JOSÉ
ENTRA CARGANDO UN TOBO DE AGUA Y PASA A LO QUE SUPONEMOS ES EL BAÑO. REVISA EL
AGUA QUE ESTÁ EN LA COCINA Y SE DA CUENTA QUE ESTÁ HIRVIENDO
JOSÉ.
Yuca otra vez… Tenemos tres días comiendo Yuca… Ya me siento de una tribu
caribe… ¿Dónde se habrá metido?
Y
SIGUE SU CAMINO CON EL TOBO. LLEGA CARLOS CON SU BOLSA DE MERCADO CASI VACÍA.
JOSÉ SALE DEL BAÑO Y MIRA A CARLOS CON CIERTO SARCASMO.
JOSÉ.-
¿Qué vamos a comer hoy?
CARLOS.-
Yuca
JOSÉ.-
Otra vez.
CARLOS.-
y conseguí unos Plátanos… nueve por cuatro
mil bolívares
JOSÉ.-
¿Y no compraste más nada?
CARLOS.-
No me alcanzó para más nada.
JOSÉ.-
Y yo estoy muy jodido… Me puse a escribirle a la productorcita y no me pagó
nunca y yo no hice nada para más nadie creyendo que ella iba a responder…
CARLOS.-
Te dije que no te preocuparas… Esto no puede durar más tiempo…
JOSÉ.-
¡Coño, es que ni siquiera pusieron agua hoy…! ¡No puedo seguir viviendo así…
entre este olor a mierda y el olor a yuca!
CARLOS.-
Por un incienso …
JOSÉ.-
¡No estoy acostumbrado a tanta miseria gratuita, porque sí, para complacer a una cuerda de hijos de puta que
solo les interesa la silla del gobierno y más nada! ¡Yo soy venezolano, de un país petrolero… no
vivo en África!
SILENCIO.
CARLOS.-
A mí no se me ha caído la libido.
PAUSA.
CARLOS SACA LOS PLÁTANOS, BUSCA EL CUCHILLO, OTRA OLLA Y LA LLENA DE AGUA DE UN
TOBO. REVISA LA YUCA. PICA UN PLÁTANO Y LO PONE A SANCOCHAR.
CARLOS.-
Ya falta poco.
PAUSA.
JOSÉ.- Pero no se nos para con la misma fuerza,
porque con esta hambruna ni tirar provoca… Estoy cansado de comer yuca y
plátanos… ¿Cuánto tiempo tenemos comiendo eso? Ya se me olvidó hasta el sabor
del bistec que nunca faltó en mi casa… Nunca… y ahora sin comida y sin plata…
porque lo que valía cien ahora cuesta cuatro mil… y sin ningún tipo de
explicación de la portería…
CARLOS.-
(HACIENDO CASO OMISO) Puedo pagar con la tarjeta, pero la carnicería está
cerrada porque no le está llegando carne y el carnicero me dijo que no tiene
nada qué vender… la panadería no hizo pan hoy porque no llegó harina, ni
levadura… Yo no sé qué carajo vamos a poder hacer… Menos mal que encontré el
camión con esta yuca. las estaban vendiendo más barato que en otros lados… y
aproveché… me ahorre unos miles…
JOSÉ.-
¿Me escuchaste?
CARLOS.-
Claro que te escuché… pero esto va a cambiar…
JOSÉ.-
Sigue creyendo en sus guebonadas… No entiendo cómo una persona tan inteligente
sea capaz de creer en estos estafadores… porque muerto el dueño los ratones
iniciaron la verdadera fiesta…
CARLOS.-
No te estoy pidiendo opinión acerca de mis creencias, ni mi inteligencia… no la
quise nunca y no la quiero ahora…
JOSÉ.-
Entonces vamos a morirnos de hambre… porque a ninguno de los dos bandos les
interesa aflojar… se sabe que Dieguito
repitió reiteradamente que el país necesita sacrificios… y que si habían muerto
que los hubiera… Ah, pero él sí te tiene a su familia fuera del país… Y si es la gente del gobierno como los de la
oposición, todos tiene las tres papas diarias aseguradas… ¿entonces?
