martes, 10 de abril de 2012

EL DAVID ROTO

El David Roto…

A Carlos y a Daniel, que me parecieron siempre sueños y competencia… Probablemente mentiras. Al odio que me amarga y me hace creativo…
CR
“Audaces fortuna juvat”
Virgilio (Eneida, X, 284)


PERSONAJES ORIGINALES:
CARLOS………………………………………. Carlos Mayorga.
DANILO……………………………………….. Daniel Álvarez.
CRISIPO………………………………………. Daniela Campos.
MARGARITA.................................................. Indira Páez
ASISTENTE................................................... Corina Pérez.
EL DAVID....................................................... Adrián Bueno.
**Estrenada en el Teatro César Rengifo de Petare y reestrenada en el Ga’80, 1987.


CUADRO ÚNICO.
TIMOTES. LA ÚLTIMA CASA DETRÁS DE LA IGLESIA. LA MÚSICA DE UN PIANO DESESPERADO NOS ATORMENTA. (ES PROBABLEMENTE M. GARCÍA PATIÑO QUE INTERPRETA DESDE LA MUERTE CREYÉNDOSE VIVA) CRISIPO MIRA POR LA VENTANA, DE ESPALDAS AL PÚBLICO. VISTE ROPA DE FIESTA. CARLOS SEBUSCA EN EL REFLEJO DEL AGUA DEL AGUAMANIL. NADA PARECE PERTURBARLO. DANILO ENCIENDE VELONES; LUEGO TOMA UNA PEQUEÑA MALETA Y PARECE DISPUESTO A MARCARSE. VOLTEA, MIRA A CRÍSIPO. LE QUITA EL ABRIGO QUE LE CUBRÍA Y ESPERA UN LAMENTO, UNA QUEJA, UNA REACCIÓN DEL PERSONAJE PERO NADA, ESTE PERMANECE INMUTABLE. CARLOS SALE DEL ESTADO DE ABSTRACCIÓN EM EL QUE SE MANTENÍA, POR EL IRRESPETO DE DANILO. DANILO LO MIRA Y SE DISPONE A MARCHARSE. CARLOS LO RETIENE. DANILO SE ZAFA DE LA MANO DE CARLOS Y SE VOLTEA SONREIDO CON SARCASMO. VOLTEA Y LE OFRECE EL ABRIGO A CARLOS. CARLOS SE LO ARRANCA DE LAS MANOS. SE MIRAN UN MOMENTO Y CARLOS CUBRE NUEVAMENTE A CRISIPO CON EL ABRIGO. DANILO SACA UN PEINE Y SE LO PASA POR LA CABEZA. CARLOS VA INMEDIATAMENTE A LAVARSE LAS MANOSEN EL AGUAMANIL. SE SECA Y MIRA A DANILO.
CARLOS.- No le quites la ropa… hace frío en Timotes.
DANILO.- ¡Cállate!
CARLOS.- Ten paciencia…
DANILO.- ¿Paciencia? ¿De qué ha servido todo esto si van más de cien años de smoking y yo no he tenido el primero… uno que sea mío.
TOMA LA MALETA Y PARECE DISPUESTO A IRSE.
CARLOS.- ¿A dónde crees que vas con esa maleta?
DANILO.- A la calle.
CARLOS.- ¿Otra vez…?
DANILO.- Otra vez… ¿Te molesta?
CARLOS.- ¿Para qué? Es que…
DANILO.- ¿Qué…?
CARLOS.- ¿No sientes que ya está bueno? La gente ya te conoce; sabe que es mentira que acabas de llegar.
DANILO.- No vayas a comenzar.
CARLOS.- Te haces daño.
DANILO.- Es mi vida (PAUSA) Podrían estar esperándome, para ofrecerme un personaje en la Compañía.
CARLOS.- No seas iluso, Danilo. Ya no nos quieren allí; nos exprimieron como naranjas y nos botaron como bagazos. Es sencillo comprenderlo. ¿No lo hicieron con Nicolás? Déjalos allá, en la capital; nosotros continuamos aquí.
