA CON MARIO QUE VIENE DE VUELTA. NILSE SE DIRIGE AL CUARTO Y CÉSAR LA SIGUE.
MARIO.- ¿Ya se va?
AITOR.- Ya cumplí con mi tarea… que tenga buenas noches… y cuide mucho a su esposa.
MARIO.-Eso intento.
AITOR.- Sí, pero no las deje asistir a muchas demostraciones de productos para el hogar… La necesidad de limpiar el fastidio marital puede acabar con los hogares…
MARIO.- No lo entiendo…
AITOR.- Usted sabe dónde queda mi iglesia… si quiere venga y conversamos un rato sobre el asunto…
MARIO.- Si usted lo dice…
AITOR.- Hay cosas que uno sabe y que no dice para no avergonzar a los otros.
AITOR SALE. MARIO SE QUEDA SOLO EN LA SALA. CÉSAR REGRESA.
MARIO.- ¿Dónde estaba Nilse?
CÉSAR.- Escondida en un pote de basura. Entró por la ventana de atrás y se encerró en el cuarto… ¿Y Carol?
MARIO.- Se fue a ver a Clara a la clínica.
CÉSAR.- Pero ella la detesta…
MARIO.- ¿Quién entiende a las mujeres?
CÉSAR.- ¿Pero está bien? ¿No le sucedió nada?
MARIO.- Bueno ¿quién está bien en esta vaina en la que nos han convertido la vida…? Porque si alguien está bien, o es un sarcástico o sufre de locura producida por el excesivo optimismo.
CÉSAR.- Bueno vamos a entenderlo como un acto de solidaridad. ¿Quieres pasta?
MARIO.- ¿y Nilse…? ¿Cómo se siente?
CÉSAR.- No lo sé… Se acaba de enterar de lo que le hicimos a Aitor cuando estábamos chamos…
MARIO:- Shhh… Será de lo que le hiciste... Porque él no sabe que yo estaba allí… y hasta se creyó que yo no lo conocía… Por lo menos hasta hoy...
CÉSAR.- Pero yo lo sé… y él me jode es a mí… Nilse…
MARIO.- ¿Qué pasa con ella?
CÉSAR.- Escucho cuando el pajúo me estaba haciendo su confesión de amor…
MARIO.- ¡Qué marico…!
CÉSAR.- Sí… Y Nilse botó a Aitor de la casa y se metió al cuarto… y tengo miedo que se rompa hoy mismo el contrato que hicimos… ¿Qué hago ahora?
MARIO.- Dame pasta…
CÉSAR.- Yo tengo un peo familiar y tú tienes hambre…
MARIO.- Monchi.
CÉSAR.- Estamos viejos.
MARIO.- Lo que ha de pasar pasará, así que deja el drama y dame que quiero estar comido cuando me cale a la loca de mi mujer con su ataque de histrionismo…
CÉSAR.- ¿Coño, cómo puedes comer después de todo lo que ha pasado?
MARIO.- Tengo hambre… y no comí en mi casa para comer aquí… así que bájate de la mula… dame comida…
CÉSAR.- Tú si jodes…
MARIO.- por eso somos amigos…
CÉSAR VA A BUSCAR UN PLATO SERVIDO, SE LO DA. BUSCA SU COPA Y BEBE.  MARIO COME CON HAMBRE Y CÉSAR LO MIRA DE UN MODO PARTICULAR. MARIO SE DA CUENTA Y LE PREGUNTA POR SEÑAS QUE QUÉ PASA.
CÉSAR.- ¿Desde cuándo no tiras con Carol…?
MARIO.- Shhh… ¿Qué te pasa? ¿Se te fundió el coco?
CÉSAR.- Tú me contaste, no lo inventé yo… Habla…
MARIO.- De manera regular…
César.- De manera regular.