CARLOS.-
Respira hondo y relájate… te vas a morir de una arrechera de estas…
JOSÉ.-
¿No es lo que quieren los coños e’ madre? Porque a mí no me vienes con
pendejadas… A ninguno de los dos lados le interesa qué es lo que realmente le
pasa a nadie… mucho menos a un par de maricos viejos que viven de cosas que ya
no se dan en este país porque ya esto ni siquiera es un país…
CARLOS.-
No vayas a comenzar.
JOSÉ.-
Es menos que un estado de ánimo, o una temperatura, como decía Cabrujas… es
menos que un juego de fútbol… Mira si esto fuera una pieza de teatro sería El
enemigo del Pueblo de Ibsen… porque aquí se ha demostrado nuevamente que la
mayoría nunca tiene la razón… o Las criadas de Gene… porque las sirvientas
querían matar a la dueña, no para cambiar el orden de las cosas, sino para ser ella
las que cometieran los mismos pecados… y peor.
CARLOS.-
¿Para qué recuerdas a los muertos amargos?
José.-
Recordar a Gené, a Ibsen o a Cabrujas no es recordar a los muertos. Es recordar
a hombres que pensaban…
CARLOS.-
Puro cuento con sorna.
JOSÉ.-
Piensa lo que te venga en ganas, pero en los juegos de futbol los espectadores
entienden que el arquero es el que se deja meter el gol… Y en todo esto hay un solo portero…
CARLOS.-
Eso es lo que piensan muchos…
JOSÉ.-
Es así. Bajaron la línea blanca y desapareció la línea blanca y no hicieron
nada al respecto… Bueno sí, llevarse la que quedó para la fundación del Niño
Simón…; bajaron los huevo y desaparecieron los huevos… y no hicieron nada por
eso… ¿Entonces? ¿O es que se están burlando de él y todos son terrible y
extremadamente estúpidos… o lo están haciendo a propósito y los imbéciles somos
los de este lado de la vida, que ni somos unos ni somos otros…?
CARLOS.-
Ya te he repetido mil veces que no quiero discutir esas vainas contigo porque
siempre salgo perdiendo… No sé discutir
con los obsesos empecinados…
PAUSA.
SE MIDEN. CARLOS MIRA LAS YUCAS
COCINÁNDOSE.
JOSÉ.-
En el futbol no se preguntan si el delantero, o el medio campo jugaron bien o
mal… pero todo el mundo sabe que la culpa del gol es del portero.
CARLOS.-
Un gobierno no es un juego de fútbol.
JOSÉ.-
Este es como si lo fuera… y no el equipo de la Vino Tinto…sino el equipo de un
club majunche de parroquia pobre… Lo peor
es que los mamarrachos de los políticos no tienen las piernas durotas de los jugadores de futbol…
Bueno… sólo algunos… a los que les alcanzan el tiempo y la plata para ir al
gimnasio… si no uno podría distraerse la amargura y el hambre con ellos… Bueno,
la verdad es que ahora ni por eso… con ellos ni con los otros. Ya huele a plátanos…
CARLOS
REVISA LOS PLÁTANOS Y VERIFICA QUE LA YUCA ESTÉ LISTA.
CARLOS.-
Yo no sé qué carajo haces tú aquí… Deberías recoger tus cosas y deberías irte
al carajo…
JOSÉ.-
¿Para dónde me voy a ir…?
CARLOS.-
Pal coño. (REVISANDO LA OLLA DE LAS YUCAS) Si le ha costado ablandar a esta
yuca.
JOSÉ.-
Yo no soy un carajito, que se arriesga… soy un viejo cuarentón, con azúcar y
problemas de tensión, acostumbrado a dormir contigo, que está a punto de
comenzar a mascar el agua…
CARLOS.-
Como todo esto te molesta.