DANILO.- ¡Nicolás pudo comprarse un smoking, yo no…! Todos esto me molesta… ¿Para qué me trajiste?
CARLOS.- No te traje… (HACE REFERENCIA A CRISIPO) Nos trajo… Y no podemos irnos.
DANILO.- Me asfixia el olor a pueblo… Huele a tierra, a recuerdos…
CARLOS.- ¿Te remuerde la consciencia?
DANILO.- Sí tengo miedo de ese David Roto
DESCUBRIMOS LA IMAGEN DE UN EFEBO QUE POSA COMO DEL DAVID
CARLOS.- Yo no.
DANILO.- No comencemos a decir mentiras…
CARLOS.- Tengo mis amigos…
DANILO.- ¿Dónde?
CARLOS.- Te gusta hacer daño…
DANILO.- Para algo he vivido…
CARLOS.- Para buscar compañía en hoteluchos de mala muerte.
DANILO.- No quiero hablar de eso.
CARLOS.- Todos nos enteramos dónde te fuiste a acostar con la acomodadora.
DANILO.- No quiero hablar de eso, te dije.
CARLOS.- ¡Yo tampoco…! Sé que por eso me odias.
DANILO.- Sabes que no puedo dejar de “amarte”.
CARLOS.- “Amas” de una manera muy extraña.
DANILO.- Es que ahora soy un hombre.
CARLOS.- Un vulgar hombre.
DANILO.- Se te olvidó lo de corrido.
CARLOS.- Fue adrede, para no alterarme contigo. Podrías quedarte sin donde dormir esta noche.
DANILO.- Si fuera verdad… No me puedes echar… Soy yo el que decide cuándo sale y cuándo entra (TOMA LA MALETA)
CARLOS.- Espera… hay tantas cosas qué hacer…
DANILO.- ¿Con cuáles herramientas?
CARLOS.- Tienen que existir.
DANILO.- Mira, todo está allá… afuera… a kilómetros de aquí… Esto es para dormir… para morirse solamente…
CARLOS.- Ah… a eso es que vas…
DANILO.- ¿A eso qué?
CARLOS.- A buscar a quién engatusar para que te posibilite el pasaje de regreso… o el valor de la urna.
DANILO.- ¿Qué quieres? ¿Qué me ponga profundo?
CARLOS.- Si eso te satisface… Te pones tan ridículo…
DANILO.- No te preocupes… no lo voy a hacer
CARLOS.- Es una lástima.
DANILO.- No lo voy a hacer…
CARLOS.- Es que es tan difícil pensar a veces, ¿verdad?
DANILO.- Te dije que no voy a hacerlo.
CARLOS.- ¿Tú quieres un smoking?
DANILO.- Tú sabes que sí.
CARLOS.- Pero cómo puedes ganártelo, si eres incapaz de ponerte profundo.
DANILO.- No lo voy a ahcer… Yo escucho a Cabrujas diciendo que nosotros vivimos describiéndonos, de por arriba, de superficialidades, de lo externo… y que somos tan dramáticamente incapaces de profundizar, que un samán -ese magnífico gigante que es como el sol para nosotros-, no significa, sino que es una grandísima vaina que nos echó la naturaleza y de la que no pasamos de sentir complicidad cuando tratamos de ponernos profundos, porque no podemos convertirlo en verbo… En verbo, en acción, en el ciprés ¿entiendes?
CARLOS.- Ni que Cabrujas fuera una biblia… Yo no te pedí que te pusieras profundo… pero suena hasta bonito…. No te ganaste el smoking.
DANILO.- Gracias.
CARLOS.- ¡Qué triste que yo no caiga en esos agujero negro…!
DANILO.- Eres peor… Todos el mundo se enteró de que te botaron de tu casa.
CARLOS.- (OBVIÁNDOLO) no caigo en esos agujeros negro, decía, porque las mujeres siempre terminan echándote el cuento de su menstruación y los hombres se masturban el intelecto, para ver a cuál le llega más lejos el chorro.
DANILO.- Me olio a esperma.
CARLOS.- Son las velas.
DANILO.- Por un momento creí que era otra cosa.
CARLOS.- ¿Será por la profundidad?
