jueves, 1 de enero de 2009

COMO EN LAS PELÍCULAS DE HOLLYWOOD

Personajes:
Narrador.
María Eugenia.
Ugueta Meneses.
Chaura Hermelinda Díaz Granado.
Héctor Enrique Villarino Lobo.
Asistente 1/ Alfredo Meneses.
Asistente 2.
Sonidista.
Técnico de iluminación.
Breve descripción de los personajes:

María Eugenia: Actriz que interpreta a una Caraqueña de veinte años. Trabaja con Ugueta en la elaboración de dulces caseros para la venta. Esta “despechada” porque se acaba de romper su relación amorosa con un hombre casado: “El Pollo”. Viene a Timotes para acompañar a Ugueta y darle fuerzas para que le pida, a su hermano Alfredo, el préstamo que necesita para pagar la hipoteca de la casa. María Eugenia se enamora a primera vista de Alfredo y su mal de amor parece destinado a curarlo el hermano de Ugueta. La actriz que interprete a este personaje debe inspirarse en dos divas del cine Norteamericano: Rita Hayworth y Ava Gadner.

Ugueta Meneses: Caraqueña treintona criada en Timotes. Vive actualmente en Caracas. Hace dulces caseros para sobrevivir económicamente. Actualmente tiene un problema grave: acaba de vencer la hipoteca que tiene sobre la casa de Caracas y está a punto de perderla, a menos que su hermano Alfredo le preste la cantidad para cancelar la deuda. Por esa razón ha regresado a Timotes. Se ha traído consigo a su única amiga María Eugenia, quien acaba de recibir una desilusión amorosa. La actriz que interprete a este personaje debe inspirarse en Bette Davis, Lana Turner y Greta Garbo.

Chaura Hermelinda Díaz Granado: Es una joven muy alegre y vivaz de Timotes. Tiene 18 años. Nunca ha salido del pueblo, pero siempre se ha interesado por todo lo que huela a desarrollo y adelanto. Está muy enamorada de Héctor Enrique, y como sabe que hace algunos años el muchacho estuvo enamorado de Ugueta, viene a conocer a la posible rival. Es curiosa, entrometida y muy alegre. La actriz que interprete a este personaje debe inspirarse en Judy Garland, Audrey Hepburn y Marilyn Monroe.

Héctor Enrique Villarino Lobo: Es un joven de color de Timotes, de veinte años de edad. En su adolescencia estuvo locamente enamorado de Ugueta, pero ahora ama a Chaura, aunque no ha tenido el valor para declarársele. Es muy tímido, pero en el fondo existe un fogoso y arrojado amante. Podría decirse que es una especia de Clark Kent y Súperman. Generalmente está oculto detrás de sus lentes y su boina. El actor que interprete a este personaje podría inspirarse en todos los negritos que usó el cine norteamericano en los primero años del siglo XX y en Jerry Lewis, y en el momento de la seducción en Gary Cooper.

Narrador (La Didascalia): Es el personaje que se mantiene durante toda la pieza en escena velando por los textos y las acotaciones del libro de dirección. Pide luz; bajar o elevar el sonido; para la escena y la manda a repetir; Anuncia a los patrocinantes de la pieza; etc. Es un personaje imperativo no pide, ordena. El actor o actriz que interprete este personaje debe inspirarse en el Ciudadano Kane

Asistente 1 / Alfredo Meneses: Durante la primera parte es el asistente principal del narrador y está muy angustiado porque el actor que debía interpretar a Alfredo Meneses –el protagonista- no ha llegado, y así se lo deja “colar” al público, cada vez que puede. Finalmente pide la oportunidad para interpretar al personaje y el narrador acepta ante la desesperación. Alfredo es un hombre maduro. Escritor de profesión. Bello. Lo que hace que el asistente se esmere todo el tiempo para parecerse al original. Vive hace muchos años en Timotes, con una posición económica muy holgada. Es mayor que Ugueta –como no lo es el asistente- Alfredo se enamora de pronto de María Eugenia y descubre el problema económico de su hermana y todo lo soluciona él. La contradicción entre el asistente y el actor es tal que causa grandes equívocos.

Asistente 2 / Sonidista / Técnico de iluminación: Los mismos técnicos de la pieza de teatro que siguen las instrucciones del Narrador.

Guía para los Lectores:

Como en las Películas de Hollywood es una historia en dos niveles:

1. El Nivel teatral:
Es una Comedia Rosa de Situaciones, cuyo tema es:
La Felicidad
y la Premisa es:
Soy Feliz Mientras Hago Felices A Los Que Me Rodean;
Ugueta Meneses, es una mujer despampanante dedicada en la capital a la confección de dulces caseros y ha vuelto a Timotes, su pueblo de origen, esperando encontrar con su hermano un préstamo para no perder su casa en Penichez (El Silencio - Caracas) pues si la pierde se convertirá en una mujer muy infeliz y sus sueños de ser una mujer independiente y de avanzada se vendrían abajo; pero Alfredo no está en casa y mientras llega de una convención de escritores ella trata de hacer felices a unos jóvenes -aunque aparente lo contrario y se presente como una mujer seca y malvada-. No contenta con eso cuando llega su hermano le presenta a María Eugenia con la esperanza de que ambos unan sus soledades y lleguen a ser felices.
Así cuando finalmente recibe el préstamo de su hermano para pagar la hipoteca de la casa de Caracas, ha unido sentimentalmente a Chaura Hermelinda con Héctor Enrique y a su amiga María Eugenia con su hermano y todos son felices.
2. El Nivel Parateatral (Teatro dentro del Teatro)
El Narrador (O Personaje Temático dentro del diseño actancial) define la idea central del espectáculo como una serie de asuntos técnicos que hay que solucionar, por encima de su razón meramente dramática, a medida que nos va mostrando las intimidades de producción de la pieza de teatro y los mecanismos invisibles e ineludibles, propios de los espectáculos Brechtianos aunado a lo aspiracional de los espectáculos teatrales latinoamericanos, cuyo lema podría perfectamente ser “Toda la vida Hemos Querido Ser como de Hollywood y Siempre Terminamos Siendo un Sainete Venezolano”.
De este modo, entre risas y desesperación, cursilerías y rupturas en la narración convencional, el narrador nos va distanciando del espectáculo rosa, mientras va solucionando todos los problemas para que la pieza, que va pasando de Comedia Rosa de Situaciones a Jocoso Sainete Venezolano con visas de Astrakán, llegue a feliz término.
De este modo lo vemos corregir los descabellados contratiempos de los actores, influir en sus interpretaciones, corregirlas en vivo, aceptar sus rupturas y darle solución a los grandes problemas de la función de hoy como la ausencia del protagonista (masculino) de la obra –que no vino-, la desubicación del sustituto del protagonista, la neurosis de Ugueta y Chaura, o la torpeza de la actriz que interpreta a María Eugenia, para que todo pueda llegar a ser “Como En Las Películas de Hollywood” y no el ridículo Sainete en el que todo se va transformando hasta el final.



El Autor.





I

EN LA PUERTA DEL TEATRO, EL ASISTENTE 1 ORGANIZA AL PUBLICO PARA INICIAR LA ENTRADA. ESTA EVIDENTEMENTE EMOCIONADO POR LA FUNCION PERO ESTA MUY PREOCUPADO PORQUE EL ACTOR QUE IBA A INTERPRETAR A ALFREDO MENESES NO HA LLEGADO Y ASÍ SE LO DEJA SABER A LOS ESPECTADORES. SE ABRE LA PUERTA Y EL PUBLICO INGRESA A LA SALA. NO HAY ESCENOGRAFIA, SINO ELEMENTOS ESCENOGRAFICOS QUE EVOCAN LA SALA-COMEDOR DE UNA CASA. DEBEN EVITARSE LAS PAREDES, PARA EVIDENCIAR LAS PRETENSIONES DEL ESPECTÁCULO POR SER DE ALTA FACTURA Y NO PASAR DE SER UN DISPOSITIVO UTILIZADO EN LOS SAINETES. LOS ELEMENTOS ESCENOGRAFICOS GRANDES SERAN: UNA PORTÒN DE DOS ALAS, UN VENTANAL DE DOS ALAS CON POLLOS, UN JUEGO DE COMEDOR Y DE RECIBO DE PALETA, UN PERCHERO CON ESPEJO, UNA MESITA CON FOTOS FAMILIARES Y UNA ALACENA CON BOTELLAS, PLATOS, CUBIERTOS, MANTEL Y ACCESORIOS PARA LA COMIDA.
SUENA LA FANFARRIA UTILIZADA EN LAS PELICULAS DE LA TWENTY CENTURY FOX. APARECE EL NARRADOR DEL ESPECTÀCULO VESTIDO EN UN SMOKING TROPICAL. DA LAS GRACIAS A LOS APLAUSOS DEL PUBLICO Y COMIENZA A HABLAR SOBRE UN TROZO DE LA PIEZA MUSICAL.

NARRADOR: ¡Timotes! Casa “bien” de pueblo. Pocos muebles: un juego de recibo de paleta, un juego de comedor de Ceiba, una mesita con alguna fotografía familiar; una puerta; una ventana; una carta sobre la mesita del juego de recibo de paleta. Es la casa de un hombre solo. Su nombre: Alfredo Meneses. Este espectáculo ha sido patrocinado bajo las siguientes firmas (Nombra los patrocinantes del espectáculo). Y en nombre de todos ellos les damos la más cordial bienvenida a este, su espectáculo, ”Como En Las Películas de Hollywood”. ¡Pueden aplaudir! ¡Gracias!

EL NARRADOR SE DIRIGE HASTA EL PEDESTAL Y DESDE ALLI VA A DIRIGIR TODA LA PIEZA COMO UN DIRECTOR MUSICAL. DA GOLPES CON LA BARITA DE DIRECCIÒN Y SEÑALA AL TECNICO DE SONIDO QUIEN PONE UNA GLAMOUROSA PIEZA MUSICAL. TODOS SIGUEN SUS INDICACIONES.

NARRADOR: La puerta se abre lentamente... y aparece Ugueta Meneses, con un extraordinario vestido que nos recuerda el Hollywood de los años cincuenta. Viene llegando de un largo viaje y coloca las maletas en el centro de la sala. Revisará toda la casa antes de emitir una sola palabra. Les narra, para ustedes (Nombre de pila) quien esta noche les servirá de anfitrión.

UGUETA REVISA LOS MUEBLES Y SU LIMPIEZA, PERO NO NOTA LA CARTA SOBRE LA MESITA. ABRE EL VENTANAL Y ES DESLUMBRADA POR UN RAYO DE SOL. MIRA LA LICORERA. VA AL PERCHERO Y SE QUITA SU GRAN PAMELA. VUELVE AL CENTRO DE LA SALA. SE PARA ENTRE LAS MALETAS, SE QUITA LOS LENTES Y POSA HASTA EL FINAL DE LA MUSICA ANTES DE DECIR LA PRIMERA FRASE.

UGUETA: Aquí es...

SE ESCUCHA EL TEMA DE ENTRADA PARA MARIA EUGENIA. ELLA SE DETIENE EN EL UMBRAL DE LA PUERTA.

NARRADOR: Entra Maria Eugenia, amiga de Ugueta. Viene llorando con su pequeña maleta, su sombrilla y su pañuelito blanco.
M.E.: (SIN DEJAR DE LLORAR) ¿Aquí?
NARRADOR: Ugueta, evadiendo el estado de ánimo de Maria Eugenia.
UGUETA: ¿Debía ser en otro lugar?
M.E.: (SECÁNDOSE LAS LÁGRIMAS) No.
UGUETA: Entonces, es aquí.
M.E.: (APROXIMÁNDOSE A UGUETA) ¿Estás segura?
UGUETA: ¿De qué?
M.E.: (MELODRAMÁTICA) De que no te equivocaste al traerme.
UGUETA: ¿De que no me equivoqué de qué?
M.E.: (MELO) De nada. Olvídalo.
NARRADOR: Ugueta. Revisando la casa.
UGUETA: Mete la maleta; mira que la chismosa esa que nos dio la llave de la casa, es capaz de venírsenos atrás para regar en el pueblo hasta el color de nuestra ropa interior.
M.E.: (DA UN PASITO) Yo podría (DA OTRO PASITO) Digo (DA OTRO) Volverme sola (OTRO) para que converses con más tranquilidad con tu hermano.
UGUETA: (IMPERATIVA) ¡Mete la maleta! No quiero discutir sobre el asunto otra vez. No te iba a dejar sola en tu casa para que el sinvergüenza ese se siguiera aprovechando de ti.
NARRADOR: Pausa.

LAS ACTRICES ASPIRAN CON FUERZA.

UGUETA: Si te quedas aquí, conmigo, te quedas... Ahora que si quieres irte puedes hacerlo (LE SEÑALA LA PUERTA CON LA MANO)
M.E.: ¡Me voy! (VA A HACER MUTIS LLORANDO)
NARRADOR: Ugueta la retiene.
UGUETA: Creo que no es aconsejable que permanezcas allá sola.

M.E. DETIENE EL MUTIS.

UGUETA: (EN TONO MATERNAL) Aquí me haces compañía.
NARRADOR: Gran pausa.

LAS ACTRICES ASPIRAN CON MÀS FUERZA

UGUETA: ¿Está bien?
M.E.: (CALMÁNDOSE) Está bien.
NARRADOR: Ugueta con suavidad.
UGUETA: Mete la maleta.
M.E.: Voy.
NARRADOR: Maria Eugenia busca la maleta, cerrando la puerta tras de si. Se quita la pamela y la cuelga en el puesto de al lado del perchero. Coloca la maleta junto a las de Ugueta y mira desde allí la casa.
UGUETA: La vecinita me dijo que Alfredo se fue de urgencia a una convención de escritores y que regresa en unos días. Así que podemos disponer de la casa como si fuera nuestra.
M.E.: (Deprimiéndose a cada palabra) Menos mal que nos dejó las llaves de la casa... (COMIENZA A LLORAR) Me gusta el clima de este pueblo.
UGUETA: A mí no.
M.E.: (EVIDENCIA SU LLANTO) Es tan fresco.
UGUETA: Demasiado fresco para mí.
M.E.: (SENTÁNDOSE A LLORAR EN EL JUEGO DE RECIBO) Las casa de bahareque son como de cuento.
UGUETA: Porque eso es este pueblo: puro cuento.

M.E., DESCUBRE UNA CARTA SOBRE LA MESITA Y DEJA DE LLORAR INMEDIATAMENTE. SU ASOMBRO ES MUY CURSI

M.E.: ¡Oh! ¡Mira! ¡Un sobre! ¿Es para ti?

M.E., TRATA DE TOMAR EL SOBRE PARA LEER EL REMITENTE PERO UGUETA PASA JUNTO A ELLA Y SE LA ARRANCA DE LAS MANOS.

