I
HACIENDO LA TAREA.
MARACAY. AÑOS ’30 DEL SIGLO XX. LA MARCHA FÚNEBRE INVADE EL ESPACIO. EL CRONISTA DE LA ÉPOCA Y LA ACOMODADORA ALECCIONAN A NEREIDA, UNA JOVEN DE UNOS QUINCE AÑOS, VESTIDA CON UNIFORME DE TELA DE KAKI, SUS ZAPATOS MOCASINES Y SUS MEDIAS TOBILLERAS, QUE ESCUCHA EMBOBADA CON EL CUADERNO ABIERTO Y SU LÁPIZ DE GRAFITO. ES EVIDENTE QUE ES UNA LECCIÓN
CRONISTA.- La ciudad Jardín de Venezuela debe su nombre al Cacique Maracay que es una palabra que en caribe significa tigre... El nombre del jefe de la tribu de los Aragua: Cacique Maracay...
ACOMODADORA.- Ay, sí, porque al parecer era muy arrojado y valiente...
NEREIDA.- (EN CHANZA MIENTRAS ANOTA EN SU CUADERNO) ¡Qué nombrecito! Se imagina que uno le diga en esta época: ¿Cómo está señor Tigre? Suena horrible...
ACOMODADORA.- Pero aunque te parezca horrible, era muy querido por su gente...
CRONISTA.- Pero bueno, estabamos hablando de Maracay... ¿Era de lo que querías?
NEREIDA.- Sí, para hacer la tarea porque mi mamá no me ha podido comprar el libro
CRONISTA.- Bueno, Maracay no siempre ha sido como se conoce hasta ahora... Su denominación política y territorial ha sufrido muchos cambios con el paso de los años, y es por eso que en las páginas de nuestra historia se habla de Maracay como villa de la provincia de Caracas...
NEREIDA.- ¿Provincia de Caracas...? ¿Y eso por qué? Si Caracas está tan lejos...
CRONISTA.- Pero así fue... Después fue denominada ciudad de la provincia de Aragua...
ACOMODADORA.- ... y luego parte del Estado Guzmán Blanco, del Gran Estado Bolívar, y del Gran Estado Guzmán Blanco...
CRONISTA.- ...para quedar definitivamente capital del Estado Aragua.
NEREIDA.- Eso quiere decir que Maracay para poder ser Maracay como capital del Estado, ha dado más vuelta que un trompo...
Acomodadora.- ¡Muchacha abusiva, respeta!
CRONISTA.- Déjala que así es... Y lo que estamos deseamos todos los Maracayeros es que, en esta primeros años del siglo XX...
ACOMODADORA.- (INTERRUMPIENDO) ...Ojalá que antes de terminar los años treinta.
CRONISTA.- (SUBE LA VOZ PARA CALLAR A LA ACOMODADORA) ...Maracay se convierta definitivamente en la capital del país... Total, el presidente pasa más tiempo aquí que en Caracas...
ACOMODADORA.- y hasta dicen que tiene sus proyectos...
CRONISTA.- Pero eso es harina de otro costal...
NEREIDA.- ¿Y de dónde viene la gente que vive aquí?
CRONISTA.- Nadie lo sabe exactamente...
ACOMODADORA.- Y bueno, últimamente Maracay es una ciudad de segundos frentes...
NEREIDA.- ¿De segundos frentes?
CRONISTA.- (APARTÁNDOLA PARA QUE NEREIDA NO OIGA) ¡Por favor, señora, es una niña y no entiende de esas cosas...! ¡Ella vino a hacer la tarea no a hablar de familias de raza, tradición ni abolengo!
NEREIDA.- Pero algún día se va a enterar que la mayoría de las damas de esta ciudad no son tan señoras como parecen... Además, por ahí dicen que su propia madre...
CRONISTA.- ¡Qué se calle, carajo!
ACOMODADORA.- El solo no se puede tapar con un dedo.
CRONISTA.- Pero cada cosa tiene su lugar y su tiempo ¿Entendió?
Nereida.- ¿Están peleando?
CRONISTA.- No... son cosas entre la acomodadora y yo, no nos hagas caso... Y continuando la información para la tarea... No hay mucha información de cómo se juntó la poblción de Maracay... Lo que te puedo decir es que la población de Maracay se generó espontáneamente alrededor del río Maracay...
NEREIDA.- .. En el valle de Tucupío y Tapatapa... eso lo dice la maestra Josefina todo el tiempo... y dice que hay que repetirlo para que no se olvide, porque en esta ciudad todo se le olvida a la gente por culpa del calor que lo emboba a uno...
CRONISTA.- Y tiene razón... Esa maestra Josefina es muy sabia... Pero tienes que anotar en el cuaderno de la tarea que no fue sino hasta el 5 de marzo de 1701 cuando se le dio consistencia oficial a lo que era este centro poblado gracias a que el Obispo Diego de Baños y Sotomayor erigió una feligresía.
ACOMODADORA.- La fecha de este evento es tomada por algunos historiadores como hito de fundación de Maracay.
NEREIDA.- ¡Qué horror! Muchas gracias señor cronista y señora Acomodadora ... la tarea me va a quedar bien bonita gracias a ustedes...
ACOMODADORA.- Sí, pero no te puedes ir sin echarnos el cuento prometiste...
NEREIDA.- Ay, pero es que... es que el que me sé... es... Es grosero...
CRONISTA.- ¿Grosero?
NEREIDA.- Sí... y me da pena con ustedes...
ACOMODADORA.- pero una promesa es una promesa... y tú prometiste echarnos un cuento si te ayudábamos con la tarea.
CRONISTA.- La acomodadora tiene razón. Nosotros cumplimos con nuestra parte.
NEREIDA.- Bueno, pero sólo si me guardan el secreto... ¿Esta bien? Pues ahí va... Esta es una vez un joven de 25 años de edad, muy servicial y educado va caminando por la calle cuando de repente cae al suelo debido a un ataque al corazón. Muere instantáneamente y como toda buena persona...va al cielo.
ACOMODADORA.- Morir en la flor de la vida...Pobre joven...
NEREIDA.- Dicen que cuando le toca a uno, le toca... Al llegar al cielo le abre la puerta San Pedro y le dice: "Bienvenido seas hijo." El joven le dice: "Creo que yo no debería estar aquí todavía." San Pedro le pregunta:" ¿Por qué hijo mío?"... y el muchacho le dice " No estaba preparado, San Pedro. Dejé a mi familia en mal estado y quisiera arreglar eso antes de venir y por lo tanto te pido que me dejes regresar a mi casa." Eso es imposible hijo.... Espera... puedes regresar, pero únicamente convertido en un animal doméstico." El joven se queda pensativo unos segundos y dice: "Está bien, regresaré en forma de gallina, ya que en mi casa tengo muchas gallinas." Llega a su casa convertido en una hermosa gallina de plumas blancas y muy robusta. Al caer en el gallinero las otras gallinas quedan asombradas y se le acercan formando una rueda y diciendo cosas muy bonitas de la gallina recién llegada. Como en todos los lugares, llega una gallina envidiosa que dice: "Tienen razón esta gallina es muy bonita... pero es muy probable que no pueda poner huevos". El joven queda asombrado en el momento en que todas las gallinas empiezan a gritar: "¡¡¡Que ponga un huevo!!!" "¡¡¡Que ponga un huevo!!!" El joven asustado empieza a pujar hasta que de repente pone un huevo. Todas las gallinas gritan: "¡¡¡Que ponga otro!!!" "¡¡¡Que ponga otro!!!" El joven emocionado sigue pujando hasta poner otro huevo. Las gallinas gritan nuevamente: "¡¡¡Que ponga otro!!!" "¡¡¡Que ponga otro!!! " De repente, el joven siente un porrazo y abre los ojos y ve a su esposa que le dice: "¡¡¡Mi amor despiértate!!!" "¡¡¡Te estás cagando en la cama!!!"
RIEN A CARCAJADAS Y EL CRONISTA HACE QUE SE VA A SACAR LA CORREA EN BROMA.
ACOMODADORA.- ¡Ay!
CRONISTA.- ¡¡¡Muchacha vulgar...!!!
NEREIDA.- (HUYENDO A TODA PRISA) Pero a usted les encanta que les eche cuentos coloraos...
CRONISTA.- ¡Te voy a acusar con la maestra...!
NEREIDA.- ¡¡Nos castigaría a los tres: a mí por echarlos y a ustedes porque les gusta escucharlos!!
CRONISTA.- ¿Y a donde vas?
NEREIDA.- ¡¡A buscar la felicidad!! ¡¡A buscar la felicidad!!
CRONISTA.- Salúdame a Carmen...
ACOMODADORA.- ...y dile que tiene una hija muy grosera...
NEREIDA SALE A TODA PRISA.
EL PUBLICO ENTRA AL ESPACIO.
ARTICULACIÓN MIENTRAS SUENA EL POPULE MEO.
II
LA TRAGEDIA QUE DA INICIO A LA HISTORIA DE NEREIDA.
EN LA HUMILDE Y ESCUETA SALA SE ENCUENTRA SENTADA UNA MUJER DE ASPECTO HUMILDE, IMPÁVIDA, DE LUTO, DE UNOS CUARENTA AÑOS. SE NOTA QUE LA VIDA NO HA SIDO AMABLE CON ELLA Y LE HA DADO EL ASPECTO DE UNA PARCA. INESPERADAMENTE SE ABRE LA PUERTA Y SE ESCUCHA LA RETRETA QUE PASA POR EL FRENTE Y NEREIDA VIENE DE CLASES CORRIENDO FELIZ CON SUS LIBROS.
NEREIDA.- ¡Mamá! ¡Nos soltaron temprano porque el Bagre llegó hoy de Caracas y hay desfile de bienvenida! ¡Y me quedé con el señor cronista para que me ayudara con la tarea que tengo que hacer mañana! ¡Mamá! ¿¡Tú crees que Maracay llegue a ser la Capital de Venezuela? ¡Mamá, ¿dónde estás?
MARCOLINA.- Nereida.
NEREIDA.- ¡¡¡Mamá!! ¿Quién es usted?!
MARCOLINA.- ¿No me reconoces?
NEREIDA.- ¡Tía Marcolina! ¡¿Y qué hace vestida así?! ¿Y Manuel? ¿Y mi mamá?
A PARTIR DE ESTE MOMENTO VEREMOS UNA ESCENA SIMULTÁNEA: UNA EN EL INTERIOR DE LA CASA (ENTRE NEREIDA Y MARCOLINA)Y OTRA EN LA PUERTA DE LA MISMA (ENTRE CARMEN Y DOS ESBIRROS DE GÓMEZ).
MARCOLINA.- Por eso estoy aquí
esperándote...
