sábado, 3 de enero de 2009

EL COSTO DE LA CALENTURA

PROLOGO

LUEGO DE LA ENTRADA DE LOS ESPECTADORES Y QUE SE ENCUENTREN EN SUS PUESTOS SE DA LA BIENVENIDA HABITUAL DEL TEATRO Y VAMOS A UN SUAVE BLACK OUT MIENTRAS SE ESCUCHA EL TIMBRE DE UN TELÉFONO SONAR. LA ESCENA SE VA A DESARROLLAR EN OSCURO. FINALMENTE EL TELÉFONO ES ATENDIDO.

DOCTOR.- (OFF) ¡Aló!
LAURA ESTHER.- (OFF) Buenas noches doctor, perdone la hora, pero es que no he tenido tiempo de llamar antes…
DOCTOR.- ¿Sí?
LAURA ESTHER.- Doctor, soy Laurita, la sifri, como me dice usted… sí… usted me dijo que lo llamara para cualquier cosa a cualquier hora… y bueno yo me tomé el abuso.
DOCTRO.- Laura Esther, ¿Cómo estas, mujer?
LAURA ESTHER.- Angustiadísima… ¿Cómo quiere que esté?
DOCTOR.- Ya te enteraste de la muerte de Pedro Alcornoque.
LAURA ESTHER.- Sí…
DOCTOR.- ¿Y ya te enteraste que todavía no tenemos diagnóstico de su enfermedad? Porque en esta ciudad no hay secretos…
LAURA ESTHER.- No lo hay, doctor…. Usted lo sabe.
Doctor.- ¿Y sabes que -como pareja eventual del occiso- te corresponde hacerte un perfil veinte sobre todo con Elisa y todo lo demás?
LAUSRA ESTHER.- Pero yo no quiero que se den cuenta que yo estoy yendo a un laboratorio a hacerme un examen de esos doctor… ¿Qué va a pensar la gente?
DOCTOR.- ¿Qué va a pensar? Que eres una dama consciente…
LAURA ESTHER.- Consciente sí, pero decente no… y yo no quiero exponerme al escarnio público.
DOCTOR.- Esta bien… hagamos una cosa… yo traigo lo necesario a mi casa y te lo hago aquí… pero el sobre te lo envío desde el consultorio…
LAURA ESTHER.- ¿Y nadie se va a dar cuente?
DOCTOR.- Le digo al motorizado que tenga cuidado con dejarte el sobre en la puerta de tu casa.
LAURA ESTHER.- Que me lo dé en las manos, doctor…
DOCTOR.- Yo se lo puedo pedir, pero no sé si lo va a hacer… ¿vives sola?
LAURA ESTHER.- Cuando no tengo pareja…
DOCTOR.- O sea que vives sola… entonces yo le digo…
LAURA ESTHER.- Pero doctor…
DOCTOR.- ¿Eso es todo, Sifri?
LAURA ESTHER.- Muérase que sí…
DOCTOR.- Zape; yo no me quiero morir todavía… porque me debes una salida con derecho a desayuno… y ahora que eres una mujer libre… mejor que mejor ¿no te parece?
LAURA ESTHER.- Pero primero tengo que saber si estoy bien…
DOCTOR.- Y yo voy a ser el primero en enterarme… Buenas noches, muñeca. Te espero el viernes para el examen…
LAURA ESTHER.- Y me va a doler…
DOCTOR.- Hay pocas cosas que no duelen en la vida… pero ustedes las mujeres siempre se acostumbran antes que nosotros…
LUARA ESTHER.- Ay, doctor… que loco…
DOCTOR.- Hasta el viernes…

ARTICULACIÓN.
I
LA CELEBRACIÓN.

EL ESPACIO SE ILUMINA Y ESTAMOS EN LA SALA PRINCIPAL DEL ESTUPENDO DEPARTAMENTO DE LAURA ESTHER. COMO HILO MUSICAL SE ESCUCHA UN JAZZ. SUENA EL TIMBRE INSISTENTEMENTE, PERO NADIE SALE A ABRIR Y LANZAN UN GRAN SOBRE BLANCO POR DEBAJO DE LA PUERTA. EL JAZZ DEJA DE SONAR. SILENCIO. OTRO TIPO DE MÚSICA BAÑA LA ESCENA. DE UNA DE LAS HABITACIONES ALEDAÑAS APARECE LA CABEZA, LUEGO LOS HOMBROS, LOS BRAZOS, EL TRONCO HASTA DESCUBRIRNOS A UNA MUJER CON UNA RIDÍCULA MASCARILLA Y UN GRAN PAÑO EN LA CABEZA, VESTIDA CON UNA BATA CHINA. SE DIRIGE A LA PUERTA. VE EL SOBRE, PERO NO LO RECOGE. QUIERE COMO SALIR CORRIENDO. LO VUELVE A VER UN POCO MÁS DE CERCA Y LO TOMA SIN MIRARLO. CAMINA HASTA UN MUEBLE Y SE SIENTA SIN MIRARLO. FINALMENTE LO VE Y SE LE ARRUGA LA CARA COMO SI FUERA A LLORAR PERO RECUERDA QUE TIENE LA MASCARILLA Y DECIDE QUE NO VA A LLORAR, PERO TOMA EL SOBRE Y LO BOTA EN LA BASURA. SE VA A SU CUARTO, PERO DE PRONTO REGRESA CORRIENDO Y LO SACA DEL BASURERO LO LIMPIA Y SE LE ARRUGA LA CARA COMO SI VA A LLORAR. NO LO ABRE SINO QUE –DESPUES DE COMPROBAR QUE ESTA SOLA- LO ESCONDE EN UN MUEBLE QUE CIERRA CON LLAVE PARA QUE NADIE LO ENCUENTRE. VUELVE A SONAR EL TIMBRE. ELLA SE INTIMIDA. PIENSA QUE LA HAN DESCUBIERTO, PERO SE DA CUENTA QUE NO HAY NADIE. SUENA EL TIMBRE OTRA VEZ. LA MUJER NO QUIERE ABRIR Y SE VA A IR A SU CUARTO PARA NO HACERLO, PERO DE PRONTO UNA VOZ LA RETIENE.
FRANCIS YUBIRY.- (OFF) ¡Laura! ¡Laurita soy yo Francis Yubiry!
LAURA ESTHER NO LE VA A ABRIR Y VA A DIRIGIRSE A SU CUARTO CUANDO SU PRIMA REMATA.
FRANCIS YUBIRY.- ¡Chica apúrate que se me va a derretir el helado!
LAURA ESTHER DUDA SI ABRE O NO.
FRANCIS YUBIRY.- ¡Chica abre!
LAURA ESTHER.- ¿Y de qué es el helado?
FRANCIS YUBIRY.- Sundae de Fresas con Melocotó…
LAURA ESTHER ABRE DE GOLPE Y SE ASUSTA
FRANCIS YUBIRY.- ¡Agh! ¡Coño, qué susto! ¡Mijita, te pareces a Blacamán con esa mascarilla; no le abras a sí a los invitados porque se van y no hay fiesta! Traje unas cositas para picar…
FRANCIS YUBIRY PASA CON UNA BOLSA DE MERCADO LLENA DE CHUCHERÍAS COMIENZA A DESCARGAR LAS COSAS.
LAURA ESTHER.- ¿Y el sundae…?
FRANCIS YUBIRY.- Como sabía que no iba a abrirme, me lo comí antes de subir para que no se derritiera… Estaba espectambuloso…
LAURA ESTHER.- Bruja.
FRANCIS YUBIRY.- No, querida, aquí y en muchos kilómetros a los alrededores la única bruja eres tú… yo sólo soy una aturdida niña que se deja llevar por tus aventura y pasiones.
LAURA ESTHER.- Niña eres porque te pasmaste hace cuarenta y cinco años, cuando naciste…
FRANCIS YUBIRY.- Lo sabes porque eres la mayor…
LAURA ESTHER.- Ni siquiera había nacido cuando eso.
FRANCIS YUBIRY.- Lo que pasa es que vivir inconsciente de la realidad toda la vida te hace diferente pero no joven… Dime una cosa: ¿A qué se debe esta cursilería de hacer una fiesta para anunciar uno de tus secretos? ¿Conseguiste con quién casarte por doceava vez?
LAURA ESTHER.- ¿Qué es Mijita? ni que yo fuera una agencia matrimonial.
FRANCIS YUBIRY.- No, pero es que yo siempre te he visto como una lavandería exprés: se lava y hasta se plancha, sin derecho a reclamo.
LAURA ESTHER.- ¿Y tú qué?
FRANCIS YUBIRY.- Aprendí de ti… Yo sólo lavo, pero en casa… Anda dime de qué se trata todo ese misterio que tienes…
LAURA ESTHER.- Prefiero que te enteres cuando estén todas
FRANCIS YUBIRY.- Pero solo faltan la necia de la Carmen Elena y la idiota de la Victoria Isabel
LAURA ESTHER.- Pero quiero que estén cuando diga lo que tengo que decir…
FRANCIS YUBIRY.- Entonces es verdad… es algo terrible…. ¿cáncer, manita?
LAURA ESTHER.- No.
FRANCIS YUBIRY.- ¿Perdiste el apartamento?
LAURA ESTHER.- No.
FRANCIS YUBIRY.- ¿Te empataste con un malandro?
LAURA ESTHER.- ¡Chica, no! ¡Asco! No te voy a decir…
FRANCIS YUBIRY.- Y eso que dices que soy tu prima preferida y mejor amiga…
LAURA ESTHER.- Vive de la intriga pero no indagues.
FRANCIS YUBIRY.- Chica, yo quiero saber de primerita… coño, cuando a mi me dio el hongo vaginal aquel… ¿a quien corrí a contarle de primera?
LAURA ESTHER.- A mí.
FRANCIS YUBIRY.- ¿Y cuando me dejó el doctor yoga? ¿A dónde vine?
LAURA ESTHER.- Aquí
FRANCIS YUBIRY.- ¿Y cuándo me estaba volviendo loca por el furúnculo que me salió en la nalga, dónde me lo curé?
LAURA ESTHER.- Allí.
FRANCIS YUBIRY.- ¿Y quién sabe todo lo que ha entrado por esta vagina desde que era una quinceañera?
LAURA ESTHER.- Tu prima mayor, es decir: yo
FRANCIS YUBIRY.- ¿Y con quien probé mariguana?
LAURA ESTHER.- Conmigo no fue…
FRANCIS YUBIRY.-Pero fue contigo aunque no fumaras… y a mí me dio un cronch y me quería comer todo y después me dio una paranoia y pasé el resto de la noche hablando bajito como una pendeja para que no escucharan los vecinos quye seguro –creía yo- iban a llamar a la policía.
LAURA ESTHER.- Es mejor que lo dejes ahí porque me vas a convencer… y no quiero hablar de esto sino cuando estén todas.
FRANCIS YUBIRY.- ¿Viste cómo eres tú…? Yo que te quiero tanto…. Que he mantenido nuestros secretos bien guardados hasta la muerte, que me comí un sundae de fresa y melocotóm me esforcé para contratar al mejor stripper del momento

LAURA ESTHER.- Trucos de publicidad, prima querida…
FRANCIS YUBIRY.- No sabía que a la prostitución la llaman ahora publicidad, espectambuloso…
LAURA ESTHER.- ¿Quién habla del tema?
FRANCIS YUBIRY.- No, en serio Laura Esther… Quiero que me digas ¿qué pasa?
LAURA ESTHER.- Ya te dije que nada…
FRANCIS YUBIRY.- ¿Nada?
LAURA ESTHER.- Nada de nada…
FRANCIS YUBIRY.- ¿Y esa tembladera que tienes…?
LAURA ESTHER.- El cigarrillo.
FRANCIS YUBIRY.- Yo también fumo, cariño, pero no tiemblo así cuando me preguntas si estoy bien… o el nombre de mi último marido… (TR) como el que se te murió hace poco… el Alcornoque… Pedrito… chico, tan bonito… con tan buena posición y con más tarjetas de créditos que tú y que yo juntas… ¿No será que él te…?
LAURA ESTHER.- ¿Qué insinúas?
FRANCIS YUBIRY.- ¿Tipo cómo de qué fue que él se murió?
LAURA ESTHER.- Tipo como de una enfermedad aún no descubierta…
FRANCIS YUBIRY.- Y tú…
LAURA ESTHER.- Yo voy a celebrar con una fiesta el estar viva… el estar aquí , en este lugar, en este momento… ¿algún problema?
FRANCIS YUBIRY.- Me tienes cagada…
LAURA ESTHER.- Y si yo te dijera que sí me pasa algo…
FRANCIS YUBIRY.- Yo te respondería que lo sabía… que tú estabas demasiado simpática y glamourosa como para estar bien… a ti lo único que te cambia es la culpa… y mira que te lo dice una perra como tú… que además te quiere
LAURA ESTHER.- ¿Si te dijera que me voy a morir dentro de poco…?
FRANCIS YUBIRY.- Te escupiría un ojo…
LAURA ESTHER.- Francis Yubiry… yo…
FRANCS YUBIRY.- ¿Tú qué?
LAURA ESTHER.- Tú tienes razón…
FRANCIS YUBIRY.- Yo siempre tengo la razón… hasta cuando me equivoco…
LAURA ESTHER.- Francis Yubiry…
FRANCIS YUBIRY.- ¿Si, Laura Esther?
LAURA ESTHER.- Yo…
FRANCIS YUBIRY.- ¿Tú…?
LAURA ESTHER.- Yo si…
FRANCIS YUBIRY.- Tú si qué…
LAURA ESTHER.- Pero me tienes que guardar el secreto… Yo…
FRANCIS YUBIRY.- ¿Tú…?
SUENA EL TIMBRE
FRANCIS.- Ojalá que no sea todavía el stripper… anda chica ve a quitarte ese patuque y ponte algo decente… porque me siento en una película de artes marciales… y si es el muchachote que contraté para que nos calentara los ovarios, te juro que soy capaz de un derriengue aquí mismo.
EL TIMBRE INSISTE.
LAURA ESTHER.- (SE VA A CAMBIAR) Ve a abrir…
FRANCIS YUBIRY.- Claro… ¡¡Voyyy!! Pero primero pongo musiquita, porque hasta la tragedia debe recibirse con buena música… por aquello de la clase…
ENCIENDE EL EQUIPO. EL TIMBRE CONTINÚA SONANDO.
FRANCIS YUBIRY.- Ahora sí.. ¡¡Voy…!!


ARTICULACIÓN.