DANILO.- No lo creo.
CARLOS.- Ten cuidado, recuerda que ese señor tiene hasta la gota, tratando de ponerse profundo.
SILENCIO.
DANILO.- Hoy quiero ser frívolo… ¡Cuánto daría por un smoking!
COMIENZA A DESNUDARSE.
CARLOS.- Si te quitas la ropa vas a hacer que diga cosas que nos van a doler. ¿Hasta cuándo tocarán ese piano?
DANILO.- Me voy a ofrecer como una puta de la mala vida.
CARLOS.- No lo tienes tan grande como yo…
DANILO.- Me voy a ir con el mejor postor…
CARLOS.- No sé de qué te quejas.. Si hubieras tenido que batirte como yo estuvieras muerto.
DANILO.- … con alguien que sí me dé lo que necesito. Yo sé hacerlo como a la gente le gusta
SE MIRA EN EL ESPEJO.
CARLOS.- ¡Pura mierda! No sé por qué la gente como tú se queja tanto y no soportan las quejas de los demás… Los míos nunca quisieron que tuviera la moto, o se olvidaron lavarme la ropa con la que podía estar presentable…
DANILO.- Te estabas metiendo tabaquitos, o tomando caña ¿Por qué no la lavaste tú?
CARLOS.- (SIN ESCUCHARLO)… O mi mamá en su constante chantaje sentimental, me decía que no me iba a hacer nada, porque su casa no era un hotel, al que se iba a dormir solamente y a dar órdenes…
DANILO.- Te lo tenías bien merecido…
CARLOS.- Yo sí tuve que batirme como una fiera, porque mi hermano estudiaba antropología, en un lugar que significa dinero y prestigio… y yo estoy aquí. Donde ser actor no significa nada…
DANILO.- Por primera vez tienes toda la razón.
CARLOS.- ¿Qué puedes hacer con la razón?
DANILO.- Dímelo tú.
CARLOS.- Te crees más inteligente… lo sé…
DANILO.- Estás perturbado…
CARLOS.- Se te nota…
DANILO.- ¿Una crisis de paranoia a esta hora del día?
CARLOS.- Se te adivina en la mirada, cuando te callas y me ves con esa cara de ardilla con la que tratas de convencer al público cuando hay algo que te interesa.
DANILO.- ¿Qué tiene que ver el público aquí?
CARLOS.- ¡Tiene que ver!
DANILO.-No tengo la culpa de gustarle a la gente… Parece que eso te da miedo.
CARLOS.- No; realmente no… No todos somos hermosos “muchacho de la Compañía”
DANILO.- ¡Muchacho de la Compañía!
CARLOS.- Fue así como te bautizaron… ¿no es cierto?
DANILO.- Tú lo sabes mejor que yo… Siempre te enteras de todo antes…
CARLOS.- No todos somos hermosos, pero eso hace batirnos más para llegar a donde queremos sin tener que pintarnos los labios de rojo en las noches de Luna…
DANILO.- Ahí está tu equivocación…
CARLOS.- Yo sé con quién te fuiste al hotelucho… ¿recuerdas?
DANILO.- Tu no tienes plata ni los medios para salir de este lugar de casas de bahareque…
CARLOS.- ¡Me atormenta esa música! ¿Será que quiere enloquecernos?
DANILO.- (REFIRIÉNDOSE A CRISIPO) ¿Cuándo va a decidirse a salir de ese estado? Voy a desnudarla… Tengo que quitarle la ropa…
CARLOS.- ¿Para qué? ¿Para registrarle el sexo y compararlo con el tuyo…?
DANILO.- Déjame en paz (SE LANZA SOBRE LA MUJER)
CARLOS.- (OBSTACULIZÁNDOLE EL PASO) No le quites la ropa… que si eres hermoso en general hay cosas que no te favorecen… Tú y yo sabemos cuáles son… ¿O necesitas que te las mencione?
DANILO.- ¡No! Mejor no… Está bien… hagamos algo diferente…
CARLOS.- ¿Una letra?
DANILO.- Luego las frases…
CARLOS.- Cómo siempre.