ESBIRRO.- Carmen Suárez.
CARMEN .- (TRAE CALIENTES SUS AREPAS) Yo. ¿Y cómo para que soy buena? ¿Quieren unas arepitas? Las de carnes están recién de rechupete .
NEREIDA.- ¡Mamá!
MARCOLINA.- No... ella no está...
NEREIDA.- ¿Y dónde esta?
SILENCIO.
ESBIRRO 1.- Necesitamos que responda por unos asuntos.
CARMEN.- ¿Unos asuntos? ¿Y quién? ¿Quién los mandó? Yo no tengo nada que responder...
ESBIRRO 2.- Claro que tienes que responder, Carmen... porque nosotros nos enteramos de quién es hija esa muchacha que pariste escondida.
CARMEN.- (TOMANDO FUERZAS) ¿Quién los mandó?
ESBIRRO 1.- La misma persona a la que casi le quitaste el marido con la barriga de Nereida...
NEREIDA.- ¿Dónde está mi mamá?
ACORDES DE TENSIÓN.
CARMEN.- ¿Y Gómez sabe? ¿Sabe que ustedes están aquí?
ESBIRRO 2.- ¿Y por qué tiene que saber?
CARMEN.- Porque es el papá... porque Gómez es el papá de mi hija Nereida.
SILENCIO.
MARCOLINA.- En la morgue...
SILENCIO.
NEREIDA.- ¿Cómo que en la morgue?
¿Qué pasó?
ESBIRRO 1.- Es lo que queríamos escuchar ¿Verdad Amargura?
ESBIRRO 2.- Así es ques que es.
LOS ESBIRROS LA APUNTAN CON UN ARMA.
CARMEN.- ¿Pero por que me apuntan? Yo no hice nada... Yo no hice nada, lo juro... yo no tuve la culpa... El General quería conmigo... y yo no hice nada.
NEREIDA.- ¿Qué le pasó a mi mamá?
ESBIRRO 2.- Pues eso te vamos a mandar a poner en tu epitafio.
ESBIRRO 1.- Porque en boca cerrada no entran moscas.
NEREIDA.- No me mire así, tía y dígame:
¿qué le pasó a mi mamá?
MARCOLINA.- Mija, tu mamá sufrió un...
NEREIDA.- ¿Un qué...?
ESBIRRO 2.- Adiós, Carmencita.
ESBIRRO 1.- Ahora te vas a vender arepas al cielo
LE DISPARAN A CARMEN.
CARMEN.- (HERIDA DE MUERTE) ¡¡Nereida!!
LOS ESBIRROS SE PERCATAN QUE NADIE LOS VIO Y RECOGEN EL CADAVER DE CARMEN Y SE LO LLEVAN.
FINAL DE LA ESCENA SIMULTÁNEA.
MARCOLINA.- Un ataque al corazón mientras vendía las arepas y...
NEREIDA.- ¡¡Y qué... tía, hable!!
MARCOLINA.- Recoja sus cosas que usted se viene conmigo, a mi casa... porque su mamá se murió.
NEREIDA.- ¿Se murió?
MARCOLINA.- Sí, muchacha...
NEREIDA.- Pero esta es mi casa...
MARCOLINA.- No... esta casa es de los Gómez... su mamá no tenía casa propia.
NEREIDA.- Pero usted nunca me ha querido mucho...
MARCOLINA.- Pero no tienes ningún otro lugar para ir...
NEREIDA.- (QUEBRÁNDOSE. ESTALLA EN LLANTO) Mi mamá... ¡Mi mamá! ¡¡¡Mamáááá!! (SALE CORRIENDO)
ARTICULACIÓN.
AFUERA ARRANCA OTRA VEZ LA FIESTA.
III
DETRÁS.
CONSULTORIO DEL DOCTOR DE GÓMEZ.
DOCTOR.- Y me dices que hay una muchacha bonita..
BÁRBARA.- Muy bonita... La veo sentada y sola todas las tardes en la puerta de lo que parece ser su casa... Es perfecta para lo que la necesitamos...
DOCTOR.- Pero sabes cómo tenemos que actuar...
BÁRBARA.- Como hemos actuado todo el tiempo, galeno... Usted no me va a enseñar a hacer mi trabajo, como yo no le voy a enseñar a hacer el suyo... Yo soy la historia detrás de la historia... las mujeres como yo siempre lo hemos sido... y dudo que alguien recuerde con el tiempo mi nombre y mucho menos de mi talento
DOCTOR.- Disculpa Bárbara... tienes razón...
Bárbara.- Siempre la tengo...
DOCTOR.- Muy humilde.
BÁRBARA.- ¿Para qué?
DOCTOR.- Cierto.
BÁRBARA.- ¿Vas a quererla?
DOCTOR.- Sí... bueno... tengo que buscar aliados... pero en principios sí... Necesitamos que mi paciente especial permanezca con vida... por lo menos hasta que declare a Maracay Capital de la Nación...
BÁRBARA.- Para cuándo...
DOCTOR.- Yo te digo...
BÁRBARA.- Sabes que eso cuesta...
DOCTOR.- Si se va a necesitar se va a pagar, no te preocupes por eso...
BÁRBARA.- Me gustan las cuentas claras...
DOCTOR.- Eso es lo que más me gusta de ti...
BÁRBARA.- Los negocios son los negocios... y el placer... es el placer...
ARTICULACIÓN.
IV
MANUEL
NEREIDA RECOGE PLATOS DE LA MESA Y LLEGA MANUEL EN SILENCIO Y LA AGARRA POR DETRÁS POR LA CINTURA Y ELLA VA A GRITAR DEL SUSTO PERO ÉL LE PIDE QUE NO LO HAGA
MANUEL.- ¿Sola?
NEREIDA.- Con Dios. Tía Marcolina comió y se fue a acostar... No me habla... ni siquiera me mira... parece que mi presencia le molestara... como si mi olor en la casa le hiede, desde que se dio cuenta que usted me mira de esa manera... ¿Sabe, primo? Me siento como un dulce que usted se quiere comer... Hágame el favor y me deja sola para terminar de recoger las cosas y acostarme...
MANUEL.- ¿Conmigo? ¡No le gustaría recostarse conmigo? Estamos solos... y no voy a desaprovechar esta oportunidad, para decirle todo... (SILENCIO)Yo te deseo, Nereida...
NEREIDA.- ¡Suelte Manuel, no sea abusador! ¡Usted es mi primo hermano y tiene que respetar!
MANUEL.- No seas boba, Nereida... Yo sé que te gusto tanto como me gustas tú a mí... no sea boba, que nadie tiene que saber que quiero que aprendamos a hacer algunas otras cosas juntos...
NEREIDA.- ¡Que suelte le dije! ¡Se aprovecha porque no tengo hermanos que me defiendan! ¡Usted mismo debería ser el que me cuidara!
MANUEL.- Pero si yo te quiero cuidar... y defender... y enseñar algunas cosas que te van a gustar bastante.
NEREIDA.- ¡Qué va! ¡No sea pasado! ¡Suelte!
MANUEL.- Dame un besito... aunque sea... ¡Ay, pero no me pellizque!
NEREIDA.- Y se salva que no tenía una aguja cerca, porque le hubiera cosido la boca por deslenguado... por abusivo... por sinvergüenza... ¿Es así como usted me quiere, primo? Yo soy su familia, casi su hermana... y soy una muchacha decente... huérfana, pero decente... y no entiendo por qué se le ha metido en la cabeza que huérfana y fácil son las mismas guarandinga...
MANUEL.- Yo no he dicho eso...
NEREIDA.- Pero me hace sentir como un cotillón al que le quiere meter la mano... Y yo me siento desamparada, primo. Como si la vida se hubiera puesto en mi contra... como si me estuviera cobrando por algo que yo no hice... ¿Qué de malo tiene el haber nacido mujer en un mundo de varones? Eso no le da ningún derecho a propasarse conmigo porque estoy sola... yo no soy una pila de agua bendita a la que todo el mundo le mete la mano... Porque una cosa es que usted quiera abusar de mí... y otra muy distinta es que yo me deje..
MANUEL.- No es así... Lo que pasa es que tu te has puesto tan bonita... y yo... tú lo sabes... yo siempre he estado enamorado de ti...
NEREIDA.- No hable bolserías, porque yo lo quiero como mi primo... además si lo escucha la tía Marcolina voy a salir como corcho’e limonada de esta casa...
MANUEL.- Nereida... siento que me vuelvo loco cada vez que me rechazas...
NEREIDA.- Usted no me quiere, Manuel... usted quiere una guachafita conmigo...
MANUEL.- Yo sé... tienes razón en desconfiar de mí... pero mírame a los ojos... Sí; yo te deseo... es normal... Pero eso no es todo... Yo estoy trabajando para la casa presidencial... Y yo... Yo quiero algo serio contigo, Nereida... Yo quiero que te cases conmigo.
NEREIDA.- ¿Qué me case... con usted? ¿A pesar de la tía Marcolina?
MANUEL.- Así me tenga que llevar el mundo por el medio...
NEREIDA.- Entonces... sí es así como usted dice... busque a dónde me va a llevar, primo... porque esta es la casa de su madre y usted sabe muy bien que ella no me soporta... y mucho menos va a aceptarme como nuera...
MANUEL.- Tendrá que acostumbrarse a la idea... porque yo la quiero como mi esposa...
NEREIDA.- Entonces busque a dónde me va a llevar..
ARTICULACIÓN.
ELIPSIS.
V
LA ADVERTENCIA
MANUEL SALE A TODA PRISA CON UNA MALETA. NEREIDA LE VA A HABLAR PERO NOTA QUE MARCOLINA ESTÁ ESPERANDO QUE SU HIJO SALGA Y SE OCULTA PARA ESCUCHAR LA CONVERSACIÓN.
MARCOLINA.- ¡Párate ahí Manuel! Que usted y yo tenemos que hablar...
MANUEL.- usted dirá...
MARCOLINA.- ¿A donde va con esa maleta?
MANUEL.- Ya lo sabes, mamá...
MARCOLINA.- ¿Se va de mi casa?
MANUEL.- Me voy a trabajar a la casa Presidencial... Me ofrecieron trabajarle al Benemérito... como seguridad...
MARCOLINA.- Es un trabajo en el que tienes la muerte caminando contigo
MANUEL.- Pero pagan... y bien... Hasta me ofrecieron un terrenito para construir mi propia casa... No quiero seguir viendo que no tienes nada para comer...
MARCOLINA.- Pero no quiero comer pensando que te me vas a morir... que ya no te voy a tener conmigo...
MANUEL.- Algún día me voy a ir a vivir sin ti, mamá...