II
LAS PRIMAS
FRANCIS YUBIRY ABRE Y CON UN LLANTO AGUDO Y UN OJO MORADO ESTA CARMEN ELENA ACOMPAÑADA DE VICTORIA ISABEL CON UNA TORTA EN LAS MANOS EN EL UMBRAL DE LA PUERTA.
CARMEN ELENA.- Aghhhhhh buhhhhhhh jajajaja buhhhhh
FRANCIS YUBIRY.- ¡¿Pero chica, qué paso?! ¡¿Por qué lloras así?!
VICTORIA ISABEL.- Ay, a mí me da mucha pena decir por que tiene ese ojo así y está llorando como una Magdalena…
FRANCIS YUBIRY.- Pero pasen… pasen… que la reunión es adentro… Cuéntame como te pusieron así… o es que ahora te gusta maquillarte de negro?
CARMEN ELENA.- Me pegó… aghhhhh buhhhhh jajajaja agh buh.
FRANCIS YUBIRY.- ¡¿Qué?! ¿Quién te pego? ¿Tu marido?
CARMEN ELENA.- Bueno él no…
FRANCIS YUBIRY.- ¡Entonces quien?
VICTORIA ISABEL.- El pollo.
FRANCIS YUBIRY.- ¿Te pegó un pollo? (TR) ¿Al marido de ella lo llaman el pollo? ¿o algo así?
VICTORIA ISABEL.- Ni Dios lo quiera… Porque entonces tendríamos que estar todas con el culo contra la pared. Voy a dejar la torta aquí.
FRANCIS YUBIRY.- ¿Entonces quién? ¿Qué fue mujer? ¿Qué te hicieron? Tráele agua…
CARMEN ELENA (GIMOTEANDO) Es que yo… yo… yo estaba limpiando… y él tenía hambre y se puso…. Yo le dije que esperara que yo estaba pasando la cera, entonces me dijo que él podía hacerlo… Él entró a la cocina y entonces yo me le fui atrás… como una pendeja… para ver si lo podía ayudar… y entonces me puse a decirle que le pusiera curry; que no le pusiera tanto sazonador; que pelara los ajos para sobárselos encima,; que abriera bien el pollo y lo revisara porque uno no sabe… que lo lavara bien con agua caliente y que le quitara el pellejo, que le cortara las patas… y de repente se volteo como una fiera y sentí que me habían pegado el pollo por la cabeza y comenzó a tirar todo lo que había en la cocina como un energúmeno y yo recogí el vestido que tenía en la secadora y salí corriendo a buscar a Victoria Isabel, para que nos viniéramos… y mira… buahhhhh… me duele… pero más me duele aquí... porque yo no lo hice de maldad… pero estaba limpiando…
FRANCIS YUBIRY.- Hay que denunciarlo… Que lo metan preso…
VICTORIA ISABEL.- La tonta no quiere porque y que ella era la que lo estaba acosando…
CARMEN ELENA.- Acoquinando con mis indicaciones… y con…
FRANCIS YUBIRY.- Entonces admites que eres una ladilla…
CARMEN ELENA.- No me digas así y en este momento menos. Buahhh
FRANCIS YUBIRY.- ¡Ese marido tuyo como que es medio maricón y le gusta pegarle a las mujeres! ¿Cómo no lo tengo en frente para meterle su carajazo?
CARMEN ELENA.- No chica qué maricón va a estar siendo nada…
VICTORIA ISABEL.- Oscarito dice que si su marido se mete a gay el devuelve la mitad del carné de Gay que tiene.
REGRESA LAURA ESTHER VESTIDA, LISTA PARA LA REUNIÓN.
LAURA ESTHER.- ¿Qué pasó aquí?
FRANCIS YUBIRY.- A esta le pegaron un pollo por la cabeza por pajúa…
COMIENZA A SERVIR TRAGOS PARA LAS PRESENTES.
LAURA ESTHER.- ¡¿Quéééé?!
FRANCIS YUBIRY.- Pero mi amor, para que haya animales como ese tienen que existir víctimas dispuestas a sufrir…
VICTORIA ISABEL.- Como ésta…
CARMEN ELENA.- Yo sólo quería ayudarlo snif, snif…
FRANCIS YUBIRY.- Y de seguro que no dejaste de ladillarlo…
CARMEN ELENA.- Yo estaba limpiando… y él no se podía esperar…
LAURA ESTHER.- ¿Y él te dijo que dejaras de limpiar para hacer la comida?
CARMEN ELENA.- No.
FRANCIS YUBIRY.- Le dijo que él iba a hacer la comida y ésta se le fue atrás…
CARMEN ELENA.- Es verdad…
VICTORIA ISABEL.- Yo le he dicho que no le haga eso a su marido… se le va atrás cuando se mete en la cocina y comienza a darle indicaciones de cómo debe hacer las cosas…y eso molesta…
CARMEN ELENA.- No te metas…
VICTORIA ISABEL.- por eso no me meto…
FRANCIS YUBIRY.- Te iras a molestar, Carmen Elena y si quieres te vas para tu casa, pero eso que le haces a tu marido, no es que molesta sino que arrecha…
VICTORIA ISABEL.- Viste… yo se lo dije… pero ella cree que la víctima es ella…(VA Y SE EMPINA UNO DE LOS VASOS FONDO BLANCO)
CARMEN ELENA.- (LLORANDO) ¡¡Ahhhh!!
FRANCIS YUBIRY.- Ay, no; qué estrés… (A VICTORIA ISABEL) Mijita no ter empines el vaso así que tú no sabes beber… (LE SIRVE MÁS)
VISTORIA ISABEL.- Mentira que yo sí sé beber… mi marido me enseñó… el me invita a echarme ls tragos con él y después me coge riquísimo
LAURA ESTHER.- (TOMA SU VASO Y EL DE CARMEN ELENA Y SE LO DA) Vamos a tomarnos un trago para aplacar el drama y el sufrimiento porque esto parece un capítulo de telenovela… porque además, estoy segura, sé que esta noche, después de nuestra reunioncita, tú te vas a ir a acostar y a olerle los peos al energúmeno de tu marido… (LEVANTANDO EL VASO) Santé cheries.
TODAS.- Chin chin…
VISTORIA ISABEL Y FRANCIS YUBIRY BEBEN FONDO BLANCO. LAURA ESTHER Y CARMEN ELENA A PENAS PRUEBAN EL LICOR QUE LAS REGAÑA.
CARMEN ELENA.- Y hablando de peos… ¿tú me puedes explicar por qué nos invitaste a tu casa con tanto misterio?
FRANCIS YUBIRY.- Lo mismo le preguntaba yo cuando llegaron con ese peo…
VICTORIA ISABEL.- Si, qué pena… ¿Tú te estas muriendo, manita?
CARMEN ELELNA.- Nosotros pensamos que te habían descubierto un pro laxo o un cáncer… y que ahora después de haberte burlado de nosotras toda la vida, la culpa que es una vaina arrecha, hizo que te acordaras de nosotras…
LAURA ESTHER.- Mira, Mijita, ( A VISTORIA ISABEL) Tenme aquí…
LAURA LE DA EL TRAGO A VISTORIA ISABEL Y ESTA SE LO BEBE TODO Y LO VUELVE A SERVIR ESTA VEZ MÁS FUERTE…
LAURA ESTHER.- Ustedes sabencómo es la vaina…
VICTORIA ISABEL VIENDO LA TENSIÓN SE LO BEBE NUEVAMENTE Y VUELVE A SERVIR, MIENTRAS LAURA ESTHER SE MENEA PENSANDO QUÉ LE VA A DECIR A SUS PRIMAS…
LAURA ESTHER.- la verdad es que…
SILENCIO TOTAL.
FRANCIS YUBIRY.- Tiene que ser muy arrecho, chama, para que estés tan jodida… pero di… habla… porque a pesar de todo lo que nos has jodido tú eres nuestra familia… ¿Te estás muriendo?
EN SILENCIO LAURA ESTHER CAMINA HASTA EL MUEBLE DONDE ESACONDIO EL SOBRE CON LOS RESULTADOS Y CUANDO LO VA A ABRIR SE GIRA Y MUY CURSI, ENFRENTA A SUS PRIMAS.
LAURA ESTHER.- La verdad es que …
FRANCIS Y CARMEN.- ¿Qué?
VICTORIA ISABEL.- Salud… Digo ¡qué! (LE DA HIPO) Hip… ay, me dio hipo.
LAURA ESTHER.- Dame acá mi trago…
VICTORIA ISABEL.- Bueno tú me lo diste para que te lo cuidara… hip…
LAURA ESTHER.- Sí, pero no ara que te lo mamaras…
CARMEN ELENA.- No desvíes la atención sobre lo que te preguntamos Laura Esther…
LAURA ESTHER.- La verdad es que… Yo…
FRANCIS YUBIRY.- ¿Tú qué?
LAURA ESTHER.- Yo…
CARMEN ELENA.- Tenme Vicky (LE DA EL VASO Y VICTORIA ISABEL SE LO BEBE) Di... echa pa’fuera…
VICTORIA ISABEL.- Sí, di ¿qué te rasca… perdón qué te pasa?
LAURA ESTHER.- Es que yo me acosté con…
TOCAN EL TIMBRE. ROSTROS DEL CASO CON BASTANTE EXPRESIVIDAD.

ARTICULACIÓN.






III
EL STRIPPER
EL TIMBRE SUENA INSISTENTEMENTE
VICTORIA ISABEL.- Ay, chicas, a mí me parece que hay que constestar por lo menos…
TODAS.- ¿Quién es?
STREIPER (OFF) El plomero.
SILENCIO. LAURA ESTHER SE SONRÍE Y CAMBIA DE ACTITUD.
LAURA ESTHER.- ¿Quiiiién?
STREIPER (OFF) El plomero.
FRANCIS YUBIRY.- Dijo, “El Plomero.”
LAURA ESTHER.- ¡¿Qué plomero?!
STRIPPER.- (OFF) Es que hubo una inundación y la vecina del piso de abajo me pidió que viniera a revisarle a tubería.
LAURA ESTHER.- ¿Y que tiene que ver mi tubería en todo esto?
STRIPPER.- A lo mejor si la meneamos un poquito deja de inundar los pisos de abajo…
FRANCIS YUBIRY. (BAJITO) ¡¡Chicas, ese es el stripper!!
LAURA ESTHER.- Atiéndelo tú…
FRANCIS YUBIRY LE DA EL VASO A VICTORIA ISABEL PARA ASOMARSE POR EL OJO MÁRGICO Y ESTA SE LO TOMA. LAURA ESTHER FINGE QUE NO LE INTERESA
CARMEN ELENA.- (ARREGLÁNDOSE PARA QUE NO SE LE VEA ALE MORADO) ¿Es?
FRANCIS YUBIRY.- Sí es… (FUERTE) ¡Señor y usted trajo tubo de repuesto!
STRIPPER.- (off) Traje uno grande y grueso pero que se adecúa a todas las medidas.
TODAS (GRITANDO) ¡Aghhhh!
LAURA ESTHER.- Victoria Isabel, ábrele…. ábrele que yo quiero ver ese tubo…
VICTORIA ISABEL SINTIENDO LOS EFECTOS DEL ALCOHOL LE ABRE. MÚSICA. EL STRIPPER ENTRA CON SU EQUIPO DE SONIDO ENCENDIDO Y COMIENZA A HACER SU ACTING.
STRIPPER.- ¿Quién necesita una reparación en la cañería?
TODAS:_ ¡¡¡Yoooo!!!
VICTORIA ISABEL SE CHORREA POR LA PARED Y LAS OTRAS GRITAN COMO ADOLESCENTES, BAILAN CON EL TIPO QUE LAS TIENE ANONADADAS Y A CADA PRENDA QUE DEJA CAER. ELLAS GRITAN Y BRINCAN COMO UNAS PERRAS. DE REPETEN EL MUCHACHO AMARRA A LAURA ESTHER EN UNA SILLA SE ARRANCA EL PANTALON Y CON UN MINÚSCULO TRAJE DE BAÑO LE PASA EL BULTO CASI POR LA CARA.
LAURA ESTHER.- ¡¡¡Nooo… No, por favor… qué es esto!!!
STRIPPER.- La tubería nueva, señora.
FRANCIS YUBIRY.- Sí, revísela rápido que yo tengo problemas con el desagüe.
CARMEN ELENA.- Yo quiero que me revise la cañería posterior… porque es que a mí me duele mucho cuando la uso….
LAURA ESTHER.- (TRATANDO DE ATRAPAR EL BULTO DEL STRIPPER CON LA BOCA) ¡¡Aghhh!!
INESPERADAMENTE VICTORIA ISABEL SE LE LANZA ENCIMA AL STRIPPER Y SE LE PEGA COMO UN BOTUTO AMARRANDOLO CON LOS BRAZOS Y LAS PIERNAS MIENTRAS EL MUCHACHO SE MENEA DIVERTIDO Y SENSUAL.
CARMEN ELENA.- Victoria Isabel, bájate de ese hombre… o se lo voy a contar a Ignacio Rafael.
VICTORIA ISABEL.- Dile a tu madre si te da la gana…
CARMEN ELENA.- Que es casi tu propia madre…
FRANCIS YUBIRY.- Mira no empasteles, que aquí la única hermana tuya soy yo…
VICTORIA ISABEL.- Me sabe a mierda… este papaíto rico mi amor me lo como yo, como que me llamo Victoria Isabel… ¡Vente pa’ca papurrio!
LAURA ESTHER.- ¡Victoria Isabel…! Menos mal que es la más guebona de nosotras…
FRANCIS YUBIRY.- Pisa pasito es lo que es… si no, no tuviera el hombre con la macana más grande que ha tenido ninguna de nosotras y cuando digo nosotras digo todas nosotras.
LAURA ESTHER.- ¡Chica! (APARTE)¿Y tú como sabes eso?
FRANCIS YUBIRY.- ¡¿Qué hay en el mundo que yo no sepa?! ¿O tú pensabas que eras la única que revisabas a los hombres de tus primas?
VISTORIA ISABEL.- ¡Menéalo, un poquito… así - así como los negros de camaján!
CARMEN ELENA.- Victoria Isabel… se lo voy a decir a tu marido, de verdad… ¿Qué vergüenza…
FRANCIS YUBIRY.- Y qué envidia, manita…
LAURA ESTHER.- Ay, chamo, qué pena… no sabemos cómo quitártela de encima..
STRIPPER.- Hay dos modos.
LAS TRES.- ¿Cuáles?
STRIPPER.- O en la cama, o bajo la regadera.
VICTORIA ISABEL.- Sí, sí , sí… la cama sí… sí, sí , sí… se mueve así…
LAS TRES.- Hummmm
CARMEN ELENA.- Vamos, bajo de la regadera…
LAURA ESTHER.- (SORPRENDIDA) ¡Esta si es disponedora!
FRANCIS YUBIRY.- Vamos a sacarle esta chupona al muchachote, chica
LAURA ESTHER.,- Qué más… pero cuidao con que me parten la cerámica china que puse en el baño… yo como que me meto con ustedes en la regadera…
CARMEN ELENA.- Y yo…
FRANCIS YUBIRY.- Y me llevo esto, porque esto continúa en el baño…
VICTORIA ISABEL.- Sí, camíname toda la casa pero déjame conocerte mejor muñecote, papurrio… ¿te han preguntado que a dónde vas con ese bulto si hoy no hay clases porque estamos de vacaciones?
CARMEN ELENA.- Vicky, déjalo tranquilo, chica… el muchacho está trabajando…
VICTORIA ISABEL.- Bueno y yo lo quiero ayudar para que haga su trabajo completo…
FRANCIS YUBIRY.- A mí me dejan ayudar también…
CARMEN ELENA.- ¿Ustedes no tienen nada mejor que pensar que en esas cosas?
LAURA ESTHER.- La próxima vez que le digas cosa a este bomboncito te me vas de la casa Carmen Elena, así que deja la pendejada… aprovecha mujer… que tu marido te pegó el pollo por la cabeza.
CARMEN ELENA.- Bueno eso también es verdad…
FRANCIS YUBIRY.- Manita, mejor y más fantabuleonica excusa que esa para montar un cacho no ha tenido ninguna mujer de nuestra familia ni en quince años…
CARMEN E. ENTRA DETRÁS DE VICTORIA ISABEL Y EL STRIPPER.
LAURA ESTHER.- ¿Y cuál fue esa hace quince años?
FRANCIS YUBIRY.- La que le dijiste a Mario Cantarrana cuando te propuso matrimonio y tú le dijiste que tú no te metías mentiras…
CARMEN ELENA.- (REGRESA CORRIENDO) ¡¡Va a arrancar la regadera!!
SALEN Y DEJAN LA SALA SOLA.
IV
LOS SECUESTRADORES
SIGILOSAMENTE SE ABRE LA PUERTA Y ENTRAN DOS ENCAPUCHADOS.
MANUEL.- Estaban aquí porque yo escuche el ruido, la música y los chillidos…
IGANCIO.- Sí, yo las escuché.
MANUEL.- No sé quien le dio la brillante idea de meterse en casa de esta zorrita… Así que el Plan va como lo tenemos…
IGNACIO.- Secuestro Express. ¡Ahí viene alguien!
LOS SUPUESTOS LADRONES SE ENCONDEN SIN QUE LO NOTEN PERO NO CIERRAN LA PUERTA
FRANCIS YUBIRY.- (REFUNFUÑANDO ATRAVIESA LA ESCENA MOJADA) Siempre me tocan a la más pendeja las tareas más difíciles… todas están enjabonando al stripper y cuando le estoy enjabonando la tubería tengo que salirme a buscar el paño por que yo soy de la casa. ¿Y esta puerta abierta? Yo estoy segura que la cerré cuando llegó el muchacho… (MIEDO) ¿Quién esta ahí? ¿Entró alguien? Ay, no seas pendeja Francis Yubiry ¿quién va a entrar a esta casa de brujas?
LOS SECUESTRADORES SALTAN DEL LUGAR DONDE ESTABAN ESCONDIDOS
SECUESTRADORES.- ¡Buh!
FRANCIS YUBIRY.- ¿Para qué pregunté?
FRANCIS YUBIRY SE DESMAYA DE UN MODO MUY CÓMICO. PRIMERO DE CABEZA Y LUEGO EL CUERPO.
MANUEL.- Vamos a esconderla en el cuarto de los peroles.
IGNACIO.- perol con perol se paga.
MANUEL.- ¿Trajiste el tirro?
IGNACIO.- Lo tengo en el bolsillo…
MANUEL.- Sólo quería estar seguro…
IGNACIO.- No empieces como tu mujer: a ladillar… porque esa mierda se pega…
MANUEL.- La próxima vez que decidamos hacer un secuestro vamos a tener que hacer ejercicios en un gimnasio porque estás pesan más que matrimonio obligado.
LOS HOMBRES LA CARGAN COMO UNA MOMIA DE LO DURA QUE SE PUSO Y LA METEN EN UN CUARTO.
LAURA ESTHER.- (SALE CHORREANDO AGUA) ¡Francis Yubiry! Definitivamente, una no puede tener confianza en nadie… qué me estarás registrando en el cuarto… seguro que se está probando mi ropa, porque no puede verme una blusita mal parada porque se la quiere poner… Francis, por qué te has tardado tanto con los paños… nos vamos a resfríar… es e muchacho puede coger una neumonía… y además la Vicky y la Carmen Elena están pegadas al hombre como compradoras de pollo de Mercal… (SALE SIN REPARAR EN NADA)
LOS LADRONES SALEN CON SIGILO.
MANUEL.- Están todas metidas en el baño con un marico desnudista.
IGNACIO.- Ojalá sea marico, porque qué raya…
MANUEL.- Por eso uno no puede confiar…
IGNACIO.- … y con aquella carita que me dijo que iba a traer una tortica para sus primas… cualquiera cree que mi mujer es una retardada mental o una santa…
MANUEL.- Sí; después de todo, a mí hasta me dio lástima pegarle el pollo por la cabeza… Pero ahora que sé que está con un hombre que se desnuda metida en el baño, enjabonándolo, me da tanta arrechera que no sé por qué no la puse a freír junto con las presas…
IGNACIO.- Ahí como que viene una…
CORREN AL LADO CONTRARIO Y SE DAN CUENTA QUE VIENE LAURA ESTHER.
MANUEL.- La perra.
IGNACIO.- ¡¡Por aquí!!
SALTAN Y SE OCULTAN DETRÁS DEL SOFA MÁS GRANDE. SALE LAURA ESTHER CON CUATRO PAÑOS EN LAS MANOS.
LAURA ESTHER.- ¿Dónde se habrá metido esa mujer? Porque en el cuarto no estaba… debe haberse metido en la cocina para comerse la torta de Victoria Isabel… Ni se está besando con mi marido porque no tengo… y el que tenía se murió… Cónfiro, prima… tampoco está… ¿será que bajó a la peluquería? Porque la ridiculez esa de peinado que se hizo se le volvió mierda cuando quiso meterse el aparato del stripper en la boca… Prima, si supieras que es muy probable que esté a punto de morir por culpa de una penosa enfermedad… Si lo supieras no te estarías escondiendo porque seguro que en cualquier momento saltas y me das un susto.
Y LOS HOMBRES SALTAN COMO SI TUVIERAN UN RESORTE Y LE GRITAN.
LOS DOS.- ¡¡Buh!!
LAURA ESTHER.- O sea… ¿tú no eres mi prima?
MANUEL NIEGA CON LA CABEZA.
LAURA ESTHER.- ¿Ni tú?
IGNACIO NIEGA CON LA CABEZA
LAURA ESTHER.- Entonces esto es muy extraño
LAURA ESTHER CAMINA HASTA EL MUEBLA MÁS GRANDE MIRA A LOS HOMBRE Y CAE SIN SENTIDO.
MANUEL.- Esto ha sido más fácil de lo que me imagine… son bien zorras pero machas si que no son.
IGNACIO.-Vamos a meterla a las dos en la misma habitación
MANUEL.- Y a esta hay que ponerle bastante tirro porque parece que hasta habla por la que te conté…
IGNACIO.- Zape.
MANUEL.- Zape nada, chico ¿Tú como que eres medio pato también?
IGNACIO.- Pato no, prevenido es que soy… te imaginas que te la estés tirando y la bicha le empiece a hablar sin parar… zape… porque a mi me han dicho que esa bicha le habla y como que está enferma de muerte.
MANUEL.- Bueno, con bastante tirro creo que solucionamos por aquí… y como ni tú ni yo pensamos meter el chaparro ahí estamos salvados…
IGNACIO.- Como que sí…
MANUEL.- Y ahora sí… metemos a está allá y prepárate que ya llegó el momento de la venganza.
SALEN LLEVANDO A LA OTRA DESMAYADA.
