DANILO.- Hoy siento atracción por la “eme”…
CARLOS.- Umjú (!)
DANILO.- Es tan retorcida.
CARLOS.- Umjú.
DANILO.- Parece un par de nalguitas hermosas para acariciar.
CARLOS.- Umjú…
DANILO.- O las tetas de una carajita de quince…
CARLOS.- ¡Comienza, pues!
DANILO.- Pero prométeme que por cada palabra…
CARLOS.- ¡Comienza…! ¡No es necesario que me repitas el juego otra vez, lo jugamos todos los días a esta misma hora!
DANILO.- Pero siempre se te olvida… Me gustan los juegos bien organizados.
CARLOS.- Como siempre se me olvida el juego, voy a ser yo el que coloque la primera vocal; no vaya a ser que como hoy te sientes frívolo y te gusta la “eme”, vayas a comenzar diciendo groserías, o vayas a comenzar con alguna de tus aberraciones…
DANILO.- ¿Jugamos o peleamos?
CARLOS.- ¿No es lo mismo? La vocal es la “o”… comienza.
DANILO SE DIRIGE A LA MALETA, LA ABRE Y SACA DOS LIBRETAS Y DOS LÁPICES UN JUEGO PARA CARLOS Y OTRO PARA ÉL.
DANILO.- Toma, para anotar…
CIERRA LA MALETA Y LA COLOCA NUEVAMENTE EN SU LUGAR.
CARLOS.- Comienza de una vez…
DANILO.- Ya…
POR CADA PALABRA U ORACIÓN COMPUESTADANILO Y CARLOS SE DESPALAZAN CORPORALMENTE QUE DA LA SENSACIÓN DE QUE ESTAMOS FRENTE A UNA DANZA MECÁNICA.
DANILO.- Eme.
CARLOS.- Te dije que la vocal es “o”.
DANILO.- Está bien… ahora sí…
CARLOS.- ¡Sin trampa!
DANILO.- Sin Trampa.
CARLOS.- Comienza de una buena vez.
DANILO.- ¡Estoy pensando!
CARLOS.- La gente como tú no piensa…
DANILO.- Ahora eres tú el que busca lío.
CARLOS.- Tú sabes que la culebra siempre está debajo de la basura.
DANILO.- Eres una culebra fea…
CARLOS.- “No sé leer, pero tengo quien me escriba”.
DANILO.- ¡Ay…! ¡Comienzo mejor! “Mo”.
CARLOS.- Momo.
DANILO.- Motor.
CARLOS.- Moto.
DANILO.- ¿Moto?
CARLOS.- ¡Moto!
DANILO.- Asco.
CARLOS.- ¿Asco? (!)
DANILO.- Sí, asco. (MOLESTO POR HABER PERDIDO EL PRIMER PUNTO)
CARLOS.- (ANOTÁNDOSE EL PRIMER PUNTO VICTORIOSO. CONTINÚA EL JUEGO con dos palabras) Es mía.
DANILO.- ¿Lo es…?
CARLOS.- Es todo.
DANILO.- Lo sé.
CARLOS.- No sabes…
DANILO.- ¿Tú crees?
CARLOS.- ¿Qué puedes saber? (SE ENOJA)
DANILO.- (ANOTANDO SU PRIMER PUNTO. RETOMA con tres palabras) ¿Es tú problema?
CARLOS.- Es mi vida.
DANILO.- Me da asco.
CARLOS.- Pero subiste a ella (PERDIO OTRO PUNTO POR AGREGAR NUEVA PALABRA)
DANILO.- (ANOTA. SIGUE) No volveré a hacerlo.
CARLOS.- No decías lo mismo.
DANILO.- Es una larga historia.
CARLOS.- ¿Se me usa entonces?
DANILO.- No he dicho eso.
CARLOS.- ¿Qué has dicho entonces?
DANILO.- Nunca quieres comprender… nada.
CARLOS.- Siempre me jodes así.
DANILO.- ¡Siempre crees que quieren joderte! (SE MOLESTA PORQUE AGREGO NUEVA PALABRA Y PERDIO OTRO PUNTO)
CARLOS.- (SONREÍDO AL GANAR NUEVO PUNTO) Siempre parece que quieres hacerlo.