MARCOLINA.- ¿Con tu prima?
MANUEL.- ¿Qué tiene que ver Nereida en todo esto?
MARCOLINA.- Yo te miro los ojos y sé lo que pasa por tu cabeza cuando la ves... y quiero... quiero que me prometas que no vas a cometer una locura...
MANUEL.- No se preocupe, vieja... Yo respeto a Nereida... y no voy a cometer ninguna locura por ese lado, pero por el otro... Trabajar para el gobierno no es una locura... ahora menos que nunca... mucho menos cuando ya todos están convencidos que en cualquier momento Gómez nombra a Maracay Capital de la nación... Y hay que darle al bagre, lo que el Bagre necesita... Bendición..
MARCOLINA.- dios me lo bendiga, hijo... dios me lo bendiga...
ARTICULACIÓN.
VI
PLAN DE GOBIERNO
MARACAY. CASONA DE JUAN VICENTE GÓMEZ.
DOCTOR.- Nada... Parece decidido a quererse morir...
TARAZONA.- No se lo podemos permitir... No hay nadie que pueda manejar su hacienda...
DOCTOR.-. Estás hablando del señor Presidente, Tarazona... Y todos sabemos que él se va a morir cuando quiera... No cuando Dios quiera...
TARAZONA.- Usted es el galeno... tiene que buscarle una motivación... algo que lo mantenga entusiasta...para que no se quiera ir al infierno...
DOCTOR.- Yo venía pensando en eso...
TARAZONA.- ¿Pero qué...?
DOCTOR.- Tengo una idea... pero no quisiera que pensara que estoy loco.
TARAZONA.- Usted hable y yo digo...
DOCTOR.- ¡Sería suficiente meterle bajo las sábanas a una joven doncella como hacían con los Patriarcas judíos para que les calentara con su cuerpo!
TARAZONA.- Zape... Al general no le va a gustar es ideíta... es de los que piensa que el hombre que duerme con mujer, va perdiendo la machura y se vuelve mujer. Además: ¿cómo vamos a hacer para que la señora Dolores no se dé cuenta que le estamos metiendo una polla en la cama al Benemérito?
DOCTOR.- Utilizando el mismo argumento, Tarazona... utilizando sus propias palabras...
TARAZONA.- No entiendo...
DOCTOR.- Vente... Vamos a caminar por el jardín, porque estos lugares cerrado me huelen a espías... Vamos y te cuento cómo vamos a utilizar las palabras del Benemérito para no permitir que muera...
MARCHA MILITAR COMO ARTICULADOR.
VII
LA VENTA
MARCOLINA, ACOMPAÑADA DE BÁRBARA VESTIDA ELEGANTE PERO CERRADA DE NEGRO Y SOMBRERO CON VELO, ESTA SENTADA CON UNA NERVIOSA NEREIDA.
MARCOLINA.- Nereida, mija, desde que mi hermana Carmen murió yo he velado por usted, le he tratado como una hija más... pero la situación económica en esta casa está muy difícil...
NEREIDA.- ¿Qué quiere decir? ¿Me está echando de la casa? No me haga eso, por favor... yo no tengo a dónde ir...
MARCOLINA.- Cállese, deje el escándalo y escúcheme... Usted sabe que razones tengo para no quererla metida en mi casa... No quiero que la vida me haga el chsitecito de hacer de mi sobrina mi nuera....
NEREIDA.- (CONFIRMA) Lo dice por Manuel. (TR) Lo sabía... (TR) Me cansé de decirle que me dejara tranquila, pero él no parecía entenderme
MARCOLINA.- Cállese...Yo he querido echarla, pero no lo he hecho porque creo en los principios de la caridad cristiana... Mire, esta señora se llama Bárbara Merente...
BÁRBARA.- Hola Nereida.
NEREIDA.- Pero, usted... usted es la señora que veo pasar todas las tardes y me saluda desde el coche que va a la casa del presidente...
BÁRBARA.- soy yo...
MARCOLINA.- ...y me está ofreciendo darte trabajo con ella...
NEREIDA.-- ¿Un trabajo?
MARCOLINA.- Sí, está dispuesta a pagar muy bien para que trabajes bajo sus órdenes... Y usted sabe cómo se necesita la plata en esta casa...
NEREIDA.- ¿Pero un trabajo de qué?
MARCOLINA.- Como sirvienta... Es lo que me dijo la señora...
NEREIDA.- Sirvienta... ¿Dónde?
BÁRBARA.- Donde yo te indique... en este momento estoy haciendo este negocio con tu tía para que trabajes bajo mis órdenes en la Casa del Benemérito...
NEREIDA.- ¡Del Bagre...?
MARCOLINA.- Nereida, respeta al Presidente...
BÁRBARA.- Te aseguro que es un trabajo muy delicado, pero necesario para el bienestar del país... Queremos darle un excelente servicio al Presidente para que no tenga duda a la hora de convertir a Maracay en capital de Venezuela.
MARCOLINA.- Te vas con ella mañana por la tarde... y recoge todas tus cosas... que a partir de mañana te quedas con ella... para siempre
NEREIDA.- ¡Hasta que lo logró, tía!
MARCOLINA.- Tú si que hablas aguao, muchacha...
NEREIDA.- Usted no me llamó para hablar conmigo, para escuchar mi opinión... usted me llamó para anunciarme lo que ya había decidido... ¿Por qué me odia tanto si usted es mi familia? ¿Por qué no le importa lo que piense yo, tía?
MARCOLINA.- No puedo tenerte más en mi casa, muchacha...
NEREIDA.- ¿Cuántas mujeres hacen esto que está haciendo usted en nombre de la decencia y la estabilidad familiar? Pero lo que yo sé, tía, es que esas cosas las mira Dios... porque para que las familias sean felices no deben tener culpas, ni haber sacrificado a gente inocente para sostenerla... el cura tenía razón... La mayoría de los hombres emplean gran parte de sus vidas en hacer desgraciado al resto... Dios la perdone, tía
MARCOLINA.- No nombres a Dios en esto... Los seres como tú no merecen nombrar a Dios...
NEREIDA.- Mentira... cuando la gente como yo se levanta y echa pa’lante Dios se siente orgulloso... y es de la gente como usted, de la decencia de las señoronas como usted, tía, que Dios se avergüenza...
MARCOLINA.- (LA ABOFETEA) ¡Cállate! ¡O vete de una vez!
NEREIDA.- Pues entonces me voy... (A BÁRBARA) Ya le pago a la señora...
BÁRBARA.- Y le pagué muy bien...
NEREIDA.- Me compró... Que baja eres Marcolina. Me vendiste como un animal... (A BÁRBARA) Entonces vamos. No quiero ensuciarme más tratando de convencer a esta señora que no soy mala, tratando de hacerme querer por esa mezquina, esa egoísta que a partir de este momento es una desconocida para mí...
BÁRBARA.- ¿Y no vas a traer nada?
NEREIDA.- Cuando yo llegué a esta casa, porque mi mamá se había muerto y no había nadie que mirara por mí... lo único que traje fue la ilusión de tener nuevamente una familia... una familia que me quisiera... y lo único que he encontrado es una mujer que se ha aprovechado de mí como una sirvienta, sin pagarme un centavo por todo el trabajo que hice en su casa para ella... y el hijo creyó que era un juguete con el que podía divertirse y equivocadamente quería hacerse hombre... Y no soy ni una esclava, ni una regalada... Y me voy sin lo que vine a buscar, pero limpia... Y para la señora, después que se le acabe la plata que le pagó por mí, sólo le va a quedar la culpa... que no se cura nunca, porque los culpables siempre vuelven a mirar la roncha y la vuelven a romper.
MARCOLINA.- Pécora... Malagradecida...
NEREIDA.- No; yo sólo soy huérfana... de padre y madre... no soy todo eso que a lo mejor sí es usted en el fondo del corazón, porque el que teme el pecado es porque lo tiene escondido en algún lugar...
BÁRBARA.- Entonces vamos... que tenemos mucho que hacer...
NEREIDA.- Que Dios la perdone, señora... porque yo no la voy a perdonar nunca... nunca...
ARTICULACIÓN.
VIII
LA PREPARACIÓN DE NEREIDA.
LA CASA DE GÓMEZ (LA GOMERA). EN UNA SALA ESPECIAL ESPERAN EL DOCTOR Y TARAZONA. LLEGA BÁRBARA CON NEREIDA.
BÁRBARA.- Permiso.
TARAZONA.- Creímos que se había echado pa’tras... que no iba a venir hoy...
DOCTOR.- Yo se lo dije... Bárbara Merente nunca ha fallado a una tarea para el general... Ella es una buena negociante.
BÁRBARA.- Ella es Nereida... la muchacha de las que le hablé...
NEREIDA.- Sí y la señora me ha estado hablando durante todo el camino de los patriarcas de la Biblia, de lo necesarios que son los conductores de las naciones y esas cosas, pero a mi ignorancia... no le ha dicho para qué es que me trajeron para acá... si es para que sea sirvienta, cocinera, lavandera o qué... Así que le exijo que me digan de una vez y sin rodeos ¿cuál es el trabajo que quiere que haga?
MANUEL VA A ENTRAR Y SE DETIENE. MUY ASOMBRADO SE QUEDA ESCUCHANDO LA CONVERSACIÓN.
TARAZONA.- ¿Y usted no le ha dicho, Bárbara?
BÁRBARA.- Preferí que llegáramos a la Gomera, para que no mal interpretara lo que le vamos a pedir.
NEREIDA.- ¿Y por qué tengo que mal interpretar nada?
DOCTOR.- Porque no es un trabajo fácil... y en ello va la posibilidad de que el Presidente nombre a Maracay Capital de Venezuela.
NEREIDA.- Dejen de dar vueltas de una vez y díganme de qué se trata... Bárbara...
BÁRBARA.- Queremos que te encargues del General.
NEREIDA.- ¿Qué me encargue del General?
BÁRBARA.- Queremos que sea muy agradecida con él... En nombre de todos nosotros...
NEREIDA.- ¿Agradecida?
DOCTOR.- Voy a tratar de explicártelo en términos médicos... El General padece actualmente una terrible dolencia que lo tiene muy desanimado, hasta el punto de que incluso ha perdido las ganas de luchar y hasta de vivir...
TARAZONA.- Y nosotros no podemos permitir que muera, el muy berraco
DOCTOR.- Utilizando las últimas recomendaciones europeas, hemos estado experimentando, sin que el Benemérito se dé cuenta de ello, con una alimentación rica en vegetales verdes y transfusiones de sangre que lo mantienen lúcido, con nosotros de manera efectiva... Pero la dificultad es que si un paciente tratado con esta terapia ha perdido las ganas de vivir... no hay modo de ayudarlo... de salvarlo... Y nosotros queremos utilizar todos los medios posibles para que regrese a la lucha y a la conducción del país...