V
LA VERDADERA STRIPPER

POR EL OTRO LADO SALE CARMEN ELENA CHORREANDO AGUA.
CVARMEN ELENA.- Pero ah bueno pues… Laura Esther… Laurita… Lauri, prima… Francis Yubiry… salgan de donde están… ¿y dónde están los paños? Brrrr… Que si Manuel me ve así no va a creer que estuve casi luchando con mis dos primas para que no le quitaran el traje de baño al pobre muchacho ese… Brrrrr. Él de seguro que ni se imaginó que se iba a encontrar en esta casa esta sarta de locas que le iba a querer arrancar la ropita para agarrarle el bulto… Bueno, que crea…Laura Esther, vamos a aprovechar que Victoria Isabel se durmió en el piso y vamos a ayudar para que el muchacho este cobre sus reales y se vaya a su casa… Aunque Francis Yubiry me dijo que él ya había cobrado y que lo que le estaba dando era la propina… qué manera de darle la propina… Ojalá Manuel supiera que estuve dándole yo también la propina al stripper… aunque sea mentira… porque después de ese pollazo que me dio creo que lo mínimo que se merece es dudar de mí…
LOS DOS HOMBRES SALTAN DEL CUARTO PARA ASUSTAR A LA MUJER.
LOS DOS.- ¡¡Buhh!!
CARMEN ELENA.- ¿Qué cviana es? ¿Y ahora se van a disfrazar de hombres? Ay, vale, aquí como que hay gato encerrado… ¿y esto paños que harán aquí tirados?
LOS DOS.- ¡¡¡Buhhh buhhh!!!
CARMEN ELENA.- Qué bubú ni que moneda de real y cuartillo que no apareció nunca… Un paño es lo que necesitamos… porque nos va a dar neumonía…
MANUEL (FINGIENDO LA VOZ) ¡¡Esto es un secuestro express!!
CARMEN ELENA.- Déjense de pendejadas… que el día que les suceda algo así no lo van a poder creer.
IGNACIO.- (FINGIENDO LA VOZ) Aquí la única que no lo crees eres tu pedazo de bolsa.
CARMEN ELENA.- Sin insultos, prima, sin insulto, que yo nunca he dicho que tú eres una puta en público… Y de dónde sacaste esa voz, porque hasta parece la voz de un hombre….
MANUEL.- Claro que soy un hombre, pedazo de mamarracha.
CARMEN ELENA.- Oye prima, me tienes que dar el dato… porque la voz te suena calidad y hasta insultas como mi marido…
MANUEL.- (FINGIENDO LA VOZ) ¡¿Qué calidad ni que calidad?!
IGNACIO.- Ya le dijimos que esto es un secuestro y si se mueve le meto un pepazo…
CARMEN ELENA.- ¡¡¿Prima… eres tú?!!
MANUEL.- De bolas que no soy yo…
CARMEN ELENA.- Destápate ahí para ver…
IGNACIO.- Si me vuelve a tocvar no lo va a contar, doñita.
CARMEN ELENA.- A mí no me diga doñita… doñita mi prima que esta bordeando los cuarenta…
MANUEL.- ¡¡Que te callas o te callas!!
CARMEN ELENA.- ¿Pero qué hice yo?
MANUEL.- ¡¡Estás secuestrada por bolsa, por neurótica, por loca, por territorial, por obsesionada, por traidora, por montarle cachos a tu marido sin razón y por mujer!!
IGNACIO.- No se pase compadre, no se pase, que no le va a creer.
MANUEL.- Es que tengo una arrechera con esta mujer…
IGNACIO.- ¿Y la otra?
CARMEN ELENA.- ¿Cuál otra? ¿Y mis primas? Tú no eres Laura Esther… no tú Francis Yubiry.
IGNACIO.- zape. Yo lo que quiero es que me diga donde esta mi… es decir la otra señora.
CARMEN ELENA.- ¿Cuál?
MANUEL.- ¿Cuál va a ser, la que habla como una retardada mental? Porquer a las otras dos las tenemos amarradas en el cuarto de los peroles.
UGNACIO.- (APARTE) Cuidadito con lo que dices de mi mujer porque yo con tu cuaima no me meto.
CARMEN ELENA.- Ah, la paj… digo Victoria Isabel…
IGNACIO.- Esa misma.
CARMEN ELENA.- Dormida en el piso como una indigente… porque se rascó y se quería meter el aparato del stripper en la boca… Y no precisamente el de música…
IGNACIO CORRE AL BAÑO Y SE OYE UN GOLPE CONTUNDENTE.
STRIPPER.- Aghhh
VICTORIA ISABEL.- ¡¡Lo mató!! ¡¡Mató al Stripper!!
Carmen elena.- Como que mató al muchacho el otro gorila…
MANUEL.- Con que con Stripper y todo…
CARMEN ELENA.- Bueno sí… Somos unas mujeres maduras y podemos hacer lo que se nos antoje…
MANUEL.- Chico, qué moderno… ¿Y sus maridos lo saben?
CARMEN ELENA.- Ni pendejas que fuérmaos…
MANUEL.- O sea… que decirle a sus maridos la verdad no es de mujeres…
CARMEN ELENA.- Mujer que no se queja con el marido es pendeja y la que le dice la verdad está muerta….
MANUEL.- ¡¿Está insinuando que todas mienten?!
CARMEN ELENA.- Bueno no todas… casi todas… un 99, 9 por ciento… las otras son monjas… jajajá… qué raciosa verdad… Mire… ay no… Señor delincuente, despojo de la sociedad… Apunte para otro lado que me pongo nerviosa (TR) ¿Entonces ustedes son unos delincuentes…?
MANUEL.- Así es…
CARMEN ELENA.- ¿Y nos quieren hacer daño?
MANUEL.- Mucho… mucho daño…
CARMEN ELENA.- ¿Pero por qué? No es suficiente con que mi marido me haya metido un pollazo en la cara… ¡por qué siempre somos las mujeres las que más sufrimos en la historia? ¡¡Míreme…!! ¡¡Esto no es sucio, esto es un morado!!
MANUEL.- Sí, pero con morado y todo no se paro para echarse su estrujadita con el Stripper… Bien gozonas las doñitas…
CARMEN ELENA.- Usted respete…
MANUEL.- Respete nada… se me quita la ropa y me baila como si la stripper fuera usted…
CARMEN ELENA.- Pero señor…
MANUEL.- Señor un carajo… te me desnudas…vamos quitándote la blusita y el pantaloncito y a menear ese rabo como Dios manda si no quieres terminar con un pepazo en medio de la frente y así si que no se te va a quitar el morado del pollazo que te dio tu marido…
CARMEN ELENA.- (MIENTRAS SE DESNUDA) ¿Pero sin música?
MANUEL.- Mejor, así no me distraigo más que con el movimiento de la carne…
CARMEN ELENA.- ¿Y usted me quiere violar?
MANUEL.- ¿Usted qué cree?
CARMEN ELENA.- Creo que sí…
MANUEL.- Entonces es sí, la quiero violar…
CARMEN ELENA.- Es decir ¿usted va a meter su cuerpo cavernoso en mi vagina a la fuerza, para disfrutar de sus hormonas mientras me irrita y me hace daño?
MANUEL.- Sólo voy a gozar de usted… lo que usted sufra me tiene sin cuidado… Vamos a menearse mientras se quita el sostén y las pantaletas.
CARMEN ELENA.- Animal.
MANUEL.- Perra.
CARMEN ELENA.- Sucio.
MANUEL.- A menearse…
CARMEN ELENA.- ¿Y usted no me puede cantar por lo menos una concioncita…? no sé… ¿para relajarme?
MANUEL.- ¡¡Aquí el único que se tiene que relajar soy yo…!! ¡¡así que a menear ese culo!!
CARMEN ELENA LE BAILA AL MARIDO
CARMEN ELENA.- Mire, señor despojo…
MANUEL.- Si me vuelvas a llamar así la mato sabe… la mato…
Y DE PRONTO SALE CORRIENDO DEL BAÑO VICTORIA ISABEL CON EL EQUIPO Y HABLANDO ENRREDADO POR EFECTOS DEL LICOR
VICTORIA ISABEL.- Carmen Elena… corre… huye… esto es una trampa…
CARMEN ELENA.- ¿Qué te pasó chica?
VICTORIA ISABEL.- ¡¡Corre manita, pa tu casa!”!
MANUEL.- Aquí nadie corre para ningún lado…
VICTORIA ISABEL.- Esto no es un secuestro… esto es una estafa…
CARMEN ELENA.- ¡¡Como una estafa!!
MANUEL LE DA UN GOLPE EN LA CARA A VICTORIA ISABEL Y LA DEJA SIN CONCIENCIA.
MANUEL.- Así se callan las boconas… y claro que es una estafa porque tu tienes de stripper lo que ella tiene de heroína.
CARMEN ELENA.- ¿Quién es usted?
IGNACIO ENTRA Y AMBOS QUEDAN IMPACTADOS. OSCURO.
VI
EL DESCUBRIMIENTO
IGNACIO SE SOBA RECOBRÁNDOSE DEL DOLOR ENTRE LAS PIERNAS DEL GOLPE QUE LE DIO VICTORIAS EN EL BAÑO MIENTRAS ESTE SIGUE DORMIDA DE LA PEA Y EL GOLPE QUE LE DIO MANUEL. EL EQUIPO HA QUEDADO EN EL PISO.
MANUEL.- Sácala de aquí que no quiero chistecitos… y deja de estar viendo a esa perra desnuda que la tuya es esa y la mía esta antes de pedir la cantidad de dinero a sus familiares…
IGNACIO.- (SE LA LLEVA CARGADA) Vamos-… vamos al baño que todavía tenemos que arreglar una cosita…
CARMEN ELENA.- Ay, la va a violar también… lo acabo de sentir
MANUEL.- Y yo te voy a violar a ti.
CARMEN ELENA.- ¿Y mis primitas?
MANUEL.- ¿Las ancianas desmayosas? En el cuarto de los peroles viejos… (REVISA EL EQUIPO DE SONIDO)
CARMEN ELENA.- ¿Están muertas?
MANUEL.- Hace tiempo pero ellas no lo saben..
CARMEN ELENA.- ¿Se está burlando de mi sufrimiento?
MANUEL.- Pero solucionando el mío…
CARMEN ELENA.- No lo entiendo.
MANUEL.- Yo tampoco, pero a bailar…
CARMEN ELENA.- Aunque yo no le puedo ver la cara usted no tiene voz de malo…
MANUEL.- ¿Cómo lo sabe? ¿Qué sabe usted si yo tengo encima más de un muerto?
CARMEN ELENA.- Malo el marido mío… ese si es malo… Lo último que acaba de hacer es…
MANUEL.- Ya la oí… pegarle el pollo por la cabeza… jajajaajá…
CARMEN ELENA.- Ajá… ajá… Por aquí me lo pegó.
MANUEL.- ¿Y como cuantos kilos le pesaba el pájaro?
CARMEN ELENA.- ¡El de mi marido?
MANUEL.- Sí, el que le pegó por la cabeza…
CARMEN ELENA.- Ah, el pollo… ¿en qué estaría pensando yo?
MANUEL.- No se haga la lomo’e ñame y a bailar… vamos que ahora se va a quitar el sostén y me va a demostrar como están de duras esas lolas ¡¡A bailar!! (PONE EL EQUIPO Y SUENA UN REEGUETON)
CARMEN ELENA.- Sí, señor… Sí… ya estoy bailando pero no vaya a disparar… así… así…
MANUEL.- Rico mami…
CARMEN ELENA.- Así, Así…
MANUEL.- ¡¡Que se la quite! ¡Que se la quite!
CARMEN ELENA.- ¿Señor? ¿Me está morbosiando?
MANUEL.- ¿Por qué me pregunta esa pendejada?
CARMEN ELENA.- No; es que mi marido dice que con un cuerpo como este que tengo yo, a un sádico no le produzco ni un mal pensamiento…
MANUEL.- ¿Ese marido suyo es astrólogo?
CARMEN ELENA.- ¿Por qué?
MANUEL.- Porque como todos está equivocado…
CARMEN ELENA.- ¿Qué quiere decir?
MANUEL.- … usted esta más que buena, señora…
CARMEN ELENA.- ¿Usted dice?
MANUEL.- Yo sé lo que digo…
CARMEN ELENA.- Usted me intimida…
MANUEL.- …yo quiero ayudarte ven te lo quito mientras bailamos.
CARMEN ELENA.- ¿Usted quiere…?
MANUEL.- Claro que quiero.
CARMEN ELENA.- Pero yo como que no estoy preparada…
MANUEL.- Y a mí como que se me puede escapar un balazo.
CARMEN ELENA.- No, señor, balazos no….
MANUEL.- Desde cuándo no siente un hombre que la atraiga así…
CARMEN ELENA.- ¿Usted no puede quitarse ese pasa montañas para verle la cara?
MANUEL.- Negativo…
CARMEN ELENA.- Ya que va a abusar de mí… déjeme mirarle la cara…
MANUEL.- Negativo el procedimiento.
CARMEN ELENA.- ¿Por qué?
MANUEL.- Si me mira tengo que matarla.
CARMEN ELENA.- ¿Ah?
MANUEL.- ¿Quiere morir, después de hacerme feliz.
CARMEN ELENA.- De todos modos para entonces ya estaré muerta moralmente… porque yo nunca le he sido infiel a mi marido…
MANUEL.- ¿Qué tonta?
CARMEN ELENA.- ¿Por qué? Por ser honesta… por ser la mujer de un solo hombre… por no haber permitido que ningún otro penetrara los pliegues de mi piel
MANUEL.- Además de ridícula cursi…
CARMEN ELENA.- No; decente… porque yo soy una mujer decente y si tuviera público pediría que aplaudieran esto que es la razón por la que el mundo cambio… porque somos muy pocas las que somos decentes, pero no pendejas.
SE ESCUCHA MOVIMIENTO EN EL BAÑO Y VIENE CORRIENDO VICTORIA ISABEL CON EL STRIPPER
VICTORIA ISABEL.- Carmen Elena, ese no es un ladrón… cuidado con lo que le dices… ese es tu marido.
EL STRIPPER LE PEGA UN BATAZO AL HOMBRE Y CAE SIN SENTIDO.
CARMEN ELENA.- ¡¿Manuel Alejandro?!
VICTORIA ISABEL.- Eso es lo que traté de decirte cuando te expliqué que era una estafa.
CARMEN ELENA.- (INCRÉDULA)¿Mi Manuel Alejandro?
VICTORIA ISABEL.- El del pollo por la cabeza.
CARMEN ELENA.- Ayy, me lo mataron…

OSCURO.





