AUMENTO ERL FRASEO DE LAS PALABRAS Y LOS MOVIMIENTO.
DANILO.- No me gusta esa moto.
CARLOS.- Su tanque es rojo sexo.
DANILO.- ¿Hasta cuándo te sigues mintiendo?
CARLOS.- Con ella puedo darme caprichitos.
DANILO.- Con ella sólo obtienes quimeras.
CARLOS.- No quiero seguir hablando así.
DANILO.- No te gusta hablar verdades.
CARLOS.- Hablas mal de mi moto.
DANILO.- Eres un flojo de mierda.
CARLOS.- No deseo seguir hablando así
DANILO.- Te cuesta contar para hablar.
CARLOS.- No voy a molestarme contigo.
DANILO.- Por eso te equivocas tanto.
CARLOS.- No me voy a molestar.
DANILO.- Eres un pobre cerdo impotente.
CARLOS.- Ni me voy a equivocar.
DANILO.- Eres un insignificante buey.
CARLOS.- Voy a meterte un coñazo.
DANILO.- Fuerza bruta y nada más.
CARLOS.- No me voy a molestar.
DANILO.- Sé que estás muy molesto.
CARLOS.- No quiero seguir jugando contigo.
DANILO.- ¿Ves que eres un bruto?
CARLOS.- ¿Ves que eres una marica?
DANILO.- No me insultes, por favor.
CARLOS.- No es insulto, es alago.
DANILO.- Me descuido y me insultas.
CARLOS.- Me encantan los pedos instruidos.
DANILO.- Eres un cerdo castrado y asqueroso.
CARLOS.- ¿Quién estará tocando el piano?
DANILO.- Ese no es tu problema.
CARLOS.- ¿Será el fantasma de “M”?
DANILO.- Quizás; hasta los fantasmas joden.
CARLOS.- Cambiemos de juego, por favor.
DANILO.- Me encantas cuando eres amable.
CARLOS.- Soy con quien lo merece…
DANILO.- ¿Te gustaría hablar de erección?
CARLOS.- ¡Me gustaría torcerte el pescuezo! (SE LANZA A PEGARLE)
DANILO.- (ESQUIVANDO LOS GOLPES DE CARLOS) ¡Está bien…! ¡Está bien! Hablemos de otra cosa. (SE ALEJA DE CARLOS) Hablemos de talento.
CARLOS.- ¿Para qué hablar de talento, si sabemos que eso no funciona? Lo que funciona es la astucia (DÁNDOSE GOLPECITOS EN LAS NALGAS) Y tú tienes suficiente astucia para navegar bien… Yo tengo talento…
DANILO.- Un talento que te asusta, porque no se erecta con la fuerza que esperas…Porque no has aprendido a usarlo como es debido.
CARLOS.- Dicen que tengo talento.
DANILO.- Conozco a otros que tienen poco talento, pero que se les para como es debido… en cambio a ti…
CARLOS.- Eso me asusta tanto…
DANILO.- (FRENTE AL ESPEJO) Lo sé.
CARLOS.- ¿Crees que lleguen a pensar otra cosa de mí?
DANILO.- ¿Que eres…? No lo sé… a la gente le gusta tanto especular (SE ABSTRAE FRENTE AL ESPEJO CON SU IMAGEN)
CARLOS.- ¿Tú crees que…? Danilo… ¿Qué buscas en ese espejo? ¿Por qué no me respondes? ¿Me escuchas? No; nunca escuchas. Estás embrujado… mirando si puedes conseguir tu verdadera imagen en ese espejo que también es de exánimes… ¡Qué desilusión, Danilo! Tu imagen tampoco será para ti, aunque te quites la ropa.
SE ESCUCHA UNA RISA. SE ESCUCHA UN BOLERO. CRISIPO CANTA UN BOLERO CON MARGARITA Y LA ASISTENTE. CARLOS Y DANIEL REPITEN LA PLANTA DE MOVIMIENTO A LA INVERSA HASTA EL FINAL DEL BOLERO. CARLOS SE SIENTA A MIRAR CÓMO DANILO SE PINTA LOS LABIOS DE ROJO ANTE EL ESPEJO.