MARIO.- Como tres años…
CÉSAR.- Marico… y vives a fuerza de Manuela…
MARIO.- Un pajazo mañanero antes del baño mata las ganas diarias… También puedo echarme un pajazo en el baño del trabajo, sobre todo cuando le miro el culito paradito de la secretaria de Presidencia… y esas piernotas de la zorra del departamento de administración… con ganas de abrirse para enseñarme lo rico de sus jugos y sus partes… y puede  apretarme la cintura mientras me dice “así papi...” ¿Te enteraste que beber de los fluidos femeninos evita el cáncer?
CÉSAR.- Pregunto la pregunta por enésima vez… ¿Y para qué sigues casado con Carol…?
MARIO.- Porque me costaría muy caro separarme… Ser un esposo, para los hombres comunes como yo, es como parte de tu trabajo en la vida, para lo que existes; es una una profesión... y el talento sin profesión es menos valioso que una profesión sin talento. 
CÉSAR.- Verga, verdad...
MARIO.- Y por otro lado, ya te lo he dicho… Es un asunto mercantil…
CÉSAR.- Qué está acabando con lo poco que queda de tu juventud… Cuando decidas tomar cartas en el asunto ni las pastillitas azules te lo van a parar… Tú no me lo vas a creer, pero ustedes son la razón por la que Nilda y yo estamos haciendo esto… No quiero que algún día se me pase las ganas de tirar con ella y tenga que seguir juntos para que no me quiten por lo que trabajé toda la vida.
MARIO.- Cuestión de estilos…
CÉSAR.- Cobardía…
SE ESCUCHAN LOS PASOS DE NILSE.
MARIO.- Ahí viene tu cuaima.
MARIO SE LLENA LA BOCA DE COMIDA Y CÉSAR BEBE TODA LA COPA Y SE SIRVE MÁS.
CÉSAR.- Nilse, quieres vino.
NILSE.- (SECA) Quiero.
NILSE SALE Y VA AL TOCADISCO Y PONE EL CD THE VOICE, DE FRANK SINATRA Y PONE LA CANCIÓN “I NEVER SMILLE AGAIN” . CÉSAR LE DA SU COPA Y TRATA DE CHOCAR SU COPA CON LA DE ELLA PERO ELLA LO EVADE Y BEBE. CÉSAR LE BAJA EL VOLUMEN.
CÉSAR.- Es una canción muy triste…
MARIO.- Como la vida que llevamos…
CÉSAR.- Que llevas tú.
NILSE.-  Mario, quiero que te divorcies de Carol…
MARIO.- (SINTIÉNDOSE DESCUBIERTO) ¿Pero... por qué?
NILSE.- Para que firmen, como nosotros, un contrato renovable a tres años, o al tiempo que decidan… o le voy a contar a mi amiga lo que acabo de escuchar…
CAROL ENTRA SIGILOSA SIN QUE LA  DESCUBRAN. CÉSAR MIRA A NILSE Y ELLA LE HACE SEÑAS PARA QUE NO VAYA A DECIR NADA.
MARIO.- Esto es una broma. César.
CÉSAR.- Podría denominarse chantaje.
MARIO.- César, explícale tú por qué yo no me quiero divorciar...
NILSE.- No es necesario que te sigas escondiendo detrás de César. Él también sabe que yo pienso que eres un miserable… Y no creas que eres el único que quiere acabar con esa relación y no se decide…
CÉSAR.- Mi amor, un poco más de tacto...
NILSE.- Carol no te ha dejado porque la culpa la tiene atada a esa mentira de matrimonio que ustedes viven. Ella ya no soporta ni tu voz cuando le hablas por la noche… le molesta tu aliento, tus pedos nocturnos, tú falta de solidaridad con las cosas de la casa… tu falta de respeto constante cuando estas delante de una hembra hermosa Y APETECIBLE.
MARIO.- Cuando no te dan comida en tu casa te vas a la calle... a buscar lo que no te dan.
MARIO DEJA DE COMER. SE LIMPIA LA BOCA GROSERAMENTE. SE ARREGLA LA ROPA Y MIRA A CÉSAR Y LUEGO A NILSE..