UGUETA: (LEYENDO EL SOBRE MIENTRAS SUSPIRA) es de Alfredo. Tu cuarto va a ser el especial para los huéspedes famosos. El que queda en la esquina, frente al “escusado”. Yo quiero quedarme en la cama de mamá... A lo mejor así me siento más tranquila.
M.E.: (DETRÁS DE UGUETA TRATA DE LEER EL SOBRE) ¿Vas a leerla?
UGUETA: (SE HACE LA DESENTENDIDA) ¿La carta? Después. (SEÑALÁNDOLE LA DIRECCIÓN EN LA QUE SE ENCUENTRA SU HABITACIÓN) Tu cuarto es aquel.
NARRADOR: Música. Maria Eugenia dispone irse. Va a tomar la maleta y de pronto se le ocurre preguntarle algo a Ugueta.

SUENA UN TROZO DE “DREAMS A LITTLE DREAMS”

M.E.: ¿Cómo es?
UGUETA: ¿Quién?
M.E.: Tu hermano. ¿Cómo es?
UGUETA: Si quieres puedes mirarlo en aquella fotografía de la mesita.

M.E., VA A VER LA FOTO PERO UGUETA SE LE ADELANTA Y LA TOMA PARA VERLA ELLA PRIMERO.

UGUETA: Espero que no haya cambiado mucho.
M.E.: Yo ya he visto sus fotos y he leído sus libros, Ugueta. Te estoy preguntando cómo es por dentro.
UGUETA: No te preocupes que ya lo vas a conocer (PONE EL PORTARRETRATOS EN SU LUGAR)
M.E.: No seas egoísta, Ugueta. Me gustaría que me pusieras al corriente; que me dijeras cómo lo ves. Si es dulce, cariñosos, si le gusta pelear como a la hermana... si crees que te preste el dinero.
UGUETA: Maria Eugenia, acabamos de llegar. Yo no me voy a poner a describirte a Alfredo en este momento. Estoy muy cansada. Además, acuérdate que “La descripción aburre”

M.E.: (DEPRIMIÉNDOSE) ¿Es como él?
UGUETA: ¿Cómo quién?

EL ASISTENTE DEL NARRADOR LEVANTA UN PAR DE PLATILLOS Y SE PREPARA PARA CHOCARLOS.

M.E.: Como “el Pollo”.

EL ASISTENTE CHOCA LOS PLATILLOS. LAS ACTRICES SE CONGELAN POR UNOS SEGUNDOS Y RETOMAN LA ACCION.

UGUETA: (Furiosa) ¡No empecemos!

M.E. COMIENZA A LLORAR DE NUEVO.

UGUETA: ¡Te viniste conmigo, a Timotes, para olvidar al mamarracho ese!
M.E.: ¡Ay , no lo ofendas!
UGUETA:... y lo primero que haces al llegar es preguntar si mi hermano se parece a “el Pollo”

NUEVO CHOQUE DE PLATILLOS Y CONGELADO.

UGUETA: A ti te gusta la cuestión.
M.E.: (RESONGANDO) No, que me va a estar gustando la cuestión nada, chica.
UGUETA: Párate de ese mueble sucio. Alfredo como que piensa montar una cantera en esta casa... ¡Cómo hace falta una mujer aquí!
M.E.: ¿Tú no lo recuerdas?
UGUETA: (SIN ESCUCHARLA) A mí me da alergia tanto polvo.
M.E.: “El Pollo”

PLATILLAZO. CONGELADOS. CONTINÚA LA ACCION.

M.E.: Es un buen tipo, lo que pasa es que se casó con la idiota esa...
UGUETA: Hablando sola otra vez.
M.E.: Creí que hablaba contigo
UGUETA: Llévate tu maleta a tu cuarto y cámbiate, para que arreglemos esta casa (SE PARA ENTRE LAS MALETAS, LAS TOMA TEATRALMENTE Y SE DISPONE A HACER MUTIS) Yo voy al cuarto de mamá.

EL NARRADOR HACE SEÑAS HACIA LA CABINA DE SONIDO Y COMIENZA A SONAR “NOCTURNO # 2 DE CHOPIN” M.E. TRATA DE TOMAR LA MALETA NUEVAMENTE PARA IR A SU CUARTO, PERO ANTES LE HACE UN PREGUNTA A UGUETA.

M.E.: ¿Tú crees que los muertos nos ven desde donde están?
UGUETA: (MUY CURSI DETIENE EL MUTIS) Con tanto ocio, a lo mejor. (DEJA LAS MALETAS EN EL PISO PARA ESCUCHAR A M.E.)
M.E.: Me imagino la cara de mi madre enterada de todo esto.
UGUETA: (CORRE CON MUCHA CURSILERÍA A TOMARSE DE LAS MANOS DE M.E.) ¡Y yo la de la mía al ver su casa así! ¡Ojala Alfredo me preste el dinero para pagar la hipoteca!
M.E.: (ABRIENDO LAS MANOS DE UN MODO DECLAMATIVO) Tú vas a ver que si. Tu hermano tiene dinero. Ugueta: tú mamá y la mía nos tienen que ayudar, donde quiera que estén.
UGUETA: Si Alfredo me presta el dinero…

SE PARA DELANTE DE M.E. Y LA TAPA. M.E. SE DESTAPA EN ACTITUD.

UGUETA: Me voy a echar una rasca.

UGUETA SE VUELVE A PARAR DELANTE DE M.E. Y ESTA SE MOLESTA. SE DESTAPA EN ACTITUD PERO LE HACE SEÑAS AL NARRADOR.

UGUETA: ...que me van a tener que recoger con cucharilla.

M.E. LE DA UN EMPUJON A UGUETA PARA QUE NO LA TAPE Y EL NARRADOR LA REGAÑA A TRAVES DE SEÑAS PARA QUE VUELVA A SU ACTITUD CURSI. M.E. SE NIEGA Y ENTONCES EL NARRADOR HACE UNA ACOTACION.

NARRADOR: Maria Eugenia se sumerge en sus pensamientos nuevamente ¡Sumérgete!

M.E. DA UN SALTICO COMO QUIEN SE LANZA A UNA PISCINA Y VUELVE A SU ACTITUD.

M.E.: A mí me parece que él me quiere y que me necesita...
UGUETA: ¿Hablando sola otra vez?
M.E.: ¡Creí que hablaba contigo!
UGUETA: Lo mismo Pensé yo... Vamos a cambiarnos, chica. No pienses más en ese hombre.
M.E.: (CURSI) Es que siento que lo estoy traicionando (LLORA)
UGUETA: ¿Y por qué?
M.E.: Lo dejé solo.
UGUETA: (IRACUNDA) ¡Ah, pero él si puede dejarte sola todo el tiempo que a él le da la gana, mientras que él se divierte con la lagarta? (MATERNAL) Vete a cambiar.

EL NARRADOR LE DA LA SEÑAL AL SISTENTE Y ESTE HACE EL SONIDO DE UN PORTON.

NARRADOR: Se escuchan golpes a la puerta.
AMBAS: ¡Oh! ¡Ah! ¡Están tocando!
UGUETA: Anda, mientras yo abro... Necesitamos ejercicios para no pensar en bolserías.
NARRADOR: M.E., se dirige a su cuarto llorando su pena y Ugueta se mira en el espejo antes de abrir la puerta. Música.

SE ESCUCHA “THE COMEDIANS”. UGUETA ABRE LA PUERTA. CHAURA APARECE EN EL UMBRAL CON MUCHO DINAMISMO.

CHAURA: ¡Con permiso!
NARRADOR: Es Chaura, la vecina curiosa. Viene a mirar y a ponerse a la orden.
UGUETA: (APARTE) ¡Lo sabía! (HIPÓCRITAMENTE SIMPÁTICA CON LA MUCHACHA) Pasa, chica.

CHAURA PASA DIRECTAMENTE AL LUGAR EN QUE UGUETA HA DEJADO LAS MALETAS Y EL SOBRE DE LA CARTA Y TRATA DE LEER EL REMITENTE MIENTRAS CONVERSA ANIMADAMENTE.

CHAURA: Vine a ponerme a la orden por si necesitaban algo. ¿Ya se instalaron?

UGUETA QUE ESTA VIENDO LO QUE LA MUCHACHA QUIERE HACER CON LA CARTA LE ORDENA A TRAVES DE SEÑAS QUE SE SIENTE EN EL JUEGO DE RECIBO Y DEJE LA CURIOSIDAD. CHAURA SE AVERGÜENZA Y OBEDECE.

UGUETA: Pensé que no iba a llegar nunca. El bus parecía una tortuga
CHAURA: Siempre ha sido así: como una tortuga. Usted lo sabe, vivió muchos años aquí.
UGUETA: Tantos que la tortuga envejeció y se hizo más lenta.
CHAURA: A Don Alfredo le gusta, en cambio, que sea así.
UGUETA: Todos los escritores son así: un poco “excéntricos”.
CHAURA: A mí me cae muy bien su hermano.
UGUETA: A mí también.
CHAURA: Vive tan bien...
UGUETA: Y yo vivo tan mal.
CHAURA: ¿Y entonces?
UGUETA: (Antipática) ¿Y entonces qué?
CHAURA: Entonces... ¿Por qué vive tan lejos?
UGUETA: Para sentirme cerca de la civilización y de la cultura.
CHAURA: Su hermano es un hombre muy culto y fíjese: vive aquí... y aquí vivió su mamá, su papá...
UGUETA: Pero ahora están muertos.
CHAURA: Ay, eso lo sabe todo el pueblo ¿Y la muchacha que lloraba?
UGUETA: Se está cambiando.
CHAURA: ¿Y por qué lloraba? ¿Le dolía algo?
UGUETA: El corazón.
CHAURA: Eso debe ser un gas. Porque el agua está saliendo marrón. Como con tierra. Parece café. Es que la lluvia lo ponen a uno así: de carreritas y con dolores raros. Si quiere podemos llevarla al dispensario.
UGUETA: El dolor que ella tiene no lo curan los doctores.
CHAURA: (SUSPIRA) Comprendo.
UGUETA: (INCRÉDULA) ¿De verdad?

M.E., SE SIENTA EN LA MESA A ESCUCHAR. MUY DIVERTIDA POR LA ACTITUD DE LA RECIEN LLEGADA.

NARRADOR: María Eugenia se acerca a escuchar la conversación sin ser descubierta.
CHAURA: Y hablando de lo mismo.
UGUETA: ¿De lo mismo qué?
CHAURA: De eso. De lo que hablábamos: de los dolores cardíacos.
UGUETA: (AL PÚBLICO) Resultó ser culta (A CHAURA) ¿Tú dirás?
CHAURA: ¿Usted se acuerda de Héctor Enrique?
UGUETA: ¿El hijo de la señora Paulina?
CHAURA: El mismo. Le mandó saludos.
UGUETA: ¿Y qué tiene que ver ese niño con los dolores cardíacos?
CHAURA: (SE MOLESTA) Le aseguro que no es ningún niño. Él, se la pasa hablando de usted. Una vez, como a la semana que usted se fue, se echó una rasca case Peregrino y todo el mundo se enteró de que estaba enamorado de “usted”...

M.E. COMIENZA A REIRSE CON MOFA DEL COMENTARIO Y UGUETA TRATA DE ARREGLARLO A PESAR DE LA ACTITUD DE CHAURA.

UGUETA: ¿El hijo de los Villarino?
CHAURA: ¡El hijo de los Villarino!
UGUETA: Pero si yo... Yo me fui del pueblo cuando Héctor Enrique tenía 17 años (A M.E.) ¡Párate de esa silla sucia!
CHAURA: Ayer lo vi.
UGUETA: (EVADIENDO LA CONVERSACIÒN) Esta casa necesita una limpieza con urgencia.
CHAURA: (INSISTE) Y lo vi hoy.
UGUETA: (FASTIDIADA) ¿Y entonces?
CHAURA: Que cuando lo vi ya se había enterado de que usted había llegado en el bus de la mañana y me preguntó por “usted”.
UGUETA: ¡Qué bueno!
CHAURA: (MOLESTA) Dijo que vendría a visitarla.
UGUETA: (AL PÚBLICO) ¡Qué fastidio!
CHAURA: Lo vi muy entusiasmado con su regreso.
UGUETA: (LANZÁNDOLE UNA INDIRECTA A CHAURA) Parece ser el único.
M.E.: Yo trataría de ser cortés con el muchacho.
UGUETA: (HACIÉNDOLE SEÑAS SOBRE LA MOLESTIA DE CHAURA) No quiero criar.
CHAURA: Usted se lo pierde.
UGUETA: ¿Ah?

RISAS COMPLICES DE CHAURA Y UGUETA.

UGUETA: Mira, Chaurita: (EXHIBIENDO EL CUERPO) se lo perderá él.
CHAURA: Es posible, señorita, pero acuérdese que todos los días uno no consigue gente para que se preocupe por uno.
UGUETA: No te preocupes. Yo le voy a decir para que se preocupe por ti. Te ves tan desamparada.
CHAURA: (AVERGONZADA) ¡Ay, señorita! ¡No vaya a hacer eso! ¡Qué pena!
UGUETA: A ti te gusta el pelao.
CHAURA: ¿A mí? ¡No!
UGUETA: ¿Seguro?
CHAURA: Seguro que no.
UGUETA: ¿Y en sueños?
CHAURA: ¡Ay, señorita Meneses, pero un sueño es un sueño!
M.E.: (CERCANDO A CHAURA) ¿Cómo es eso de que “un sueño es un sueño”?
UGUETA: (CERCANDO A CHAURA POR EL OTRO FLANCO Y OBLIGÁNDOLA A DIRIGIRSE AL JUEGO DE PALETA) ¿Qué pasaba en el sueño?
M.E.: Anda, cuéntanos ¿Qué pasaba en el sueño?

SE SIENTAN AL MISMO TIEMPO EN EL JUEGO DE PALETA.

CHAURA: ¡Es que me da mucha pena contarlo!
M.E.: Mira: ten confianza en nosotras. Ninguna le va a decir nada a nadie.
CHAURA: Bueno, voy a confiar en ustedes, porque son gente de la capital y allá son más adelantados. Porque allá esas cosas son normales...
UGUETA: (PERDIENDO LA PACIENCIA) ¡Cuéntanos, pues!
CHAURA: (SE LEVANTA EMOCIONADA ANTE LA INVOCACIÓN DEL RECUERDO) Una noche. Yo estaba dormida y venía Lucho Gatica y me daba un beso. Y yo abría los ojos y cuál era mi sorpresa: ¡Lucho Gatica, era Héctor Enrique, vestido de Charro!
M.E.: Y UGUETA: ¿Héctor Enrique vestido de charro?
M.E.: ¿Y te besó?
CHAURA: (SALIENDO DEL TRANCE DEL CUENTO) ¿Quién?
UGUETA: Que si te besaste con el muchacho.
CHAURA: Pero fue un sueño.
M.E.: Hay sueños que se cumplen.
UGUETA: Entonces: Héctor Enrique te besó.
CHAURA: Bueno, ¿quién no quiere que la bese Lucho Gatica?
UGUETA: (RABIOSA)¡Ah, no! ¡Yo no voy a seguir en este juego! ¡Hay que ver que una, la mujer, si es bolsa. Lucho Gatica. ¡Válgame Dios! (SE DISPONE A HACER MUTIS) Voy a cambiarme la ropa... (LE HACE SEÑAS A M.E. PARA QUE DESPIDA A LA VISITA)...para comenzar a trabajar...
NARRADOR: Hace mutis.