CARLOS.- Anoche vi una nube… una mágica nube que quedó convertida en una hermosa llama que bajó hasta mi ventana; me saludó… me miró largo rato mientras me masturbaba y, cuando acabé, se despidió de mí satisfecha… Luego pasó junto a la Luna, como buscándola… y me acordé de ti… No la alcanzó… Pasó una y otra vez… Una y otra vez… hasta que ya, fatigada, se transformó en un hombre…. Un joven atleta desnudo que portaba un arco y que corría tras una tórtola… Era yo…. Era yo… Yo quería que el hombre se transformara nuevamente en la llama, para que alcanzara la Luna, probablemente para verte conseguir la imagen en ese maldito espejo… pero no pudo ser… No se transformó en la llama, amigo… Y pensé en Goya… y en su producción atormentada… Tan oscura… y me dio risa al darme cuenta de que si Goya no hubiera dejado constancia de esos cuadros eran suyos… seguramente los especialistas dirían que esos cuadros no eran de ese maestro… Hay tanta gente inteligentemente bruta… Entonces lo sentí… me sentí una de esas obras, como un boceto inconcluso y me descubrí ante el David, ante la mesita del David roto… Me sentí abandonado… Cris me miraba con ojos distraídos pero agudos… No quiero ser un proyecto para un cuadro toda mi vida; no quiero ser un boceto inconcluso… ¡No quiero! Por eso no quiero que te desnudes… ni te entregues más…No quiero avergonzarte…; lo tengo más grande que tú y la gente podría darse cuenta… Porque la verdad es que yo ya me he desnudado…
DANILO.- ¿Qué me importa la gente de este pueblo de café y barro?
CARLOS.- Quiero que no sientas vergüenza.
DANILO.- No necesito que te preocupes por mí, ni por ella , ni por nadie…
CARLOS.- Pondrían en entredicho lo que aparentemente eres…
DANILO.- Quiero más café.
CARLOS.- Voy a poner a calentar… (HACE MUTIS)
DANILO.- (A CRISIPO) ¿Tú sabes para qué me vine? Para aliviarte la ansiedad, porque el morbo te hacia cada vez más divina cuando pasaban los días y no tenías más nada qué hacer que esperarme para aquello… Sí, a mí me gustaba tanto como a ti… pero tu ego castrado necesitaba reafirmación y conseguiste público y mírate… ahora la pose es sumergirse en el autismo… ¡Qué error tan grande cometí contigo! Detuve tantas empresas, abandoné a tantos amigos cuando más me necesitaban por ti… tú no existías para entonces, pero yo me empeñé en que así fuera y lo logré… Vergüenza… ¿Dónde dejé la vergüenza y mis perspectivas?... Me quedé seco, sucio y vacío por ti… Tengo solamente sucio en mi interior… ¿Por qué no puedo desnudarme para ofenderme? He intentado ser un chulo, pero no puedo… Sé que tienes un agujero fétido en esa consciencia aparentemente vacía… me encanta el método para hacerte la mártir; la máscara convence… Mis amigos preguntaron
DANILO Y CRISIPO (A LA VEZ) ¿Cómo te llaman?
DANILO.- Y contestaste…
CRISIPO.- Crisipo.
DANILO.- Luego volteaste a mirar a Carlos y le gemiste…
CRISIPO.- Llévame a Timotes, Carlos. Quiero morir allá.
DANILO.- Traidora… ¿Por qué no puedo desnudarme?
CRISIPO.- Hazlo si quieres… Yo ya no siento frío ni calor… Espero morir pronto para poder descansar.
DANILO.- ¿No soy acaso el David roto que te transportaba por las noches en las que te retorcías de deseo cuando comenzamos a acostarnos con terceros para gozar… ahora el aberrado soy sólo yo… no me digas que lo hacías para complacerme…¿Quién subió aquel modelo que conseguiste en la calle y me invitaste a poseer mientras se perdía entre tus piernas? Me mirabas de soslayo mostrándome sus nalgas deseosas de castigo… ¿Quién se hacia seguir por hombres y mujeres para satisfacerse viendo cómo los vejaba mientras los poseía? Yo te hacía creer que no me importaba, que no me hacía daño y tú seguiste trayendo culos…
CRISIPO.- Para no perderte.
