domingo, 11 de enero de 2009

EL REGRESO (ARGUMENTO PARA EL GUIÓN LITERARIO)

EL REGRESO

SINOPSIS:

Nuestra historia se inicia en La Pastora. Caracas 1953, en la casa del director de la Banda Municipal de la Policía, Mario Patiño, viudo con dos hijas Lorenza y Lucía.

Hoy, su hija Lorenza, conocida costurera de la populosa parroquia caraqueña, espera nerviosa, en silencio y acompañada de su prima Isabela, la respuesta que su padre le va a dar a Inocente Carreño, su enamorado, quien ha ido a conversar con él para pedir la mano de la muchacha y de ser positiva la respuesta pronto habrá boda.

Pero Lorenza no sabe que Don Mario mira con disgusto esa relación, piensa que el muchacho no es más que un abusador que le ha enamorado a Lorenza para aprovecharse de sus buenas relaciones y su talento, por lo que decide quitárselo del medio a su hija y aprovechándose de sus relaciones políticas, lo acusa ante los esbirros la policía del régimen dictatorial de Pérez Jiménez, de revoltoso y conspirador, y se lo llevan preso a la temible Seguridad Nacional.

Por su parte Mario no le cuenta la verdad a su hija, sino que le dice que lo acompañó a Inocente a conversar con un ministro importante y que le ha sido otorgada una beca para que se vaya a estudiar música a La Sorbona y que hoy mismo se va “solo” a París.

Es entonces cuando Lorenza enardecida por lo que supone que ha hecho su padre para alejarla de Inocente, que le revela que está embarazada del joven músico mientras él lo manda a París. Mario corrobora sus sospechas y la furia que le produce el estado de su hija es tal que la golpea haciéndola aborta y sufre un ataque de paraplejía que lo confina a una silla de rueda y lo inhabilita para siempre, como si estuviera muerto en vida.

Y con su padre inútil y su hermana menor a cuesta, Lorenza se va de la Pastora para ocultar su vergüenza y su culpa a un pueblo de los Andes venezolanos llamado Timotes, que nadie conoce, lo que la convierte en un ser amargado, taciturno, gris. Detenido en el pasado, el lo que pudo ser su vida y nunca fue

Inesperadamente comienza a ver con horror que su hermana Lucía se ha enamorado locamente de un musiquito del pueblo, hijo de españoles, de nombre Isaac Millán, con el que se quiere casar para regresar a Caracas a buscar fortuna. Y sin querer Lorenza comienza a ver que se repite su historia y asume torpemente el rol de su padre, tratando de obstaculizar la relación porque no quiere ver sufrir a su hermana como ha sufrido ella.

Pero Lucía ha tomado una decisión, se va a casar con Isaac y acompañada de su prima Isabela van a ver a Paca, la bruja del pueblo, para que le cuente cómo va a ser su matrimonio.

A la bruja le impresiona mucho que Lucía tenga amores con el muchacho y luego de limpiarla y hacerle un despojo se dispone a leerla la mano, pero algo horrible ve la bruja en el futuro de la joven: la muerte. “Ella va a matar a alguien que no es de la familia pero es de muy cerca” dice la mujer y cuando Isabela le dice que Lucía va a casarse pronto le advierte: -Dígale que no se case, señorita. Que no se case- y se va. Por lo que el destino parece decidido a invadir el intento de felicidad de la jovencita.

Sin conocer la advertencia de la bruja Paca, Lorenza le pide abiertamente a Isaac que deje a su hermana, que se vaya solo a Caracas y se establezca primero, pero el joven le explica que no es así como quiere las cosas y que se va a ir con lucía quiéralo ella o no y le advierte, por su lado, que no interfiera más en su relación, porque en la oscuridad los hombres pueden hacer daño, mucho daño.

Pero a pesar de la amenaza de Isaac a Lorenza, Lucía, impactada por la advertencia de la bruja y desconociendo la conversación que Isaac y Lorenza tuvieron, aplaza la boda, mientras espera amargamente que llegue su destino.