UGUETA PARTE A SU HABITACION CON SUS MALETAS Y SU CARTA.

M.E.: Yo me cambio ahora.
CHAURA: (INCÓMODA) ¿Se puso brava conmigo?
M.E.: No; ella es así. Todo le molesta.
CHAURA: (CONFIDENCIAL)¿Duele?
M.E.: (SORPRENDIDA POR LA PREGUNTA) ¿Duele qué?
CHAURA: Por lo que lloraba cuando llegó
M.E.: Ya no tanto... (DE PRONTO SACA UN GOTERO Y SE PONE GOTAS EN LOS OJOS Y COMIENZA A LLORAR) ¡Mucho!

NARRADOR: (ANUNCIANDO) Las lágrimas artificiales utilizadas en este espectáculo son cortesía de Murine.
CHAURA: ¿Su novio?
M.E.: Casi.
CHAURA: Lo siento.
M.E.: Creo que no opino lo mismo. Me ha ido tan mal con él.
CHAURA: ¿Y a usted le gusta, aunque la haga sufrir?
M.E.: ¡Tú eres curiosa!
NARRADOR: Chaura se levanta indignada y va a hacer mutis pero M.E. la retiene
M.E.: Mentira. Era una broma...
CHAURA: (MOLESTA)¡Yo le conté mi sueño! ¡Las amigas se cuentan las cosas!
M.E.: Es verdad. Sí; me gusta mucho aunque me haga sufrir.
CHAURA: ¿Y cómo se llama?
M.E.: ¿Él? Carlos. Carlos Hernández, pero le dicen: “El Pollo”.

PLATILLAZO. CONGELADO. CONTINUA LA ACCION.

CHAURA: Con razón.
M.E.: ¿Con razón, qué?
CHAURA: Con razón la ha hecho sufrir tanto.
M.E.: ¿Por qué?
CHAURA: Es hijo de gallo.
M.E.: ¿Y qué con eso?
CHAURA: (HACIÉNDOSE LA DESENTENDIDA) No; es un dicho que se escucha por ahí.
M.E.: ¡Te estás poniendo vulgar, Chaura!
CHAURA: ¡Ay, señorita! ¿Cómo cree?
M.E.: No te hagas la loca, que yo también he escuchado el dicho.
NARRADOR: Ríen
CHAURA: ¡Ay, señorita Maria Eugenia! (LE DA UN EMPUJÓN TAN GRANDE QUE M.E. CASI SE CAE DEL MUEBLE) ¡Ay, no! ¡Me equivoqué! ¿Puedo llamarla por su nombre?
M.E.: Te dije, cuando nos presentaron, que no me llamaras de otra manera.
CHAURA: ¿Usted quiere a ese hombre?
M.E.: (SE DEPRIME DE NUEVO) Tú sabes... Ya te dije...
CHAURA: Me da pena decirle, pero...¿a usted no le han echado nunca las cartas; no le han leído la mano; no le han fumado un tabaquito?
M.E.: ¡No!
CHAURA: Debería dejar que se lo hicieran, Maria Eugenia.
M.E.: ¿Quién? Yo no conozco a nadie que haga esas cosas... Si no, ya hubiera llevado a Ugueta, para que le hicieran un ensalme.
CHAURA: Yo tengo una amiga. Bueno, no es mi amiga, es más bien conocida, que le dice a uno las cosas como si uno fuera un libro y le estuviera leyendo adentro.
M.E.: Es que yo no creo mucho en esas cosas.
CHAURA: Para serle sincera: yo tampoco. Pero cuando una se siente tan mal, ésa parece ser la cura más rápida; además, yo he oído a las viejas diciendo que de que vuelan – vuelan. Fíjese usted: Cuentan, que el poder de la Paca es tan fuerte, que puede decirle el futuro con sólo mirarle la frente. Por eso nadie se atreve a mirarla a la cara.
M.E.: ¡No te creo!
CHAURA: ¡Créame! Como que me llamo Chaura Hermelinda Díaz Granados. ¿A usted no le gustaría que le diera un remedio? No sé ¿Qué le mandara algo para que se olvide de esos amores pérfidos?
NARRADOR: Maria Eugenia se ríe.
CHAURA.: ¿De que se ríe?
M.E.: Mira Chaura, ¿a ti te gustan las películas?
CHAURA.: Bueno, no sé... Aquí en la Plaza hay un cine, pero las señoritas decentes nunca vamos allí... Se cuentan tantas cosas...
M.E.: Mira: sí esto fuera una película...
CHAURA: (Asegurándose de que la puerta está bien cerrada) ¿Entonces, le traigo a la Paca?

M.E. VA A CERRAR LA VENTANA PARA PODER HABLAR CON MAS TRANQUILIDAD CON CHAURA. CONFIRMA QUE UGUETA ESTA EN SU HABITACION Y CUANDO VA A DECIR EL TEXTO SE DA CUENTA QUE SE LE HA OLVIDADO Y NO HACE SINO REPETIR “EH” COMO PARA RECORDARLO)

NARRADOR: a Maria Eugenia parece que se le ha olvidado el texto. Chaura se lo recuerda.

CHAURA LE DICE EL TEXTO EN EL OIDO A M.E.

M.E.: ¡Ah, sí! Vamos a hacer una cosa: ahora yo voy a arreglar la casa con Ugueta, y como mañana ella tiene que salir, yo le digo que me quedo y tú me vienes a buscar para ir a visitar a la mujer en su casa ¿Te parece?
CHAURA: Me parece.
M.E.: Así le pido algo para Ugueta, también.
CHAURA: ¿Para la señorita Ugueta?
M.E.: Pero todo tiene que ser en secreto ¿Está bien?
CHAURA: Ah, bueno...
NARRADOR: Oscuro. Final del primer cuadro “Como En Las Películas de Hollywood” (A M.E.) Mira, mi amor, ve a ver si revisas el libreto antes de cada función.
CHAURA: (EN LA OSCURIDAD Y SIN MOVERSE DE SU ÚLTIMA POSICIÓN ANTES DE QUE DIERAN EL OSCURO) ¡Agua! ¡Agua!

EL ASISTENTE LE DA UN VASO CON LO QUE PARECE SER AGUA Y CUANDO BEBE SE QUEMA PORQUE TENIA LICOR.

NARRADOR: ¿Qué fue eso?
ASISTENTE: Ron.

EL NARRADOR GOLPEA CON SU BARITA Y EL ASISTENTE VUELVE A SU LUGAR PARA CONTINUA CON LA FUNCIÓN.
FINAL DEL PRIMER CUADRO.
II

NARRADOR: “Como En Las Películas de Hollywood”, segundo cuadro. El mismo lugar. Dos días después.

COMIENZA A ESCUCHARSE “IMA SUMAC /KARIBE TAKI”

AL ILUMINARSE LA SALA ENCONTRAMOS A CHAURA CON LA MISMA POSE DEL CUADRO ANTERIOR Y POR FIN DESCANSA.

NARRADOR: En una bañera oculta -Tan oculta que esta no se ve en la escena-. Maria Eugenia se hace un baño de agua caliente y se estruja con limones todo el cuerpo (Al asistente) ¡Agua! ¡Más agua!

EL ASISTENTE HACE EL EFECTO DE AGUA EN LA BAÑERA CON UNA PONCHERA LLENA DE AGUA.

NARRADOR: Chaura, aprovecha para curiosear y descubre los lentes de Maria Eugenia, sobre la mesita del juego de recibo. (A Chaura) ¿Ten encantan, verdad?

CHAURA LE RESPONDE AFIRMATIVAMENTE.

NARRADOR: ¡Te encantaría tenerlos!

CHAURA MODELA CON ELLOS Y LE RESPONDE AFIRMATIVAMENTE DESPUES DE GIRAR COMO UNA MODELO DE PASARELA.

NARRADOR: ¡Te encantaría que fueran tuyos!

CHAURA RESPONDE AFIRMATIVAMENTE.

NARRADOR: (AL PÚBLICO) ¡Chaura, se los roba!

CHAURA SE EMBOLSILLA LOS LENTES CON CUIDADO DE NO SER VISTA Y SE ASUSTA CUANDO M.E. LA LLAMA.

M.E: (OFF) ¡Chaura! ¡Pásame otro limón y me lo partes en cruz!
CHAURA: (NERVIOSA) ¿Dónde están?
M.E.: (OFF)¡Sobre la mesa!
CHAURA: ¿No será malo que sea yo quien lo pique en cruz?
M.E.: (OFF) No seas supersticiosa, mujer, sigue siendo una cruz.
CHAURA: Me da miedo.
M.E.: (OFF) ¡Hay otras cosas que haces, que son más peligrosas y que no te dan miedo!
NARRADOR: Chaura, cree que Maria Eugenia la ha visto y devuelve el objeto a su lugar.
CHAURA SE NIEGA.
NARRADOR: (IMPERATIVO)¡Los devuelve!

LOS DEVUELVE DE MALA GANA.

CHAURA: No sé por qué dice eso, señorita.

EN LO QUE SE DESCUIDA EL NARRADOR SE LOS VUELVE A EMBOLSILLAR.

M.E.: (OFF)¡Apúrate! ¡Antes de que llegue Ugueta y se vaya a molestar! ¡Hoy es el último día y ya me siento más tranquila. Paca me dijo que después de esto y que sin que yo me diera cuenta, algo especial iba a pasar en mi vida.

CHAURA: (TRATA DE CORTAR EL LIMÓN, PERO SE LE HACE DIFÍCIL) ¡Ay, no puedo, señorita!
M.E.: (OFF) ¡Anda, pues!
CHAURA: Es que...
M.E.: (OFF) ¡Chica!
CHAURA: Está bien, pero me voy a cruzar, como dice un amigo mío. No vaya a ser que se me vaya a pegar algo malo por estar de metida.
M.E.: ¡Ya!
CHAURA: ¡Ya! (LE LANZA EL LIMÓN)¡Tenga!

CESA LA CANCION. APARECE M.E. EN BATA DE BAÑO. CON DORMILONA ABAJO Y UN VISTOSO PAÑO EN LA CABEZA, PERO NO SE HA QUITADO LOS GUANTES DE LA ESCENA ANTERIOR. EL NARRADOR , EL ASISTENTE Y HASTA LA MISMA CHAURA TRATAN DE HACERLE SABER EL EQUIVOCO, PERO M.E. NO LO NOTA INMEDIATAMENTE.

M.E.: Tu amiga como que sí sabe de esas cosas (NOTA QUE CHAURA Y EL NARRADOR LE ESTÁN HACIENDO SEÑAS Y LE DA UN ATAQUE DE RISA NERVIOSA, SIN DEJAR DE DECIR EL TEXTO, MIENTRAS SE QUITA LOS GUANTES) Me siento como una mujer rejuvenecida, sin problemas, ni recuerdos desagradables (TERMINA DE QUITARSE LOS GUANTES Y SE LOS PEGA EN LA CARA AL ASISTENTE QUE ESPERA ARRODILLADO DE UN LADO DEL ESCENARIO) Sí, ella sabe de esas cosas.
CHAURA: Así dicen.
M.E.: Me eché el cuento de mi vida igualito, y hasta me describió a Ugueta como si la estuviera viendo, como si la conociera...
CHAURA: Se lo dije.
M.E.: Me dio tanta rabia terminar llorando como una boba...
CHAURA: Pero gracias a Dios ya pasó.
M.E.: (AL PÚBLICO) Yo quisiera ser como esas mujeres a las que no les importa nada (SE VA ENAJENANDO), que nada más piensan en lo que le van a sacar al hombre. Sería más fácil. Yo me digo: “-Maria Eugenia, esta vez sí... Esta vez si vas a exprimir al tipo-“, pero no... Siempre termino enamorada como una quinceañera... (Enseñándole un puño a alguno de los espectadores) ¡Pero un día de estos!
NARRADOR: ¡Mira!

M.E., SE PERCATA DE LO QUE HACE Y VUELVE AL ESCENARIO.M.E. PIDE DISCULPAS POR SEÑAS.

M.E.: ¿Chaura?
CHAURA: ¿Sí, señorita?
M.E.: ¿Tú no estás enamorada de Héctor Enrique?
CHAURA: ¡Señorita! ¿Quiere dejarse de esas bolserías conmigo? Tiene que pararse en el círculo de pólvora para que termine el trabajo.
M.E.: No voy a seguir preguntando ahora, pero me tienes que contar.
CHAURA: Me voy para que diga sus oraciones.
M.E.: (RETENIÉNDOLA) ¡No; yo no me las sé! Tú me vas a ayudar a decirlas.
CHAURA: ¿Yo?
M.E.: Paca me dijo que tú me podías ayudar a La Luz de un velón morado.
CHAURA: Yo no tengo velones morados.
M.E.: Yo compré cuando fui a comprar lo limones. Está en la bolsa de papel, sobre la mesa, al lado del pote de pólvora.
NARRADOR: (A M.E.)¡Por fin te lo aprendiste!
M.E.: (HACIENDO CASO OMISO DEL NARRADOR) ¡Chaura!
CHAURA: ¿Ah?
M.E.: ¿Me escuchaste?
CHAURA: Sí.
M.E.: Al lado del pote con la pólvora.

CHAURA: (SACÁNDOLA DE LA BOLSA) Ya la vi.
M.E.: Vamos a apurarnos, no vaya a ser que Ugueta llegue y le dé una de esas cosas que a ella le dan, si llega y nos encuentra en este plan... Enciéndele la vela... rézale un Padre Nuestro y un Ave María...
CHAURA: ¿Señorita, y si no quiero? (!)
M.E.: (EXAGERANDO LA DESESPERACIÓN) ¡Chica, tú me metiste en esto y me tienes que ayudar! (HACE COMO SI LLORA DESESPERADAMENTE)
CHAURA: Bueno, está bien. ¿Dónde están los fósforos?

M.E., DEJA DE LLORAR DE INMEDIATO Y VUELVE A SU ACTITUD JOVIAL.

M.E.: En la bolsa del velón. Enciéndela y reza, mientras yo hago el círculo de pólvora.
NARRADOR: Chaura enciende el velón y reza entre dientes. M.E. hace un círculo de pólvora en el centro de la sala (NOTA QUE M.E. NO LO HACE DÓNDE INDICA Y LE GRIITA) ¡No! En el centro de la sala.

M.E. , SE ARRIMA UN POQUITO Y LO HACE EN EL LUGAR ADECUADO.

CHAURA: Señor, mis oraciones van dirigidas a tus santos oídos, con el fin de que me permitas ayudar a tu sierva, cuyo dolor le impide llegar sola hasta ti. En nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
M.E.: (Mirando el círculo desde el interior) Amén... Chaura...
CHAURA: ¿Sí, señorita?
M.E.: ¿Tú crees que está bien redondo?
CHAURA: Sí.
M.E.: ¿Y está bien grueso?
CHAURA: (Horrorizada por lo descuadrado) Sí.
M.E.: Porque si quieres podemos echarle la pólvora que guardé en la alacena.
NARRADOR: ¡No!