DANILO.- Eras una viciosa reprimida y conmigo te quitaste el velo…La aberrada eres tú y quieres que todos crean que soy yo.
CRISIPO.- Hasta que llegó Julio.
DANILO.- Estabas muda de ira… Sabía que te haría tanto daño… Aún puedo sentir sus cuerpos quemándome.
CRISIPO.- Te acostaste primero conmigo delante de él…
DANILO.- Nos revolcamos ante sus ojos deseosos de poseerte…
CRISIPO.- Entonces ocurrió… era tu cumpleaños…
DANILO.- Estaba tan erecto…
CRISIPO.- Tomaste entre tus manos aquel cuerpo tan blanco
DANILO.- Tan duro.
CRISIPO.- Tan niño.
DANILO.- Tan viril…
CRISIPO.- Lo sedujiste ante mí…
DANILO.- Él quiso negarse, pero más pudo su lujuria, su deseo
CRISIPO.- Entró en ti…
DANILO.- Aún puedo recordar cómo te levantaste furibunda mientras yo cabalgaba al efebo.
CRISIPO.- Era una llama… la lama de Carlos…
DANILO.- Yo llegué esta vez a la Luna y lloraste amargamente.
CRISIPO.- Pederasta.
DANILO.- Estaba tan satisfecho de verte golpeada. Estuve limpio. Me había vengado por primera vez de ti… ¡Tengo que conseguir un diletante ocioso para moldear otra obra diferente a la que cree contigo!
ENTRA CARLOS CON DOS TAZAS DE CAFÉ. CRISIPO SE INMUTA DE NUEVO
CARLOS.- ¿Cuánto estás solicitando?
DANILO.- No tienes dinero.
CARLOS.- ¿Quién sabe, soy extranjero?
DANILO.- Déjame quitarle la ropa.
CARLOS.- No.
DANILO.- Sí voy a…
CRISIPO SE QUITA VIOLENTAMENTE UN GUANTE Y AMBOS QUEDAN ATÓNITOS.
CRISIPO.- Quiero estar aquí…
VUELVE A SU ESTADO INICIAL.
CARLOS.- Cris… los guantes no… es que… es que siempre pensé que usabas para mí… para nosotros… Si quieres podrías ponerte el guante
DANILO.-¡Deja que por lo menos tenga una mano desnuda…! Son hermosas sus manos.
CARLOS.- Manos de artista.
DANILO.- Quisiera recordar lo que se siente cuando tus manos atrapan mi sexo y aprietan fuerte… así… todavía lo tengo como para esa mano desnuda.
CRISIPO SE COLOCA EL GUANTE NUEVAMENTE SIN MIRARLOS.
DANILO.- (RÍE) Sabía que te colocarías el guante… Te conozco tanto…
CARLOS.- A veces me pregunto para qué soy tu amigo…
DANILO.- La respuesta será tan inconsistente… Desconfías tanto de ti
CARLOS.- Soy extranjero… Soy el que está entre ustedes… Yo conseguí el David roto…
DANILO.- Trágicamente gracioso, pero cierto. Mi capacidad de olvido es impresionante.
CARLOS.- Tú tampoco puedes olvidarlo.
DANILO.- “Siempre pensé que los guantes los usabas para mí”… Tú también eres un cobarde…
CARLOS HUYE OFENDIDO. VUELVEN AL PASADO.
DANILO.- Yo estaba sentado en un lugar donde nadie me podía ver… ahí descansaba después del ensayo, o las presentaciones de matinée o vermut, o cuando me quería aislar… Ese día nos habían botado de la Compañía ¿Ahora de dónde saco plata? Crisipo abortó y se había puesto rara conmigo, en cambio la acomodadora siempre me saltaba. Yo la amaba… entonces los escuché.
CARLOS SE APROXIMA A CRISIPO Y TÍMIDAMENTE LA MIRA Y ESTA LE SONRÍE.