Y una noche de lluvia cerrada, en la que casi no hay luz, Isaac se mete en la casa para asustar a Lorenza y persuadirla a que lo deje casarse con su hermana, pero Lorenza en vez de asustarse se enfrenta al supuesto delincuente que ha entrado en la casa y mientras se bate como una fiera con él, llega Lucía, toma las tijeras y se las clava al hombre cumpliendo así lo que le ha dictado la bruja. Lucía, sin saberlo, le quitó la vida al hombre de su vida y al descubrirlo, el dolor es tan grande que se quita la vida.

Lorenza aterrorizada, destruida por la culpa y asumiendo su equivocación al tratar de impedir la boda de su hermana, como una vez su padre impidió su matrimonio, huye de Timotes y decide regresar a Caracas, con su padre a cuesta como un mal estigma, para no huir nunca más de su destino, para enfrentarse a lo que sea para tratar de recuperar al amor de su vida: Inocente Carreño.

Llega la segunda mitad del siglo XX. Los años sesenta. Derrotada la dictadura de Marcos Pérez Jiménez, los presos de la Seguridad Nacional han comenzado a salir y a tomar los roles sociales que le correspondían. Entre ellos Inocente Carreño, quien sale con la cabeza caliente, dispuesto a enfrentar cualquier idea que traicione los ideales sociales que ha aprendido en las celdas de la Seguridad Nacional.

Por su parte, Lorenza se ha establecido nuevamente en la casa de la Pastora y ha conseguido trabajo en la tienda del judío Aarón Goldman y gracias a sus buenos oficios es la encargada de la tienda. Ella trabaja mientras su prima Isabela, que le ha sido enviada a Caracas para que la cuide ya que su padre salió huyendo del país a la caída del Régimen, cuida al viejo Mario Patiño.

Inocente viene a busca a Lorenza y sólo encuentra al viejo Mario al cuidado de una vecina, mientras Isabela recibe la visita de Nicolás Curiel. Él solo le dice que vino a buscar a Lorenza y que puede morirse ya, e inesperadamente Mario muere.

Las persecuciones a la juventud comunista se arrecia por todo el territorio nacional. Rómulo Betancourt está en el poder y han comenzado los comentarios sobre su mandato. Incluso se comenta que el Presidente se está cogiendo el dinero de la nación y entonces en un discurso público Betancourt jura que no ha tocado los dineros y que se le quemen las manos en nombre de Dios si la había hecho y en un atentado en su contra todos mueren y a él solamente se le queman las manos. Esta paradoja revoluciona a la juventud que reacciona en contra de su mandato o intuye que sabe que el país es el negocio al que hay que meterle las manos aunque se les quemen... y el sueño de que la democracia nos iba a dar la felicidad se desestabiliza y se acaba.

El día que Felicia Rojas le viene a contar a Isabela que en la casa de Inocente hay gente, se mete a la casa abruptamente el comunista Carlos González Vega, que pide que lo escondan y las rapta a punta de pistola, un semental negro enemigo del gobierno de Betancourt, dispuesto a procurar a cuanta mujer pase por su lado y después de un fallido intento por poseer a Lorenza termina convirtiéndose en el amante de Isabela.

Lorenza sabe que algo está pasando entre el comunista negro y su prima y cuando la interpela ella le confiesa la verdad: está embarazada del negro y están planeando irse a Santo Domingo como exiliados después de que se lleve el plan que tiene en contra del presidente de la República. Entonces Lorenza lo arregla todo para que se casen antes de irse y luego de la firma se enteran por boca de Inocente, quien se ha presentado en la boda, que Betancourt sufrió un atentado y sólo se le quemaron las manos. Manda a salir a Carlucho e Isabela del país y da indicaciones a los presentes para que estén listos para lo que viene.

Después de tanto dolor y tantos años Lorenza lo vuelve a ver. Se aproxima a él, le toca el rostro y del impacto que provoca en ella su presencia cae desmayada en sus brazos.

Cuando Lorenza despierta Inocente ha despedido a todos los invitados a la boda y habla con ella por primera vez, le pide que lo perdone, que él nunca estuvo en París y que se case con ella, pero ella escéptica, después de hablarle de su dolor y de su espera, le responde desde la más profunda desilusión que “A Betancourt se le quemaron las manos” y se va, lejos y se separa de él para siempre, frustrando sus sueños de amor.

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