MARIO.- Te voy a explicar una cosa y lo voy a hacer una sola vez, Nilse querida… Lo que suceda entre tu amiga Carol y yo no es problema tuyo. No seas entrépita…  Tú no le vas a decir nada a Carol, o te aseguro que lo vas a lamentar… Tú y César y hasta el par de monos que tienen de hijos extraviados, porque se avergüenzan de que ustedes sean sus padres, porque ellos saben que son unos fumones encapillados con nosotros… Dicho por ellos mismos en más de una oportunidad…
NILSE.- Eso no es así.
CÉSAR.- Sí es así, Nilse; lo sabes.
MARIO.- Yo no me voy a divorciar para iniciar esa torpe moda que ustedes quieren poner en el tapete, querida… Las uniones maritales le han costado mucha sangre a la humanidad y no vamos a detenerlas en el siglo XXI porque un par de inadaptado post adolescentes sin madurar creen que es lo mejor para la sociedad… ¿Qué se han creído? ¿Qué son Dioses del Olimpo? Pues no…
NILSE.- Tremendo amigo resultaste.
CÉSAR.-  Ya, Nilse, por favor.
MARIO.- Yo voy a seguir haciéndome la paja todas las mañanas antes de bañarme para ir a trabajar, o en el baño de la empresa, pensando en el culo de otra mujer, pero viviendo, como una tarea social, con esta loca que me tocó en la lotería de la vida… y ya saben cómo soy de conservador…
Nilse.- Un imbécil es lo que eres.
MARIO.- (A CÉSAR) Estaba rica la pasta… qué lástima que no sirvió para celebrar… Buenas noches, cariño.
MARIO SE VA A IR Y DESCUBRE A CAROL.
CAROL.- ¡Qué bonito!
MARIO. ¿Te gustó? Todavía hay comida… nadie comió…
CAROL.- Por eso comiste tú… nadie…
CÉSAR.- ¿Quieres que te sirva, Carol?
CAROL.- Si ustedes comen conmigo… para no seguir sumándome al “nadie comió”.
NILSE.-  Pero nadie se va...
ELLA SE APARTA. MARIO LLEGA A LA PUERTA Y MIRA A CAROL PARA QUE LO SIGA.
CAROL.- Ahora sí que se fue.... y para el coñísimo de su madre...
MARIO.- Respeta.
CAROL:- No tengo ganas de hablar contigo ahora… Así es que echa p’ allá
MARIO.- Es mejor que nos vayamos para la casa.
CAROL.- Si quieres ve tú… Yo tengo que hacer algo antes…
MARIO.- No te quiero dejar sola…
CAROL.- Hace mucho tiempo que me dejaste sola
CAROL LO MIRA DE UN MODO PARTICULAR Y MARIO SE QUEDA EN ABSOLUTO SILENCIO.
CAROL.- César, hazme el favor y me dejas con Nilse que tengo que decirle una cosa… privada. Y si Mario no se va para la casa, llévatelo contigo.
CÉSAR.- Vamos tipo.
MARIO.- Pero es que yo no…
CÉSAR.- Cállate que la cagaste y camina…
LOS HOMBRES SALEN HACIA LO QUE SUPONEMOS ES EL BALCON O EL PATIO. CAROL CONFIRMA QUE SE FUERON Y REGRESA A LA PUERTA Y HACE ENTRAR A CLARA QUE SE COMPORTA DE UN MODO MUY EXTRAÑO.
CAROL.- Pasa.
CLARA.- Gracias cariño.
NILSE.- ¿Qué le pasa?
CAROL.- Se le apagó la cabeza del susto… Y la gente del hospital me llamó a mi casa… porque ella dice que yo soy la única persona que la quiere…
CLARA.- Eso es verdad…
CAROL.- ¿Qué tal…?
NILSE.- Está mal…
CAROL.- Y la tuve que ir a buscar… porque ella no tiene a más nadie…
NILSE.- Y el idiota del marido…
CAROL.- Se mudó muy lejos, para que ella no lo jodiera…  porque ella es de esas… tú sabes...