VII
LA VERDAD
POCO TIEMPO DESPUÉS. IGNACIO CON ELLOS SOBÁNDOSE DE LOS GOLPES QUE RECIBIO.
CARMEN ELENA.- ¿Están seguros de que no me mataron a mi marido?
STRIPPER.- No; sólo está inconsciente… Voy a ver cómo están las otras damas…
VICTORIA ISABEL.- ¡Ay, sí! Y que no llamen a la policía que este asunto lo arreglamos en la casa.
CARMEN ELENA.- Esto quiere decir que este secuestro express ha sido una mentira y caímos como unas bobas… casi como si fuera un programa de la cámara loca… Y tú eras el otro… qué vergüenza…
IGNACIO.- Solidaridad masculina, primita…
VICTORIA ISABEL.- Ignacio Rafael, dice que estaba apoyando porque Manuel quería darnos un susto.
CARMEN ELENA.- ¡Y casi me lo dio! ¿Te imaginas que me huboera dejado violar por el ladrón y después hubiera descubierto que se trataba de mi marido?
IGNACIO.- Tú me vas a perdonar, pero Manuel Alejandro me contó, de sinceridad y todo, que él te había pegado el pollo por la cabeza sin culpa…
VICTORIA ISABEL.- ¿Cómo es eso de sin culpa prima?
CARMNE ELENA.- Vamos a dejar las cosas así, por favor…
VICOTRIA ISABEL.- Nada de por favor… a mí me echan el cuento completo… ¿Cómo es eso que el energúmeno este le pegó el pollo por la cabeza a mi prima. Sin culpa?
IGNACIO.- Porque como él no le prestaba atención a sus impertinencias, ella, con esa cara de mosca muerta, le clavó por la espalda el tenedor de los pinchos… y que él tenía el pollo y reaccionó y tú hiciste todo un drama por eso…
VICTORIA ISABEL.- Carmen Elena, ¿eso es verdad?
CARMEN ELENA.- Bueno…
MANUEL.- (RECOBRÁNDOSE) Claro que es verdad… y después salió de la cas diciendo que se la iba a dar al primero que pasara… que a lo mejor se acostaba con el stripper que había alquilado Francis Yubiry para la fiestecita de pijamas que tenían esta noche…
CARMEN ELENA.- Es verdad… Pero a mí me dolió más que a ti.
MANUEL.- No seas mentirosa que un poco más y tengo que ir a que me cojan puntos en la herida que me hiciste…
VICTORIA ISABEL.- ¡Qué burra!
MANUEL.- Además de la otra herida… la del corazón… Porque aunque tu me cortes en pedazo todo el cuerpo mi corazón bruto siempre será tuyo… yo nunca imaginé que me ibas a traicionar con un stripper,,,l
STRIPPER.- (REGRESANDO)Ya va… la señora jamás lo traicionó conmigo. Palabra de hombre…
MANUEL.- Entonces no le creo…
FRANCIS YUBIRY.- (REGRESANDO) Me consta a mí…. Y a…
VISCTORIA ISABEL HACE SEÑAS PARA QUE SE CALLE.
FRANCIS YUBIRY.- No… solamente a mí
(REGRESA LAURA ESTHER Y ESCUCHAN LO ÚLTIMO)
LAURA ESTHER.- Ay, tan bonito… Ese hombre te quiere de verdad Carmen Elena… Y ella toda la noche lo que ha estado es echándose la culpa por lo que pasó.
Francis Yubiry.- El Muchachote este nos lo contó todo… y no lo podemos creer…
LAURA ESTHER.- sobre todo porque si querían tener un peo se hamn podido ir a otra parte porque yo estoy atravesando por una situación muy tensa.
CARMEN ELENA.- Escuchaste….
MANUEL.- ¡Pero qué querías que hiciera? El amor es asi….
CARMEN ELENA.- Es verdad… yo siento que yo tuve la culpa… pero es que no sé… cuando me pongo a limpiar siento que me vuelvo como loca y quiero gritar a todo el mundo y que todosa hagan lo que yo quiero porque yo limpio….
MANUEL.- De ahora en adelante cuando limpies me voy para la calle, si tú quieres…
CARMEN ELENA.- No señor, yo lo que quiero es que me ayudes…
MANUEL.- Tú pides y yo obedezco…
FRANCIS YUBIRY.- Ay, chica fantabulímico
IGNACIO.- ¿Viste, mi amor, que en asuntos de pareja uno no se debe meter? Y tú defendiendo a Carmen Elena…
VICTORIA ISABEL.- Ahora te respondo yo… solidaridad femenina. Vámonos.
SE DISPONEN A IRSE PERO QUEDAN EMBOBADOS CON LA OTRA PAREJA.
MANUEL.- (CON UNA RODILLA EN EL PISO) Carmen Elena, yo quiero que me perdones…
TODOS.- ¿Ah?
SILENCIO TENSIÓN. CARMEN ELENA PARECE QUE NO VA A RESPONDERLE.
CARMEN ELENA.- (HISTRIÓNICA) No, mi amor… perdóname tú a mí…
FRANCIS YUBIRY.- ¡¡Aplausos! ¡Aplausos! Que esto no pasa sino en el teatro…
APLAUSOS.
MANUEL.- Lo mejor es que nos vayamos a nuestra casa a arreglar el problema…
CARMEN ELENA.- Y a comernos el pollito…
IGNACIO.- Y nosotros a buscar tenteallá…
VICTORIA ISABEL.- Y rapidito, mi señor, porque si no te lo tento acá…
SE DISPONEN A IRSE
LAURA ESTHER.- Primos, pero ya va… yo sé que quieren irse a celebrar con sus maridos…pero es que yo las invité para decirles una cosa.
VICTORIA ISABEL.- Ay, las cosas tuyas las conocemos bastante bien, prima.
CARMEN ELENA.- Y cuando te vayas a morir nos avisas…
MANUEL.- Que ahora nosotros nos vamos pa’ otro entierro…
IGNACIO.- Y con todos los gastos pagos…
FRANCIS YUBIRY.- Esto ha sido un éxito…
STRIPPER.- Y si quieres te doy tu regalito antes de mi próximo negocio…
FRANCIS YUBIRY.- ¡Qué? ¡Qué tu me estas ofreciendo qué?
STRIPPER.- Vente conmigo y te lo cuento en mi cama…
FRANCIS YUBIRY.- Ay, lo siento loca… pero esto no me lo voy a perder…
LAURA ESTHER.- Pero chica, no pueden ser tan insensibles…
TODOS.- No lo somos… ¡Chaos!
SALEN TODOS. LAURA ESTHER CORRE A BUSCAR EL SOBRE ESCONDIDO EN EL MUEBLE Y CUANDO VOLTEA YA NO ESTÁN. MÚSICA TRISTE.




VIII
EL COSTO DE LA CALENTURA
A LA MUJER SE LE ARRUGA EL CORAZÓN Y LLORA.
LAURA ESTHER.- (MOQUEANDO) Es que yo quería que ustedes fueran los primeros en saber… antes que yo misma.
SUENA EL TELÉFONO. ELLA NO VA A ATENDER PERO ENTONCE LO HACE.
LAURA ESTHER.- Aló.
DOCTOR.- (OFF) Laurita.
LAURA ESTHER.- ¿Quién es?
DOCTOR.- (OFF) Caramba, ya no me conoces…
LAURA ESTHER.- ¿Doctor…?
DOCTOR.- (OFF) Recibiste el sobre…
LAURA ESTHER.- Sí; aquí lo tengo.
DOCTOR.- (OFF) Qué bueno…
LAURA ESTHER.- ¿Le parece?
DOCTOR.- (OFF) Me apuré en llamarte para que no te fueras a celebrar sin mí…
LAURA ESTHER.- ¿Cómo?
DOCTOR.- (OFF) Mejor no puedes estar…
LAURA ESTHER.- ¿Entonces?
DOCTOR.- (OFF) Que estas tan buena y madura como una pepa de durazno.
LAURA ESTHER.- ¿Qué quééééé´?
DOCTOR.- (OFF) No estás enferma de nada..
LAURA ESTHER.- ¿Me lo jura, doctor?
DOCTOR.- (OFF) Yo mismo hice los exámenes como te prometí y te aseguro que eres una de las mujeres más sanas que conozco. Nunca está de más un poco más de ejercicio, pero de eso me puedo encargar yo, personalmente…
LAURA ESTHER.- No me mientas, doctor…
DOCTOR.- (OFF) Fíjate que si no te estoy mintiendo que te estoy llamado para que no me dejes por fuera…
LAURA ESTHER.-Pero…
DOCTOR.- (OFF) Tu tienes una deuda conmigo… esto es El Costo De La Calentura y quiero que me pagues por mis servicios personalizados esta misma noche…
LAURA ESTHER.- ¿Y como me piensa cobrar, doctor?
DOCTOR.- (OFF) En principio es una cena en el restaurant de tu preferencia –eso sí- con derecho a desayuno, porque de ahora en adelante quiero encargarme personalmente de ti, muñeca linda… porque quiero decirte que desde que te conozco me tienes loco… además Pedro Alcornoque se me adelantó porque él sabía que quién te quería era yo y entonces hizo una apuesta… para demostrarte que te levantaba antes que yo… pero esta noche te voy a demostrar lo espléndido que puede ser tener como amigo con derecho a un hombre que te ama como yo…
A LAUTRA SE LE PELAN LOS OJOS. LA MÚSICA SUBE Y LA VOZ DEL DOCTOR SE VA EN FADE OUT MIENTRAS LLEGA EL BLACK OUT

MÚSICA ALEGRE PARA SALUDO.

FIN

CÉSAR EDUARDO ROJAS MÁRQUEZ.
CARACAS, 21 DE Julio de 2008.


PARTES

PROLOGO…………………………………………………………. 01
I. LA CELEBRACIÓN……………………………………… 03
II. LAS PRIMAS……………………………………………... 09
III. EL STRIPPER……………………………………………. 14
IV. LOS SECUESTRADORES……………………………... 17
V. LA VERDADERA STRIPPER…………………………… 22
VI. EL DESCUBRIMIENTO…………………………………. 27
VII. LA VERDAD………………………………………………. 31
VIII. EL COSTO DE LA CALENTURA…………………………



PERSONAJES:

1. LAURA ESTHER……………………..
2. FRANCIS YUBIRY……………………
3. CARMEN ELENA…………………….
4. VICTORIA ISABEL…………………...
5. MANUEL………………………………
6. IGNACIO……………………………..
7. STRIPPER……………………………
8. VOZ DEL DOCTOR………………….



CR/2008

LA CALIENTA CAMA

I
HACIENDO LA TAREA.
MARACAY. AÑOS ’30 DEL SIGLO XX. LA MARCHA FÚNEBRE INVADE EL ESPACIO. EL CRONISTA DE LA ÉPOCA Y LA ACOMODADORA ALECCIONAN A NEREIDA, UNA JOVEN DE UNOS QUINCE AÑOS, VESTIDA CON UNIFORME DE TELA DE KAKI, SUS ZAPATOS MOCASINES Y SUS MEDIAS TOBILLERAS, QUE ESCUCHA EMBOBADA CON EL CUADERNO ABIERTO Y SU LÁPIZ DE GRAFITO. ES EVIDENTE QUE ES UNA LECCIÓN
CRONISTA.- La ciudad Jardín de Venezuela debe su nombre al Cacique Maracay que es una palabra que en caribe significa tigre... El nombre del jefe de la tribu de los Aragua: Cacique Maracay...
ACOMODADORA.- Ay, sí, porque al parecer era muy arrojado y valiente...
NEREIDA.- (EN CHANZA MIENTRAS ANOTA EN SU CUADERNO) ¡Qué nombrecito! Se imagina que uno le diga en esta época: ¿Cómo está señor Tigre? Suena horrible...
ACOMODADORA.- Pero aunque te parezca horrible, era muy querido por su gente...
CRONISTA.- Pero bueno, estabamos hablando de Maracay... ¿Era de lo que querías?
NEREIDA.- Sí, para hacer la tarea porque mi mamá no me ha podido comprar el libro
CRONISTA.- Bueno, Maracay no siempre ha sido como se conoce hasta ahora... Su denominación política y territorial ha sufrido muchos cambios con el paso de los años, y es por eso que en las páginas de nuestra historia se habla de Maracay como villa de la provincia de Caracas...
NEREIDA.- ¿Provincia de Caracas...? ¿Y eso por qué? Si Caracas está tan lejos...
CRONISTA.- Pero así fue... Después fue denominada ciudad de la provincia de Aragua...
ACOMODADORA.- ... y luego parte del Estado Guzmán Blanco, del Gran Estado Bolívar, y del Gran Estado Guzmán Blanco...
CRONISTA.- ...para quedar definitivamente capital del Estado Aragua.
NEREIDA.- Eso quiere decir que Maracay para poder ser Maracay como capital del Estado, ha dado más vuelta que un trompo...
Acomodadora.- ¡Muchacha abusiva, respeta!
CRONISTA.- Déjala que así es... Y lo que estamos deseamos todos los Maracayeros es que, en esta primeros años del siglo XX...
ACOMODADORA.- (INTERRUMPIENDO) ...Ojalá que antes de terminar los años treinta.
CRONISTA.- (SUBE LA VOZ PARA CALLAR A LA ACOMODADORA) ...Maracay se convierta definitivamente en la capital del país... Total, el presidente pasa más tiempo aquí que en Caracas...
ACOMODADORA.- y hasta dicen que tiene sus proyectos...
CRONISTA.- Pero eso es harina de otro costal...
NEREIDA.- ¿Y de dónde viene la gente que vive aquí?
CRONISTA.- Nadie lo sabe exactamente...
ACOMODADORA.- Y bueno, últimamente Maracay es una ciudad de segundos frentes...
NEREIDA.- ¿De segundos frentes?
CRONISTA.- (APARTÁNDOLA PARA QUE NEREIDA NO OIGA) ¡Por favor, señora, es una niña y no entiende de esas cosas...! ¡Ella vino a hacer la tarea no a hablar de familias de raza, tradición ni abolengo!
NEREIDA.- Pero algún día se va a enterar que la mayoría de las damas de esta ciudad no son tan señoras como parecen... Además, por ahí dicen que su propia madre...
CRONISTA.- ¡Qué se calle, carajo!
ACOMODADORA.- El solo no se puede tapar con un dedo.
CRONISTA.- Pero cada cosa tiene su lugar y su tiempo ¿Entendió?
Nereida.- ¿Están peleando?
CRONISTA.- No... son cosas entre la acomodadora y yo, no nos hagas caso... Y continuando la información para la tarea... No hay mucha información de cómo se juntó la poblción de Maracay... Lo que te puedo decir es que la población de Maracay se generó espontáneamente alrededor del río Maracay...
NEREIDA.- .. En el valle de Tucupío y Tapatapa... eso lo dice la maestra Josefina todo el tiempo... y dice que hay que repetirlo para que no se olvide, porque en esta ciudad todo se le olvida a la gente por culpa del calor que lo emboba a uno...
CRONISTA.- Y tiene razón... Esa maestra Josefina es muy sabia... Pero tienes que anotar en el cuaderno de la tarea que no fue sino hasta el 5 de marzo de 1701 cuando se le dio consistencia oficial a lo que era este centro poblado gracias a que el Obispo Diego de Baños y Sotomayor erigió una feligresía.
ACOMODADORA.- La fecha de este evento es tomada por algunos historiadores como hito de fundación de Maracay.
NEREIDA.- ¡Qué horror! Muchas gracias señor cronista y señora Acomodadora ... la tarea me va a quedar bien bonita gracias a ustedes...
ACOMODADORA.- Sí, pero no te puedes ir sin echarnos el cuento prometiste...
NEREIDA.- Ay, pero es que... es que el que me sé... es... Es grosero...
CRONISTA.- ¿Grosero?
NEREIDA.- Sí... y me da pena con ustedes...
ACOMODADORA.- pero una promesa es una promesa... y tú prometiste echarnos un cuento si te ayudábamos con la tarea.
CRONISTA.- La acomodadora tiene razón. Nosotros cumplimos con nuestra parte.
NEREIDA.- Bueno, pero sólo si me guardan el secreto... ¿Esta bien? Pues ahí va... Esta es una vez un joven de 25 años de edad, muy servicial y educado va caminando por la calle cuando de repente cae al suelo debido a un ataque al corazón. Muere instantáneamente y como toda buena persona...va al cielo.
ACOMODADORA.- Morir en la flor de la vida...Pobre joven...
NEREIDA.- Dicen que cuando le toca a uno, le toca... Al llegar al cielo le abre la puerta San Pedro y le dice: "Bienvenido seas hijo." El joven le dice: "Creo que yo no debería estar aquí todavía." San Pedro le pregunta:" ¿Por qué hijo mío?"... y el muchacho le dice " No estaba preparado, San Pedro. Dejé a mi familia en mal estado y quisiera arreglar eso antes de venir y por lo tanto te pido que me dejes regresar a mi casa." Eso es imposible hijo.... Espera... puedes regresar, pero únicamente convertido en un animal doméstico." El joven se queda pensativo unos segundos y dice: "Está bien, regresaré en forma de gallina, ya que en mi casa tengo muchas gallinas." Llega a su casa convertido en una hermosa gallina de plumas blancas y muy robusta. Al caer en el gallinero las otras gallinas quedan asombradas y se le acercan formando una rueda y diciendo cosas muy bonitas de la gallina recién llegada. Como en todos los lugares, llega una gallina envidiosa que dice: "Tienen razón esta gallina es muy bonita... pero es muy probable que no pueda poner huevos". El joven queda asombrado en el momento en que todas las gallinas empiezan a gritar: "¡¡¡Que ponga un huevo!!!" "¡¡¡Que ponga un huevo!!!" El joven asustado empieza a pujar hasta que de repente pone un huevo. Todas las gallinas gritan: "¡¡¡Que ponga otro!!!" "¡¡¡Que ponga otro!!!" El joven emocionado sigue pujando hasta poner otro huevo. Las gallinas gritan nuevamente: "¡¡¡Que ponga otro!!!" "¡¡¡Que ponga otro!!! " De repente, el joven siente un porrazo y abre los ojos y ve a su esposa que le dice: "¡¡¡Mi amor despiértate!!!" "¡¡¡Te estás cagando en la cama!!!"
RIEN A CARCAJADAS Y EL CRONISTA HACE QUE SE VA A SACAR LA CORREA EN BROMA.
ACOMODADORA.- ¡Ay!
CRONISTA.- ¡¡¡Muchacha vulgar...!!!
NEREIDA.- (HUYENDO A TODA PRISA) Pero a usted les encanta que les eche cuentos coloraos...
CRONISTA.- ¡Te voy a acusar con la maestra...!
NEREIDA.- ¡¡Nos castigaría a los tres: a mí por echarlos y a ustedes porque les gusta escucharlos!!
CRONISTA.- ¿Y a donde vas?
NEREIDA.- ¡¡A buscar la felicidad!! ¡¡A buscar la felicidad!!
CRONISTA.- Salúdame a Carmen...
ACOMODADORA.- ...y dile que tiene una hija muy grosera...
NEREIDA SALE A TODA PRISA.
EL PUBLICO ENTRA AL ESPACIO.
ARTICULACIÓN MIENTRAS SUENA EL POPULE MEO.
II
LA TRAGEDIA QUE DA INICIO A LA HISTORIA DE NEREIDA.
EN LA HUMILDE Y ESCUETA SALA SE ENCUENTRA SENTADA UNA MUJER DE ASPECTO HUMILDE, IMPÁVIDA, DE LUTO, DE UNOS CUARENTA AÑOS. SE NOTA QUE LA VIDA NO HA SIDO AMABLE CON ELLA Y LE HA DADO EL ASPECTO DE UNA PARCA. INESPERADAMENTE SE ABRE LA PUERTA Y SE ESCUCHA LA RETRETA QUE PASA POR EL FRENTE Y NEREIDA VIENE DE CLASES CORRIENDO FELIZ CON SUS LIBROS.
NEREIDA.- ¡Mamá! ¡Nos soltaron temprano porque el Bagre llegó hoy de Caracas y hay desfile de bienvenida! ¡Y me quedé con el señor cronista para que me ayudara con la tarea que tengo que hacer mañana! ¡Mamá! ¿¡Tú crees que Maracay llegue a ser la Capital de Venezuela? ¡Mamá, ¿dónde estás?
MARCOLINA.- Nereida.
NEREIDA.- ¡¡¡Mamá!! ¿Quién es usted?!
MARCOLINA.- ¿No me reconoces?
NEREIDA.- ¡Tía Marcolina! ¡¿Y qué hace vestida así?! ¿Y Manuel? ¿Y mi mamá?
A PARTIR DE ESTE MOMENTO VEREMOS UNA ESCENA SIMULTÁNEA: UNA EN EL INTERIOR DE LA CASA (ENTRE NEREIDA Y MARCOLINA)Y OTRA EN LA PUERTA DE LA MISMA (ENTRE CARMEN Y DOS ESBIRROS DE GÓMEZ).
MARCOLINA.- Por eso estoy aquí
esperándote...
ESBIRRO.- Carmen Suárez.
CARMEN .- (TRAE CALIENTES SUS AREPAS) Yo. ¿Y cómo para que soy buena? ¿Quieren unas arepitas? Las de carnes están recién de rechupete .
NEREIDA.- ¡Mamá!
MARCOLINA.- No... ella no está...
NEREIDA.- ¿Y dónde esta?
SILENCIO.
ESBIRRO 1.- Necesitamos que responda por unos asuntos.
CARMEN.- ¿Unos asuntos? ¿Y quién? ¿Quién los mandó? Yo no tengo nada que responder...
ESBIRRO 2.- Claro que tienes que responder, Carmen... porque nosotros nos enteramos de quién es hija esa muchacha que pariste escondida.
CARMEN.- (TOMANDO FUERZAS) ¿Quién los mandó?
ESBIRRO 1.- La misma persona a la que casi le quitaste el marido con la barriga de Nereida...
NEREIDA.- ¿Dónde está mi mamá?
ACORDES DE TENSIÓN.
CARMEN.- ¿Y Gómez sabe? ¿Sabe que ustedes están aquí?
ESBIRRO 2.- ¿Y por qué tiene que saber?
CARMEN.- Porque es el papá... porque Gómez es el papá de mi hija Nereida.
SILENCIO.
MARCOLINA.- En la morgue...
SILENCIO.
NEREIDA.- ¿Cómo que en la morgue?
¿Qué pasó?
ESBIRRO 1.- Es lo que queríamos escuchar ¿Verdad Amargura?
ESBIRRO 2.- Así es ques que es.
LOS ESBIRROS LA APUNTAN CON UN ARMA.
CARMEN.- ¿Pero por que me apuntan? Yo no hice nada... Yo no hice nada, lo juro... yo no tuve la culpa... El General quería conmigo... y yo no hice nada.
NEREIDA.- ¿Qué le pasó a mi mamá?
ESBIRRO 2.- Pues eso te vamos a mandar a poner en tu epitafio.
ESBIRRO 1.- Porque en boca cerrada no entran moscas.
NEREIDA.- No me mire así, tía y dígame:
¿qué le pasó a mi mamá?
MARCOLINA.- Mija, tu mamá sufrió un...
NEREIDA.- ¿Un qué...?
ESBIRRO 2.- Adiós, Carmencita.
ESBIRRO 1.- Ahora te vas a vender arepas al cielo
LE DISPARAN A CARMEN.
CARMEN.- (HERIDA DE MUERTE) ¡¡Nereida!!
LOS ESBIRROS SE PERCATAN QUE NADIE LOS VIO Y RECOGEN EL CADAVER DE CARMEN Y SE LO LLEVAN.
FINAL DE LA ESCENA SIMULTÁNEA.
MARCOLINA.- Un ataque al corazón mientras vendía las arepas y...
NEREIDA.- ¡¡Y qué... tía, hable!!
MARCOLINA.- Recoja sus cosas que usted se viene conmigo, a mi casa... porque su mamá se murió.
NEREIDA.- ¿Se murió?
MARCOLINA.- Sí, muchacha...
NEREIDA.- Pero esta es mi casa...
MARCOLINA.- No... esta casa es de los Gómez... su mamá no tenía casa propia.
NEREIDA.- Pero usted nunca me ha querido mucho...
MARCOLINA.- Pero no tienes ningún otro lugar para ir...
NEREIDA.- (QUEBRÁNDOSE. ESTALLA EN LLANTO) Mi mamá... ¡Mi mamá! ¡¡¡Mamáááá!! (SALE CORRIENDO)