CHAURA: ¡No se salga del círculo, señorita! ¡Si se sale se pierde el trabajo!
M.E.: (ASOMBRADA POR LA INTERVENCIÓN DEL NARRADOR NO SE SALE DEL CÍRCULO) Ah...
CHAURA: Así está bien.
M.E.: ¿Y ahora qué tengo que hacer?
CHAURA: ¡Párese en el centro!
M.E.: ¿Aquí?
CHAURA: Ahí está bien...
M.E.: ¿Y entonces?
CHAURA: Cierre los ojos y no los abra por ninguna causa.
M.E.: (CON LOS OJOS CERRADOS) Pero me siento mareada, como si me fuera a caer.
CHAURA: Es el sucio que tiene por dentro.
M.E.: Es como si hubiera bebido.
CHAURA: Es peor: ha vivido.
M.E.: ¿Chaura y ahora?
CHAURA: Tiene que ponerse flojita y busque una lucecita blanca en el medio de una oscuridad que hay en su cabeza.

M.E. SE AFLOJA Y COMIENZA A ESCUCHARSE UN TROZO DEL TEMA DE “INDIANA JONES” HASTA EL FINAL DEL RITO.

M.E.: ¡Ay! ¡ay, chica, ya! ¡Es una luz que aparece en el medio de un remolino negro!
CHAURA: Ese es. No piense más nada y repita conmigo esta oración.

A MEDIDA QUE VAN DICIENDO LA ORACION M.E. PARECE QUE VA SIENDO POSEIDA POR UN ESPIRITU MALIGNO QUE LA HACE COMPORTARSE DE UN MODO MUY EXTRAÑO.

CHAURA: “Señor, tú que eres mi pilar
Y que me ves desde tu trono,
Acude a mí que estoy dolida.

Señor, tú que me has puesto
Esta prueba en el camino,
No me desampares
Para salir airosa de tu mano.

Este círculo,
Limpiará mi cuerpo en tu nombre,
Para que mis ideas se aclaren
Y salga de mi mente ese hombre.

Aleja de mí,
Cualquier pensamiento
Hacia Carlos Hernández, “El Pollo” (PLATILLAZO)
Si su presencia en mi existencia
No va a ser beneficiosa.

Merezco un buen compañero,
Para vivir y reproducirme en tu luz.
Señor, escúchame.
Oh, Dios atiende a tu sierva.

En nombre del Padre,
Del Hijo,
Y del Espíritu Santo,
Amén.”


M.E. SE HA IDO QUEDANDO EN DORMILONA Y COMIENZA A DARLE VUELTAS A LA BATA SOBRE SU CABEZA, COMO UNA LOCA, MIENTRAS GRUÑE COMO UN ANIMAL.

NARRADOR: Chaura enciende el círculo de pólvora. Un aire extraño invade la sala. M.E., parece poseída. De pronto se abre la puerta ¡Es Ugueta! ¡Grita y sale huyendo de la casa!
UGUETA: ¡Aggh, qué es esto! (HACE MUTIS ASUSTADA)
NARRADOR: M.E., cae desmayada en el centro del círculo

M.E. SE DESMAYA.

CHAURA: ¡Srta. Ugueta! ¡Maria Eugenia!
NARRADOR: Oscuro. Final del segundo cuadro. “Como En Las Películas De Hollywood”

EL ASISTENTE ENTRA CORRIENDO PARA SACAR DEL ESCENARIO TODO LO QUE NO CORRESPONDE PARA LA ESCENA PRÓXIMA.

FINAL DEL SEGUNDO CUADRO.
















III

NARRADOR: “Como En Las Películas De Hollywood”. El cuadro número tres ha sido cortado por mandato del propio autor director. Así que continuemos con el cuadro número cuatro de “Como En Las Películas De Hollywood”. Luz. El mismo lugar del cuadro dos. Maria Eugenia continua desmayada en los brazos de Chaura.

CHAURA QUE ESTABA DE PIE, JUNTO A M.E., SE COLOCA EN LA POSICION INDICADA POR EL NARRADOR.

CHAURA: ¡Señorita!

M.E. SE DESPIERTA EXALTADA DE PRONTO Y MIRA A CHAURA.

M.E.: Me quiere...

M.E. SE DESMAYA AL VER A CHAURA.

CHAURA: (GOLPEÁNDOLE EL ROSTRO PARA REANIMARLA) ¡Señorita Maria Eugenia! ¡Señorita Maria Eugenia! Ay, Dios mío Santísimo... ¿Qué le pasa, señorita, Maria Eugenia?
NARRADOR: Música.

COMIENZA A ESCUCHARSE “THE MONKEY SERENADE” DE RADIO DAYS.

NARRADOR: Entra un muchacho moreno, con cautela. Es un pueblerino con una cruz de palo en la mano derecha. Está muy nervioso.
H.E.: (APARTANDO EL SUPUESTO HUMO)¿Quién está ahí?
CHAURA: (SORPRENDIDA) ¿Tú qué haces aquí?
H.E.: ¿Quién está ahí?
CHAURA: ¿Quién va a ser? : Yo.
H.E.: ¿Quién yo?
CHAURA: ¿Ah? ¿Ahora ni siquiera reconoces mi voz?
H.E.: ¿Chaura Hermelinda?
CHAURA: ¡No: la reina Isabel!
H.E.: ¿Qué haces aquí?
CHAURA: Por aquí.
H.E.: ¿Y este humero?
CHAURA: ¡Aquí!
H.E.: ¿Qué haces con esa mujer en los brazos?

M.E. ABRE LOS OJOS SIN QUE LA DESCUBRAN. SE PERCATA DE LA PRESENCIA DEL PUEBLERINO Y SE HACE NUEVAMENTE LA DESMAYADA.

CHAURA: La acabo de recoger del suelo.
H.E.: ¿Está muerta?
CHAURA: ¡Qué va! ¡Qué muerta va a estar! Lo que está es desmayada ¿no ves?
H.E.: ¿Qué pasó aquí Chaura Hermelinda?
CHAURA: (SE LEVANTA INDIGNADA) ¡Me vas quitando el Hermelinda ese de ahí, me haces el favor!
H.E.: Sí; pero...¿qué pasó?
CHAURA: No te lo puedo decir. Y no te lo diría aunque pudiera. ¿Qué haces tú aquí? Si puede saberse.
H.E.: Es que Ugueta llegó a mi casa dando unos gritos,; diciendo que vio a unos demonios incendiando la casa de Don Alfredo; mamá se puso nerviosa y...
CHAURA: Y por supuesto tú la consolaste. Mira, pero yo no tengo cara de demonio ¿o sí?
H.E.: Era lo que se le entendía de todo la gritadera. Yo vine a ver lo que pasaba, porque le dijo a mi mamá que eran los mismos demonios que querían arruinarla y quitarle la casa que tiene en la ciudad.
CHAURA: Y super Héctor-Enrique Villarino Lobo, tuvo que arriesgar su vida por una dama en desgracia.
H.E.: No seas tonta, Chaura. Don Alfredo no está aquí y no hay un hombre que venga. Así que vine a ver lo que pasó.
CHAURA: ¡Si señor!
H.E.: Mira: tú sola no puedes recoger a esa mujer del piso.
NARRADOR: Chaura se percata de la mirada de Héctor Enrique, sobre Maria Eugenia, en ropa interior.
CHAURA: ¡Ah! ¡Ya entiendo por que no te movías!
¡Aprovechándote que la mujer está en ropa interior y no puede cubrirse, para meterle el ojo. ¡Desvergonzado!
M.E. SE TAPA SUS PARTES INTIMAS SIN ABRIR LOS OJOS, PERO LOS JOVENES NO LA NOTAN.

H.E.: ¿Cómo se llama?
CHAURA: ¿Ella?
H.E.: ¿Quién más?
CHAURA: ¿Ya te gustó?
H.E.: ¿Vas a comenzar?
CHAURA: Si quieres me voy y te dejo solo con ella, para que la cortejes mientras está desmayada.
H.E.: ¡Chaura, Chaura!
CHAURA: Si “Chaura Chaura”... como si no te conociera. Como si yo no supiera que no puedes ver a una escoba con vestido, o a una bruja esgarbada, porque enseguidita se te ponen los ojos como dos huevos fritos.

M.E. SE SORPRENDE DE LOS COMENTARIOS DE CHAURA. LE VA A RECLAMAR, PERO LO PIENSA MEJOR Y SE VUELVE A HACER LA DESMAYADA. HECTOR DESCUBRE EL CIRCULO DE POLVORA DEL CENTRO DE LA SALA.

H.E.: ¿Y este círculo de pólvora? Yo conozco este círculo de pólvora ¿Chaura, me puedes explicar quién hizo este círculo de pólvora aquí?
NARRADOR: Chaura se hace la desentendida.
CHAURA: ¿Qué círculo de pólvora?
H.E.: ¡Este! ¡Igualito a los que hace Paquita!
CHAURA: ¿Qué Paquita, Héctor?

M.E. SE SORPRENDE DE LA CAPACIDAD DE MENTIR DE CHAURA Y SE VUELVE A HACER LA DESMAYADA SIN QUE NADIE LO NOTE.

H.E.: (Molesto) ¡La única Paquita que es bruja y que hace círculos de pólvora para limpiar a la gente.
CHAURA: (Haciéndose la sorprendida) ¡Ay, es verdad, son igualitos!
H.E.: Chaura, no me mientas.
CHAURA: (Tratando de levantar a M.E. para disimular) ¡Qué te voy a estar mintiendo! ¡Ayúdame a levantar a esta mujer y a llevarla al cuarto es lo que tienes que hacer!

LA LEVANTAN A LA FUERZA Y LA LLEVAN EN DIRECCION A SU HABITACION.

H.E.: (Haciendo mutis) Bueno, pero me tienes que explicar todo esto...
NARRADOR: Hacen mutis. Llega Ugueta. Está muy asustada. Trae consigo una cruz de palo en la mano y con la otra se persigna para abrirse camino en el supuesto humo que hizo el círculo de pólvora. Aquí todo es supuesto. Es teatro. De pronto, regresa corriendo Maria Eugenia...

M.E. ENTRA CORRIENDO Y SE CONGELA, COMO QUERIENDO ESCAPAR POR LA PUERTA DE LA CASA.

NARRADOR: Que es seguida por Chaura...

CHAURA SE COLOCA DETRÁS DE M.E.

NARRADOR: ... Y Héctor Enrique...

H.E. SE COLOCA DETRÁS DE LAS MUJERES Y FORMAN UN GRUPO QUE NOS HACE RECORDAR A LOS TRES CHIFLADOS.

NARRADOR: Ugueta ser coloca a un lado aterrorizada, sin poder gritar.

LA ACCION SE DESCONGELA Y M.E. ES PERSEGUIDA POR CHAURA Y H.E.

M.E.: ¡Me quiere matar!

SALE CORRIENDO A LA CALLE.

CHAURA: (CORRIENDO DETRÁS DE ELLA SIN REPARAR EN UGUETA) ¡Espere , señorita! Ay se volvió loca.
H.E.: ¡Hay que alcanzarla! ¡Señorita!
NARRADOR: Hacen mutis. Ugueta queda desconcertada. Inmediatamente regresa Maria Eugenia y se detiene cerrando la puerta detrás de si, comportándose como una loca poseída. Ugueta trata de ser cotidiana con la muchacha para ver si responde.
UGUETA: ¿Qué te pasa, hermana? ¿Por qué me miras tan feo? ¡Tú siempre haciéndote la loquita! María. Maria Eugenia. Mira que yo no estoy para juegos. Dios mío, cómo que se volvió loca de verdad... Mana... ¿Qué te pasa? Cálmate. ¡Ay, no me asustes, chica! Mira que yo tengo suficientes problemas con lo de la plata: que no la consigo; que no se quién me la va a prestar...Yo sé que todo eso que tú tienes es culpa del desgraciado ése, que debe estar revolcándose con la mosca muerta... ¡Chica! ¡No me mires así! ¡Yo no tengo la culpa! Anda. Siéntate aquí... ¡Está bien, no te toco! (Aparte) ¡Ay, Dios mío, mira dónde se me vino a volver loca esta mujer! ¿Tú no quieres un tilito, o una manzanilla? ... ¡Qué va1 Si tú sigues así me voy a ir. No vaya a ser que te de una loquetera y la vayas a coger conmigo. ¡No te me acerques así!... ¡Ay!
NARRADOR: Ugueta trata de huir, pero M.E. la retiene. Música.
M.E.: (RETENIENDO A UGUETA) ¡Quédate tranquila, chica! ¿No ves que estoy gastando una broma.

LAS DOS BUSCAN SILLAS Y SE SIENTAN EN PROSCENIO.

M.E.: Por un lado, quiero darle un susto a la vecina. Y por el otro, quiero ayudarla para que se decida con Héctor Enrique y para las dos cosas tú me vas a ayudar.
UGUETA: ¿Yo?
M.E.: Sí, tú. Nos vamos a divertir un rato, mientras llega tu hermano. Voy a explicarte...
NARRADOR Sube LA música. Oscuro. Final del cuarto cuadro de “Como En Las Películas De Hollywood”

M.E. Y UGUETA RECOGEN SUS SILLAS Y LAS VUELVEN A SU LUGAR INICIANDO EL MUTIS, PERO EL ASISTENTE SE HACE EVIDENTE ANTE EL NARRADOR Y EL RESTO DE AUDITORIO.

ASISTENTE: Director: Alfredo no ha llegado.
NARRADOR: ¿Cómo?
ASISTENTE: No ha llegado y ya le va a tocar...
NARRADOR: ¿Y qué vamos a hacer...?
ASISTENTE: Eso quería decirle: Yo puedo hacerlo.
NARRADOR: ¿Tú? (¡!)
ASISTENTE: Yo... Yo me sé los parlamentos... y he estado trabajando en el personaje desde hace más de cinco meses... Tú lo sabes...
NARRADOR: Pero...
ASISTENTE: Dame la oportunidad.

INCOMODIDAD ENTRE EL ELENCO.

NARRADOR: Pero necesito la presencia de Alfredo.
ASISTENTE: Yo la voy a tener.
NARRADOR: Su misma presencia
ASISTENTE: Yo te lo quiero demostrar...
NARRADOR: ¡Cuidado con la dicción!... ¡La fuerza!
ASISTENTE: ¿Entonces es sí?
NARRADOR: Sí.
ASISTENTE: Gracias, Director...¡Gracias! (Al elenco mientras entra al camerino) ¡Voy a hacer a Alfredo! ¡Voy a hacer a Alfredo!
CHAURA Y H.E.: ¡Mierda! ¡Mierda!
ASISTENTE: ¡Voy a hacer a Alfredo!
UGUETA: (CON MALA ENERGÍA) ¡Mierda!
NARRADOR: (Al PÚBLICO) “Como En Las Películas de Hollywood”.

UGUETA SALE REFUNFUÑANDO DE LA DECISIÓN DEL NARRADOR.