BÁRBARA.- Es por eso que te hablaba de los Patriarcas bíblicos... resulta que en tiempos muy remoto... cuando uno de los patriarcas estaba muy viejo y perdía las ganas de vivir... su gente le buscaba una joven doncella para que durmiera con él... para que su calor le diera ganas de vivir... Y eso es lo que queremos que hagas con el General... que le devuelvas las ganas de vivir...
NEREIDA.- ¿Yo? ¿Y por qué yo?
TARAZONA.- Porque es cómo las muchachas que él conoció allá en su tierra... Y eso le va a regresar la alegría... Pero nadie debe darse cuenta que este trabajito que va a hacer se va a realizar... porque serían capaces hasta de matarla... Y por eso todo debe hacerse como si no ocurriera...
NEREIDA.- No entiendo nada.
BÁRBARAS.- No se preocupe mija, que para eso me tiene a mí... y usted va a seguir al pie de la letra mis indicaciones... ¿está entendiendo?
NEREIDA.- Me compraron como una esclava del siglo pasado... Dígame dónde y qué es lo que debo hacer...
MANUEL NO LO PUEDE CREER PERO NO SE ATREVE A DEJARSE VER.
ARTICULACIÓN.
IX
LA PRIMERA NOCHE CON EL BAGRE O ME LO GANE A CHISTES
EL BAGRE ENROLLADO EN SU COBIJA PARECE DORMIR, EN ESO PASA BÁRBARA, LO MIRA, PERCATÁNDOSE DE QUE ESTÉ COMPLETAMENTE SOLO Y HACE PASAR A NEREIDA VESTIDA EN UNA HERMOSA DORMILONA CUBIERTA POR UNA NO MENOS SUGERENTE BATA. LA MIRA POR ÚLTIMA VEZ Y LE HACE UNA SEÑA.
JUAN VICENTE.- ¿Quién está ahí?
NEREIDA.- Yo.
JUAN VICENTE.- ¿Quién yo?
NEREIDA.- Yo solita...
JUAN VICENTE.- ¿La Pelona que me vino a buscar?
NEREIDA.- No, señor... solamente yo...
JUAN VICENTE.- ¿Quién es usted?
NEREIDA.- Nereida... Nereida Peña...
JUAN VICENTE.- Umjú... ¿Y como qué hace usted, Nereida Peña, parada como la Sayona en mi cuarto y frente a mi cama? Digo, si no es un fantasma de los que rondan por ahí.
NEREIDA.- Es que vine a hacer un trabajo...
JUAN VICENTE.- ¿Un trabajo como de qué?
NEREIDA.- ¿Usted no tiene como frío?
JUAN VICENTE.- En Maracay no hace frío...
NEREIDA.- Pero es que a mí me dijeron que usted estaba sufriendo de frío...
JUAN VICENTE.- Pajuatadas...
NEREIDA.- Lo mismo pensé yo, pero no quise decir nada... usted sabe para que no sientan que como soy recién llegada me la echo de mucho y los estoy desautorizando.... pero yo9 me pregunté ¿cómo es eso que el señor presidente tiene frío y hay que calentarle la cama?
JUAN VICENTE.- A mí no me calienta la cama nadie...
NEREIDA.- Lo ve... yo dije lo mismo.. pero me insistieron que tenía que convencerlo porque yo y que me parecía a las pollas de su pueblo y que yo era jovencita... y que a usted le hacía falta calor...
JUAN VICENTE.- ¿Y de quién fue esa ideíta? ¡Tarazona...!
NEREIDA.- Ay, pero no les vaya a decir que yo no cumplí con mi trabajo... porque entonces sí que me voy a fuñir... ¿Usted no quiere que le eche una calentadita? Digo a la cama... por supuesto
JUAN VICENTE.- Una calentadita.
NEREIDA.- O mejor le puedo echar un cuento... yo me sé varios... y de varios colores... ¿No le gustaría?
JUAN VICENTE.- ¿Pero se volvió loca o yo estoy alucinando...?
NEREIDA.- No yo lo que quiero que diga es que yo lo estoy calentando... ande déjeme echarle un solo chistecito y si no le gusta me saca como Ricaute en San Mateo... ¿Sí? (SIN PAUSA) Estaban en la Maestranza dos toreros que acababan de torear un gran animal, sentados muy cerquita de una monjita... De las que siempre acompañan a la Madre María de San José... y entonces, para molestarla, porque usted sabe cómo es el sentido del humor de los toreros, uno le dice a otro... “Yo ya me quiero regresar a Ocumare, porque por allá no hay mucho católico y la gente vive muy bien”; y el otro siguiendo la chanza le dice “Y yo a San Joaquín, porque por allá si es verdad que nadie sabe ni siquiera qué es un católico...” Y la monjita brava se voltea y le responde... ¿Y por qué mejor no se van al infierno? Porque allá si que no saben lo que es Dios” ¿Qué le parece?
JUAN VICENTE.- ¡Quien es su mamá, muchacha?
NEREIDA.- ¿Mi mamá? Mi mamá se llamaba Carmen Suárez... Y mi mamá se murió y entonces me llevaron a casa de mi tía, me compraron como una esclava y me trajeron para acá a calentarle la cama... pero yo lo que sé es echar chistecitos.
JUAN VICENTE.- Escuche bien una cosa. Usted no responde más nunca en esta casa, a nadie que su madre fue Carmen Suárez. ¡Más nunca!
JUAN VICENTE LA MIRA SERIO Y DE PRONTO COMIENZA A REÍRSE BAJITO HASTA QUE EMPIEZA A CARCAJEAR. NEREIDA MUY NERVIOSA. ARTICULACIÓN
X
ESCÁPATE CONMIGO
UN RATO DESPUÉS NEREIDA VA SALIENDO DEL CUARTO DEL GENERAL Y SE ENCUENTRA CON MANUEL QUIEN LA ESPERABA.
MANUEL.- Nereida...
NEREIDA.- Manuel...
MANUEL.- Nereida, no te vayas...
NEREIDA.- ¿Qué quieres?
MANUEL.- Lo sé todo... Sé qué haces aquí...
NEREIDA.- Shhh. Es mejor que ni sepan que me conoce, Manuel... le podría ir muy mal... mucho...
MANUEL.- ¿Cómo fuiste capaz de hacer esto...? ¿Tu eres una de esas...?
NEREIDA.- Pregúntaselo a tu mamá...
MANUEL ¿Desde cuándo estás haciendo esto?
NEREIDA.- Desde que ella me vendió, para que yo cumpliera esta tarea histórica.
MANUEL.- Mi mamá...
NEREIDA.- Ella.
A PARTIR DE ESTE MOMENTO LAS ACCIONES SE LLEVARÁN A CABO DE MANERA SIMULTÁNEA EN DOS ESPACIOS QUE SE CONJUGAN.
MARCOLINA.- Yo... no sabía cómo íbamos a seguir viviendo juntas, Manuel... ella es una niña con muy mal carácter, todo el tiempo con una trompa como si yo le estuviera haciendo algo malo... y yo no la soportaba más en mi casa...
NEREIDA.- No soportaba la idea de que no tuvieras ojos más que para mí...
MARCOLINA.- Yo lo que hice, lo hice por su bien... porque a pesar de todo, en el fondo, yo le tengo cariño a esa muchacha, es la hija de mi hermana Carmen, que en paz descanse. Y su padre es un secreto que nadie conoce.
MANUEL.- ¿Y por eso se la vendiste a una alcahueta de Tarazona...?
MARCOLINA.- Ella me pagó para que yo le diera a Nereida para que le trabajara como sirvienta de la casa.. y yo no tenía por qué no creerle, mijo...
MANUEL.- ¿Pero sabes lo que van a hacer de ella...? Una prostituta...
MARCOLINA.- Nadie que no quiera se corrompe, hijo... Yo te amo... y todo lo he hecho en nombre de mi responsabilidad de madre.... Pero le voy a recordar una cosa, para que no la olvide nunca más en la vida: árbol que nace torcido nunca su rama endereza (DESAPARECE)
NEREIDA.- Me vendió... tu señora madre me vendió, Manuel... y ahora yo le caliento la cama al General Benemérito Juan Vicente Gómez, El Bagre.
MANUEL.- ¿Has sido su mujer?
NEREIDA.- ¿Y eso para qué te interesa?
MANUEL.- Escápate conmigo, Nereida... Tenemos una oportunidad...
APARECE LA AMENAZADORA PRESENCIA DE TARAZONA.
TARAZONA.- ¿Usted como que conoce bastante bien a la señorita, González?
NEREIDA.- No, señor... Lo que pasa es que me estaba deteniendo para preguntarme a dónde iba tan temprano... y yo le dije que iba a mi cuarto
TARAZONA:- Retírese, González, que en esta casa a esta hora, de la seguridad me encargo yo... Que no se le olvide...
MANUEL.- Cuente con eso, señor...
TARAZONA.- Retírese...
MANUEL.- Permiso... Disculpe la torpeza, señorita...
TARAZONA.- está disculpado, seguridad.
MANUEL SE VA.
TARAZONA.- ¿Y?
NEREIDA.- Digamos que ha sido una semana bien divertida... ya tengo calentándole la cama hace más de una semana... y está contento
TARAZONA.- ¿Contento? Sí, estos últimos días hasta le ha dado por contar chistes en las reuniones. El último de la criada caliente fue muy bueno
NEREIDA.- Anoche estuvo feliz, me ordenó que lo dejara y se durmió como un niño... No sin antes pedirme que regresara esta noche... pero que ni se nos ocurriera dejar que su señora se enterara... podría arder Troya, dijo él..
TARAZONA.- Y así se va a hacer... Así se va a hacer.
ARTICULACIÓN.
XI
SACALAPATALAJA.
HAY UN ACTO EN EL QUE ESTA PAUTADO LA CORONACION DE LA REINA DE LOS ESTUDIANTES. UNIVERSITARIOS CON SUS BOINAS AZULES PLENAN EL PATIO DEL ATENEO. GOMEZ Y SU COMITIVA SE ENCUENTRA EN EL MAGNO EVENTO. HAY UNA TENSIÓN ENTRE LOS ESTUDIANTES Y LAS AUTORIDADES QUE SE ENCUENTRAN EN EL EVENTO.
ESTUDIANTE JUAN OROPEZA.- (CON MICRÓFONO EN MANO) Distinguido y Benemérito General Juan Vicente Gómez, Distinguida comitiva que lo acompaña, Señoras y Señores, Damas y Caballeros. Es para mi un honor como representante de la federación de estudiantes, darles la bienvenida a este magno evento; en donde iniciamos la celebración de la semana del estudiante con la coronación de nuestra Reina. Así que recibamos sin más preámbulos con un fuerte aplauso, a nuestra espléndida soberana. La hermosa joven Beatriz Castillo.