ARTICULACIÓN.
AFUERA ARRANCA OTRA VEZ LA FIESTA.












III
DETRÁS.

CONSULTORIO DEL DOCTOR DE GÓMEZ.
DOCTOR.- Y me dices que hay una muchacha bonita..
BÁRBARA.- Muy bonita... La veo sentada y sola todas las tardes en la puerta de lo que parece ser su casa... Es perfecta para lo que la necesitamos...
DOCTOR.- Pero sabes cómo tenemos que actuar...
BÁRBARA.- Como hemos actuado todo el tiempo, galeno... Usted no me va a enseñar a hacer mi trabajo, como yo no le voy a enseñar a hacer el suyo... Yo soy la historia detrás de la historia... las mujeres como yo siempre lo hemos sido... y dudo que alguien recuerde con el tiempo mi nombre y mucho menos de mi talento
DOCTOR.- Disculpa Bárbara... tienes razón...
Bárbara.- Siempre la tengo...
DOCTOR.- Muy humilde.
BÁRBARA.- ¿Para qué?
DOCTOR.- Cierto.
BÁRBARA.- ¿Vas a quererla?
DOCTOR.- Sí... bueno... tengo que buscar aliados... pero en principios sí... Necesitamos que mi paciente especial permanezca con vida... por lo menos hasta que declare a Maracay Capital de la Nación...
BÁRBARA.- Para cuándo...
DOCTOR.- Yo te digo...
BÁRBARA.- Sabes que eso cuesta...
DOCTOR.- Si se va a necesitar se va a pagar, no te preocupes por eso...
BÁRBARA.- Me gustan las cuentas claras...
DOCTOR.- Eso es lo que más me gusta de ti...
BÁRBARA.- Los negocios son los negocios... y el placer... es el placer...

ARTICULACIÓN.



IV
MANUEL

NEREIDA RECOGE PLATOS DE LA MESA Y LLEGA MANUEL EN SILENCIO Y LA AGARRA POR DETRÁS POR LA CINTURA Y ELLA VA A GRITAR DEL SUSTO PERO ÉL LE PIDE QUE NO LO HAGA
MANUEL.- ¿Sola?
NEREIDA.- Con Dios. Tía Marcolina comió y se fue a acostar... No me habla... ni siquiera me mira... parece que mi presencia le molestara... como si mi olor en la casa le hiede, desde que se dio cuenta que usted me mira de esa manera... ¿Sabe, primo? Me siento como un dulce que usted se quiere comer... Hágame el favor y me deja sola para terminar de recoger las cosas y acostarme...
MANUEL.- ¿Conmigo? ¡No le gustaría recostarse conmigo? Estamos solos... y no voy a desaprovechar esta oportunidad, para decirle todo... (SILENCIO)Yo te deseo, Nereida...
NEREIDA.- ¡Suelte Manuel, no sea abusador! ¡Usted es mi primo hermano y tiene que respetar!
MANUEL.- No seas boba, Nereida... Yo sé que te gusto tanto como me gustas tú a mí... no sea boba, que nadie tiene que saber que quiero que aprendamos a hacer algunas otras cosas juntos...
NEREIDA.- ¡Que suelte le dije! ¡Se aprovecha porque no tengo hermanos que me defiendan! ¡Usted mismo debería ser el que me cuidara!
MANUEL.- Pero si yo te quiero cuidar... y defender... y enseñar algunas cosas que te van a gustar bastante.
NEREIDA.- ¡Qué va! ¡No sea pasado! ¡Suelte!
MANUEL.- Dame un besito... aunque sea... ¡Ay, pero no me pellizque!
NEREIDA.- Y se salva que no tenía una aguja cerca, porque le hubiera cosido la boca por deslenguado... por abusivo... por sinvergüenza... ¿Es así como usted me quiere, primo? Yo soy su familia, casi su hermana... y soy una muchacha decente... huérfana, pero decente... y no entiendo por qué se le ha metido en la cabeza que huérfana y fácil son las mismas guarandinga...
MANUEL.- Yo no he dicho eso...
NEREIDA.- Pero me hace sentir como un cotillón al que le quiere meter la mano... Y yo me siento desamparada, primo. Como si la vida se hubiera puesto en mi contra... como si me estuviera cobrando por algo que yo no hice... ¿Qué de malo tiene el haber nacido mujer en un mundo de varones? Eso no le da ningún derecho a propasarse conmigo porque estoy sola... yo no soy una pila de agua bendita a la que todo el mundo le mete la mano... Porque una cosa es que usted quiera abusar de mí... y otra muy distinta es que yo me deje..
MANUEL.- No es así... Lo que pasa es que tu te has puesto tan bonita... y yo... tú lo sabes... yo siempre he estado enamorado de ti...
NEREIDA.- No hable bolserías, porque yo lo quiero como mi primo... además si lo escucha la tía Marcolina voy a salir como corcho’e limonada de esta casa...
MANUEL.- Nereida... siento que me vuelvo loco cada vez que me rechazas...
NEREIDA.- Usted no me quiere, Manuel... usted quiere una guachafita conmigo...
MANUEL.- Yo sé... tienes razón en desconfiar de mí... pero mírame a los ojos... Sí; yo te deseo... es normal... Pero eso no es todo... Yo estoy trabajando para la casa presidencial... Y yo... Yo quiero algo serio contigo, Nereida... Yo quiero que te cases conmigo.
NEREIDA.- ¿Qué me case... con usted? ¿A pesar de la tía Marcolina?
MANUEL.- Así me tenga que llevar el mundo por el medio...
NEREIDA.- Entonces... sí es así como usted dice... busque a dónde me va a llevar, primo... porque esta es la casa de su madre y usted sabe muy bien que ella no me soporta... y mucho menos va a aceptarme como nuera...
MANUEL.- Tendrá que acostumbrarse a la idea... porque yo la quiero como mi esposa...
NEREIDA.- Entonces busque a dónde me va a llevar..

ARTICULACIÓN.
ELIPSIS.

V
LA ADVERTENCIA

MANUEL SALE A TODA PRISA CON UNA MALETA. NEREIDA LE VA A HABLAR PERO NOTA QUE MARCOLINA ESTÁ ESPERANDO QUE SU HIJO SALGA Y SE OCULTA PARA ESCUCHAR LA CONVERSACIÓN.
MARCOLINA.- ¡Párate ahí Manuel! Que usted y yo tenemos que hablar...
MANUEL.- usted dirá...
MARCOLINA.- ¿A donde va con esa maleta?
MANUEL.- Ya lo sabes, mamá...
MARCOLINA.- ¿Se va de mi casa?
MANUEL.- Me voy a trabajar a la casa Presidencial... Me ofrecieron trabajarle al Benemérito... como seguridad...
MARCOLINA.- Es un trabajo en el que tienes la muerte caminando contigo
MANUEL.- Pero pagan... y bien... Hasta me ofrecieron un terrenito para construir mi propia casa... No quiero seguir viendo que no tienes nada para comer...
MARCOLINA.- Pero no quiero comer pensando que te me vas a morir... que ya no te voy a tener conmigo...
MANUEL.- Algún día me voy a ir a vivir sin ti, mamá...
MARCOLINA.- ¿Con tu prima?
MANUEL.- ¿Qué tiene que ver Nereida en todo esto?
MARCOLINA.- Yo te miro los ojos y sé lo que pasa por tu cabeza cuando la ves... y quiero... quiero que me prometas que no vas a cometer una locura...
MANUEL.- No se preocupe, vieja... Yo respeto a Nereida... y no voy a cometer ninguna locura por ese lado, pero por el otro... Trabajar para el gobierno no es una locura... ahora menos que nunca... mucho menos cuando ya todos están convencidos que en cualquier momento Gómez nombra a Maracay Capital de la nación... Y hay que darle al bagre, lo que el Bagre necesita... Bendición..
MARCOLINA.- dios me lo bendiga, hijo... dios me lo bendiga...
ARTICULACIÓN.
VI
PLAN DE GOBIERNO

MARACAY. CASONA DE JUAN VICENTE GÓMEZ.
DOCTOR.- Nada... Parece decidido a quererse morir...
TARAZONA.- No se lo podemos permitir... No hay nadie que pueda manejar su hacienda...
DOCTOR.-. Estás hablando del señor Presidente, Tarazona... Y todos sabemos que él se va a morir cuando quiera... No cuando Dios quiera...
TARAZONA.- Usted es el galeno... tiene que buscarle una motivación... algo que lo mantenga entusiasta...para que no se quiera ir al infierno...
DOCTOR.- Yo venía pensando en eso...
TARAZONA.- ¿Pero qué...?
DOCTOR.- Tengo una idea... pero no quisiera que pensara que estoy loco.
TARAZONA.- Usted hable y yo digo...
DOCTOR.- ¡Sería suficiente meterle bajo las sábanas a una joven doncella como hacían con los Patriarcas judíos para que les calentara con su cuerpo!
TARAZONA.- Zape... Al general no le va a gustar es ideíta... es de los que piensa que el hombre que duerme con mujer, va perdiendo la machura y se vuelve mujer. Además: ¿cómo vamos a hacer para que la señora Dolores no se dé cuenta que le estamos metiendo una polla en la cama al Benemérito?
DOCTOR.- Utilizando el mismo argumento, Tarazona... utilizando sus propias palabras...
TARAZONA.- No entiendo...
DOCTOR.- Vente... Vamos a caminar por el jardín, porque estos lugares cerrado me huelen a espías... Vamos y te cuento cómo vamos a utilizar las palabras del Benemérito para no permitir que muera...


MARCHA MILITAR COMO ARTICULADOR.

VII
LA VENTA
MARCOLINA, ACOMPAÑADA DE BÁRBARA VESTIDA ELEGANTE PERO CERRADA DE NEGRO Y SOMBRERO CON VELO, ESTA SENTADA CON UNA NERVIOSA NEREIDA.
MARCOLINA.- Nereida, mija, desde que mi hermana Carmen murió yo he velado por usted, le he tratado como una hija más... pero la situación económica en esta casa está muy difícil...
NEREIDA.- ¿Qué quiere decir? ¿Me está echando de la casa? No me haga eso, por favor... yo no tengo a dónde ir...
MARCOLINA.- Cállese, deje el escándalo y escúcheme... Usted sabe que razones tengo para no quererla metida en mi casa... No quiero que la vida me haga el chsitecito de hacer de mi sobrina mi nuera....
NEREIDA.- (CONFIRMA) Lo dice por Manuel. (TR) Lo sabía... (TR) Me cansé de decirle que me dejara tranquila, pero él no parecía entenderme
MARCOLINA.- Cállese...Yo he querido echarla, pero no lo he hecho porque creo en los principios de la caridad cristiana... Mire, esta señora se llama Bárbara Merente...
BÁRBARA.- Hola Nereida.
NEREIDA.- Pero, usted... usted es la señora que veo pasar todas las tardes y me saluda desde el coche que va a la casa del presidente...
BÁRBARA.- soy yo...
MARCOLINA.- ...y me está ofreciendo darte trabajo con ella...
NEREIDA.-- ¿Un trabajo?
MARCOLINA.- Sí, está dispuesta a pagar muy bien para que trabajes bajo sus órdenes... Y usted sabe cómo se necesita la plata en esta casa...
NEREIDA.- ¿Pero un trabajo de qué?
MARCOLINA.- Como sirvienta... Es lo que me dijo la señora...
NEREIDA.- Sirvienta... ¿Dónde?
BÁRBARA.- Donde yo te indique... en este momento estoy haciendo este negocio con tu tía para que trabajes bajo mis órdenes en la Casa del Benemérito...
NEREIDA.- ¡Del Bagre...?
MARCOLINA.- Nereida, respeta al Presidente...
BÁRBARA.- Te aseguro que es un trabajo muy delicado, pero necesario para el bienestar del país... Queremos darle un excelente servicio al Presidente para que no tenga duda a la hora de convertir a Maracay en capital de Venezuela.
MARCOLINA.- Te vas con ella mañana por la tarde... y recoge todas tus cosas... que a partir de mañana te quedas con ella... para siempre
NEREIDA.- ¡Hasta que lo logró, tía!
MARCOLINA.- Tú si que hablas aguao, muchacha...
NEREIDA.- Usted no me llamó para hablar conmigo, para escuchar mi opinión... usted me llamó para anunciarme lo que ya había decidido... ¿Por qué me odia tanto si usted es mi familia? ¿Por qué no le importa lo que piense yo, tía?
MARCOLINA.- No puedo tenerte más en mi casa, muchacha...
NEREIDA.- ¿Cuántas mujeres hacen esto que está haciendo usted en nombre de la decencia y la estabilidad familiar? Pero lo que yo sé, tía, es que esas cosas las mira Dios... porque para que las familias sean felices no deben tener culpas, ni haber sacrificado a gente inocente para sostenerla... el cura tenía razón... La mayoría de los hombres emplean gran parte de sus vidas en hacer desgraciado al resto... Dios la perdone, tía
MARCOLINA.- No nombres a Dios en esto... Los seres como tú no merecen nombrar a Dios...
NEREIDA.- Mentira... cuando la gente como yo se levanta y echa pa’lante Dios se siente orgulloso... y es de la gente como usted, de la decencia de las señoronas como usted, tía, que Dios se avergüenza...
MARCOLINA.- (LA ABOFETEA) ¡Cállate! ¡O vete de una vez!
NEREIDA.- Pues entonces me voy... (A BÁRBARA) Ya le pago a la señora...
BÁRBARA.- Y le pagué muy bien...
NEREIDA.- Me compró... Que baja eres Marcolina. Me vendiste como un animal... (A BÁRBARA) Entonces vamos. No quiero ensuciarme más tratando de convencer a esta señora que no soy mala, tratando de hacerme querer por esa mezquina, esa egoísta que a partir de este momento es una desconocida para mí...
BÁRBARA.- ¿Y no vas a traer nada?
NEREIDA.- Cuando yo llegué a esta casa, porque mi mamá se había muerto y no había nadie que mirara por mí... lo único que traje fue la ilusión de tener nuevamente una familia... una familia que me quisiera... y lo único que he encontrado es una mujer que se ha aprovechado de mí como una sirvienta, sin pagarme un centavo por todo el trabajo que hice en su casa para ella... y el hijo creyó que era un juguete con el que podía divertirse y equivocadamente quería hacerse hombre... Y no soy ni una esclava, ni una regalada... Y me voy sin lo que vine a buscar, pero limpia... Y para la señora, después que se le acabe la plata que le pagó por mí, sólo le va a quedar la culpa... que no se cura nunca, porque los culpables siempre vuelven a mirar la roncha y la vuelven a romper.
MARCOLINA.- Pécora... Malagradecida...
NEREIDA.- No; yo sólo soy huérfana... de padre y madre... no soy todo eso que a lo mejor sí es usted en el fondo del corazón, porque el que teme el pecado es porque lo tiene escondido en algún lugar...
BÁRBARA.- Entonces vamos... que tenemos mucho que hacer...
NEREIDA.- Que Dios la perdone, señora... porque yo no la voy a perdonar nunca... nunca...

ARTICULACIÓN.











VIII
LA PREPARACIÓN DE NEREIDA.