IV

NARRADOR: “Como En Las Películas de Hollywood”. Música. (SE ESCUCHA MÚSICA DISTORSIONADA “TOMITA” DE SOLARIS) Horas después. La puerta se abre lentamente y aparecen Chaura (CHAURA APARECE Y SE CONGELA) y Héctor Enrique (APARECE Y SE CONGELA) con mucho cuidad (SE MUEVEN CON MUCHO SIGILO) Se les nota asustados (SE REÚNEN Y TIEMBLAN). Sale Ugueta de la habitación de M.E. Viene sonreída, pero al descubrirlos cambia completamente de actitud.
UGUETA: (A CHAURA) ¿Me puedes decir qué haces en esta casa? Después que te brindamos confianza, malagradecida.
CHAURA: (LLORANDO) ¡Yo no hice nada!
UGUETA: (A H.E. CON UN TOQUE DE SEDUCCIÓN) Ten cuidado de andar con esta mala mujer, Héctor- Enrique.

HECTOR SE PONE MUY NERVIOSO ANTE LA PRESENCIA DE LA MUJER QUE AMO DE NIÑO.

UGUETA: Me dolería ver que te hiciera algo malo. O que te diera un mal consejo, como a Maria Eugenia.
CHAURA: ¡Déjeme explicarle, señorita!
UGUETA: ¿Explicarme? ¿Qué tienes que explicarme? Lo que tienes que hacer es buscar la cura para mi amiga, a la que he tenido hasta que amarrar a la cama, porque comenzó a decir cosas extrañas y a volar como si fuera un pajarito.
H.E.: ¿Cómo?
UGUETA: Que la he tenido que amarrar de la cama , porque comenzó a volar como si fuera una palomita.
H.E.: (DISCULPANDO A CHAURA) Pero eso es normal en este pueblo. Aquí, quien menos usted se lo imagina echa sus voladitas. A usted no puede habérsele olvidado la historia de los Crespo Bautista, ni la de los García Patiño. Ellos volaban y con todas las de la ley.
UGUETA: Pero mi amiga no es de este pueblo. ( A Chaura) ¡Hágame el favor y me dice! ¿Qué le hizo a Maria Eugenia?
CHAURA: (LLORANDO) ¡Yo no le hice nada!
UGUETA: ¡Hazme el favor y dejas la lloradera! ¡Te me vas! ¡Y no regresas a esta casa hasta que no hayas conseguido el antídoto para que se cure mi amiga! ¡Y si no lo haces antes de que llegue mi hermano, voy a hablar con el jefe civil, para que te encierren como a una criminal!
CHAURA: (LLORANDO) ¡Nooo!
H.E.: Señorita Ugueta.
UGUETA: (MAS SEDUCTORA CON EL MUCHACHO) ¿Qué?
H.E.: (SOBRECOGIDO POR EL MODO DE RESPONDER UGUETA) Nada.
UGUETA: Hace tres días que estamos aquí y mira. ¿Te imaginas? Si tuviéramos un mes estaría muerta la pobre ilusa.

M.E. SE HA SUBIDO AL PODIO CON EL NARRADOR Y DESDE ALLI VA A DECIR SUS TEXTOS COMO SI ESTUVIERA EN OFF. EL NARRADOR APROVECHA Y LE DA INDICACIONES EN DONDE DEBE APOYAR PARA QUE LA VOZ LE SALGA MAS NITIDA.

M.E.: (OFF)¡Ugueta! ¡Ugueta! ¡Coque...! ¡Coqueme copasame!
UGUETA: (BUSCANDO EN EL TECHO) ¡Maria Eugenia! ¿Maria Eugenia, dónde estás?
M.E.: (OFF) ¡Cui! ¡Coqcuí!
UGUETA: ¿Maria Eugenia, dónde?
M.E.: (OFF) ¡Coqcuí! ¡Yudamentis favoris!
NARRADOR: Los jóvenes descubren algo que parece ser M.E. en el techo de la casa.
UGUETA: ¡Maria Eugenia! ¿Cómo llegaste allá arriba?
CHAURA: (HACIENDO MUTIS A TODA PRISA) ¡Milagro! ¡Esto es un milagro!

H.E. HA QUEDADO PARADO DELANTE DE LA PUERTA Y EL MIEDO POCO A POCO DESAPARECE Y SE CONVIERTE EN DESEO AL VER A UGUETA SOLA.

UGUETA: ¿Cómo vamos a hacer para bajarla de allá arriba?
NARRADOR: Ugueta se percata de que Chaura se ha ido y cambia de tono con Héctor Enrique. Música.

SE ESCUCHA MOONLIGHTING SERENADE DE GLEEN MILLER. UGUETA SE ARREGLA EL VESTIDO Y EL CABELLO ANTES DE PRONUNCIAR SEDUCTORAMENTE LA PRIMERA FRASE.

UGUETA: ¡Por qué me miras así, como si vieras un muerto? ¿Se fue Chaura?

H.E. SE PONE TAN NERVIOSO QUE NOS RECUERDA LAS ESCENAS DE JERRY LEWYS.

H.E.: ¡Sí! ¿Tiene una escalera?
UGUETA: (FEROZMENTE SEDUCTORA CON H.E.) ¿Una escalera? ¿Para qué?
H.E.: (TRAGANDO GRUESO)Pa’ bajala, pues.
UGUETA: (HABLÁNDOLE MUY CERCA) ¿Y para qué quieres bajarla?

H.E.: Porque se puede cael y se puede hacel daño.
UGUETA: ¿Daño? ¿Quién? Ni te preocupes, Maria Eugenia es una excelente aviadora.
H.E.: ¿Está segura?
UGUETA: Completamente.
H.E.: Ah.
UGUETA: (SEDUCTORA) ¿Cómo llegaste aquí, Héctor- Enrique?
H.E.: Me preocupa su amiga.
UGUETA: Vamos a hacer una cosa: vamos a hacer como si no supiéramos nada de ella ¿Te parece?
H.E. SE SIENTA EN UNA SILLA DEL COMEDOR.
H.E.: (NERVIOSO) ¡No!... ¡Bueno, sí!... ¡Digo: no!... Mire, mire, mire: Tengo que il a ver que pasó con Chaura Hermelinda.
UGUETA: Déjala tranquila. (LO TOMA POR LOS HOMBROS) ¿Entonces?
H.E.: Usted dirá.
UGUETA: ¿Café?
H.E.: Yo creo que está bien.
UGUETA: (SE LE APROXIMA INSINUANTE CON LOS SENOS) ¿Con o sin?
H.E.: (MIRÁNDOLE CADA UNO DE LOS SENOS PARARSE DE LA SILLA Y MUY NERVIOSO) ¿Con o sin qué?
UGUETA: (TOMÁNDOLO POR LA BARBILLA Y HABLÁNDOLE SOBRE LA BOCA) Leche.

UGUETA LO SUELTA Y CAE DE GOLPE SOBRE LA SILLA EN LA QUE SE HABÍA SENTADO.

H.E.: No. Un guayoyito me parece mejol, porque la veldá es que la leche... La leche me da sueño.
UGUETA: (SIRVIENDO LAS TAZAS) Fíjate que a mí también. (LE OFRECE LA TAZA SIN MIRARLE LA CARA SINO AL PÚBLICO QUIEN HACE CÓMPLICE) Has crecido Héctor- Enrique.

H.E.: (CERRANDO SU ENTREPIERNAS) Si usted lo dice, señorita.
UGUETA: Trátame de tú.
H.E.: Se... Digo, Ugueta.
UGUETA: Dime H. E.
H.E.: Yo quería... es decir... tú... no sé... este... lo que pasa es que...
UGUETA: ¿Qué pasa?
H.E.: Que quiero decil-le una cosa.
UGUETA: ¿Qué cosa?
H.E.: Es de la convelsación ¿se acuelda?
UGUETA: ¿Conversación? ¿Qué conversación?
H.E.: La de hace tiempo... Cuando se iba... ¿ Se acuelda?
UGUETA: Uyyy, hace tanto.
H.E.: No hace tanto. Yo todavía lo recueldo como si fuera ayel.
UGUETA: ¿En serio? Yo no
H.E.: (DETERMINANTE) ¡Yo sí!
UGUETA: (SORPRENDIDA POR EL ÍMPETU DEL MUCHACHO) ¡Héctor – Enrique!

UGUETA SE ABALANZA SOBRE EL MUCHACHO Y QUEDA PRACTICAMENTE SOBRE EL QUIEN SE HA TIRADO SOBRE LA MESA DEL COMEDOR.

H.E.: (AVERGONZADO) ¡Disculpe! ¿Peldón, Peldón, peldón! Es que yo quiero decil-le algunas cosas que yo no sabía y que ahora sí, pero...
UGUETA: ¿Pero qué?
H.E.: (SOTOVOCE) Su amiga puede escuchar algunas cosas que no son... convenientes
UGUETA: No te preocupes por ella ¿Qué puede escuchar la pobrecita?
H.E.: No quiero hablar delante de su amiga.
UGUETA: ¿Héctor- Enrique? ¿Has mirado a mi amiga?
H.E.: Dicen que es malo mirar a los milagros.
UGUETA: Mírala.
H.E.: Es qué...
UGUETA: ¡Mírala!
NARRADOR: Héctor Enrique mira con temor.
UGUETA: Esa no es mi amiga. No te das cuenta que es una muñeca que colocamos allí para asustar a Chaurita, que desde que llegamos no ha hecho otra cosa que curiosearon la vida
H.E.: ¡Usted sabe que no es así!
UGUETA: ¿Y cómo es entonces?
H.E.: ¿Y la voz?
UGUETA: Despreocúpate. M.E., está escondida en su cuarto...
NARRADOR: Esta última frase hace cambiar totalmente de actitud a Héctor Enrique.

HECTOR ENRIQUE SE COMPORTA AHORA COMO UN GALAN. CAMBIA INCLUSO LA VOZ

H.E.: ¿Para qué regresaste?

SE ESCUCHA “ISN’T IT ROMANTIC”. UGUETA SE SORPRENDE POR EL COMPORTAMIENTO DEL JOVEN Y AHORA SE COMPORTA COMO UNA MUJER SUMISA Y SUFRIDA.

UGUETA: ¡No! No merezco que me trates así. No vine a molestarte y mucho menos a interrumpir tu relación con esa muchacha.
NARRADOR: Maria Eugenia, entra a escena y escucha con picardía sin ser descubierta.
H.E.: Esa muchacha y yo...
UGUETA: ¡Se gustan! ¿Qué más puedes esperar? existe atracción en ambas partes.
H.E.: Tú conmigo...
UGUETA: Se me olvido...
H.E.: Con ella me pasa algo diferente.
UGUETA: Es normal... ¿Quieres más café?
H.E.: ¡Ugueta!
UGUETA: ¿Sí, H.E.?
H.E.: Yo quiero... yo quisiera... Tú y yo... quisiera...
UGUETA: ¿Sí? ¿Con mucha o con poca?
H.E.: Bastante.
UGUETA; ¿Cómo siempre?
H.E.: ¡Como siempre!

H.E. TRATA DE TOCARLE LA MANO PERO UGUETA LO EVADE CON MUCHA COQUETERIA.

UGUETA; ¿Ahora o después?
H.E.: Cuando quieras.
UGUETA: ¿Esta noche?
H.E.: ¡Venga! Esta noche.
UGUETA: Esta noche como que se va a ir la luz ¿Tú no sabes por qué?
H.E.: Porque tu hermano olvidó pagarla antes de irse de viaje.
UGUETA: Por eso vas a venir a acompañar...
H.E.: ¡No! Yo no voy a venir a acompañarlas. A menos que, por alguna causa, alguien nos descubra aquí.
UGUETA: Voy a estar muy agradecida por tu cortesía.
H.E.: Estarás tan agradecida como lo estoy yo
NARRADOR: Maria Eugenia se hace evidente.
M.E.: Buenas noches, Ugueta.

HÉCTOR ENRIQUE SE SOBRESALTA. REGRESA LA TAZA DE CAFÉ A SU LUGAR. UGUETA FINGE. H.E. VUELVE A HABLAR COMO AL PRINCIPIO Y NO CESA DE REÍRSE, POR LO QUE LO SENTIMOS MUCHO MAS IDIOTA.

M.E.: (APARTE A UGUETA) ¿Qué pasó?
UGUETA: (APARTE A M.E.) La pobrecilla no vuelve. (A H.E.) Maria Eugenia, este es Héctor Enrique. (MIRANDO AL MUÑECO) Está impresionado por la manera como vuelas.
M.E.: Yo también me veo tan mal. (LE TIENDE LA MANO A H.E.) Encantada.
H.E..: (ESTRECHÁNDOLE LA MANO CON MUCHO VIGOR) El gusto es mío, señorita.
M.E.: (TRATANDO DE ZAFARSE) Usted es el joven al que regañaba Chaura... Ahora entiendo por qué... (SE ZAFA) Es una mujer dominante.
UGUETA: Se impresiona por cualquier cosa
M.E.: Parece que Ugueta le aprecia muchísimo.
H.E.: Y yo a ella.
UGUETA: Ten cuidado, es un mentirosillo.
M.E.: Exageraciones. Parece un buen muchacho.
H.E.: ¡Tengo que ilme!
UGUETA: (APARTE A H.E.) ¿Entonces? ¿Seguro?
H.E.: (TRATANDO QUE NO LO ESCUCHE M.E.) Seguro.
UGUETA: ¿A que hora?
H.E.: A la hora de siempre.
UGUETA: ¿Te acordarás?
H.E.: (COMO EL GALÁN) ¿Se me ha olvidado alguna vez.
UGUETA: (SUBYUGADA) Nunca.
H.E.: (SE DESPIDE CON LA VOZ DEL PRINCIPIO) Hasta luego. HACE MUTIS.
NARRADOR: H.E. parte. Sonrisa cómplice de ambas.
UGUETA: ¿Qué hacías ahí?
M.E.: Pretendía ponerme a hacer la cena, pero como que ya estás invitada para otra comida esta noche...
UGUETA: Todo va a salir como hemos planeado.
NARRADOR: Oscuro. Intermedio. Como en las películas de Hollywood. Respetable público, en quince minutos continuaremos con la segunda parte de nuestro espectáculo. Pueden aplaudir. Gracias. Música de intermedio.

SE INICIA EL INTERMEDIO. FINAL DE CUARTO CUADRO.






V

EL NARRADOR INGRESA DESPUES DE LOS QUINCE MINUTOS EXACTOS DE INTERMEDIO. TRAE CONSIGO A UGUETA. SALUDA Y HACE QUE LOS ESPECTADORES APLAUDAN A UGUETA QUIEN SE COLOCA EN EL EXTREMO DERECHO DEL ESCENARIO (VISTO POR EL PUBLICO). LLEGA A SU PODIO. GOLPEA CON LA BARA DE DIRECTOR DE ORQUESTA ANTES DE ANUNCIAR.

NARRADOR: Continuamos.

ENTRAN MARIA EUGENIA Y CHAURA AGARRADAS DE LA MANO Y EMULANDO CON MUCHA CURSILERIA LA ACCION REALIZADA POR EL NARRADOR CON UGUETA. SE DAN BESAS EN LAS MEJILLAS ANTES DE IR A SUS LUGARES Y LAS ACTRICES SE CONGELAN EN SUS POSICIONES CORRECTAS.