JOSÉ.-
¿A dónde me podría ir? Porque ya a los cuarentas no te quiere nadie… a menos
que te vayas bien al norte a pasar bastante frío… y Donald menos que menos… A
él le gusta la gente en el target de telenovelas de 18 a 34 de la clase social
C…
CARLOS.-
Pero alguien como tú no debería haber perdido las esperanzas…
JOSÉ.-
¿Para qué? A menos que fuese una personalidad nacional, un artista o un
intelectual… o un científico que huye de la injusticia política de su país… Y
además, yo no tengo por qué irme a ningún
sitio… este país también es mi casa.
CARLOS.-
Tú dices…
JOSÉ.-
Yo digo. A demás los gobiernos pasan… todos… y los pueblos quedan.
CARLOS.-
Con los años lo que aprende uno es que lo único que es de uno y es estable es
el cambio… y que el tiempo verdadero es hoy… Más nada… lo demás son o recuerdos
o ilusiones y ninguna de las dos cosas existen realmente.
JOSÉ.-
Yo quisiera irme… pero sin irme…
CARLOS.-
No entiendo… eso es como querer cagar sin cagar… o lo haces o no lo haces…
JOSÉ.-
Vulgar…
CARLOS.-
No; vulgar tú…
JOSÉ.-
No son vulgaridades idénticas…
CARLOS.-
¿Ah, no?
JOSÉ.-
Las mía son vulgaridades por el hambre… las tuyas por la mala intención…
SE
ESCUCHA QUE ALGUIEN TOCA A LA PUERTA.
CARLOS.-
Abre.
CARLOS
VA A REVISAR LO QUE COCINA.
JOSÉ.-
Voy.
JOSÉ
SALE A ABRIR Y REGRESA CON UN ADOLESCENTE. ES LITO.
JOSÉ.-
Mira quién apareció.
CARLOS.-
¿Qué hace aquí?
JOSÉ.-
Me pidió que lo dejara hablarte.
LITO.-
vine a despedirme.
CARLOS.-
Adiós.
JOSÉ.-
No le hagas caso. ¿Para dónde te vas?
LITO.-
Me marcho a Chile… pero si no me va bien a lo mejor termino en Perú o en
Ecuador… No lo he decidido todavía…
CARLOS.-
Pero te vas…
LITO.-
No puedo seguir viviendo aquí… No hay nada para mí… para nosotros…Tenemos
derecho a tener la esperanza de que hay un mundo que piensa en nosotros… en
nuestro bienestar… Y a nadie le da la gana de hacerlo…
CARLOS.-
¿A nadie quién, necio?
LITO.-
A la gente como tú… A tus asquerosos compañeros de partido…
CARLOS.-
Respeta que estás en mi casa… ¿Qué mierda es esta, José?
LITO.-
Despreocúpate porque ya me voy y no espero verte ni en cincuenta
reencarnaciones, si es que esa mierda existe…
JOSÉ.-
Oye… no sea rudo…
LITO.-
No he dicho nada que no sea verdad… No puedo seguir levantándome en la mañana y
pensar que hay un cabeza hueca que piensa que esto puede mejorar…y que es mi
progenitor… Que no termina de asumir que no hay fuerza para ser el mundo
diferente en el que soñó mientras se masturbaba … y que el que nos conviene es
el que está allá afuera del territorio nacional…
JOSÉ.-
Si hubiera sabido que te ibas a poner así no te dejo pasar…
LITO.-
No es tu casa… es de él… y fue mía… y cuando se muera va a ser mía otra vez…
así que estemos claro… el de los derechos aquí soy yo…
JOSÉ.-
Y yo soy con el que él duerme todas las noches… y con el que tiene sexo cuando
está de ganas…
CARLOS.-
¡José…!
JOSÉ.-
No importa… después de todos no lo vamos a volver a ver…
LITO.-
Sí, me voy… a un lugar donde haya papel toilette para limpiarse… Los mexicanos
se burlan públicamente de nosotros por eso… sin pudor…
JOSÉ.-
Tú conciencia por un pedazo de pele para limpiarse el culo a lo mexicano… ¡Qué
espléndido…!