LA CASA DE GÓMEZ (LA GOMERA). EN UNA SALA ESPECIAL ESPERAN EL DOCTOR Y TARAZONA. LLEGA BÁRBARA CON NEREIDA.
BÁRBARA.- Permiso.
TARAZONA.- Creímos que se había echado pa’tras... que no iba a venir hoy...
DOCTOR.- Yo se lo dije... Bárbara Merente nunca ha fallado a una tarea para el general... Ella es una buena negociante.
BÁRBARA.- Ella es Nereida... la muchacha de las que le hablé...
NEREIDA.- Sí y la señora me ha estado hablando durante todo el camino de los patriarcas de la Biblia, de lo necesarios que son los conductores de las naciones y esas cosas, pero a mi ignorancia... no le ha dicho para qué es que me trajeron para acá... si es para que sea sirvienta, cocinera, lavandera o qué... Así que le exijo que me digan de una vez y sin rodeos ¿cuál es el trabajo que quiere que haga?
MANUEL VA A ENTRAR Y SE DETIENE. MUY ASOMBRADO SE QUEDA ESCUCHANDO LA CONVERSACIÓN.
TARAZONA.- ¿Y usted no le ha dicho, Bárbara?
BÁRBARA.- Preferí que llegáramos a la Gomera, para que no mal interpretara lo que le vamos a pedir.
NEREIDA.- ¿Y por qué tengo que mal interpretar nada?
DOCTOR.- Porque no es un trabajo fácil... y en ello va la posibilidad de que el Presidente nombre a Maracay Capital de Venezuela.
NEREIDA.- Dejen de dar vueltas de una vez y díganme de qué se trata... Bárbara...
BÁRBARA.- Queremos que te encargues del General.
NEREIDA.- ¿Qué me encargue del General?
BÁRBARA.- Queremos que sea muy agradecida con él... En nombre de todos nosotros...
NEREIDA.- ¿Agradecida?
DOCTOR.- Voy a tratar de explicártelo en términos médicos... El General padece actualmente una terrible dolencia que lo tiene muy desanimado, hasta el punto de que incluso ha perdido las ganas de luchar y hasta de vivir...
TARAZONA.- Y nosotros no podemos permitir que muera, el muy berraco
DOCTOR.- Utilizando las últimas recomendaciones europeas, hemos estado experimentando, sin que el Benemérito se dé cuenta de ello, con una alimentación rica en vegetales verdes y transfusiones de sangre que lo mantienen lúcido, con nosotros de manera efectiva... Pero la dificultad es que si un paciente tratado con esta terapia ha perdido las ganas de vivir... no hay modo de ayudarlo... de salvarlo... Y nosotros queremos utilizar todos los medios posibles para que regrese a la lucha y a la conducción del país...
BÁRBARA.- Es por eso que te hablaba de los Patriarcas bíblicos... resulta que en tiempos muy remoto... cuando uno de los patriarcas estaba muy viejo y perdía las ganas de vivir... su gente le buscaba una joven doncella para que durmiera con él... para que su calor le diera ganas de vivir... Y eso es lo que queremos que hagas con el General... que le devuelvas las ganas de vivir...
NEREIDA.- ¿Yo? ¿Y por qué yo?
TARAZONA.- Porque es cómo las muchachas que él conoció allá en su tierra... Y eso le va a regresar la alegría... Pero nadie debe darse cuenta que este trabajito que va a hacer se va a realizar... porque serían capaces hasta de matarla... Y por eso todo debe hacerse como si no ocurriera...
NEREIDA.- No entiendo nada.
BÁRBARAS.- No se preocupe mija, que para eso me tiene a mí... y usted va a seguir al pie de la letra mis indicaciones... ¿está entendiendo?
NEREIDA.- Me compraron como una esclava del siglo pasado... Dígame dónde y qué es lo que debo hacer...

MANUEL NO LO PUEDE CREER PERO NO SE ATREVE A DEJARSE VER.


ARTICULACIÓN.

IX
LA PRIMERA NOCHE CON EL BAGRE O ME LO GANE A CHISTES

EL BAGRE ENROLLADO EN SU COBIJA PARECE DORMIR, EN ESO PASA BÁRBARA, LO MIRA, PERCATÁNDOSE DE QUE ESTÉ COMPLETAMENTE SOLO Y HACE PASAR A NEREIDA VESTIDA EN UNA HERMOSA DORMILONA CUBIERTA POR UNA NO MENOS SUGERENTE BATA. LA MIRA POR ÚLTIMA VEZ Y LE HACE UNA SEÑA.
JUAN VICENTE.- ¿Quién está ahí?
NEREIDA.- Yo.
JUAN VICENTE.- ¿Quién yo?
NEREIDA.- Yo solita...
JUAN VICENTE.- ¿La Pelona que me vino a buscar?
NEREIDA.- No, señor... solamente yo...
JUAN VICENTE.- ¿Quién es usted?
NEREIDA.- Nereida... Nereida Peña...
JUAN VICENTE.- Umjú... ¿Y como qué hace usted, Nereida Peña, parada como la Sayona en mi cuarto y frente a mi cama? Digo, si no es un fantasma de los que rondan por ahí.
NEREIDA.- Es que vine a hacer un trabajo...
JUAN VICENTE.- ¿Un trabajo como de qué?
NEREIDA.- ¿Usted no tiene como frío?
JUAN VICENTE.- En Maracay no hace frío...
NEREIDA.- Pero es que a mí me dijeron que usted estaba sufriendo de frío...
JUAN VICENTE.- Pajuatadas...
NEREIDA.- Lo mismo pensé yo, pero no quise decir nada... usted sabe para que no sientan que como soy recién llegada me la echo de mucho y los estoy desautorizando.... pero yo9 me pregunté ¿cómo es eso que el señor presidente tiene frío y hay que calentarle la cama?
JUAN VICENTE.- A mí no me calienta la cama nadie...
NEREIDA.- Lo ve... yo dije lo mismo.. pero me insistieron que tenía que convencerlo porque yo y que me parecía a las pollas de su pueblo y que yo era jovencita... y que a usted le hacía falta calor...
JUAN VICENTE.- ¿Y de quién fue esa ideíta? ¡Tarazona...!
NEREIDA.- Ay, pero no les vaya a decir que yo no cumplí con mi trabajo... porque entonces sí que me voy a fuñir... ¿Usted no quiere que le eche una calentadita? Digo a la cama... por supuesto
JUAN VICENTE.- Una calentadita.
NEREIDA.- O mejor le puedo echar un cuento... yo me sé varios... y de varios colores... ¿No le gustaría?
JUAN VICENTE.- ¿Pero se volvió loca o yo estoy alucinando...?
NEREIDA.- No yo lo que quiero que diga es que yo lo estoy calentando... ande déjeme echarle un solo chistecito y si no le gusta me saca como Ricaute en San Mateo... ¿Sí? (SIN PAUSA) Estaban en la Maestranza dos toreros que acababan de torear un gran animal, sentados muy cerquita de una monjita... De las que siempre acompañan a la Madre María de San José... y entonces, para molestarla, porque usted sabe cómo es el sentido del humor de los toreros, uno le dice a otro... “Yo ya me quiero regresar a Ocumare, porque por allá no hay mucho católico y la gente vive muy bien”; y el otro siguiendo la chanza le dice “Y yo a San Joaquín, porque por allá si es verdad que nadie sabe ni siquiera qué es un católico...” Y la monjita brava se voltea y le responde... ¿Y por qué mejor no se van al infierno? Porque allá si que no saben lo que es Dios” ¿Qué le parece?
JUAN VICENTE.- ¡Quien es su mamá, muchacha?
NEREIDA.- ¿Mi mamá? Mi mamá se llamaba Carmen Suárez... Y mi mamá se murió y entonces me llevaron a casa de mi tía, me compraron como una esclava y me trajeron para acá a calentarle la cama... pero yo lo que sé es echar chistecitos.
JUAN VICENTE.- Escuche bien una cosa. Usted no responde más nunca en esta casa, a nadie que su madre fue Carmen Suárez. ¡Más nunca!
JUAN VICENTE LA MIRA SERIO Y DE PRONTO COMIENZA A REÍRSE BAJITO HASTA QUE EMPIEZA A CARCAJEAR. NEREIDA MUY NERVIOSA. ARTICULACIÓN

X
ESCÁPATE CONMIGO

UN RATO DESPUÉS NEREIDA VA SALIENDO DEL CUARTO DEL GENERAL Y SE ENCUENTRA CON MANUEL QUIEN LA ESPERABA.
MANUEL.- Nereida...
NEREIDA.- Manuel...
MANUEL.- Nereida, no te vayas...
NEREIDA.- ¿Qué quieres?
MANUEL.- Lo sé todo... Sé qué haces aquí...
NEREIDA.- Shhh. Es mejor que ni sepan que me conoce, Manuel... le podría ir muy mal... mucho...
MANUEL.- ¿Cómo fuiste capaz de hacer esto...? ¿Tu eres una de esas...?
NEREIDA.- Pregúntaselo a tu mamá...
MANUEL ¿Desde cuándo estás haciendo esto?
NEREIDA.- Desde que ella me vendió, para que yo cumpliera esta tarea histórica.
MANUEL.- Mi mamá...
NEREIDA.- Ella.
A PARTIR DE ESTE MOMENTO LAS ACCIONES SE LLEVARÁN A CABO DE MANERA SIMULTÁNEA EN DOS ESPACIOS QUE SE CONJUGAN.
MARCOLINA.- Yo... no sabía cómo íbamos a seguir viviendo juntas, Manuel... ella es una niña con muy mal carácter, todo el tiempo con una trompa como si yo le estuviera haciendo algo malo... y yo no la soportaba más en mi casa...
NEREIDA.- No soportaba la idea de que no tuvieras ojos más que para mí...
MARCOLINA.- Yo lo que hice, lo hice por su bien... porque a pesar de todo, en el fondo, yo le tengo cariño a esa muchacha, es la hija de mi hermana Carmen, que en paz descanse. Y su padre es un secreto que nadie conoce.
MANUEL.- ¿Y por eso se la vendiste a una alcahueta de Tarazona...?
MARCOLINA.- Ella me pagó para que yo le diera a Nereida para que le trabajara como sirvienta de la casa.. y yo no tenía por qué no creerle, mijo...
MANUEL.- ¿Pero sabes lo que van a hacer de ella...? Una prostituta...
MARCOLINA.- Nadie que no quiera se corrompe, hijo... Yo te amo... y todo lo he hecho en nombre de mi responsabilidad de madre.... Pero le voy a recordar una cosa, para que no la olvide nunca más en la vida: árbol que nace torcido nunca su rama endereza (DESAPARECE)
NEREIDA.- Me vendió... tu señora madre me vendió, Manuel... y ahora yo le caliento la cama al General Benemérito Juan Vicente Gómez, El Bagre.
MANUEL.- ¿Has sido su mujer?
NEREIDA.- ¿Y eso para qué te interesa?
MANUEL.- Escápate conmigo, Nereida... Tenemos una oportunidad...
APARECE LA AMENAZADORA PRESENCIA DE TARAZONA.
TARAZONA.- ¿Usted como que conoce bastante bien a la señorita, González?
NEREIDA.- No, señor... Lo que pasa es que me estaba deteniendo para preguntarme a dónde iba tan temprano... y yo le dije que iba a mi cuarto
TARAZONA:- Retírese, González, que en esta casa a esta hora, de la seguridad me encargo yo... Que no se le olvide...
MANUEL.- Cuente con eso, señor...
TARAZONA.- Retírese...
MANUEL.- Permiso... Disculpe la torpeza, señorita...
TARAZONA.- está disculpado, seguridad.
MANUEL SE VA.
TARAZONA.- ¿Y?
NEREIDA.- Digamos que ha sido una semana bien divertida... ya tengo calentándole la cama hace más de una semana... y está contento
TARAZONA.- ¿Contento? Sí, estos últimos días hasta le ha dado por contar chistes en las reuniones. El último de la criada caliente fue muy bueno
NEREIDA.- Anoche estuvo feliz, me ordenó que lo dejara y se durmió como un niño... No sin antes pedirme que regresara esta noche... pero que ni se nos ocurriera dejar que su señora se enterara... podría arder Troya, dijo él..
TARAZONA.- Y así se va a hacer... Así se va a hacer.
ARTICULACIÓN.
XI
SACALAPATALAJA.

HAY UN ACTO EN EL QUE ESTA PAUTADO LA CORONACION DE LA REINA DE LOS ESTUDIANTES. UNIVERSITARIOS CON SUS BOINAS AZULES PLENAN EL PATIO DEL ATENEO. GOMEZ Y SU COMITIVA SE ENCUENTRA EN EL MAGNO EVENTO. HAY UNA TENSIÓN ENTRE LOS ESTUDIANTES Y LAS AUTORIDADES QUE SE ENCUENTRAN EN EL EVENTO.
ESTUDIANTE JUAN OROPEZA.- (CON MICRÓFONO EN MANO) Distinguido y Benemérito General Juan Vicente Gómez, Distinguida comitiva que lo acompaña, Señoras y Señores, Damas y Caballeros. Es para mi un honor como representante de la federación de estudiantes, darles la bienvenida a este magno evento; en donde iniciamos la celebración de la semana del estudiante con la coronación de nuestra Reina. Así que recibamos sin más preámbulos con un fuerte aplauso, a nuestra espléndida soberana. La hermosa joven Beatriz Castillo.
SE ESCUCHAN APLAUSOS JUNTO CON UNA MUSICA MAJESTUOSA. QUE PERMITE LA ENTRADA A LA REINA SALUDA A LA CONCURRENCIA. SE SIENTA EN SU TRONO.
ESTUDIANTE JUAN OROPEZA.- Quiero señalar que este magno evento se gesta gracias a la colaboración del honorable Manuel González Peña, jefe de seguridad.
APLAUSOS. MANUEL SALUDA TEMEROSAMENTE.
ESTUDIANTE JUAN OROPEZA.- y para rendirle homenaje a nuestra soberana que mejor que la palabra; a través de la poesía; (MIRA HACIA DONDE SE ENCUENTRA EL BENEMERITO) ¿No cree usted General? (ESTE HACE UN GESTO DE AFIRMACIÓN) Pues entonces recibamos con un fuerte aplauso al poeta Tocuyano Pío Tamayo quien a través de su metáfora engalanara la belleza de nuestra soberana Beatriz Castillo.
EL PUBLICO APLAUDE. ENTRA EL POETA VESTIDO DE SMOKING. ESTE ES DE ASPECTO MENUDO Y DELGADO. MIRA A LA REINA Y SONRIE, MIRA HACIA LA COMITIVA DONDE SE ENCUENTRA AL BENEMERITO Y SONRIE; HACE UNA PAUSA.

POETA PIO TAMAYO.- Benemérito; Dulce Soberana; Amigos.
Mas que un poema, un homenaje; En realidad vengo ante vos majestad con un ruego.
Apelo a que se cumpla en el día de hoy;
una demanda; yo humilde indiecito
de los crepúsculos del tocuyo
mi corazón de duelo esta.
Por que ha sido arrebatado de mis brazos
mi único y gran amor
y usted majestad la inmortaliza en su belleza
Ella es tan dulce como el néctar de nuestras frutas
llena de excelsa alegría y fulgor
y con multitudinario color
pues aquellos que la conocen
la cotejan con el mismo arco iris.
Si, mi amada; mi eterno amor
es tan bella como vos
y solo vengo ante usted majestad
“Cacique Totonó, soy un indio Tocuyo yo
que humildemente espera
este grande favor. (MURMULLOS)
que mandes a todos tus súbditos
a que busquen a mi novia
que la han robado desde haces muchos años
¿El nombre de mi amada? ¡Se me parece a vos!
Mi novia se llama ¡LIBERTAD!
LOS ESTUDIANTES ESTALLAN DE EMOCION VUELAN LAS BOINAS AL AIRE GRITAN REPETIDAS VECES
ESTUDIANTES.- ¡Libertad, Sacalapatalajá!.
JUAN VICENTE GÓMEZ SE PARA MOLESTO INTENTA DEJAR EL RECINTO CUANDO MANUEL SACA SU ARMA MIRA DE UN MODO MUY PARTICULAR A GÓMEZ Y SUBITAMENTE DISPARA AL AIRE. SILENCIO. EL GENERAL MIRA A MANUEL Y LE DICE:
JUAN VICENTE.- ¡Espero que ese tirito haya sido para sosegar a estos pajuatos!... ¡Tarazona!! Arreste a todo aquel que quiera armar una bronca con esa palabrita extraña con la que me insultan. ¡Y usted Manuel! Busque a los cabecillas de esta insubordinación junto con el indiecito ese y me los manda para la Rotunda; por el tiempo que yo diga, por estar colaborando con coronaciones con esos discursitos de palabras torcidas. ¡Mire que exponerme a mí con estos desadaptados! y que estudiantes. Ya decía yo que no quería estar en ninguna coronación. Esos universitarios lo que quieren es palo y palo les voy a dar. ¡Palo les voy a dar! ¡carajo!!(SALE)
ESTUDIANTES .- (GRITAN) ¡Libertad, Sacalapatalaja!



DISTURBIO.

DISPAROS EN LA OSCURIDAD.