CHAURA: (Muy chillona)¡Ay, sí, es verdad!

EL NARRADOR LA MANDA A CALLAR. GOLPEA CON LA BARA Y ANUNCIA.

NARRADOR: Como En Las Películas De Hollywood. ¡Luz!
CHAURA: (SUBIDA AL POLLO Y MIRANDO POR LA VENTANA CON MUCHA ANGUSTIA) ¡Ay, sí, es verdad! ¡Está abriendo la alcantarilla!

M.E.: (EN TONO MELODRAMÁTICO) Te lo dije. Yo estoy tan desilusionada de Ugueta que, mañana temprano, tomo el primer autobús que vuelva a Caracas y me voy a mi casa; no vaya a ser que el hermano de Ugueta llegue y se dé cuenta lo que está haciendo su hermana, en su casa y en su ausencia.
CHAURA: ¡Ahora está sacando los cables y está buscando algo en un maletín!
M.E.: Ya va a cortar la luz, así que escóndete para que lo veas todo.
NARRADOR: Se va la luz.

LA LUZ CAMBIA PARA HACERNOS ENTENDER QUE SE HA IDO LA LUZ.

CHAURA: (BAJANDO DEL VENTANAL Y ACERCÁNDOSE A M.E.) Señorita, yo quiero...
M.E.: (DÁNDOLE UN EMPUJÓN Y HACIÉNDOLA CAER DETRÁS DEL MUEBLE DEL EXTREMO IZQUIERDO DE LA SALA) ¡Anda, escóndete!
NARRADOR: Chaura se esconde en un lugar desde donde puede apreciar todo lo que ocurre en la sala sin ser descubierta. Aparece Ugueta, en bata de noche, recién salida con mucho glamour del baño.

UGUETA ABANDONA LA POSE Y COMIENZA A ACTUAR BAJO LAS INDICACIONES DEL NARRADOR.

NARRADOR: Cuando se dirige a abrir la puerta, es detenida por la voz de Maria Eugenia. Todos los textos utilizados a continuación tendrán un cursilísimo tono teatral. Música.

SUENA THE APARTAMENT. CHAURA NO PARA DE LLORAR.

M.E.: (HACIÉNDOLE SEÑAS A UGUETA PARA EVIDENCIAR LA PRESENCIA DE CHAURA, PERO SIN ABANDONAR SU TONO) ¿No pensarás abrir la puerta en esta oscuridad, verdad?
UGUETA: (HACIÉNDOLE SEÑAS DE QUE YA LA VIO Y PONIÉNDOSE MÁS CURSI) ¿Qué te importa?
M.E.: (MELODRAMÁTICA)¡Claro que me importa! ¡Tú eres mi amiga!
UGUETA: (RUDA) ¿Y qué?
M.E.:Ugueta, tenemos demasiados problemas, ambas, para que nos sumes este.
UGUETA: Necesito relajarme un poco, estoy muy tensa.
M.E.: Yo también...

LAS ACTRICES SE MIRAN. DE PRONTO SE DETIENEN LA MUSICA Y LA ACCIÓN, Y SIN PRESTARLA ATENCIÓN AL NARRADOR, SE VAN A TOMAR UN TRAGO PARA RELAJARSE. CHAURA DEJA DE LLORAR Y SE SUMA CON HECTOR ENRIQUE.

NARRADOR: Bueno, y es el momento de anunciar uno de nuestros patrocinantes. La bebidas utilizadas en este espectáculo son cortesía de... (NOMBRE DEL PATROCINANTE Y SU SLOGAN).

LOS ACTORES BRINDAN Y SE TOMAN DE UN TRAGO EL CONTENIDO DE CADA UNO DE SUS VASO Y CONTINUAN EN LA INTERPRETACIÓN DE SUS ROLES. LA MUSICA TAMBIEN REGRESA. LA INTENSIDAD DE LAS INTERPRETACIONES CRECE Y SE HACE MAS CURSI.

M.E.: Por eso estoy aquí. Tú me trajiste por eso (TOMÁNDOLE LA MANO) ¡No abras, por favor!
UGUETA: (SOLTÁNDOSE CON BRUSQUEDAD) Déjate de tonterías y vete a tu cuarto a dormir..

CHAURA LLORA DESCARADAMENTE. UGUETA Y M.E. LA ESCUCHAN DIVERTIDAS Y CONTINUAN CON SU FARSA.

M.E.: Ugueta.
UGUETA: ¿Qué?
M.E.: (Lamentosa)No te das cuenta que lo que le vas a hacer a esa muchacha, es igual a lo que me hicieron a mí. (Para que Chaura escuche claramente) Cuando me obligaste a hacer lo del muñeco para asustar a la pobre Chaura, yo acepté porque creí que no pasaría de una broma, pero de ahí a hacer esto... ¡No puede ser!

CHAURA LLORA MAS FUERTE.

UGUETA: Deja los celos.
M.E.: ¿Qué celos? ¡Ni qué nada! ¡Eso que vas a hacer no está bien!
UGUETA: (CON SORNA) Necesito algo que me haga olvidar tantos problemas,; que me haga pensar en algo diferente; que me permita creer que no es verdad que el dinero importa tanto...Para que pueda enviar a “mierda” (Todo el elenco se sorprende por la palabrota, pero ella no le presta atención) a esa bendita casa de la ciudad, a los acreedores... Porque una hipoteca no puede acabar con mi juventud , ni con mi vida... (Para que Chaura escuche claramente) Sí me voy a divertir un rato con el muchacho...

CHAURA GRITA DE DOLOR.

CHAURA: ¡No!
UGUETA: (SE DIVIERTE Y SIGUE) Chaura, nunca va a enterarse...

CHAURA GRITA MAS FUERTE.

CHAURA: ¡Noo!
UGUETA: ... Pero esta noche, él y yo, vamos a estar juntos....

CHAURA BATE LA SILLA DETRÁS DE LA CUAL SE ENCUENTRA OCULTA.

CHAURA: ¡Noooo!
M.E.: (SOBRE ACTUANDO EL SUFRIMIENTO VA A CAER DE RODILLAS Y SE VA A REVOLCAR, MIENTRAS PATALEA CONTRA EL PISO) Como a mí... Es como si me lo estuvieran haciendo a mí... Como si me lo estuvieran haciendo por segunda vez... ¡Entiéndeme!

UGUETA LA LEVANTA DEL PISO TOMÁNDOLA CON FUERZA DE LAS MANOS.

UGUETA: ¡Entiéndeme tú, no seas bruta! ¡Necesito cariño y él está dispuesto a dármelo!
NARRADOR: Se encienden las luces.

LA LUZ VUELVE A SER COMO LA DE ANTES.

M.E.: (APARTE A UGUETA) ¿Qué habrá pasado? Volvió la luz...
NARRADOR: Tocan a la puerta y las actrices continúan la parodia.
M.E.: ¡No abras, Ugueta! ¡Dios te va a castigar!
UGUETA: (CURSI) Amiga, vete a tu cuarto.
M.E.: Chica.
UGUETA: Maria Eugenia.
M.E.: Piénsalo...

LAS ACTRICES ESCUCHAN DIVERTIDAS A CHAURA.

CHAURA: (APARTE)¡Ay, San Pancracio, no puede ser verdad, no puedo seguir escuchando!

M.E. Y UGUETA CONTINUAN LA PARODIA.

UGUETA: Vete a tu cuarto y déjame en paz...
M.E.: Ugueta...
CHAURA: (APARTE)¿En paz? ¡En paz la voy a dejar yo, como Héctor Enrique entre por esa puerta!
M.E.: (SE DIRIGE TRISTE A SU HABITACIÓN) Buenas noches.
UGUETA: (PARA QUE CHAURA SE MORTIFIQUE MÁS) Van a ser las mejores noches, en muchas noches...
CHAURA: (BATIENDO EL MUEBLE) ¡Noooo!

SE ESCUCHA UN TROZO DEL TEMA DE CASABLANCA DE GOES THE MOVIES.

NARRADOR: Maria Eugenia hace mutis poco a poco. Ugueta, se mira en el espejo, abre la puerta... ¡Y se sorprende!
UGUETA: (SORPRENDIDA) ¡Alfredo!
CHAURA: (DEJANDO DE LLORAR. APARTE)¡Don Alfredo!

APARECE EL ASISTENTE VESTIDO COMO ALBERTICO LIMONTA, CON UNA PELUCA RUBIA, LENTES OSCUROS, SOBRETODO AZUL MARINO, CORBATA MUY CONSERVADORA, LO QUE HACE FINALMENTE UNA ESTAMPA EXTREMADAMENTE GRACIOSA Y CURSI A PESAR DE LA TENSION DE LA ESCENA. AL NARRADOR CASI SE LE SALEN LOS OJOS CUANDO LO VE.

ALFREDO: (PARA CALMAR EL ASPAVIENTO QUE HA CAUSADO EN SUS COMPAÑEROS) ¡Alfredo!
NARRADOR: (PARA SI) ¡Esa peluca!

EL NARRADOR SE MUERE DE LOS NERVIOS ANTE LA PRESENCIA DEL ASISTENTE Y VA A HACERLE CORRECCIONES DURANTE TODA LA ESCENA SIN QUE EL ASISTENTE LE PRESTE MUCHA ATENCION.

NARRADOR: Héctor Enrique viene con la maleta de Don Alfredo y se para en el umbral de la puerta. Ugueta se asusta y le tira la puerta en la cara.

DESAPARECE LA MUSICA.

ALFREDO: (MUY ACARTONADO) Ugueta, le tiraste la puerta en la cara al hijo de los Villarino.
UGUETA: (FINGE) ¡Ay, es que creí que era un mendigo!
CHAURA: (APARTE)¡Ahora sí que se arregló el asunto! ¡Ojalá que Don Alfredo se dé cuenta del demonio que tiene de hermana!
ALFREDO: Ugueta, tú no cambias.
CHAURA: (APARTE) O sea: es así desde chiquita.
ALFREDO: Ábrele, no es un mal muchacho.
UGUETA: Será como tú digas.
NARRADOR: Le abre.
UGUETA: (DESCONOCIENDO A H.E.) Pase adelante, mijo.
H.E.:(CON LA MALETA DE DON ALFREDO EN LA MANO Y LA NARIZ ROJA DEL PORTAZO) Buenas noches, señorita Ugueta.
CHAURA: (APARTE) ¿No sé qué tendrán de buenas? ¡Desvergonzado!
UGUETA: ¿Tú eres Héctor Enrique? ¿El hijo de los Villarino? (!)
H.E.: (LE HACE SEÑAS A UGUETA SIN QUE ALFREDO SE DÉ CUENTA) Usted sabe que...
UGUETA: (SIN ENTENDER LAS SEÑAS) ¡Cómo has crecido muchacho! ¡Ya e eres todo un hombre!
H.E.: (LE VUELVE A HACER SEÑAS Y UGUETA COMPRENDE) Yo pasé a saludarla esta tarde ¿Se acuelda?
UGUETA: ¿Ah? ¡Ah! ¡Ah, sí, es verdad! ¡Claro! ¡Es que estoy desmemoriada!
ALFREDO: El almanaque.
CHAURA: (Ap) La sinvergüenzura, por no decir una vulgaridad.
H.E.: Usted me dijo que viniera, porque no tenía luz...
CHAURA: (Ap) Y quería que se la encendiera por fricción.
NARRADOR: Moderación.
H.E.: Resulta sel que cuando abrí la alcantarilla (Señalando a Alfredo) había una rata goldísima que se estaba comiendo todo el cable.
UGUETA: ¿Y por eso no había luz?
H.E.: Por eso mismito.
CHAURA: (Ap) ¡Si me muerdo la lengua me enveneno!
ALFREDO: (CON UNA MONEDA EN LA MANO) Muy agradecido Héctor. Toma.
NARRADOR: Alfredo le da a Héctor Enrique, una moneda de un real.

H.E. SE SALE DEL PERSONAJE Y PARA LA PIEZA.

H.E.: (CON EL NARRADOR) Mira: en el libreto te decía que eran diez bolívares...
NARRADOR: Si quieres habla con el productor de la pieza que debe estar sentado por ahí.

ALFREDO LE PONE LA MONEDA EN LA MANO A H.E.

ALFREDO: Toma.
H.E.: (SIN PODER DISIMULAR SU MOLESTIA) Buenas noches.

H.E. LE HACE UNA SEÑA A UGUETA Y ESTA LO EMPUJA PARA HACERLO SALIR MAS RAPIDO DE ESCENA.

ALFREDO Y UGUETA: Buenas noches.
CHAURA: (Ap) ¡Ah, NO! ¡Yo no me quedo aquí!
NARRADOR: Chaura pasa por delante de los Meneses y sale detrás de Héctor Enrique. Ugueta hace como si no la ha visto.
CHAURA: ¡Buenas noches!

CHAURA HACE MUTIS. ALFREDO QUEDA SORPRENDIDO POR LA APARICION DE LA MUCHACHA.

ALFREDO: ¿Y esa muchacha de dónde salió?
UGUETA: ¿Ah? ¡Ah, sí! Estaba visitando a Maria Eugenia, la muchacha que vino a acompañarme.
ALFREDO: (SENTÁNDOSE) ¿cuándo llegaste?
UGUETA: Hace tres días. Te voy a presentar a Maria Eugenia. Déjame llamarla.
ALFREDO: Déjala.
UGUETA: (LLAMANDO) ¡Maria Eugenia! ¡Maria Eugenia! ¡Mira quién está aquí! (A ALFREDO) Se va a desmayar cuando te vea. Tú le gustas mucho. ¡Maria Eugenia!
M.E.: (OFF) ¡Voy!
UGUETA: ¡Apúrate! ¡No tenemos toda la noche!
M.E.: (OFF HOSTIL) ¿Con quién estás?
UGUETA: Con mi hermano.
M.E.: (OFF) ¿Con quién?
UGUETA: Con mi hermano.
M.E.: ¿Cuál?
UGUETA: ¡El único que tengo! ¿Maria Eugenia vas a venir o...?
NARRADOR: Maria Eugenia, aparece vestida con un despampanante vestido de fiesta. Música. Maria Eugenia se sube a la mesa del comedor y modela el vestido al ritmo de la música. Ugueta se sorprende y la baja de la mesa. Histeria femenina por el recién llegado.
UGUETA: (A M.E.) ¿Tú como que pensabas ir a una fiesta? Así si llegas rapidito.
NARRADOR: Maria Eugenia le sonríe a Alfredo sin prestarle oídos a Ugueta.
UGUETA: Maria Eugenia, tengo el placer de presentarte a mi hermano Alfredo.

ALFREDO SE LEVANTA GALANTE PERO NO MIRA A M.E., SINO QUE LE HABLA AL PUBLICO COMO SI FUERA ELLA.

Alfredo: Encantado, María Eugenia.
M.E.: (Muy emocionada) ¿Usted? ¡Usted es Alfredo? ¿El hermano de Ugueta?
ALFREDO: Creo.

ALFREDO LE EXTIENDE LA MANO A M.E.