CARLOS.-
Déjame a solas con él…
JOSÉ.-
No, yo no voy a hacer eso…
CARLOS.-
Por favor… José…
JOSÉ.-
Dije que no; he sido demasiado ingenuo dejándolo pasar…
CARLOS.-
Es mi hijo…
JOSÉ.-
No, eso no es verdad… No es tu hijo… La palabra hijo es… significa otra vaina…
Ese es sólo el monstruo que tuviste creyendo que así ibas a lograr tu
prolongación… y mira… no es un hijo… es un error.
LITO.-
¿Qué te pasa, marico ‘el coño?
JOSÉ.-
a mí me pasa lo que me dé la gana… ¿Qué vas a hacer?
CARLOS.-
¡Ya…! Carlos vete al cuarto… Pon una película…
LITO.-
O una porno para que te relajes mientras me despido de tu marido…
JOSÉ
SE VA A IR AL CUARTO. CARLOS LE HACE SEÑAS PARA QUE SIRVA LA YUCA. JOSÉ SE VA A
SERVIR Y ESCUCHA A DISTANCIA.
CARLOS.-
¿Para qué viniste? Te has podido ir sin pasar por aquí…
LITO.-
Quería recodarte que aunque trates de evitarlo, todo lo que es tuyo es mío…
CARLOS.-
Eso lo decido yo…
LITO.-
No; eso lo deciden las leyes…
CARLOS.-
Si; pero no pudiste inhabilitarme jurídicamente porque estamos en el siglo XXI
y ni por el conocimiento del abogaducho homofóbico que conseguiste para
quitarme todo se pudo demostrar que ser marico era estar loco…
LITO.-
Quiero que me perdones por eso…
CARLOS.-
No.
JOSÉ.-
Ni yo tampoco.
LITO.-
Por favor…
CARLOS.-
No pienso quitarte el peso de la culpa de los hombros… Las cosas de la vida
tienen un costo… y no puedes recoger el agua después que la has tirado en el
piso… Tú tomaste una decisión… en contra de lo que sabías que era mi voluntad…
ahora corre con tus consecuencias… Porque yo no te voy a perdonar…
LITO.-
Coño de tu madre…
CARLOS.-
No te digo de la tuya, porque con los muertos no se juega…
JOSÉ.-
Servido…
CARLOS.-
Si me disculpa… vamos a comer…
JOSÉ.-
Deberías invitarlo… Después de todo, las yucas son regalo de él… Un poco
duras y de sabor un poco amargo, pero
comida es comida… además los plátanos le quitan la amargura…
CARLOS.-
No lo voy a invitar porque sólo puse para dos personas…
LITO.-
No, gracias… no te preocupes… ya me voy…
JOSÉ.-
Ah, bueno…
LITO.-
Vine a verlos por última vez…
CARLOS.-
Eso espero. Permiso…
CARLOS
TOMA SU PLATO Y COME. JOSÉ LO SIGUE. AMBOS PARECEN SUM MERGIDOS EN SU COMIDA
SIN MIRAR A LITO.
LITO.-
Parece que tiene mucha hambre…
JOSÉ.-
Mucha… esto de comer yuca y plátano todos los días… y algún mango de temporada…
me tiene al borde…
CARLOS.-
Él no tiene por qué enterarse de nuestras intimidades…
JOSÉ.-
En esta mierda no hay intimidades cariño.
LITO.-
Es cierto… Me voy… pero antes…
LITO
INESPERADAMENTE ARRANCA EL TELÉFONO PRINCIPAL
CARLOS.-
¿Qué haces? Todavía no me he muerto para que te lleves mis cosas…
LITO.-
Pero no quiero que dejes de hacerlo… por lo que no deben ir a ningún lado
mientras hacen la digestión… Ya tienen tres días comiendo Yuca… ¿amarga,
verdad?
CARLOS.-
Un poco.
LITO
SE SONRÍE Y SE MARCHA CON EL TELÉFONO. CARLOS COMIENZA A RASCARSE Y JOSÉ
ENTIENDE.
JOSÉ.-
Carlos… La yuca…
CARLOS.-
Sí; la yuca.
PAUSA
ARGUMENTAL.
JOSÉ.- Estamos muertos…
OSCURO
FIN.
César Eduardo Rojas Márquez.
03-03- 2017
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