XII
NEREIDA ES DESCUBIERTA POR DOLORES

NEREIDA COME UNA TORONJA CUANDO LLEGA DOLORES Y LA ENCARA.
DOLORES.- ¡Ah! Es usted... Por fin la encuentro... y sola como quería encontrarla.
NEREIDA.- (INOCENTONA) Nereida Peña... encantada...
NEREIDA LE EXTIENDE LA MANO PERO DOLORES NO LE RESPONDE Y LA MUCHACHA BAJA LA MANO.
NEREIDA.- Usted dirá para que le soy buena.
DOLORES.- Mire, mija, yo quiero que me explique ¿qué carajo hace usted en esta casa? Desvergonzada.
NEREIDA.- No; yo no soy desvergonzada, señora... y me gustaría mucho saber quién es usted? ¿Por qué me insulta de esa manera? ¿Quién se cree que es?
DOLORES.- Quiero saber qué hace usted todas las noche en el cuarto de “mi esposo”; es decir: el general Juan Vicente Gómez.
NEREIDA.- Bueno... voy a ser sincera, pero no quiero que se burle de mí... Lo que yo hago es una tarea histórica, como la que me mandaba la maestra Josefina en el colegio. No la conocía. Déjeme decirle que usted es muy bella y permítame preguntarle una cosa. ¿las mujeres cuando envejecen se ponen frías?
DOLORES.- ¿Frías? ¿Pero qué estupidez es esta?
NEREIDA.- Es que yo no entiendo Porque a mi me dijeron que me habían comprado para calentarle la cama al General. ¿Es que su cuerpo ya no se calienta?
DOLORES.- ¿Qué estás diciendo, muchacha del carajo? ¡¿Cómo es que te compraron para calentarle la cama al general?!
NEREIDA.- No... no piense nada malo... Yo lo que hago es calentarle el ánimo... pero no la cama... Para ser más clara, yo le alegro la tristeza que tiene por ese dolor que le da cuando hace pipí con chistes... y eso lo hago todas la noches
DOLORES.- ¿Chistes? (SE RÍE) ¿Todas las noches? ¡Por favor! ¿Tú me has visto cara de pendeja o de qué?
NEREIDA.- Aunque usted no me lo crea, mi doñita, se duerme como un niño después del tercer o el cuarto chiste... y entonces yo aprovecho para irme rapidito para mi cuarto. Además, ¿usted no ha escuchado decir que el general de un tiempo para acá le cuenta chistes a sus ministros y hasta al personal de la cocina? Bueno esos son los cuentos que yo le echo todas las noches.
DOLORES.- ¿Y tú dijiste, yo le echo ese cuento a la vieja y ella se come todo el cuento, verdad? Déjame decirte que no eres ni la primera ni la última mujercita que se revuelca con mi marido; desgraciadamente tengo que callar y sufrir esas humillación, porque los deseos y decisiones de mi marido no se discuten, pero ¿sabes algo? Me da mucha tristeza ver que una muchacha tan joven haya caído tan bajo; por lo que he escuchado tú le calienta la cama a mi esposo y le hace favores. No lo niegues, ni te quieras hacer la tortolita.
NEREIDA.- ¿Favores? Por Dios. ¿Pero cómo va a pensar usted eso? Yo soy una muchacha decente, cristiana; que no tuvo la culpa de haber quedado huérfana, porque le juro que mi madre jamás habría hecho lo que la sinvergüenza de mi tía Marcolina hizo conmigo... Yo fui bien educada... con valores... Con el manual de urbanidad... y mi madre me enseñó que los hombres casados se respetan. Además, su esposo, aunque usted no lo crea, me dijo que... Bueno, mire, le voy a decir la verdad.... A mí me trajeron a esta casa y la orden que recibí fue la de calentarle la cama a su General, para que se sintiera mejor de salud, pero su esposo me dijo que a él no le calentaba la cama sino solamente usted. Y es por eso que le cuento chistes, para que los demás crean que estoy cumpliendo con el encargo al pie de la letra.
DOLORES.- ¡Qué sinvergüenzura! ¿Y... quiénes son los demás? Espero que me esté diciendo la verdad... porque de lo contrario la va a pasar muy mal. No se olvide que en esta vida... y en casa de los Gómez, todo se sabe...
NEREIDA.- Mire, doñita, créame, le cuento que una mujer, una tal Bárbara, fue a la casa de mi tía a comprarme... y la muy... no lo pensó dos veces y cometió la atrocidad de venderme; extendió su mano, cual Judas Iscariotes, para recibir el pago con el que salía de mí. Llegando acá nos recibió el señor Tarazona y el doctor de cabecera del General. Me imagino que de ellos salió la brillante idea, pero tenga la plena seguridad que todo lo que le he dicho es la purita verdad, por este puño de cruces (HACE CRUCES CON LAS MANOS Y LAS BESA)
DOLORES.- Así espero que sea, niña... Yo tengo mis métodos para constatar lo que me has dicho... Y te agradezco que te vayas de aquí... que te vayas y pronto (SALE)
NEREIDA.- ¿Y cómo hago? Yo soy la Calienta Cama.


ARTICULACIÓN.






















XIII
LA CONFIANZA DA ASCO.

JUAN VICENTE ECHA LA BILIS EN UNA PONCHERA CERCA DEL AGUAMANIL QUE TIENE JUNTO A LA CAMA Y NEREIDA INQUIETA NO SABE QUÉ HACER.
JUAN VICENTE.- Tengo acidez... no deja de salirme esta agua ácida por la boca que no es vómito...
NEREIDA.- Es bilis... ¿Quiere que le cuente otro chiste que me aprendí?
JUAN VICENTE.- Vaya y déjeme solo... no quiero que me vea así... y mucho menos quiero que lleguen mis aduladores y la encuentren aquí, conmigo, ayudándome... podría levantar comentarios innecesarios... y con los comentario de los caraqueños y de las beatas tengo más que suficiente...
NEREIDA.- Yo soy un secreto.
JUAN VICENTE.- Y quiero que permanezca así... no quiero sorpresita... No quiero sustos... no quiero chismes... tengo suficiente con la atolondrada de la madre de mis hijos
NEREIDA.- Pues va a tener que buscar a sus edecanes para que me echen, porque no acostumbro a huirle a los problemas ni a la gente que quiero cuando se siente mal...
JUAN VICENTE.- Usted es una terca... Fuera... ¡Sute de aquí o la voy a mandar a dar unos palos por desobediente...!
NEREIDA.- ¡Miren quién habla de tercos! ¿Cuantas veces le he dicho eso de las naranjas? En la mañana son de oro, en la tarde son de plata, pero en la noche te matan... Pero es sordo como una tapia...
JUAN VICENTE.- Umjú... Usted siempre es muy cansadora.
NEREIDA.- Digamos que es parte de mi personalidad...
JUAN VICENTE.- Shito... y por lo visto también se ha vuelto muy modesta...
NEREIDA.- Tengo buenos maestros... ¿Ya se siente mejor?
JUAN VICENTE.- Desnúdese... que no está aquí para hablar, ni para esos chistecitos malos, sino para darme calor..
NEREIDA.- No tiene que portarse como un patán conmigo; mire que yo lo conozco.
JUAN VICENTE.- ¡Que se desnude le digo!
NEREIDA.- Sí... sí... ya...
JUAN VICENTE.- Es para que vea... usted no me quiere... ni porque me siento con este dolor berraco en la boca del estómago... no tiene por qué hacerlo... usted está aquí para calentarme la cama... de calienta colchón... es todo
NEREIDA.- (DESNUDA) ¿Así está bien?
JUAN VICENTE.- ¡Todo!
NEREIDA.- ¿Qué?
JUAN VICENTE.- Umju.
NEREIDA.- Está bien... por fin llegó el momento...
JUAN VICENTE SE RIE MALICIOSO, PERO NI LA MIRA.
JUAN VICENTE.- Aquí no llegó ningún momento... aquí lo que llegó es que ahora va a meterse debajo de la sábana para que me caliente la cama... Andando...
NEREIDA.- Si, señor general...

NEREIDA MARCHA DESNUDA Y SE METE EN LA CAMA.


ARTICULACIÓN MILITAR.










XIV
LA HUMILLACIÓN.

TRAEN AL CRONISTA A EMPELLONES.
TARAZONA.- Camine.
CRONISTA.- No me empuje que no soy un animal...
TARAZONA.- Camine y cállese... traidor...
CRONISTA.- Yo no soy un traidor... soy un cronista... es todo...
TARAZONA.- Quien le dijo a usted que tenía derecho de reunirse con esos jóvenes enemigos del Benemérito...
CRONISTA.- Escucha, Tarazona: la intriga, el odio y la altivez, son armas que usa un hombre cuando está perdido.... ¿No será que tu piensas que a Gómez le llegó su cuarto de hora?
TARAZONA.- ¡Que se calle le dije!
NEREIDA.- ¡No le pegue!
CRONISTA.- Nereidita...
NEREIDA ACOMPAÑA A JUAN VICENTE GÓMEZ.
JUAN VICENTE.- Eso es algo que siempre me ha sorprendido... usted siempre habla como si estuviera recitando...
CRONISTA.- Yo lo considero un talento...
JUAN VICENTE.- Que no se compara con el de estar alborotándome la casa...
CRONISTA.- Yo no estoy alborotando nada, General... Yo hago mi trabajo... soy cronista y me toca escuchar todas las partes del mismo cuento que hacen esta historia... La de Maracay.
JUAN VICENTE.- Umjú. ¿Y como qué quiere que quede yo en esta historia que usted dice, si se reúne con ese grupo de zagaletones que lo que están es buscando enguachafitarme al pueblo y echarme del gobierno, para cogerse la silla?
CRONISTA.- Ellos debaten sobre lo que debe ser el futuro... Y es mejor debatir una cuestión sin resolverla, que resolver una cuestión sin debatirla... son idea nuevas que debería escuchar, general...
JUAN VICENTE.- El dueño de la hacienda soy yo.... Pero usted quiere que le diga una cosa, cronista, ellos no quieren que los escuche, porque usted tiene razón, es conmigo con quien deberían debatir.... en vez de estar chismorreando y hablando mal de mí para indisponerme con mi gente, como viudas envidiosa y sin oficio que van por todo el país... mientras uno averigua y sabe que todos ellos tienen rabo de paja... Ellos quieren ser víctimas, para que le tengan lástima... Ellos no quieren otra cosas que palo... y palo les voy a dar a esos universitarios. Que se lo lleven, Tarazona.
NEREIDA.- ¿A dónde?
JUAN VICENTE.- A usted qué le importa... su trabajo junto a mí no es para que se entere de todo... sino para que me caliente la cama...
CRONISTA.- Nereida... ¿Eso es verdad?
NEREIDA.- Sí, de ser la sirvienta de mi tía, pase a ser la calienta cama del Patriarca... Voy ascendiendo... ¿No le parece, cronista?
CRONISTA.- Lo siento...
NEREIDA.- Yo no puedo decir lo mismo... disculpe, permiso para retirarme... (SALE LLORANDO)
CRONISTA.- Yo conocí a esa muchacha desde que era una niña... era la más inteligente del barrio... No entiendo qué pasó..
JUAN VICENTE.- No entienda... que aquí el que tiene que entender soy yo, señor cronista... Yo... Tarazona ni me lo lleves, ni me lo traigas más.
CRONISTA.- ¿Pero que va a hacerme? ¿A dónde me lleva? ¡¿A dónde?!
TARAZONA.- Camine, que luego solo va a volar... Si va al cielo...

OSCURO


SE OYE UN TIRO EN EL SILENCIO.

ARTICULACIÓN.

XV
UN PELIGRO PARA EL GENERAL(CONSPIRACION)

PARTE POSTERIOR DE LA PLAZA DE TOROS. EN UN BANCO DOS ESTUDIANTES SENTADOS. LEEN APUNTES. APARECE MANUEL. TRAE UNA ESPECIE DE MALETIN DE CUERO. SE ESCUCHA A LO LEJOS REDOBLANTES DE UNA BANDA.
MANUEL.- (CONTUNDENTE) Quedamos en que no se dejarían ver juntos. ¿Por qué me citaron aquí?
JUVENAL.- Buenas tardes Manuelito, ¿que pasó con lo buenos modales?
REMIGIO.- Trabajar para el Bagre te ha puesto de mal humor últimamente.
MANUEL.- (ALGO PREOCUPADO) No tengo tiempo. Vamos al grano. (TIRA EL MALETÍN CERCA DE UNO DE ELLOS) Ahí esta la mitad de lo acordado. Mañana a las 5 en punto de la tarde comienza la faena. Y la persona que me mandó no quiere errores... porque si fallan es a nosotros a los que van a raspar como están haciendo con el cronista.
JUVENAL.- Tranquilo, todo está bien calculado. Precisamente ahí (SEÑALA CON EL DEDO) donde estas parado, estará el Hombre Nro. 2
MANUEL.- No entiendo. ¿De qué hombre 2 estas hablando?
REMIGIO.- (CON ALGO DE BURLA) El que le sigue al Hombre Nro. 1
MANUEL.- Pero de qué estupidez me están hablando. No tengo tiempo para bromas. ¿Ustedes harán el trabajo o no?
JUVENAL.- Por supuesto que haremos el trabajo. De hecho, ya lo hicimos.
REMIGIO.- Lo que mi compañero quiere decir, es que no somos tan estúpidos como para involucrarnos en asuntos políticos y menos en estos días. Tenemos un futuro por delante.
MANUEL.- Lo sabía. Son un par de cobardes con sueños ilusos.
INTENTA AGARRAR EL MALETÍN. REMIGIO NO LE DEJA.
REMIGIO.- Pero Manuelito no sé que te está pasando últimamente. ¿Todavía no entiendes?
MANUEL.- No. Así que me lo van explicando rapidito.
JUVENAL.- Te diré algo. La tarea se va a cumplir aunque nosotros no estemos aquí mañana.
MANUEL.- ¿Cómo entonces …. ?
JEVENAL.- Tranquilo Manuelito. Mañana nuestros “HOMBRES” estarán ubicados en sitios estratégicos esperando el momento. En la entrada principal estará la Banda tocando y ahí, entre los músicos va a estar nuestro Hombre Nro. 1…
REMIGIO.- … y aquí (SEÑALA) junto a los vendedores ambulantes, estará nuestro Hombre Nro. 2…
MANUEL.- Pero…
JUVENAL.- … lo que quiere decir que estamos cumpliendo con parte del trabajo y mañana se concluye con la caída del Bagre. ..
REMIGIO.- … y tú tienes que cumplir con la otra mitad de este maletín.
MANUEL.- Por el dinero no se preocupen. Preocúpense de que sus “HOMBRES” no cometan errores. Habrán ancianos, niños y mujeres, y sobre todo, la cantante española que tengo entendido llegará con él.
JUVENAL.- Como siempre el Bagre rodeado de mujeres hermosas...
REMIGIO.- … y de niñas, porque la calienta colchón que tiene es muy pichoncita. (MANUEL SE ENFURECE Y LO TOMA DEL PECHO)
MANUEL.- ¡Escúchame bien gusano, si quieres graduarte de médico no vuelvas a hacer ese comentario! ¡Ella no es ninguna calienta colchón!
JUVENAL.- Cálmese Manuelito. Lo que pasa es que el bachiller Remigio a veces es un deslenguado y repite lo que se comenta en la calle (MANUEL LO SUELTA).
MANUEL.- No quiero errores. Mañana después de la faena los espero en el Bar de la Maracucha para darles el resto.
JUVENAL.- Así será mí querido jefe de seguridad. (MANUEL SALE.)


ARTICULACION.



XVI
EL ATENTADO.

EL PÚBLICO INGRESA A LA PLAZA DE TOROS. ALGARABÍA POR CORRIDA CON LOS TOREROS GIGANTESCOS DE LA EPOCA, SE ESCUCHA PASO DOBLE TOCADO POR LA BANDA DE LA PLAZA. UNA HERMOSA CANTANTE GORDA CANTA TROZOS DE ZARZUELA ANIMANDO AL PÚBLICO. APLAUSOS. ENTRADA PRINCIPAL DE LA MAESTRANZA. SE ESCUCHA PASO DOBLE. ATRAVIESA LA ESCENA UN PREGONERO ANUNCIANDO EL CARTEL DE LA TARDE. SENTADO EN UN BANCO SOÑANDO DESPIERTO CESAR GIRON NIÑO. PUEDE VERSE MOVIMIENTOS DE PERSONAS ATRAVESANDO LA ESCENA. VEMOS UNA ESCENA SIMULTÁNEA EN LA QUE UNOS ESBIRROS CASTIGAN A UN GRUPO DE ESTUDIANTES ENTRE LOS QUE SE CUENTA EL CRONISTA.
PREGONERO.- Atención! Atención! ésta tarde la Plaza de Toros de Maracay recibe con gran satisfacción a los toreros (**) Hoy a las 5 de la tarde !! no pueden perderse esta oportunidad. Además desde España nos visita la exquisita cantante Sarita Montiel quien viene escoltada nada más y nada menos que por el Benemérito, el General Juan Vicente Gómez… ¡ a las 5 de la tarde no se lo pierdan. Compren sus boletos con tiempo…!!
EL NIÑO CÉSAR GIRÓN GIGANTE, AL VER LA PLAZA DESPEJADA SUEÑA CUANDO EL SEA GRANDE Y VEMOS CÓMO REGRESA CÉSAR GIRÓN GRANDE DE MADRID CON SU ALTERNATIVA COMO TORERO. UN TORO DE GRAN FORMATO (GIGANTE) SE LANZA AL RUEDO ANTE EL ENTUSIASMO DE TODOS, PERO ES SOLO UNA INTRODUCCIÓN Y EL TORO VUELVE AL INTERIOR DE LA PLAZA Y MUCHOS CORREN Y LEVANTAN EN HOMBROS A CÉSAR DANDO LA VUELTA A LA PLAZA MIENTRAS ÉL LUCE OREJA Y RABO EN CADA MANO ADORNADO POR SU TRAJE DE LUCES Y SIENTE QUE LA MUSICA ES TOCADA PARA EL PEDIDA POR EL PUBLICO COMO PREMIO DE SU GRAN FAENA. LA HERMOSA CANTANTE GORDA CANTA EN HONOR AL RECIÉN LLEGADO. APLAUSOS. REDOBLANTES ANUNCIAN QUE LA LLEGADA DEL BENEMÉRITO CON SUS ESCOLTAS. EN CARRO DE LA EPOCA, LA ENTRADA DE LA PLAZA PERSONAS BAILANDO CON RETRETA DE ANTAÑO. MERODEANDO POR EL LUGAR PUEDE VERSE ESTUDIANTES CON BOINAS CONVERSANDO. UNA MUJER SOBRE SALE Y ANUNCIA LA LLEGADA DEL BENEMERITO.
MUJER.-(Muy emocionada) Ahí viene!!. Ahí viene el Benemérito !! ahí viene!! (Cesar Girón niño corre para ver de cerca la llegada de el Benemérito y pisa a la mujer) ay ¡! niño cuidado!! (Se incorpora)… es él, es él …¡! (Entran los escoltas encabezados por Tarazona y comienza a sonar la Banda inmediatamente) Viva el Benemérito!! Viva!!
TARAZONA.- Muevan toda esta gente. No quiero a nadie cerca de la puerta principal. Vamos muévanse!! (Escoltas obedecen. Manuel que se encuentra en el lugar concentra su mirada en los músicos de la Banda.)
PREGONERO.- Compren sus boletos… a las 5 de la tarde es la primera corrida con uno de los grandes de España… ¡! No se queden por fuera… Hace su entrada nuestro Benemérito, el General Don Juan Vicente Gómez, acompañado por la hermosa estrella del cine mundial Sarita Montiel.
ALGARABÍA. MANUEL ESTÁ CON LOS GUARDIAS DE SEGURIDAD QUE RODEAN LA PLAZA. AL POCO TIEMPO HACE ENTRADA POR LA PUERTA PRINCIPAL EL BENEMÉRITO EN COMPAÑÍA DE SARITA MONTIEL QUIEN VISTE TRAJE DE MORENA CLARA CON PEINETA Y MANTILLA CUBRIENDO SU CABEZA. LA CANTANTE Y SARITA CANTAN UNA HERMOSA CANCIÓN QUE HABLA DE LAS CORRIDAS DE TORO. CÉSAR SALUDA AL GENERAL Y SU INVITADA Y EL TORO SALE A LA CORRIDA. TODOS ESTÁN ATENTO DE LOS PASES DEL TORERO Y GRITAN AD LIBITUM.
TODOS.- ¡¡¡Ole!!! ¡¡¡Viva César Girón!!!
DE PRONTO GRITOS DE MUJERES QUE REACCIONAN FRENTE A ESTUDIANTE QUE VIENE CORRIENDO ARMADO.
MUJERES.- ¡¡¡Aghh!! ¡¡Asesinoooo!!
DE PRONTO UNO DE LOS MÚSICOS SE LEVANTA SACA UN ARMA Y APUNTA HACIA JUAN VICENTE GÓMEZ. MUJERES GRITAN Y COMIENZA CONFUSIÓN DEL PÚBLICO. NEREIDA QUE HA ESTADO EN TODO MOMENTO DISFRAZADA DE MORENA CLARA SALE AL PASO
NEREIDA.- ¡¡¡Cuidadoooo!!
TODOS.- ¡¡¡Noooo!!
Y ATRAVIESA LA LÍNEA DE FUEGO RESULTANDO HERIDA. MANUEL EN MEDIO DE LA CONFUSIÓN CORRE EN SU AUXILIO.
MANUEL.- ¡Nereida! ¡Nereida!
ESCOLTAS CUBREN AL BENEMÉRITO. LAS PERSONAS CORREN ABANDONANDO EL SITIO. SARITA MONTIEL ES SACADA DEL LUGAR. TARAZONA DA ÓRDENES DE APREHENSIÓN DEL HOMBRE ARMADO QUE LOGRA HUIR DEL LUGAR. Y LOS ESTUDIANTES EN MEDIO DE LOS DISPAROS LE DEVUELVEN EL MALETÍN LLENO DE DINERO A MANUEL PONIÉNDOLO EN EVIDENCIA.
JUVENAL.- ¡¡¡Toma Manuelito. Te lo devolvemos, porque no queremos matar al General!!!
TARAZONA.- Apresen a González...
TARAZONA SACA DEL LUGAR AL GENERAL Y A LA CANTANTE INVITADA LLEVÁNDOLOS A UN LUGAR SEGURO. MANUEL ES APRESADO POR LOS ESCOLTAS DEL GENERAL.
MANUEL.- ¡Nereida…! ¡Nereida! ¡Ayúdenla está herida!! Esta herida, suéltenme. Nereida (ES SACADO DEL LUGAR) Nereida…!!
CESAR GIRÓN NIÑO GIGANTE HA ESTADO ESCONDIDO EN TODO MOMENTO BAJO UN BANCO. SE ACERCA AL CUERPO DE NEREIDA EN MEDIO DE UN CHARCO DE SANGRE. LA ESCENA QUEDA DESOLADA SOLO CON ELLOS.