NILSE.- Lo sé…
CAROL.- Clara, ella es Nilse, no la recuerdas…
CLARA.- No. Mucho gusto. Clara.
NILSE.- Parece que ya no tanto.
CLARA.- ¿Tú también eres de las nuestras?
NILSE.- No entiendo lo que quieres decir.
CLARA.- De las que aprovechamos las demostraciones de Aitor para encontrar sexo eventual… entre mujeres…
NILSE.- ¿Qué?
CLARA.- En las demostraciones del curita yo conocí a esta muchachota… y siempre me pareció muy atractiva… me parece muy simpática… aunque finge que me odia… ¿Verdad?
CAROL.- ¿Qué te parece?
NILSE.- “Que a soldado avisado lo matan por descuidado”… ¿Yo no te lo dije…?
CAROL.- Se me declaró cinco veces, mientras veníamos en camino…
NILSE.- ¿Y para qué la trajiste?
CAROL.- Quería que me dieras un consejo… ¿Tú no eres mi amiga, más que mi hermana?
NILSE.- Sí; pero eso que me traigas a tu enamorada…
CLARA.- Lo peor es que su hombre cree que me tiene levantada… y no se ha dado cuenta que le hago caso para poder estar cerca de ella…
NILSE.- ¿Mario?
CLARA.- ¿Así se llama tu marido?
CAROL.- Así mismito… mi esposo, porque no es mi marido…
CLARA.- ¿Viste que no me equivoco? ¿Dónde lo dejaste?
NILSE.- Está por allá adentro con mi marido; que ya no es mi esposo, sino mi socio y mi amante...  ¡Mario!
CLARA.- Ay, no lo llamen que es muy fastidioso.
NILSE.- ¿Y ésta en verdad no se acuerda de nada… o es puro paro?
CAROL.- El médico me dijo que la memoria podría volverle en un rato…
CLARA.- O en un año…
NILSE.- Coño… Eso es una gran noticia…
CAROL.- Y descaradamente volteada hacia “moi”…
NILSE.- Prometedor…  Y mayo cerca… la época de las cachapas...
CAROL.- Deja la vaina.
CLARA.- Huele sabroso… Estuve oliendo algo así… pero no recuerdo dónde…
NILSE.- Aquí mismo… ¿Quieren comer?
CLARA.- Yo sí.
CAROL.- Si no hay otra… Además, a eso fue que vinimos, a comerles la cena…
NILSE.- Pues cojan allá cada una un plato, que ya están listos para comer… César los preparó con el curita antes de que se iniciara este Show Fraternal
CAROL.- Culpa de ustedes dos, por querer ser la tapa del frasco y siempre estar inventando pendejadas para asustarlo a uno… Yo pensaba que me iban a decir que se habían contagiado de Papilomas… o tenían sida… o cáncer… no que se iban a divorciar
NILSE.- Y firmamos un contrato por tres años.
CAROL.- Pedazo ‘e locos…
NILSE.- Preferimos estar locos felices… que fingiendo felicidad como locos, cuando lo que están es insatisfechos…
CAROL.- Jum.
NILSE.- Jum ustedes… y mira lo que te trajo la insatisfacción…
NILSE PONE “QUÉ TE PEDÍ” DE LA LUPE EN EL CD PLAYER. MARIO SALE DEL CUARTO Y VUELVE A TOMAR SU PLATO. CÉSAR Y NILSE LOS SUYOS. COMEN SIN DECIR PALABRA. INTIMIDAD INDIVIDUAL. CLARA SE QUEDA DORMIDA. CÉSAR SIRVE CAFÉ.
CÉSAR.- Un cafecito, sin azúcar... ¿Y esta como que se murió?
MARIO.- Está dormida…
CAROL.- Bueno pero con esas aspiraciones es como si estuviera muerta, porque cuando se despierte y recuerde lo que estaba diciendo va a querer que se la trague la tierra…
CÉSAR.- ¿Y no sería que fumó y se rasco con el vino…?