SE ESCUCHAN APLAUSOS JUNTO CON UNA MUSICA MAJESTUOSA. QUE PERMITE LA ENTRADA A LA REINA SALUDA A LA CONCURRENCIA. SE SIENTA EN SU TRONO.
ESTUDIANTE JUAN OROPEZA.- Quiero señalar que este magno evento se gesta gracias a la colaboración del honorable Manuel González Peña, jefe de seguridad.
APLAUSOS. MANUEL SALUDA TEMEROSAMENTE.
ESTUDIANTE JUAN OROPEZA.- y para rendirle homenaje a nuestra soberana que mejor que la palabra; a través de la poesía; (MIRA HACIA DONDE SE ENCUENTRA EL BENEMERITO) ¿No cree usted General? (ESTE HACE UN GESTO DE AFIRMACIÓN) Pues entonces recibamos con un fuerte aplauso al poeta Tocuyano Pío Tamayo quien a través de su metáfora engalanara la belleza de nuestra soberana Beatriz Castillo.
EL PUBLICO APLAUDE. ENTRA EL POETA VESTIDO DE SMOKING. ESTE ES DE ASPECTO MENUDO Y DELGADO. MIRA A LA REINA Y SONRIE, MIRA HACIA LA COMITIVA DONDE SE ENCUENTRA AL BENEMERITO Y SONRIE; HACE UNA PAUSA.
POETA PIO TAMAYO.- Benemérito; Dulce Soberana; Amigos.
Mas que un poema, un homenaje; En realidad vengo ante vos majestad con un ruego.
Apelo a que se cumpla en el día de hoy;
una demanda; yo humilde indiecito
de los crepúsculos del tocuyo
mi corazón de duelo esta.
Por que ha sido arrebatado de mis brazos
mi único y gran amor
y usted majestad la inmortaliza en su belleza
Ella es tan dulce como el néctar de nuestras frutas
llena de excelsa alegría y fulgor
y con multitudinario color
pues aquellos que la conocen
la cotejan con el mismo arco iris.
Si, mi amada; mi eterno amor
es tan bella como vos
y solo vengo ante usted majestad
“Cacique Totonó, soy un indio Tocuyo yo
que humildemente espera
este grande favor. (MURMULLOS)
que mandes a todos tus súbditos
a que busquen a mi novia
que la han robado desde haces muchos años
¿El nombre de mi amada? ¡Se me parece a vos!
Mi novia se llama ¡LIBERTAD!
LOS ESTUDIANTES ESTALLAN DE EMOCION VUELAN LAS BOINAS AL AIRE GRITAN REPETIDAS VECES
ESTUDIANTES.- ¡Libertad, Sacalapatalajá!.
JUAN VICENTE GÓMEZ SE PARA MOLESTO INTENTA DEJAR EL RECINTO CUANDO MANUEL SACA SU ARMA MIRA DE UN MODO MUY PARTICULAR A GÓMEZ Y SUBITAMENTE DISPARA AL AIRE. SILENCIO. EL GENERAL MIRA A MANUEL Y LE DICE:
JUAN VICENTE.- ¡Espero que ese tirito haya sido para sosegar a estos pajuatos!... ¡Tarazona!! Arreste a todo aquel que quiera armar una bronca con esa palabrita extraña con la que me insultan. ¡Y usted Manuel! Busque a los cabecillas de esta insubordinación junto con el indiecito ese y me los manda para la Rotunda; por el tiempo que yo diga, por estar colaborando con coronaciones con esos discursitos de palabras torcidas. ¡Mire que exponerme a mí con estos desadaptados! y que estudiantes. Ya decía yo que no quería estar en ninguna coronación. Esos universitarios lo que quieren es palo y palo les voy a dar. ¡Palo les voy a dar! ¡carajo!!(SALE)
ESTUDIANTES .- (GRITAN) ¡Libertad, Sacalapatalaja!
DISTURBIO.
DISPAROS EN LA OSCURIDAD.
XII
NEREIDA ES DESCUBIERTA POR DOLORES
NEREIDA COME UNA TORONJA CUANDO LLEGA DOLORES Y LA ENCARA.
DOLORES.- ¡Ah! Es usted... Por fin la encuentro... y sola como quería encontrarla.
NEREIDA.- (INOCENTONA) Nereida Peña... encantada...
NEREIDA LE EXTIENDE LA MANO PERO DOLORES NO LE RESPONDE Y LA MUCHACHA BAJA LA MANO.
NEREIDA.- Usted dirá para que le soy buena.
DOLORES.- Mire, mija, yo quiero que me explique ¿qué carajo hace usted en esta casa? Desvergonzada.
NEREIDA.- No; yo no soy desvergonzada, señora... y me gustaría mucho saber quién es usted? ¿Por qué me insulta de esa manera? ¿Quién se cree que es?
DOLORES.- Quiero saber qué hace usted todas las noche en el cuarto de “mi esposo”; es decir: el general Juan Vicente Gómez.
NEREIDA.- Bueno... voy a ser sincera, pero no quiero que se burle de mí... Lo que yo hago es una tarea histórica, como la que me mandaba la maestra Josefina en el colegio. No la conocía. Déjeme decirle que usted es muy bella y permítame preguntarle una cosa. ¿las mujeres cuando envejecen se ponen frías?
DOLORES.- ¿Frías? ¿Pero qué estupidez es esta?
NEREIDA.- Es que yo no entiendo Porque a mi me dijeron que me habían comprado para calentarle la cama al General. ¿Es que su cuerpo ya no se calienta?
DOLORES.- ¿Qué estás diciendo, muchacha del carajo? ¡¿Cómo es que te compraron para calentarle la cama al general?!
NEREIDA.- No... no piense nada malo... Yo lo que hago es calentarle el ánimo... pero no la cama... Para ser más clara, yo le alegro la tristeza que tiene por ese dolor que le da cuando hace pipí con chistes... y eso lo hago todas la noches
DOLORES.- ¿Chistes? (SE RÍE) ¿Todas las noches? ¡Por favor! ¿Tú me has visto cara de pendeja o de qué?
NEREIDA.- Aunque usted no me lo crea, mi doñita, se duerme como un niño después del tercer o el cuarto chiste... y entonces yo aprovecho para irme rapidito para mi cuarto. Además, ¿usted no ha escuchado decir que el general de un tiempo para acá le cuenta chistes a sus ministros y hasta al personal de la cocina? Bueno esos son los cuentos que yo le echo todas las noches.
DOLORES.- ¿Y tú dijiste, yo le echo ese cuento a la vieja y ella se come todo el cuento, verdad? Déjame decirte que no eres ni la primera ni la última mujercita que se revuelca con mi marido; desgraciadamente tengo que callar y sufrir esas humillación, porque los deseos y decisiones de mi marido no se discuten, pero ¿sabes algo? Me da mucha tristeza ver que una muchacha tan joven haya caído tan bajo; por lo que he escuchado tú le calienta la cama a mi esposo y le hace favores. No lo niegues, ni te quieras hacer la tortolita.
NEREIDA.- ¿Favores? Por Dios. ¿Pero cómo va a pensar usted eso? Yo soy una muchacha decente, cristiana; que no tuvo la culpa de haber quedado huérfana, porque le juro que mi madre jamás habría hecho lo que la sinvergüenza de mi tía Marcolina hizo conmigo... Yo fui bien educada... con valores... Con el manual de urbanidad... y mi madre me enseñó que los hombres casados se respetan. Además, su esposo, aunque usted no lo crea, me dijo que... Bueno, mire, le voy a decir la verdad.... A mí me trajeron a esta casa y la orden que recibí fue la de calentarle la cama a su General, para que se sintiera mejor de salud, pero su esposo me dijo que a él no le calentaba la cama sino solamente usted. Y es por eso que le cuento chistes, para que los demás crean que estoy cumpliendo con el encargo al pie de la letra.
DOLORES.- ¡Qué sinvergüenzura! ¿Y... quiénes son los demás? Espero que me esté diciendo la verdad... porque de lo contrario la va a pasar muy mal. No se olvide que en esta vida... y en casa de los Gómez, todo se sabe...
NEREIDA.- Mire, doñita, créame, le cuento que una mujer, una tal Bárbara, fue a la casa de mi tía a comprarme... y la muy... no lo pensó dos veces y cometió la atrocidad de venderme; extendió su mano, cual Judas Iscariotes, para recibir el pago con el que salía de mí. Llegando acá nos recibió el señor Tarazona y el doctor de cabecera del General. Me imagino que de ellos salió la brillante idea, pero tenga la plena seguridad que todo lo que le he dicho es la purita verdad, por este puño de cruces (HACE CRUCES CON LAS MANOS Y LAS BESA)
DOLORES.- Así espero que sea, niña... Yo tengo mis métodos para constatar lo que me has dicho... Y te agradezco que te vayas de aquí... que te vayas y pronto (SALE)
NEREIDA.- ¿Y cómo hago? Yo soy la Calienta Cama.
ARTICULACIÓN.
XIII
LA CONFIANZA DA ASCO.
JUAN VICENTE ECHA LA BILIS EN UNA PONCHERA CERCA DEL AGUAMANIL QUE TIENE JUNTO A LA CAMA Y NEREIDA INQUIETA NO SABE QUÉ HACER.
JUAN VICENTE.- Tengo acidez... no deja de salirme esta agua ácida por la boca que no es vómito...
NEREIDA.- Es bilis... ¿Quiere que le cuente otro chiste que me aprendí?
JUAN VICENTE.- Vaya y déjeme solo... no quiero que me vea así... y mucho menos quiero que lleguen mis aduladores y la encuentren aquí, conmigo, ayudándome... podría levantar comentarios innecesarios... y con los comentario de los caraqueños y de las beatas tengo más que suficiente...
NEREIDA.- Yo soy un secreto.
JUAN VICENTE.- Y quiero que permanezca así... no quiero sorpresita... No quiero sustos... no quiero chismes... tengo suficiente con la atolondrada de la madre de mis hijos
NEREIDA.- Pues va a tener que buscar a sus edecanes para que me echen, porque no acostumbro a huirle a los problemas ni a la gente que quiero cuando se siente mal...
JUAN VICENTE.- Usted es una terca... Fuera... ¡Sute de aquí o la voy a mandar a dar unos palos por desobediente...!
NEREIDA.- ¡Miren quién habla de tercos! ¿Cuantas veces le he dicho eso de las naranjas? En la mañana son de oro, en la tarde son de plata, pero en la noche te matan... Pero es sordo como una tapia...