ARTICULACION.


XVII
NEREIDA BÚSCAME A DOLORES.

NEREIDA AUN HERIDA CUENTA UN CHISTE MIENTRAS EL BENEMÉRITO HACE GRANDES ESFUERZOS POR ORINAR.
NEREIDA.- Y entonces el padre le preguntó al muchacho.. ¿Mijo, peca? Y el muchacho le respondió: “Sí , padre, hasta en el fundillo”
JUAN VICENTE.- ¡Ayy! ¡¡Ayyy! ¡No me haga reír le dije... ¡¡Ayyy!! (SE TAMBALEA Y NEREIDA CORREA A SOCORRERLO) Deje la adulancia y termine de dejarme solo para morirme como me venga en gana.
NEREIDA NO SABE QUE RESPONDER Y CON LOS OJOS LLENOS DE LÁGRIMAS MIRA COMO EL HOMBRE LLEGA CASI A RASTRAS A SU CAMA. ELLA TRATA DE SER COTIDIANA.
NEREIDA.- Bueno, para que no le duela mucho le tengo un chistecito buenísimo que le he reservado para un enfermo como usted Bene...
JUAN VICENTE.- Ayyy... noo
NEREIDA.- (SIN PARAR) Está el esposo agonizando en su cama, así como usted, ante su esposa y le pide su último deseo: “Mi amor, cásate con Pedro”; y la mujer le dice que no... “Yo no puedo hacer eso, mi amor, porque Pedro es nuestro compadre; y entonces el moribundo levanta la totuma y le responde a su esposa: “ pues mejor, que se joda” y se murió....
JUAN VICENTE.- Ayy... ya Nereidita... ya... que no puedo más... Estas ganas de orinar no se me quitan... y este ardor... y cuando trato de orinar no me salen sino goticas... no puedo más... Ayyyy... ayyy...
NEREIDA.- ¡Cónfiro! ¿y yo qué hago? ¿Por qué arruga la cara así? Como que metí la pata...
JUAN VICENTE.- Ayy... Tráeme a Dolores, muchacha...
NEREIDA.- ¿Qué?
JUAN VICENTE.- Tráeme a mi señora, Nereidita, que no quiero que me lleve la pelona sin haberle visto por última vez.
NEREIDA.- Pero esa señora no me quiere y si yo llego a su casa segurito me echa a la calle...
JUAN VICENTE.- Vaya. Búsquemela y me la trae... Oígame, dígamele que se acuerde del asuntico de las tierras... que yo me estoy preparando para irme...
NEREIDA.- Yo voy... pero General, deje de pensar en esas cosas tan malas. Usted no se va a morir todavía, porque, con todo respeto y que Dios me perdone, pero el dicho dice que “bicho malo no se muere”.
JUAN VICENTE.- Nereida, pásame la bacinilla y se me va y me cumple con el mandado como le dije.
NEREIDA.- sí, Bene... Aquí tiene... (LE DA LA BACINILLA), pero no se muera tadavía... porque si usted se me muere yo me quedo sin trabajo...
JUAN VICENTE.- ¡Que se vaya le dije!

Y SE VA A TODA PRISA.


ARTICULACIÓN














XVIII
EL DOLOR DE DOLORES.
A LA VENTANA DE LA CASA DE DOLORES LLEGA NEREIDA CON CARA DE ASUSTADA
NEREIDA.- ¡¡Doña dolores...!! ¡¡Doña Dolores...!! ¡¡Buenas noches...!!
DOLORES.- ¡¿Quién anda ahí?!
NEREIDA.- Soy yo... por aquí... Doña Dolores...
DOLORES.- ¡¿Qué haces tú parada en mi ventana a estas horas de la noche como la Sayona?!
NEREIDA.- (SE PERSIGNA) Es que le traigo un recado...
DOLORES.- ¿Un recado? ¿De quién?
NEREIDA.- ¿De quién más va a ser? Del único que usted y yo conocemos..
DOLORES.- Juan Vicente... ¿qué pasa?
NEREIDA.- Mando a decirle que quiere que vaya a verlo...
DOLORES.- ¿A esta hora?
NEREIDA.- Quiere estar vivo cuando lo vea..
DOLORES.- ¿Y qué es lo que tiene?
NEREIDA.- Tiene fuertes dolores... no puede ni hacer pipí... y cuando hace las gotas son marrones como sangre...
DOLORES.- ¿Y como sé que es verdad?
NEREIDA.- Él me dijo que usted va a saber que es verdad porque me pidió que le dijera que se acordara del asuntico de las tierras...
DOLORES.- ¿El...? ¿El asuntico de las tierras?
NEREIDA.- Así mismo como le dije...
DOLORES.- Espérame que me cambio y vamos... no, Nereida, vaya y avísele al doctor... Y que más nadie sepa, Nereida... Que nadie sepa que se va a morir el Benemérito... el Bagre... Ni siquiera el cura
NEREIDA.- Seguro doña Dolores... ni siquiera el cura...
CADA UNA SALE CORRIENDO EN DIRECCIONES DIFERENTES.

ARTICULACIÓN.
XIX
ADIÓS JUAN VICENTE, ADIÓS...
EN LA HABITACIÓN DE JUAN VICENTE DOÑA DOLORES SENTADA DESCONSOLADA JUNTO AL MORIBUNDO.
NEREIDA (CON UN TAZÓN) Con su permiso doña, aquí le traigo este guarapito
DOLORES.- ¿Y quién se lo pidió?
NEREIDA.- Es para los nervios, mi doña... Es que la veo tan afligida...
DOLORES.- Este dolor que yo cargo no se calma con guarapitos; además, no tenía que buscar pretextos para venir a meter el ojo aquí, en cosas que no son de su incumbencia
NEREIDA.- Es que quería ver al General, usted sabe, como para despedirme... Él fue muy bueno conmigo... Hasta se aguantó mis chistes malos.
DOLORES.- ¿Chistecitos con mi General?
NEREIDA.- Sí, doña... solamente de eso se trató... compañía, chistes y respeto.
DOLORES.- Umjú...Deje el miedo. Yo no te voy a echar de la casa, ni voy a perjudicarte... Sé muy bien que la tareíta esa que te encomendaron no la cumpliste... Yo conozco a una verdadera Calienta Cama con sólo verla.
NEREIDA.- Gracias... muchas gracias, doña... (TR) ¿Está dormido?
DOLORES.- Sí; es que esta madrugada estuvo con mucha molestia y quedó exhausto... a pesar de todo aceptó la visita del padre Claret.
NEREIDA.- ¿Y recibió la extremaunción?
DOLORES.- Claro.
NEREIDA.- Está respirando como si le faltara el aire.
DOLORES.- Está muy mal, mija... Se me va a ir... (SOLLOZA)
NEREIDA.- Caliéntele la Cama , doña Dolores...
DOLORES.- No seas falta de respeto, muchacha; respeta el dolor ajeno... además, no me digas lo que tengo o no tengo qué hacer.
NEREIDA.- Yo respeto su dolor... Yo lo que quiero decir es que se le acerque a su esposo, no ve que se le está yendo. Él necesita de usted... siempre la ha necesitado...

NEREIDA CON LÁGRIMAS EN LOS OJOS ASIENTE PARA QUE DOLORES SE ACERQUE AL LECHO DEL GENERAL. DOLORES SE SIENTA A LA CABECERA Y LO RECUESTA EN SU REGAZO. JUAN VICENTE LE DICE ALGO AL OÍDO A DOLORES Y ELLA HACE UNA SEÑA PARA QUE NEREIDA SE ALEJE.
DOLORES.- Ya está lejos... dígame...
JUAN VICENTE.- Que Tarazona proteja a Nereida y a todos los Gómez...
DOLORES.- Pero Nereida...¿ella es...?
JUAN VICENTE.- La hija de Carmen Peña...
DOLORES.- ¿De Carmen Peña?(ENTENDIENDO) Su hija...
JUAN VICENTE.- Shito y obedezca. Que todos sigan creyendo que fue mi Calienta Cama... jure...
DOLORES.- Yo voy a obedecer... Pero no me hable así... que es como si supiera algo malo.... como si se fuera...
JUAN VICENTE.- Shito le dije... Oíga en silencio. Que digan que me morí el 17 de diciembre... y no antes Dolores... No antes... júremelo
DOLORES.- Pero... (CONTENIDA)Se lo juro.
JUAN VICENTE.- Y no me falte... que soy capaz de venir a reclamarle
MUERE Y DOLORES SE ROMPE.
DOLORES.- Se me fue, Nereida... El Benemérito se me murió
NEREIDA.- ¡Se murió! ¡El General se murió!
NEREIDA INTENTA SALIR DE LA HABITACIÓN PERO ES RETENIDA POR TARAZONA Y POR EL DOCTOR.
TARAZONA.- Usted no va para ningún lado... así que silencio... ni una palabra más... Que usted no está aquí para anunciar nada; la pelona no ha pasado por aquí. ¿Le quedó claro? Y si se le ocurre abrir el pico se lo cerramos para siempre: El Presidente no ha muerto todavía... ¿Le quedó claro?
NEREIDA.- Pero él... Está bien, Señor Tarazona... En boca cerrada no entran moscas...
TARAZONA.- Calladita... Más le vale...Doctor, ya sabe lo acordado...
DOCTOR.- Sí, hay que prepararlo para que se mantenga por lo menos tres días...
DOLORES.- El quiere que digan que murió el 17.
TARAZONA.- El mismo día que murió el Libertador...Y así lo dirá la historia...
DOCTOR.- Hay que llevarlo a la enfermería.
TARAZONA.- Vamos... cargue...
DOCTOR.- Ahora sí que Maracay no será nunca capital de Venezuela, General.



SE LLEVAN EL CUERPO DEL GENERAL.




ARTICULACIÓN.


















XX
SABOR A NADA.

NEREIDA AUN MALTRATADA POR LAS HERIDAS MIRA LA CAMA VACÍA. BÁRBARA SE LE ACERCA SILENTE.
BÁRBARA.- Ya anunciaron su muerte. Ya lo tienen en la catedral. ¿Lo vio?
NEREIDA.- No; no lo he visto en el cajóin... pero estuve tres días viéndolo muertecito en su cama. Pobre. Murió cuando se murió. No se murió cuando él quería. La muerte no le obedeció.
BÁRBARA.- Cállate, muchacha.
.NEREIDA.- No se preocupe... es solamente a usted a la que le puedo decir esto; secreto es secreto...
BÁRBARA.- Pues no parece... Las paredes oyen. Prepare para que se vaya lejos...
NEREIDA.- Todos se han ido... Estamos solas... solas con los fantasmas, señora.
BÁRBARA.- ave María Purísima, muchacha que me espeluco.
NEREIDA.- Todo malo es cobarde... eso dicen por ahí.
BÁRBARA.- No soy cobarde.
NEREIDA.- Pero mala sí
NEREIDA SE SONRÍE Y BÁRBARA SALE DE LA HABITACIÓN FASTIDIADA POR EL COMENTARIO. LLEGA CORRIENDO MANUEL.
MANUEL.- ¡Nereida!
SE MIRAN EN SILENCIO Y VUELVEN A MIRAR LA CAMA.
NEREIDA.- ¡Se murió y te juro que no siento pena!
MANUEL.-Ya no hay razón para sentir miedo... Hasta me soltaron de la cárcel y Tarazona me dijo que te llevara conmigo lejos... tan lejos como pudiéramos... Ya podemos vivir tranquilo... Ya no hay miedo
Nereida.- No lo sabemos, Manuel... eso nunca lo sabremos sino con el tiempo...
MANUEL.- Pero somos libres... Ya no eres su...
NEREIDA.- ¿Su qué?...
MANUEL.- Lo que dicen que eres de Gómez...
NEREIDA.- Lo que dicen... ¿Quiénes dicen...? Nadie sabe ni sabrá lo que es verdad o es mentira...
MANUEL.- Bueno, pero muchos dicen que siempre te trató como a su verdadera hija.
NEREIDA.- Y a lo mejor hasta lo era, Manuel... A lo mejor por eso mataron a mi mamá... y por eso cuidé a mi padre hasta el final... esperando que nombrara a Maracay Capital de Venezuela.
MANUEL.- Bueno, pero ahora podremos casarnos... no eres más la... sirvienta del Bagre.
NEREIDA.- Que en paz descanse...
MANUEL.- ¿Se descansa en el infierno?
NEREIDA LE PROPINA SENDA BOFETADA A MANUEL. PAUSA.
NEREIDA.- El doctor dijo que nada valió la pena... porque ahora sí que Maracay nunca será la Capital de Venezuela...
MANUEL.- Pero nuca dejaremos de ser un jardín...
NEREIDA.- ¿Un jardín para qué, Manuel? ¿De quién? ¿Un jardín para asegurarse que siempre guardaremos silencio o vamos a echar chistes, mientras morimos de aburrimiento? Un jardín secreto por el que nuestras vidas pueden estar en peligro... Porque los aduladores trataran de convencer al país que Gómez si murió el 17 de diciembre... EL mismo día que Simón Bolívar...
MANUEL.- Los pueblos necesitan historias y personalidades...
NEREIDA.- ¿Cuál fue la fecha en la que murió supuestamente?
MANUEL.- El 17 de diciembre...
NEREIDA.- Adiós, Manuel...
MANUEL.- Nereida... No... Piénsalo... vente conmigo.
NEREIDA.- ...No quiero verle, ni a usted ni a su madre, “edecán”. Siga cumpliendo con su labor alebrestadora... puede decirle a todos que el General no se murió el día de la muerte del Libertador... sino tres antes... Así nunca será historia.
MANUEL.- Nereida...
NEREIDA.- ¡¿Qué?! ¡¿Nereida qué?! Se murió mi salvador... el que fue una amenaza para todos... pero que a mí cuidó y defendió como un padre... Me sucedió como le pasó a Maracay... como le ha pasado al país, Manuel...
MANUEL.- Pero yo siempre creí que tú no...
NEREIDA.- Para mí fue un héroe... él único que quiso salvarme cuando pude llegar a ser sólo un lugar para segundos frentes... Y para ti un asesino... Pero la verdad es que tú siempre serás un cobarde... y yo... sólo seré recordada por pocos como La Calienta Cama.

LA HERMOSA CANTANTE GORDA CANTA UN CUPLÉ.
NEREIDA DEJA SOLO A MANUEL.


FIN.

CARACAS – MARACAY
PRIMER BORRADOR 11- 08- 04.
DEFINITIVO: 29 – 08- 04.


IDEA ORIGINAL: CÉSAR EDUARDO ROJAS MÁRQUEZ
ESCRITO POR: CÉSAR EDUARDO ROJAS MÁRQUEZ

CON LA COLABORACIÓN DEL TALLER DE DRAMATURGIA DE VIART PRODUCCIONES MARACAY: MAGALY BOLÍVAR.
JUAN MARTÍN RIVAS.
AIDA CALDERÓN.
TAMMY FORT.
RAÚL CASTILLO
MARITZA HERNÁNDEZ.
DIRCY RODRÍGUEZ.