CARLOS.- Carlos.
CRISIPO.- Crisipo.
CARLOS.- ¿Por qué siempre tan distante?
CRISIPO.- Se molesta cuando se ensaya.
CARLOS.- Eres misteriosa.
CRISIPO.- ¿Lo soy?
CARLOS.- Soy compañero de Danilo… ¿Me habrás visto antes…?
CRISIPO.- Actuando ¿no vengo todos los días…?
CARLOS.- ¿Estás con Danilo?
CRISIPO.- ¿Me ves con él?
CARLOS.- Todos los días…
CRISIPO.- ¿Entonces…?
CARLOS.- Nos quedamos sin trabajo… no sé qué voy a hacer ; no estoy en mi casa y ahora sin dinero… Danilo y yo tenemos un amigo que nos escribe algo… pero no le tengo mucha fe a esos escritorcitos de teatro
CRISIPO.- ¿por qué me miras así? Yo no escribo teatro.
CARLOS.- ¿Eres de verdad la amiga de Danilo?
CRISIPO.- ¿Qué crees?
CARLOS.- Es un gran tipo… tiene muy buenos gustos… así que cuidado, no lo vayas a perder.
CRISIPO.- Cada quien debe cuidarse como puede… Él debe estar en este momento detrás de la acomodadora…
CARLOS.- ¿Dónde se encuentra la gente como tú?
CRISIPO.- ¿Has visto la Luna llena?
CARLOS.- ¿En la Luna?
CRISIPO.- Hay tantos que se conforman con su reflejo.
CARLOS.- ¡Que despilfarro! Todo un desperdicio
SILENCIO CÓMPLICE.
CRISIPO.- A mí también me gustaría verte…
CARLOS.- ¿Con Danilo?
CRISIPO.- No; solo. Tú y yo…
CARLOS.- Somos amigos…
CRISIPO.- Somos artistas…Además, Danilo también es mi amigo… ¿Por qué no puedo salir contigo?
DANILO.- (IRRUMPE) ¡Porque es impotente! (TOMA LA MALETA PARA IRSE)
CRISIPO.- Prefiero estar con él que contigo… Llévame a Timotes, Carlos. Quiero morirme allá.
CARLOS CORRE A MIRARSE EN EL REFLEJO DEL AGUAMAINIL. LA MÚSICA DEL PIANO ATORMENTA. CRISIPO VUELVE A SU LUGAR INICIAL. DANILO DEJA LA MALETA Y SACA FÓSFOROS Y ENCIENDE CUATRO VELAS. TOMA LA MALETA Y PARECE DISPUESTO A IRSE. VOLTEA. MIRA A CRISIPO. ELLA LE HACE CASO OMISO. ÉL LE QUITA EL ABRIGO Y PARECE DISPUESTO A IRSE. CARLOS RETIENE A DANILO. DANILO SE ZAFA DE LA MANO DE CARLOS Y SE VOLTEA SONREIDO CON SARCASMO. VOLTEA Y LE OFRECE EL ABRIGO A CARLOS. CARLOS SE LO ARRANCA DE LAS MANOS. SE MIRAN UN MOMENTO Y CARLOS CUBRE NUEVAMENTE A CRISIPO CON EL ABRIGO. DANILO SACA UN PEINE Y SE LO PASA POR LA CABEZA. CARLOS VA INMEDIATAMENTE A LAVARSE LAS MANOSEN EL AGUAMANIL. SE SECA Y MIRA A DANILO.
CARLOS.- El David está roto…
DANILO.- Lo sé.
CARLOS.- No le quites la ropa… hace frío en Timotes.
DANILO.- ¡Cállate!
DANILO Y CARLOS DETIENEN SUS MOVIMIENTOS VITALES Y SE VAN TRASFORMANDO EN DOS ESPECIES DE MUÑECOS DE CERA.
EL DAVID.- ¿Margarita, qué haces?
MARGARITA.- Viendo cómo repiten todos los días lo mismo.

OSCURO.
Fin.
César Eduardo Rojas Márquez.
09-02-1987 1:05 a.m.

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