M.E.: ¡El gusto es mío!

M.E. COMIENZA A BESARLE LA MANO A ALFREDO. ALFREDO SE ZAFA Y SE LA LIMPIA CON DISIMULO, CON SU PAÑUELO PERSONAL.

ALFREDO: (CURSI) Mi hermana me ha hablado tanto de usted en sus cartas, que me voy a permitir la osadía de tutearla. Me parece conocerte desde hace mucho.
M.E.: (HISTÉRICA A UGUETA) ¡Qué amable es!
NARRADOR: Le da hipo.
M.E. ¡Hip! (A ALFREDO) Yo quisiera... ¡Hip!
UGUETA: (DISCULPANDO A M.E.) ¡Siempre que se pone nerviosa le da hipo!
ALFREDO: (FASTIDIADO) ¡Qué divertido!
NARRADOR: Alfredo se va a ver en el espejo antes de ir a cerrar la ventana y servirse un trago en la licorera.
M.E.: Ugueta to...¡Hip!...a mí me gustaría...¡hip! ¡Ay, no sé! ¡Qué vergüenza!
NARRADOR: Maria Eugenia no para con el hipo. Ugueta le da un golpe tan fuerte en la espalda que Maria Eugenia se molesta.
UGUETA: ¿Qué es, mijita? ¡Habla!
NARRADOR: Maria Eugenia le habla al oído a Ugueta.
UGUETA: ¿Y eso es todo? ¡Bolsa! Alfredo, con muchos celos, te digo que Maria Eugenia quiere que le des un beso.
ALFREDO: (SORPRENDIDO) ¿Un beso?

M.E. HACE COMO SI SE VA DE LA SALA DE LA VERGÜENZA. SE DETIENE, HACIÉNDOSE LA AVERGONZADA.

M.E.: Pero no vaya... ¿cómo decirle?... A pensar mal de mí...

UGUETA: ¡No! Mi hermano no va a pensar mal de ti, mucho menos cuando sepa que quieres que te de un beso después de que...

M.E. LE TAPA LA BOCA A UGUETA, PERO ESTA SE ZAFA.

M.E.: ¡Ay, no!
UGUETA: ¡No seas tonta que tú quieres!
ALFREDO: Me tienen que decir qué es lo que quiere.
NARRADOR: Ahora Maria Eugenia le coquetea a Alfredo.
M.E.: ¿Le gustaría...? Digo, si no es mucha molestia...¿Hacer algo conmigo?
ALFREDO: ¿Hacer? ¿Qué?
UGUETA: ¡Mijito, que si quieres cantar una canción con ella! (SE VA A SERVIR UN TRAGO A LA LICORERA PARA PASAR EL MAL RATO)
ALFREDO: ¿Cantar? ¿Yo?
M.E.: ¿Le molestaría?
ALFREDO: Escúchame un momento, Ugueta: ¿No estará hablando en serio?
M.E.: Sí; al final de la canción me besa, como Bobby besa a Lynda, en la Hacienda “Los Aguacateros”.
ALFREDO: ¿Y se besan?
M.E.: ¡Ay, él si es cómico Ugueta! ¡Igualito a ti!
ALFREDO: ¡Es que no me acuerdo!
M.E. ¡Ay, usted sabe que sí! ¡Usted escribió la historia!
UGUETA: ¡Termina de cantar, mijo!
ALFREDO: ¡Ugueta, yo no canto!
M.E.: Yo no se lo voy a decir a nadie.
ALFREDO: ¡Yo no sé cantar!
M.E.: ¡No se haga el tonto, que yo lo escuché cantar con la Pérez, cuando Cabrera no pudo hacerlo en el radiopabellón del año pasado!
ALFREDO: Ugueta: ¿me puedes explicar qué es todo esto?
UGUETA: ¿De qué estás hablando, Alfredo? (Ap) ¡Me hundí! ¡Me quedé sin plata!

ALFREDO: (SE VA ENAJENANDO) ¡Llego a mi casa y, primero desconoces a Héctor Enrique, que hasta medio noviecito tuyo fue cuando eran jóvenes; de pronto sale, de no sé dónde, Chaurita, y me dices que estaba en el cuarto de tu amiga, que es en la dirección contraria de donde salió la muchacha!
NARRADOR: ¡Cálmate!
ALFREDO: (SERENO Y CORTÉS) Y ahora me presentas a esta hermosa señorita, que en lo que me la presentas quiere que la bese después de que cante una canción con ella... (Desbordado) ¡Aquí está pasando algo extraño, hermanita! ¡Esta no es mi casa! ¿Qué pasa aquí? (!)
NARRADOR: ¡Respira!
UGUETA: Lo que pasa es que estamos... de vacaciones...
ALFREDO: ¿De vacaciones?
NARRADOR: Oscuro. Final del quinto cuadro de cómo En Las Películas de Hollywood. (A Alfredo) ¡Mira, mijo! ¡No te exaltes! ¡No es necesario!
FINAL DEL QUINTO CUADRO.

ARTICULACION.




















VI

NARRADOR: Música. Y ahora unos importantes anuncios de nuestros patrocinantes.

ANUNCIO DE TELAS, MAQUILLAJES, BEBIDAS, ACORDADAS CON LOS PATROCINANTES. ANUNCIAN LOS ACTORES.

NARRADOR: Continuamos.

M.E. Y UGUETA, ESTAN PREPARADAS EN CADA EXTREMO DEL PROSCENIO COMO IMÁGENES DE CERA O MANIQUIES.

NARRADOR: Música. Luz. Día siguiente. En la sala, Maria Eugenia y Ugueta se lamentan.

SUSPIRO PRONUNCIADO DE LAS ACTRICES ANTES DE INICIAR EL CUADRO.

NARRADOR: Ugueta tiene un sobre en la mano.

LAS DOS ACTRICES PRACTICAMENTE DESFILAN DE UN LADO AL OTRO DEL PROSCENIO COMO MANIQUIES DE PASARELA, MIENTRAS DICEN SUS TEXTOS. GIRANDO PARA REINICIAR LA PASARELA CADA VEZ QUE LLEGAN A UN EXTREMO DEL ESCENARIO.

UGUETA: (EN TONO DE RECLAMO) A ti nada más se te ocurre pedirle una canción y un beso a mi hermano Alfredo, conociendo el carácter que tiene.
M.E.: Tienes que pedirle el dinero, no te hagas la loca.
UGUETA: Él tiene que saber por qué estoy aquí.
M.E.: Tienes que hablarle. Ni que él fuera adivino.
UGUETA: No quiero.
M.E.: No querrás, pero debes. ¿Cuánto necesitas?
UGUETA: La cantidad de la hipoteca. Lo que indican estos papeles que te enseñé.

M.E. SE ACERCA A MIRARLOS Y UGUETA LOS OCULTA A UN LADO MIENTRAS SOLLOZA Y SE SIENTA EN UN MUEBLE DE LA SALA COLOCANDO LOS PAPELES DETRÁS DE SI.

UGUETA: ...pero eso no importa... ¡No importa nada!
NARRADOR: Llora en silencio.
M.E.: (CONMOVIDA Y CURSI) Claro que sí importa ¿Para qué estás aquí? (ACERCANDO PARA DETECTAR EN QUÉ LUGAR HA PUESTO UGUETA EL SOBRE) Déjate de llorar así. Te vas a enfermar.
NARRADOR: M. E. , le quita los papeles sin que Ugueta se dé cuenta y los esconde en la licorera...

M.E. VA A COLOCAR LOS PAPELES EN OTRO LUGAR.

NARRADOR: ¡No! ¡En la licorera!
UGUETA: (LLORA AMARGA) Me estaba muriendo de hambre. Yo no quería hipotecar la casa, pero no tenía más dinero. Sí no fuera por los dulcitos que hago para venderle a la Distribuidora de Penichez, me hubiera muerto de “mengua”. ¡Es tan duro ser una mujer sola!

UGUETA SE PONE LAGRIMAS Y DESPUES M.E. LE QUITA TAMBIEN UNAS GOTAS PARA TENER LAGRIMAS DURANTE LA ESCENA.

NARRADOR: Las Lágrimas artificiales utilizadas en este espectáculo son cortesía de Murine. Lagrimas artificiales Murine y tenga un llanto como de Hollywood.
UGUETA: ¡Buuuhhh!
M.E.: (LLORANDO TAMBIÉN) Vamos a hacer una cosa: ve a tu cuarto, reposas y luego hablas con tu hermano ¿Te parece?
UGUETA: (Se levanta del mueble y se recuesta muy cursi sobre M.E.) ¡Ay, M.E. , yo ya no sé...!

EL ACTOR QUE INTERPRETA A ALFREDO SE PARA A CALENTAR A UN LADO DE LA ESCENA CON ALGUNOS EJERCICIOS DE DANZA. ESTA EN BATA DE CASA Y TIENE UN GRAN LIBRO ROJO EN LAS MANOS.

NARRADOR: Se escuchan ruidos.
M.E.: ¡Ahí como que viene! (EMPUJÁNDOLA SUAVEMENTE PARA QUE SE VAYA) Anda.

UGUETA SE VA A IR PERO DE PRONTO SE DEVUELVE Y HACE UNA CURSI DESPEDIDA DE M.E. PARA SALIR HUYENDO FINALMENTE.

NARRADOR: Ugueta se va rápidamente a su cuarto y M.E. se arregla para estar presentable para Alfredo. Música. Alfredo entra...

EL ACTOR QUE INTERPRETA A ALFREDO HACE COMO SI ENTRARA AL ESPACIO MAGICO DE LA ESCENA Y ASUME EL ROL.

NARRADOR: ...absorto en su lectura...

EL ACTOR ABRE EL LIBRO Y HACE COMO SI LEE CON MUCHO INTERES SIN PRESTARLE ATENCION A M.E.

NARRADOR: ...Y se dirige a la silla junto a la mesita del portaretrato...

EL ACTOR SE EQUIVOCA Y VA A SEGUIR DE LARGO HASTA EL OTRO EXTREMO DEL ESCENARIO Y EL NARRADOR LO CORRIGE.

NARRADOR. ¡No! ¡Junto a la mesita del portaretrato!

EL ACTOR ENTIENDE Y SE DIRIGE AL LUGAR INDICADO.

NARRADOR: ...se sienta su libro sin reparar en Maria Eugenia. Maria Eugenia se emociona, aunque él no le presta la más mínima atención. Se sirve un trago. Se sienta frente a Alfredo...

M.E. TOMA UNA SILLA DEL COMEDOR Y SE SIENTA FRENTE A ALFREDO.

NARRADOR:.. Este la mira. Le sonríe. Y vuelve a su lectura. Ella sonríe embelesada por el hombre que no le presta atención. Se levanta. Camina a proscenio decidida a hablarle y le da un imperceptible ataque de risa.

M.E. DESATIENDE LA ACOTACION Y RIE A CARCAJADAS. ALFREDO SE MOLESTA Y MIRA A LOS TECNICOS, COMO ACUSÁNDOLOS DEL RUIDO, Y LOS TECNICOS LE INDICAN A M.E.

NARRADOR: (A M.E.) ¡Imperceptible! Alfredo la mira y ella queda seria de pronto.

M.E. SE QUEDA TOTALMENTE SERIA.

NARRADOR: Silencio.

APAGAN LA MUSICA.

M.E.: Alfredo.
ALFREDO: Maria-Eugenia.
M.E.: Alfredo yo...
ALFREDO: ¿Usted...?
M.E.: Desearía hablarle.
ALFREDO: ¿De?
M.E.: ¿No interrumpo su lectura, verdad?
ALFREDO: (CON FALSA CORTESÍA) No. En realidad no era nada importante.

ALFREDO DEJA EL LIBRO A UN LADO DEL RETRATO Y M.E. CORRE Y SE SIENTA EN LA MESITA JUNTO A ALFREDO. LLEGA EL OTRO ASISTENTE AL LUGAR QUE OCUPABA EL ANTERIOR.

M.E.: ¿Qué era lo que decía?
ALFREDO: Que querías hablarme de algo.
M.E.: ¡Ah, sí! Es sobre Ugueta, su hermana.
ALFREDO: Tú dirás...
M.E.: (CURSI) ¡Alfredo, su hermana tiene un problema!
ALFREDO: (ANGUSTIADO) ¿De qué se trata?
M.E.: No quiero molestarlo...
ALFREDO: (CURSI) Nada que tenga que ver con mi hermana me molesta.
M.E.: Esto podría hacerlo.
ALFREDO: Yo no sé por qué Ugueta se tuvo que ir tan lejos. Haciendo dulcitos como una pobre mujer. Ella no tiene necesidad de esas cosas... ¡Dígame! ¿Qué pasa?
M.E.: ¿Está preparado para escuchar cualquier cosa?
ALFREDO: (TOMÁNDOLA POR LOS HOMBROS CON MUCHA CURSILERÍA) ¡Habla de una vez!
NARRADOR: Maria Eugenia busca lánguidamente los papeles y se los muestra a Alfredo.
ALFREDO: ¿Qué es esto?
M.E.: Léalos con detenimiento y después conversamos.
ALFREDO: Cuando quieras.(SE PONE LOS LENTES PARA LEER)
M.E.: ¿Qué le parece esta noche? ¿Durante la cena?
ALFREDO: De acuerdo.
NARRADOR: Maria Eugenia va a hacer mutis, pero de pronto se detiene y mira a Alfredo.
M.E.: Quisiera...
ALFREDO: ¿Sí?

ALFREDO SIENTE DE PRONTO EL TOQUE DEL AMOR HACIA M.E. Y DEJA LOS PAPELES EN LA MESA PARA HABLARLE ROMANTICAMENTE.

M.E.: Hace algunos días.
ALFREDO: ¿Desde ayer...?
M.E.: Bueno, sí, realmente desde ayer... Desde ayer he estado observándolo. Es que... con mucha pena... siempre me interesaba por todo lo que decían de usted y de sus libros... y algo me repetía: “lo vas a conocer”... y yo me decía: “-¡pero Maria Eugenia, soltera, de 22 años y sin compromiso, quédate tranquila. ¡Qué vas a estar conociendo nada al hermano de Ugueta!... Y un día, de repente, por casualidad de la vida, lo conozco...

ALFREDO SE METE UNAS PASTILLAS DE OLOR EN LA BOCA

ALFREDO: (SIN PODER HABLAR CORRECTAMENTE A CAUSA DE LAS PASTILLAS) Y en mi propia casa ¡Qué casualidad!
M.E.: Creí que me desmayaba.
NARRADOR: ¡Sácate esas pepas de la boca!