JUAN VICENTE.- Umjú... Usted siempre es muy cansadora.
NEREIDA.- Digamos que es parte de mi personalidad...
JUAN VICENTE.- Shito... y por lo visto también se ha vuelto muy modesta...
NEREIDA.- Tengo buenos maestros... ¿Ya se siente mejor?
JUAN VICENTE.- Desnúdese... que no está aquí para hablar, ni para esos chistecitos malos, sino para darme calor..
NEREIDA.- No tiene que portarse como un patán conmigo; mire que yo lo conozco.
JUAN VICENTE.- ¡Que se desnude le digo!
NEREIDA.- Sí... sí... ya...
JUAN VICENTE.- Es para que vea... usted no me quiere... ni porque me siento con este dolor berraco en la boca del estómago... no tiene por qué hacerlo... usted está aquí para calentarme la cama... de calienta colchón... es todo
NEREIDA.- (DESNUDA) ¿Así está bien?
JUAN VICENTE.- ¡Todo!
NEREIDA.- ¿Qué?
JUAN VICENTE.- Umju.
NEREIDA.- Está bien... por fin llegó el momento...
JUAN VICENTE SE RIE MALICIOSO, PERO NI LA MIRA.
JUAN VICENTE.- Aquí no llegó ningún momento... aquí lo que llegó es que ahora va a meterse debajo de la sábana para que me caliente la cama... Andando...
NEREIDA.- Si, señor general...
NEREIDA MARCHA DESNUDA Y SE METE EN LA CAMA.
ARTICULACIÓN MILITAR.
XIV
LA HUMILLACIÓN.
TRAEN AL CRONISTA A EMPELLONES.
TARAZONA.- Camine.
CRONISTA.- No me empuje que no soy un animal...
TARAZONA.- Camine y cállese... traidor...
CRONISTA.- Yo no soy un traidor... soy un cronista... es todo...
TARAZONA.- Quien le dijo a usted que tenía derecho de reunirse con esos jóvenes enemigos del Benemérito...
CRONISTA.- Escucha, Tarazona: la intriga, el odio y la altivez, son armas que usa un hombre cuando está perdido.... ¿No será que tu piensas que a Gómez le llegó su cuarto de hora?
TARAZONA.- ¡Que se calle le dije!
NEREIDA.- ¡No le pegue!
CRONISTA.- Nereidita...
NEREIDA ACOMPAÑA A JUAN VICENTE GÓMEZ.
JUAN VICENTE.- Eso es algo que siempre me ha sorprendido... usted siempre habla como si estuviera recitando...
CRONISTA.- Yo lo considero un talento...
JUAN VICENTE.- Que no se compara con el de estar alborotándome la casa...
CRONISTA.- Yo no estoy alborotando nada, General... Yo hago mi trabajo... soy cronista y me toca escuchar todas las partes del mismo cuento que hacen esta historia... La de Maracay.
JUAN VICENTE.- Umjú. ¿Y como qué quiere que quede yo en esta historia que usted dice, si se reúne con ese grupo de zagaletones que lo que están es buscando enguachafitarme al pueblo y echarme del gobierno, para cogerse la silla?
CRONISTA.- Ellos debaten sobre lo que debe ser el futuro... Y es mejor debatir una cuestión sin resolverla, que resolver una cuestión sin debatirla... son idea nuevas que debería escuchar, general...
JUAN VICENTE.- El dueño de la hacienda soy yo.... Pero usted quiere que le diga una cosa, cronista, ellos no quieren que los escuche, porque usted tiene razón, es conmigo con quien deberían debatir.... en vez de estar chismorreando y hablando mal de mí para indisponerme con mi gente, como viudas envidiosa y sin oficio que van por todo el país... mientras uno averigua y sabe que todos ellos tienen rabo de paja... Ellos quieren ser víctimas, para que le tengan lástima... Ellos no quieren otra cosas que palo... y palo les voy a dar a esos universitarios. Que se lo lleven, Tarazona.
NEREIDA.- ¿A dónde?
JUAN VICENTE.- A usted qué le importa... su trabajo junto a mí no es para que se entere de todo... sino para que me caliente la cama...
CRONISTA.- Nereida... ¿Eso es verdad?
NEREIDA.- Sí, de ser la sirvienta de mi tía, pase a ser la calienta cama del Patriarca... Voy ascendiendo... ¿No le parece, cronista?
CRONISTA.- Lo siento...
NEREIDA.- Yo no puedo decir lo mismo... disculpe, permiso para retirarme... (SALE LLORANDO)
CRONISTA.- Yo conocí a esa muchacha desde que era una niña... era la más inteligente del barrio... No entiendo qué pasó..
JUAN VICENTE.- No entienda... que aquí el que tiene que entender soy yo, señor cronista... Yo... Tarazona ni me lo lleves, ni me lo traigas más.
CRONISTA.- ¿Pero que va a hacerme? ¿A dónde me lleva? ¡¿A dónde?!
TARAZONA.- Camine, que luego solo va a volar... Si va al cielo...
OSCURO
SE OYE UN TIRO EN EL SILENCIO.
ARTICULACIÓN.
XV
UN PELIGRO PARA EL GENERAL(CONSPIRACION)
PARTE POSTERIOR DE LA PLAZA DE TOROS. EN UN BANCO DOS ESTUDIANTES SENTADOS. LEEN APUNTES. APARECE MANUEL. TRAE UNA ESPECIE DE MALETIN DE CUERO. SE ESCUCHA A LO LEJOS REDOBLANTES DE UNA BANDA.
MANUEL.- (CONTUNDENTE) Quedamos en que no se dejarían ver juntos. ¿Por qué me citaron aquí?
JUVENAL.- Buenas tardes Manuelito, ¿que pasó con lo buenos modales?
REMIGIO.- Trabajar para el Bagre te ha puesto de mal humor últimamente.
MANUEL.- (ALGO PREOCUPADO) No tengo tiempo. Vamos al grano. (TIRA EL MALETÍN CERCA DE UNO DE ELLOS) Ahí esta la mitad de lo acordado. Mañana a las 5 en punto de la tarde comienza la faena. Y la persona que me mandó no quiere errores... porque si fallan es a nosotros a los que van a raspar como están haciendo con el cronista.
JUVENAL.- Tranquilo, todo está bien calculado. Precisamente ahí (SEÑALA CON EL DEDO) donde estas parado, estará el Hombre Nro. 2
MANUEL.- No entiendo. ¿De qué hombre 2 estas hablando?
REMIGIO.- (CON ALGO DE BURLA) El que le sigue al Hombre Nro. 1
MANUEL.- Pero de qué estupidez me están hablando. No tengo tiempo para bromas. ¿Ustedes harán el trabajo o no?
JUVENAL.- Por supuesto que haremos el trabajo. De hecho, ya lo hicimos.
REMIGIO.- Lo que mi compañero quiere decir, es que no somos tan estúpidos como para involucrarnos en asuntos políticos y menos en estos días. Tenemos un futuro por delante.
MANUEL.- Lo sabía. Son un par de cobardes con sueños ilusos.
INTENTA AGARRAR EL MALETÍN. REMIGIO NO LE DEJA.
REMIGIO.- Pero Manuelito no sé que te está pasando últimamente. ¿Todavía no entiendes?
MANUEL.- No. Así que me lo van explicando rapidito.
JUVENAL.- Te diré algo. La tarea se va a cumplir aunque nosotros no estemos aquí mañana.
MANUEL.- ¿Cómo entonces …. ?
JEVENAL.- Tranquilo Manuelito. Mañana nuestros “HOMBRES” estarán ubicados en sitios estratégicos esperando el momento. En la entrada principal estará la Banda tocando y ahí, entre los músicos va a estar nuestro Hombre Nro. 1…
REMIGIO.- … y aquí (SEÑALA) junto a los vendedores ambulantes, estará nuestro Hombre Nro. 2…
MANUEL.- Pero…
JUVENAL.- … lo que quiere decir que estamos cumpliendo con parte del trabajo y mañana se concluye con la caída del Bagre. ..
REMIGIO.- … y tú tienes que cumplir con la otra mitad de este maletín.
MANUEL.- Por el dinero no se preocupen. Preocúpense de que sus “HOMBRES” no cometan errores. Habrán ancianos, niños y mujeres, y sobre todo, la cantante española que tengo entendido llegará con él.
JUVENAL.- Como siempre el Bagre rodeado de mujeres hermosas...
REMIGIO.- … y de niñas, porque la calienta colchón que tiene es muy pichoncita. (MANUEL SE ENFURECE Y LO TOMA DEL PECHO)
MANUEL.- ¡Escúchame bien gusano, si quieres graduarte de médico no vuelvas a hacer ese comentario! ¡Ella no es ninguna calienta colchón!
JUVENAL.- Cálmese Manuelito. Lo que pasa es que el bachiller Remigio a veces es un deslenguado y repite lo que se comenta en la calle (MANUEL LO SUELTA).
MANUEL.- No quiero errores. Mañana después de la faena los espero en el Bar de la Maracucha para darles el resto.
JUVENAL.- Así será mí querido jefe de seguridad. (MANUEL SALE.)
ARTICULACION.
XVI
EL ATENTADO.
EL PÚBLICO INGRESA A LA PLAZA DE TOROS. ALGARABÍA POR CORRIDA CON LOS TOREROS GIGANTESCOS DE LA EPOCA, SE ESCUCHA PASO DOBLE TOCADO POR LA BANDA DE LA PLAZA. UNA HERMOSA CANTANTE GORDA CANTA TROZOS DE ZARZUELA ANIMANDO AL PÚBLICO. APLAUSOS. ENTRADA PRINCIPAL DE LA MAESTRANZA. SE ESCUCHA PASO DOBLE. ATRAVIESA LA ESCENA UN PREGONERO ANUNCIANDO EL CARTEL DE LA TARDE. SENTADO EN UN BANCO SOÑANDO DESPIERTO CESAR GIRON NIÑO. PUEDE VERSE MOVIMIENTOS DE PERSONAS ATRAVESANDO LA ESCENA. VEMOS UNA ESCENA SIMULTÁNEA EN LA QUE UNOS ESBIRROS CASTIGAN A UN GRUPO DE ESTUDIANTES ENTRE LOS QUE SE CUENTA EL CRONISTA.
PREGONERO.- Atención! Atención! ésta tarde la Plaza de Toros de Maracay recibe con gran satisfacción a los toreros (**) Hoy a las 5 de la tarde !! no pueden perderse esta oportunidad. Además desde España nos visita la exquisita cantante Sarita Montiel quien viene escoltada nada más y nada menos que por el Benemérito, el General Juan Vicente Gómez… ¡ a las 5 de la tarde no se lo pierdan. Compren sus boletos con tiempo…!!