MARIO.- Sí; seguramente fue eso…
CAROL.- Pensemos que es así…
MARIO.- Sólo quedó el plato de Aitor.
NILSE.- Sí… Fue el único que no comió… a pesar de que era el que tenía más hambre…
CÉSAR.- No vayas a empezar...
CAROL.- Nos vamos… Yo había traído mis zapatillas de ballet, para bailarles un poquito, como cuando estábamos en la universidad... pero creo que es mejor huir por la izquierda...
MARIO.- ¿Y ésta?
CAROL.- No se la vamos a dejar a César y a Nilse aquí; mucho menos que hoy están de verdadera celebración… de no sé qué coño, pero están celebrando que son felices y nosotros no…. Y si la dejamos los vuelve locos…
CÉSAR.- Me sorprende tu cortesía
CAROL.- Gracias…
MARIO MIRA A CAROL SIN ENTENDER NADA
CAROL.- Cárgala que nos vamos…
MARIO.- Si, mi amor… Buenas noches.
MARIO CARGA A CLARA Y SALE CON ELLA DANDO TRAS PIES.
NILSE.- Que pasen buenas noches…
CAROL.- Que pase buena noche Mario… Yo no… asco…
CAROL MIRA A NILSE Y SE RÍEN  DE LA LOCURA DE SUS VIDAS.
CAROL.- Buenas noches, César…
CÉSAR.- Que descansen…
CAROL.- Voy a intentarlo… aunque en estos casos uno no descansa sino cuando se muere…
MARIO.- (OFF) ¡¡Carol  coño, termina de salir…!!
CAROL SALE SIGUIENDO A MARIO.
NILSE.- César necesito ir un momento al cuarto… cierra bien tú…
NILSE CORRE AL CUARO.  CÉSAR SE ASEGURA QUE LA PUERTA SE CERRÓ CORRECTAMENTE Y SE ECHA EN EL MUEBLE DE LA SALA.

ARTICULACIÓN

III
AL FIN SOLOS.
CÉSAR PONE MÚSICA SUAVE TROPICAL. NILSE SALE Y PREPARA UN PAR DE COPAS. VIENE CON UN SALTO DE CAMA MUY SUGERENTE
NILSE.- ¿Ya se fueron de verdad -verdad, socio…?
CÉSAR.- Ya se fueron todos, socia…
NILSE.- ¿Y ahora…?
CÉSAR.- Hicimos esta reunión con nuestros amigos para celebrar…
NILSE.- Fue lo que menos hicimos… Se me había olvidado que la gente que quiero se pone intensa cuando se reúne y puede hacer sus showcitos. (PAUSA) ¿Tú crees que después de todo Clara quiera con Mario y con Carol a la vez…?
CÉSAR.- Caras vemos, corazones no sabemos…
NILSE.- Pero haz un esfuerzo… ¿Qué crees?
CÉSAR.- ¿Te interesa?
NILSE.- No; pero sé que pudiera interesarte a ti…
CÉSAR.- La verdad verdadera… No me interesa… Me importaría mucho si la vaina fuera contigo.
NILSE.- Bueno, como la curiosidad masculina se mide en posibilidades de riegos… a pesar de todo lo que hemos intentado enseñarles…
CÉSAR.- Ese es el error… Nadie enseña a nadie… Ni ustedes pueden enseñarnos a ser como ustedes, porque no nos interesa…. Ni ustedes terminan de entender que no queremos que aprendan a ser como nosotros… porque nos gustan como son… y definitivamente no somos iguales… y eso es lo maravilloso
NILSE.- ¿Me compartirías?
CÉSAR.- Si fueras hombre, te compartiría por deporte… por cosa física… pero eres mujer… Y te quiero para mí solo… en exclusiva... Lo entiendas o no…
NILSE.- Pero escuché cómo te ama Aitor…
CÉSAR.- ¿Qué te puedo decir?