EL NIÑO CÉSAR GIRÓN GIGANTE, AL VER LA PLAZA DESPEJADA SUEÑA CUANDO EL SEA GRANDE Y VEMOS CÓMO REGRESA CÉSAR GIRÓN GRANDE DE MADRID CON SU ALTERNATIVA COMO TORERO. UN TORO DE GRAN FORMATO (GIGANTE) SE LANZA AL RUEDO ANTE EL ENTUSIASMO DE TODOS, PERO ES SOLO UNA INTRODUCCIÓN Y EL TORO VUELVE AL INTERIOR DE LA PLAZA Y MUCHOS CORREN Y LEVANTAN EN HOMBROS A CÉSAR DANDO LA VUELTA A LA PLAZA MIENTRAS ÉL LUCE OREJA Y RABO EN CADA MANO ADORNADO POR SU TRAJE DE LUCES Y SIENTE QUE LA MUSICA ES TOCADA PARA EL PEDIDA POR EL PUBLICO COMO PREMIO DE SU GRAN FAENA. LA HERMOSA CANTANTE GORDA CANTA EN HONOR AL RECIÉN LLEGADO. APLAUSOS. REDOBLANTES ANUNCIAN QUE LA LLEGADA DEL BENEMÉRITO CON SUS ESCOLTAS. EN CARRO DE LA EPOCA, LA ENTRADA DE LA PLAZA PERSONAS BAILANDO CON RETRETA DE ANTAÑO. MERODEANDO POR EL LUGAR PUEDE VERSE ESTUDIANTES CON BOINAS CONVERSANDO. UNA MUJER SOBRE SALE Y ANUNCIA LA LLEGADA DEL BENEMERITO.
MUJER.-(Muy emocionada) Ahí viene!!. Ahí viene el Benemérito !! ahí viene!! (Cesar Girón niño corre para ver de cerca la llegada de el Benemérito y pisa a la mujer) ay ¡! niño cuidado!! (Se incorpora)… es él, es él …¡! (Entran los escoltas encabezados por Tarazona y comienza a sonar la Banda inmediatamente) Viva el Benemérito!! Viva!!
TARAZONA.- Muevan toda esta gente. No quiero a nadie cerca de la puerta principal. Vamos muévanse!! (Escoltas obedecen. Manuel que se encuentra en el lugar concentra su mirada en los músicos de la Banda.)
PREGONERO.- Compren sus boletos… a las 5 de la tarde es la primera corrida con uno de los grandes de España… ¡! No se queden por fuera… Hace su entrada nuestro Benemérito, el General Don Juan Vicente Gómez, acompañado por la hermosa estrella del cine mundial Sarita Montiel.
ALGARABÍA. MANUEL ESTÁ CON LOS GUARDIAS DE SEGURIDAD QUE RODEAN LA PLAZA. AL POCO TIEMPO HACE ENTRADA POR LA PUERTA PRINCIPAL EL BENEMÉRITO EN COMPAÑÍA DE SARITA MONTIEL QUIEN VISTE TRAJE DE MORENA CLARA CON PEINETA Y MANTILLA CUBRIENDO SU CABEZA. LA CANTANTE Y SARITA CANTAN UNA HERMOSA CANCIÓN QUE HABLA DE LAS CORRIDAS DE TORO. CÉSAR SALUDA AL GENERAL Y SU INVITADA Y EL TORO SALE A LA CORRIDA. TODOS ESTÁN ATENTO DE LOS PASES DEL TORERO Y GRITAN AD LIBITUM.
TODOS.- ¡¡¡Ole!!! ¡¡¡Viva César Girón!!!
DE PRONTO GRITOS DE MUJERES QUE REACCIONAN FRENTE A ESTUDIANTE QUE VIENE CORRIENDO ARMADO.
MUJERES.- ¡¡¡Aghh!! ¡¡Asesinoooo!!
DE PRONTO UNO DE LOS MÚSICOS SE LEVANTA SACA UN ARMA Y APUNTA HACIA JUAN VICENTE GÓMEZ. MUJERES GRITAN Y COMIENZA CONFUSIÓN DEL PÚBLICO. NEREIDA QUE HA ESTADO EN TODO MOMENTO DISFRAZADA DE MORENA CLARA SALE AL PASO
NEREIDA.- ¡¡¡Cuidadoooo!!
TODOS.- ¡¡¡Noooo!!
Y ATRAVIESA LA LÍNEA DE FUEGO RESULTANDO HERIDA. MANUEL EN MEDIO DE LA CONFUSIÓN CORRE EN SU AUXILIO.
MANUEL.- ¡Nereida! ¡Nereida!
ESCOLTAS CUBREN AL BENEMÉRITO. LAS PERSONAS CORREN ABANDONANDO EL SITIO. SARITA MONTIEL ES SACADA DEL LUGAR. TARAZONA DA ÓRDENES DE APREHENSIÓN DEL HOMBRE ARMADO QUE LOGRA HUIR DEL LUGAR. Y LOS ESTUDIANTES EN MEDIO DE LOS DISPAROS LE DEVUELVEN EL MALETÍN LLENO DE DINERO A MANUEL PONIÉNDOLO EN EVIDENCIA.
JUVENAL.- ¡¡¡Toma Manuelito. Te lo devolvemos, porque no queremos matar al General!!!
TARAZONA.- Apresen a González...
TARAZONA SACA DEL LUGAR AL GENERAL Y A LA CANTANTE INVITADA LLEVÁNDOLOS A UN LUGAR SEGURO. MANUEL ES APRESADO POR LOS ESCOLTAS DEL GENERAL.
MANUEL.- ¡Nereida…! ¡Nereida! ¡Ayúdenla está herida!! Esta herida, suéltenme. Nereida (ES SACADO DEL LUGAR) Nereida…!!
CESAR GIRÓN NIÑO GIGANTE HA ESTADO ESCONDIDO EN TODO MOMENTO BAJO UN BANCO. SE ACERCA AL CUERPO DE NEREIDA EN MEDIO DE UN CHARCO DE SANGRE. LA ESCENA QUEDA DESOLADA SOLO CON ELLOS.
ARTICULACION.
XVII
NEREIDA BÚSCAME A DOLORES.
NEREIDA AUN HERIDA CUENTA UN CHISTE MIENTRAS EL BENEMÉRITO HACE GRANDES ESFUERZOS POR ORINAR.
NEREIDA.- Y entonces el padre le preguntó al muchacho.. ¿Mijo, peca? Y el muchacho le respondió: “Sí , padre, hasta en el fundillo”
JUAN VICENTE.- ¡Ayy! ¡¡Ayyy! ¡No me haga reír le dije... ¡¡Ayyy!! (SE TAMBALEA Y NEREIDA CORREA A SOCORRERLO) Deje la adulancia y termine de dejarme solo para morirme como me venga en gana.
NEREIDA NO SABE QUE RESPONDER Y CON LOS OJOS LLENOS DE LÁGRIMAS MIRA COMO EL HOMBRE LLEGA CASI A RASTRAS A SU CAMA. ELLA TRATA DE SER COTIDIANA.
NEREIDA.- Bueno, para que no le duela mucho le tengo un chistecito buenísimo que le he reservado para un enfermo como usted Bene...
JUAN VICENTE.- Ayyy... noo
NEREIDA.- (SIN PARAR) Está el esposo agonizando en su cama, así como usted, ante su esposa y le pide su último deseo: “Mi amor, cásate con Pedro”; y la mujer le dice que no... “Yo no puedo hacer eso, mi amor, porque Pedro es nuestro compadre; y entonces el moribundo levanta la totuma y le responde a su esposa: “ pues mejor, que se joda” y se murió....
JUAN VICENTE.- Ayy... ya Nereidita... ya... que no puedo más... Estas ganas de orinar no se me quitan... y este ardor... y cuando trato de orinar no me salen sino goticas... no puedo más... Ayyyy... ayyy...
NEREIDA.- ¡Cónfiro! ¿y yo qué hago? ¿Por qué arruga la cara así? Como que metí la pata...
JUAN VICENTE.- Ayy... Tráeme a Dolores, muchacha...
NEREIDA.- ¿Qué?
JUAN VICENTE.- Tráeme a mi señora, Nereidita, que no quiero que me lleve la pelona sin haberle visto por última vez.
NEREIDA.- Pero esa señora no me quiere y si yo llego a su casa segurito me echa a la calle...
JUAN VICENTE.- Vaya. Búsquemela y me la trae... Oígame, dígamele que se acuerde del asuntico de las tierras... que yo me estoy preparando para irme...
NEREIDA.- Yo voy... pero General, deje de pensar en esas cosas tan malas. Usted no se va a morir todavía, porque, con todo respeto y que Dios me perdone, pero el dicho dice que “bicho malo no se muere”.
JUAN VICENTE.- Nereida, pásame la bacinilla y se me va y me cumple con el mandado como le dije.
NEREIDA.- sí, Bene... Aquí tiene... (LE DA LA BACINILLA), pero no se muera tadavía... porque si usted se me muere yo me quedo sin trabajo...
JUAN VICENTE.- ¡Que se vaya le dije!
Y SE VA A TODA PRISA.
ARTICULACIÓN
XVIII
EL DOLOR DE DOLORES.
A LA VENTANA DE LA CASA DE DOLORES LLEGA NEREIDA CON CARA DE ASUSTADA
NEREIDA.- ¡¡Doña dolores...!! ¡¡Doña Dolores...!! ¡¡Buenas noches...!!
DOLORES.- ¡¿Quién anda ahí?!
NEREIDA.- Soy yo... por aquí... Doña Dolores...
DOLORES.- ¡¿Qué haces tú parada en mi ventana a estas horas de la noche como la Sayona?!
NEREIDA.- (SE PERSIGNA) Es que le traigo un recado...
DOLORES.- ¿Un recado? ¿De quién?
NEREIDA.- ¿De quién más va a ser? Del único que usted y yo conocemos..
DOLORES.- Juan Vicente... ¿qué pasa?
NEREIDA.- Mando a decirle que quiere que vaya a verlo...
DOLORES.- ¿A esta hora?
NEREIDA.- Quiere estar vivo cuando lo vea..
DOLORES.- ¿Y qué es lo que tiene?
NEREIDA.- Tiene fuertes dolores... no puede ni hacer pipí... y cuando hace las gotas son marrones como sangre...
DOLORES.- ¿Y como sé que es verdad?
NEREIDA.- Él me dijo que usted va a saber que es verdad porque me pidió que le dijera que se acordara del asuntico de las tierras...
DOLORES.- ¿El...? ¿El asuntico de las tierras?
NEREIDA.- Así mismo como le dije...
DOLORES.- Espérame que me cambio y vamos... no, Nereida, vaya y avísele al doctor... Y que más nadie sepa, Nereida... Que nadie sepa que se va a morir el Benemérito... el Bagre... Ni siquiera el cura
NEREIDA.- Seguro doña Dolores... ni siquiera el cura...
CADA UNA SALE CORRIENDO EN DIRECCIONES DIFERENTES.
ARTICULACIÓN.
XIX
ADIÓS JUAN VICENTE, ADIÓS...
EN LA HABITACIÓN DE JUAN VICENTE DOÑA DOLORES SENTADA DESCONSOLADA JUNTO AL MORIBUNDO.
NEREIDA (CON UN TAZÓN) Con su permiso doña, aquí le traigo este guarapito
DOLORES.- ¿Y quién se lo pidió?
NEREIDA.- Es para los nervios, mi doña... Es que la veo tan afligida...
DOLORES.- Este dolor que yo cargo no se calma con guarapitos; además, no tenía que buscar pretextos para venir a meter el ojo aquí, en cosas que no son de su incumbencia
NEREIDA.- Es que quería ver al General, usted sabe, como para despedirme... Él fue muy bueno conmigo... Hasta se aguantó mis chistes malos.
DOLORES.- ¿Chistecitos con mi General?
NEREIDA.- Sí, doña... solamente de eso se trató... compañía, chistes y respeto.
DOLORES.- Umjú...Deje el miedo. Yo no te voy a echar de la casa, ni voy a perjudicarte... Sé muy bien que la tareíta esa que te encomendaron no la cumpliste... Yo conozco a una verdadera Calienta Cama con sólo verla.
NEREIDA.- Gracias... muchas gracias, doña... (TR) ¿Está dormido?
DOLORES.- Sí; es que esta madrugada estuvo con mucha molestia y quedó exhausto... a pesar de todo aceptó la visita del padre Claret.
NEREIDA.- ¿Y recibió la extremaunción?
DOLORES.- Claro.
NEREIDA.- Está respirando como si le faltara el aire.
DOLORES.- Está muy mal, mija... Se me va a ir... (SOLLOZA)
NEREIDA.- Caliéntele la Cama , doña Dolores...
DOLORES.- No seas falta de respeto, muchacha; respeta el dolor ajeno... además, no me digas lo que tengo o no tengo qué hacer.
NEREIDA.- Yo respeto su dolor... Yo lo que quiero decir es que se le acerque a su esposo, no ve que se le está yendo. Él necesita de usted... siempre la ha necesitado...
NEREIDA CON LÁGRIMAS EN LOS OJOS ASIENTE PARA QUE DOLORES SE ACERQUE AL LECHO DEL GENERAL. DOLORES SE SIENTA A LA CABECERA Y LO RECUESTA EN SU REGAZO. JUAN VICENTE LE DICE ALGO AL OÍDO A DOLORES Y ELLA HACE UNA SEÑA PARA QUE NEREIDA SE ALEJE.
DOLORES.- Ya está lejos... dígame...
JUAN VICENTE.- Que Tarazona proteja a Nereida y a todos los Gómez...
DOLORES.- Pero Nereida...¿ella es...?
JUAN VICENTE.- La hija de Carmen Peña...
DOLORES.- ¿De Carmen Peña?(ENTENDIENDO) Su hija...
JUAN VICENTE.- Shito y obedezca. Que todos sigan creyendo que fue mi Calienta Cama... jure...
DOLORES.- Yo voy a obedecer... Pero no me hable así... que es como si supiera algo malo.... como si se fuera...
JUAN VICENTE.- Shito le dije... Oíga en silencio. Que digan que me morí el 17 de diciembre... y no antes Dolores... No antes... júremelo
DOLORES.- Pero... (CONTENIDA)Se lo juro.
JUAN VICENTE.- Y no me falte... que soy capaz de venir a reclamarle
MUERE Y DOLORES SE ROMPE.
DOLORES.- Se me fue, Nereida... El Benemérito se me murió
NEREIDA.- ¡Se murió! ¡El General se murió!
NEREIDA INTENTA SALIR DE LA HABITACIÓN PERO ES RETENIDA POR TARAZONA Y POR EL DOCTOR.
TARAZONA.- Usted no va para ningún lado... así que silencio... ni una palabra más... Que usted no está aquí para anunciar nada; la pelona no ha pasado por aquí. ¿Le quedó claro? Y si se le ocurre abrir el pico se lo cerramos para siempre: El Presidente no ha muerto todavía... ¿Le quedó claro?
NEREIDA.- Pero él... Está bien, Señor Tarazona... En boca cerrada no entran moscas...
TARAZONA.- Calladita... Más le vale...Doctor, ya sabe lo acordado...
DOCTOR.- Sí, hay que prepararlo para que se mantenga por lo menos tres días...
DOLORES.- El quiere que digan que murió el 17.
TARAZONA.- El mismo día que murió el Libertador...Y así lo dirá la historia...
DOCTOR.- Hay que llevarlo a la enfermería.
TARAZONA.- Vamos... cargue...
DOCTOR.- Ahora sí que Maracay no será nunca capital de Venezuela, General.
SE LLEVAN EL CUERPO DEL GENERAL.
ARTICULACIÓN.
XX
SABOR A NADA.
NEREIDA AUN MALTRATADA POR LAS HERIDAS MIRA LA CAMA VACÍA. BÁRBARA SE LE ACERCA SILENTE.
BÁRBARA.- Ya anunciaron su muerte. Ya lo tienen en la catedral. ¿Lo vio?
NEREIDA.- No; no lo he visto en el cajóin... pero estuve tres días viéndolo muertecito en su cama. Pobre. Murió cuando se murió. No se murió cuando él quería. La muerte no le obedeció.
BÁRBARA.- Cállate, muchacha.
.NEREIDA.- No se preocupe... es solamente a usted a la que le puedo decir esto; secreto es secreto...
BÁRBARA.- Pues no parece... Las paredes oyen. Prepare para que se vaya lejos...
NEREIDA.- Todos se han ido... Estamos solas... solas con los fantasmas, señora.
BÁRBARA.- ave María Purísima, muchacha que me espeluco.
NEREIDA.- Todo malo es cobarde... eso dicen por ahí.
BÁRBARA.- No soy cobarde.
NEREIDA.- Pero mala sí
NEREIDA SE SONRÍE Y BÁRBARA SALE DE LA HABITACIÓN FASTIDIADA POR EL COMENTARIO. LLEGA CORRIENDO MANUEL.
MANUEL.- ¡Nereida!
SE MIRAN EN SILENCIO Y VUELVEN A MIRAR LA CAMA.
NEREIDA.- ¡Se murió y te juro que no siento pena!
MANUEL.-Ya no hay razón para sentir miedo... Hasta me soltaron de la cárcel y Tarazona me dijo que te llevara conmigo lejos... tan lejos como pudiéramos... Ya podemos vivir tranquilo... Ya no hay miedo
Nereida.- No lo sabemos, Manuel... eso nunca lo sabremos sino con el tiempo...
MANUEL.- Pero somos libres... Ya no eres su...
NEREIDA.- ¿Su qué?...
MANUEL.- Lo que dicen que eres de Gómez...
NEREIDA.- Lo que dicen... ¿Quiénes dicen...? Nadie sabe ni sabrá lo que es verdad o es mentira...
MANUEL.- Bueno, pero muchos dicen que siempre te trató como a su verdadera hija.
NEREIDA.- Y a lo mejor hasta lo era, Manuel... A lo mejor por eso mataron a mi mamá... y por eso cuidé a mi padre hasta el final... esperando que nombrara a Maracay Capital de Venezuela.
MANUEL.- Bueno, pero ahora podremos casarnos... no eres más la... sirvienta del Bagre.
NEREIDA.- Que en paz descanse...
MANUEL.- ¿Se descansa en el infierno?
NEREIDA LE PROPINA SENDA BOFETADA A MANUEL. PAUSA.
NEREIDA.- El doctor dijo que nada valió la pena... porque ahora sí que Maracay nunca será la Capital de Venezuela...
MANUEL.- Pero nuca dejaremos de ser un jardín...
NEREIDA.- ¿Un jardín para qué, Manuel? ¿De quién? ¿Un jardín para asegurarse que siempre guardaremos silencio o vamos a echar chistes, mientras morimos de aburrimiento? Un jardín secreto por el que nuestras vidas pueden estar en peligro... Porque los aduladores trataran de convencer al país que Gómez si murió el 17 de diciembre... EL mismo día que Simón Bolívar...
MANUEL.- Los pueblos necesitan historias y personalidades...
NEREIDA.- ¿Cuál fue la fecha en la que murió supuestamente?
MANUEL.- El 17 de diciembre...
NEREIDA.- Adiós, Manuel...
MANUEL.- Nereida... No... Piénsalo... vente conmigo.
NEREIDA.- ...No quiero verle, ni a usted ni a su madre, “edecán”. Siga cumpliendo con su labor alebrestadora... puede decirle a todos que el General no se murió el día de la muerte del Libertador... sino tres antes... Así nunca será historia.
MANUEL.- Nereida...
NEREIDA.- ¡¿Qué?! ¡¿Nereida qué?! Se murió mi salvador... el que fue una amenaza para todos... pero que a mí cuidó y defendió como un padre... Me sucedió como le pasó a Maracay... como le ha pasado al país, Manuel...
MANUEL.- Pero yo siempre creí que tú no...
NEREIDA.- Para mí fue un héroe... él único que quiso salvarme cuando pude llegar a ser sólo un lugar para segundos frentes... Y para ti un asesino... Pero la verdad es que tú siempre serás un cobarde... y yo... sólo seré recordada por pocos como La Calienta Cama.
LA HERMOSA CANTANTE GORDA CANTA UN CUPLÉ.
NEREIDA DEJA SOLO A MANUEL.
FIN.
CARACAS – MARACAY
PRIMER BORRADOR 11- 08- 04.
DEFINITIVO: 29 – 08- 04.
IDEA ORIGINAL: CÉSAR EDUARDO ROJAS MÁRQUEZ
ESCRITO POR: CÉSAR EDUARDO ROJAS MÁRQUEZ
CON LA COLABORACIÓN DEL TALLER DE DRAMATURGIA DE VIART PRODUCCIONES MARACAY: MAGALY BOLÍVAR.
JUAN MARTÍN RIVAS.
AIDA CALDERÓN.
TAMMY FORT.
RAÚL CASTILLO
MARITZA HERNÁNDEZ.
DIRCY RODRÍGUEZ.
sábado, 3 de enero de 2009
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