NILSE.- Mario sabía… Aunque se hizo el que no lo conocía…  Qué descaro…
CÉSAR.- Estábamos jóvenes y no teníamos mucho dinero nunca… Eso fue hace mucho tiempo…
NILSE.- Se chuleaban al marico…
CÉSAR.- Bueno, sí… Me da pena reconocerlo, pero no te voy a mentir… Aitor  trabajaba, tenía buen sueldo… y siempre se portaba espléndido… sobre todo conmigo… y a los jóvenes nos enseñaban entre chistes y bromas que a los maricos había que chuleárselos... por maricos... y él parecía que entendía lo mismo Y se dejaba...
NILSE.- Porque estaba enamorado de ti…
CÉSAR.- Pero yo se lo expliqué muy bien… a mí no me han gustado nunca los hombres para el sexo… Con los gay no se me para y punto... se me para con un buen par de tetas y pensando en la humedades donde me gustaría meter mi pene... y ahora el que más me gusta es el tuyo... No sé por qué vino ahora con ese cuento ahora…
NILSE.- Porque ahora eres un hombre soltero…
CÉSAR.- Eso es mentira… Yo tengo un contrato, más que un compromiso contigo… más fuerte que un papel firmado… Uno tiene que aprender a querer a la gente que la vida te pone cerca como son y no como uno quiere que sean…  ya nosotros nos separamos una vez porque no me entendiste que sólo te puedo amar a ti desde lo que yo soy…  Y cuando lo comprendiste regresamos… y no he mirado como proyecto nunca hacia otra dirección, Nilse…  (CATURREA) “y por tanto yo no... te dejaré de amar”.
BEBEN.
NILSE.- Ni yo a ti…
CÉSAR.- Soy un bendecido por haberte conocido
NILSE.- Gracias socio… Yo también.
CÉSAR.- A la orden, socia.
NILSE.- (COQUETEÁNDOLE) ¿Qué te parece?
CÉSAR.- (FINGIENDO FIRMEZA) Dicen que uno no debe mezclar los negocios con la cama… pero en esta caso…
NILSE.- Pero yo no quiero problemas…
CÉSAR.- ¿De qué tipo?
NILSE.- Bueno eso que se nos entorpezca el negocio porque metimos la cama…
CÉSAR.-Bueno, intentamos meter a nuestros amigos y ya ves lo que pasó…
NILSE.- Es que ellos son… nuestros amigos… nunca han sido más ni menos.
CÉSAR.- Además, ¿quién te ha dicho que una relación sin problemas existe? Eso sólo aparece en las revistas de psicología feminista… Los problemas existen para que uno pueda arreglarlos de la mejor manera… los dos… ambas partes…
NILSE.- Para equivocarse y corregir desde el amor...
CÉSAR.- Para equivocarse y corregir desde el amor Capicci?
NILSE.- Je comprend…
CÉSAR.- J’espere…
SILENCIO ARGUMENTAL.
NILSE.- Nos vamos a dormir…
CÉSAR.- Espera…
CÉSAR PONE LA CANCIÓN  INTERPRETADA POR CHENOA & MANUEL CARRASCO - DE AMOR YA NO SE MUERE-. LE EXTIENDE LA MANO A NILSE
CÉSAR.-  Bailamos, madmoiselle socia
NILSE.- Oh, oui, Monsieur socio…
BAILAN EN SU BURBUJA DE AMOR.
CÉSAR.- Estaremos juntos para siempre Nilse…
Nilse.- Con renovación de votos cada tres años... Para nuestro “para siempre.”
CÉSAR.- Para siempre... Mi socia Nilse.
NILSE.- Para siempre. César… Para siempre…
BESO APASIONADO MIENTRAS BAILAN MUY PEGADITOS Y LA LUZ VA  BAJANDO HASTA HACERSE EL OSCURO.

FIN
CÉSAR EDUARDO ROJAS MÁRQUEZ
Caracas, 02 de agosto de 2017
Sacven 3669