ALFREDO ESCUPE LAS PEPAS Y CONTINUA SU INTERPRETACION

ALFREDO: Es como si nos conociéramos de toda la vida (APROXIMÁNDOSE A M.E.) Sí; cuando mi hermana me habló de que trabajabas con ella, en el negocio de los dulces, me pareció que te conocía. Podía verte haciendo los “bien me sabe”.
M.E.: ¿Usted cree en eso que llaman reencarnación?
ALFREDO: Tanto como creer...
M.E.: En Caracas, todo el mundo cree en esa “guarandinga”.. Pero... Ay, mire... Es que yo siento... (ALFREDO LA TOMA POR LA CINTURA POR DETRÁS) Siento como si nos conociéramos de otra vida... Y yo he comenzado a creer en esa reencarnación, porque yo siento... siento que lo conozco desde que...
NARRADOR: Se hace la mareada.
M.E.: ¡Ay, me siento mare- ada!
NARRADOR: Finge un desmayo.
ALFREDO: (ANGUSTIADO) ¡Maria Eugenia!
NARRADOR: Maria Eugenia, cae en los brazos de Alfredo, y, cuando éste se aproxima a su rostro, ella abre los ojos y lo besa a la fuerza hasta que él le corresponde. Se separan.

LOS ACTORES NO SE SEPARAN.

NARRADOR: Se separan.

NO LO HACEN Y M.E. SE TOMA DE LA PELUCA DE ALFREDO Y SE LA MUEVE.

NARRADOR: ¡Se separan! ¡En el libreto dice que se separan! ¡Voy a tener que hablar con el director y los abogados!

SE LE CAE LA PELUCA AL ACTOR.

NARRADOR: ¡Mira! ¡La peluca! ¡Ponte la peluca!

ALFREDO RECOGE LA PELUCA Y SE LA PONE DETRÁS DE LA MESA PERO AL REVES Y SALE TRATANDO DE HACER COMO SI NO HA OCURRIDO NADA. M.E. HA RODADO POR EL PISO Y LOGRA PONERSE DE PIE. ALFREDO TRATA DE CALAMAR EL ATAQUE QUE TIENE EL NARRADOR A TRAVES DE SEÑAS.

M.E.: ¡Siempre supe que esto iba a pasar! ¡Desde que te vi la primera vez! ¡Yo pensaba en “El Pollo” (MANDARRIAZO) , pero no sé si fue la magia de Paquita, tu rostro comenzó a aparecer en el suyo y él desapareció! ¡No me dolió más! ¡Y, aquí, en mi cabeza, me imaginaba dándote un beso!

ALFREDO: Yo soy un hombre más bien tímido.

NARRADOR: (A ALFREDO) ¡Arréglate!

M.E.: Eso te llena de... ¡Ay, no sé!

M.E. SE DISPONE A SALIR A LA CALLE.

ALFREDO: (TRATANDO DE RETENERLA)¿A dónde vas?
M.E.: A tomarme una fotografía casel árabe de la plaza, porque esta felicidad tengo que guardármela para la eternidad. ¡Es la primera vez que estado en contacto directo con la literatura latinoamericana! ¡Con la Historia! (INICIA EL MUTIS)
ALFREDO: Maria Eugenia.
M.E.: (DETENIÉNDOSE EN EL UMBRAL DE LA PUERTA) ¿Dime, Alfredito?
ALFREDO: ¿Vas a tardar mucho?
M.E.: (SEDUCTORA) ¿Por qué’
ALFREDO: Quisiera...
M.E.: ¿Quisieras...?
NARRADOR: (A ALFREDO) Tomando valor ¡Como un hombre!
ALFREDO: ¿Sabes preparar el “bien me sabe”?
M.E.: ¿Para esta noche?
NARRADOR: ¡Como un macho!
ALFREDO: (SE ARREGLA LOS PANTALONES Y SE PARA COMO UN CHARRO MEXICANO) Me encantaría para la cena.
NARRADOR: ¡Así no!
M.E.: Está bien, regreso en un cuarto de hora.
NARRADOR: Oscuro. Como En Las Películas De Hollywood (a Alfredo mientras este recoge todos sus accesorios antes de salir del escenario) ¡Esa no era la peluca! ¡O te la arreglas o voy a tener que ir a hablar con el director! (Con mucha simpatía con el público) Como En Las Películas De Hollywood.
ARTICULACION PARA EL PROXIMO CUADRO.

VII

NARRADOR: Música.

ESCUCHAMOS AMOR SECRETO DE DORIS DAYS CONTINUADO –UNA VEZ INICIADA LA ESCENA DE LLEGADA DE UGUETA- DE MASCARADA DE MASQUERADE SUITE.

NARRADOR: Cuadro final. Como en las películas de Hollywood. Maria Eugenia termina de poner la mesa. Se arregla el cabello. Es feliz. Gira y gira y gira y gira, mientras da los últimos toques a la mesa, para la cena de esta noche. Maria Eugenia se sienta a esperar en la ventana. De pronto llega Ugueta. Viene de la calle caminando de un modo muy extraño.
M.E.: ¡Chica! ¿Por qué estás caminando así?
UGUETA: (Llegando a sentarse en el recibo con dificultad) Es que para calmarme me fui a casela peluquera y me dio por arreglarme los pies... y la mujer me quitó tantos pellejitos... ¡que casi me deja sin talón!
M.E.: ¿Y vienes caminando así...?
UGUETA: Desde la Plaza. La gente dirá que me la doy de pretenciosa, pero es que, ¡Ay, manita, qué dolor!
NARRADOR: Fuera música.
UGUETA: Huele sabroso ¿Hiciste la cena?
NARRADOR: Maria Eugenia, afirma con la cabeza.
M.E.: Umjú.
UGUETA: ¿Y le hiciste el dulcito a mi hermano?
M.E.: que no me quedó tan sabroso como a los que él debe estar acostumbrado.
UGUETA: ¡Ay, M.E., mira que mi hermano...!
M.E.: ¿Tu hermano...?
UGUETA: Entérate tú misma... Me voy a cambiar los zapatos. (TRATA DE PARARSE PERO NO PUEDE Y SE VUELVE A SENTAR ADOLORIDA) ¡Uff, cómo me duelen!

UGUETA SE LEVANTA Y TRATA DE INICIAR EL MUTIS CAMINANDO DE UN MODO MUY PARTICULAR.

M.E.: No vayas a tardar, mira que .tu hermano debe estar por llegar
UGUETA: ¿Salió?
M.E.: Detrás de mí. Dio una vuelta por la jefatura, pasaba por la plaza y se venía. Me dijo él. (Mirando por la ventana) ¡Qué pronto se hizo de noche!
NARRADOR: Música de Shirley Bassey.
UGUETA: Maria Eugenia?
M.E.: (MIENTRAS MIRA SOÑADORA POR LA VENTANA) ¿Tú dirás?
UGUETA: ¿Ya pasó?
M.E.: ¿Lo del Pollo?
UGUETA: Lo del Pollo.
M.E.: Sí y no. Por lo menos ya n suenan los platillos. Lo que sé es que después de lo que me hizo Paca, me sentí más aliviada. Yo sigo pensando que la vida es como una película de cine, de Hollywood, que algún día me voy a hacer famosa, contándola como en un musical. Entre baladas, rumbas, boleros y mambos ¡chachachá! ¿Será que soy una estúpida soñadora?
UGUETA:¿Quién sabe? A lo mejor consigues a alguien que te escriba la película (SE DISPONE A HACER MUTIS) Me voy a cambiar.
NARRADOR: Aparece Alfredo.

ENTRA ALFREDO DE SMOKING Y CON UNA FLOR PARA M.E.

ALFREDO: (LE DA LA FLOR A M.E.) ¿Molesto?
UGUETA: (SE PONE NERVIOSA) ¿Qué vas a estar molestando nada, niño, esta no es tu casa? (TRATA DE HACER MUTIS , PERO SOLO LLEGA HASTA LA MESA DE LA SALA PORQUE LE DUELEN LOS PIES)
ALFREDO: ¿Qué te pasa, hermana?
UGUETA: Nada, mijo, que me fui a la peluquería y vi que hacían los pies y me los hice. Y cuando me fui a parar, que afinqué los pies, casi me puse a llorar de dolor. ¡Que dolor tan grande!
M.E.: (HALA A UGUETA AL CENTRO DE LA SALA) Yo te voy a buscar las pantuflas, oíste. (A Alfredo) Vayan sentándose a la mesa.
NARRADOR: M.E. hace mutis.
ALFREDO: (SENTÁNDOSE EN LA SALA) ¿Cómo está tu estado financiero, Ugueta
UGUETA: (SE LEVANTA INQUIETA) A qué viene tu preguntadera? Yo te estaba hablando de los pies.
ALFREDO: Por Ahí descubrí unos papeles de tu hipoteca...
UGUETA: (AVERGONZADA) ¡Los papeles! Alfredo yo...
ALFREDO: Y quiero que conversemos de la manera en la que piensas pagarla.
UGUETA: (CAMINADO CON DIFICULTAD DE UN LADO A OTRO) ¿Tú me entenderías si yo te explicara?
ALFREDO: No es necesario, hermana.
UGUETA: Me sentiría mejor...
ALFREDO: Siéntate, que te duele.
UGUETA: Alfredo, yo...
NARRADOR: Llora.
UGUETA: Yo leí la carta que me dejaste y me dio pena...
ALFREDO: (CONSOLÁNDOLA) Está bien. No me cuentes... o lo haces cuando te sientas mejor. A ti nada más se te ocurre ir a que te arregle los pies nereida. (MIRA LA MESA) Querida hermana, tienes una amiga encantadora ¿Verdad que tengo buen gusto?
UGUETA: Cuidao es lo que tienes que tener. Mira que estamos todos en la misma casa.
NARRADOR: Tocan.

EL ASISTENTE HACE EL SONIDO DE LOS GOLPES A LA PUERTA.

UGUETA: ¿Quién será a esta hora?
ALFREDO: Yo no he invitado a nadie.
UGUETA: Ni yo.
NARRADOR: Insisten.

EL ASISTENTE REPITE LOS GOLPES.

M.E.: (TRAYENDO LAS PANTUFLAS DE UGUETA) ¡Yo abro!

M.E. SE DIRIGE A ABRIR, PERO ANTES LE TIRA UN BESITO A ALFREDO Y ESTE LO RECIBE CON AGRADO.

NARRADOR: Eso no estaba en el libreto.

M.E. HACE CASO OMISO Y VA A ABRIR.

NARRADOR: Música.

SUENA “MELODIAS DE BROADWAY”

ALFREDO: ¿Quién es?
M.E.: (GRITA ASUSTADA) ¡En nombre de Dios!
NARRADOR: Entra de golpe Héctor Enrique, viene apuntado por una escopeta que manipula Chaura..

HISTERIA GENERAL.

ALFREDO: ¿Me pueden explicar qué significa esto?
M.E.: ¡Chaura!
UGUETA: ¡Héctor Enrique!
ALFREDO (A Chaura) ¿Qué haces con esa escopeta, apuntando a Héctor Enrique, aquí, en mi casa?
CHAURA: ¡Que le he traído a este sinvergüenza, para que le diga qué sucedió en esta casa, desde que (Refiriéndose a Ugueta) ella llegó a aquí.
ALFREDO: ¿Desde que ella llegó?
M.E.: Si no ha pasado nada (Ap) Se formó el escándalo.
UGUETA: (Ap) ¡Me quedé sin casa!
H.E.: Don Alfredo, todo esto es una equivocación.
CHAURA: ¿Y eres capaz de decir que ha sido una equivocación? ¡Pérfido desvergonzado!

ALARMA GENERAL POR LA AMENAZA DEL ARMA QUE PORTA CHAURA.

UGUETA: Deberías bajar esa escopeta, Chaurita, es peligroso.
CHAURA: ¿Peligroso? Peligroso es que mujeres como usted vengan a este pueblo. Timotes tendrá todo lo que usted quiera, pero aquí hay cosas que se respetan.

LA PERSIGUE CON LA ESCOPETA Y UGUETA HUYE ATERRADA HASTA QUE ALFREDO RETIENE A CHAURA.

ALFREDO: A ver, a ver; explícame con calma, que yo quiero entender lo que pasa aquí.
M.E.: (Ap) Yo me imaginé que algo así iba a pasar.
H.E. (A ALFREDO) Todos son inventos de Chaura, Don Alfredo, no vaya a creerle.
CHAURA: (FURIOSA) Más vale que te calles, Héctor Enrique Villarino Lobo, o...

CHAURA SE APOYA EN LA ESCOPETA.

NARRADOR: La escopeta se dispara.

EL ASISTENTE HACE EL SONIDO. CAOS GENERAL. CHAURA QUEDA MARIADA EN EL CENTRO DEL ESCENARIO Y LOS ACTORES SE OCULTAN DETRÁS DE LOS MUEBLES DE LA ESCENA.

ALFREDO: ¡Esta mujer se volvió loca!
UGUETA: ¡Nos quiere matar!
M.E.: ¡Virgen del Valle!
H.E.: ¡Cálmate, por favor, Chaurita!

ALFREDO ENFRENTA A CHAURA, LA CUAL ESTA COMPLETAMENTE DESCONCERTADA EN EL CENTRO DE LA SALA CON LA ESCOPETA EN LAS MANOS.

ALFREDO: ¿Chaura, usted entiende que está en mi casa, para que se ponga a disparar así, como si fuera una enajenada?
CHAURA: Mire, Don Alfredo, yo no sé dónde estoy y no me interesa. Lo único que quiero es que sepa que este descarado pretendía venir a acompañar a su hermanita, para que no le diera miedo, ni se la comiera el coco, porque él mismo le había cortado la luz para venírsele a meter y disfrutar de la oscuridad, mientras usted estaba ausente. Lo que pasó fue que cuando se dio cuenta que usted venía por el camino principal, puso la luz, se hizo el loco y hasta le trajo la maleta.
ALFREDO: ¡Héctor Enrique!
M.E.: ¡Siento que me voy a desmayar!
H.E.: (Ap) aquí no salgo vivo.
UGUETA: ¡No puede ser!
CHAURA: No se haga, señorita... no se haga... que el papel de imbécil no le queda.
UGUETA: ¡Me insultó!
M.E.: (Ap) No te quejes que es capaz de dispararte.
H.E.: ¡Chaura, por favor!

CHAURA: ¡Se me callan o me los echo!
M.E. ¡Chaura!
CHAURA: Y usted tampoco me hable. También se estaba burlando de mí y me hizo pasar un buen mal rato...
M.E.: Déjame explicarte.
CHAURA: ¡Aquí nadie me explica nada! ¡Aquí la que explica soy yo! Así que los tres se me emplastan contra la pared, mientras yo hablo con Don Alfredo.

CHAURA SE TIRA EN EL PISO Y UGUETA, M.E. Y H.E. SE PEGAN DE LA PARED. ALFREDO SE SIENTA EN UNA SILLA DE LA MESA Y TRATA DE CALMAR A LA JOVEN.

ALFREDO: ¿Chaura, te gusta el “bien me sabe”?
CHAURA: Deje los ofrecimiento y hablemos.
ALFREDO: Entonces: Héctor quería meterse en la casa, aprovechando mi ausencia...
CHAURA. Exactamente como usted lo dice.
ALFREDO: ¿Y quién te dijo todo eso?
CHAURA: Por un lado, la señorita Maria Eugenia, que no quería que su hermana se relacionara con un pueblerino; y, por el otro lado, el descarado ése, que cuando se dio cuenta que era imposible tener nada con su hermana, se fue al Bar Lorenzo y cuando se sintió mareado se acordó de mí y me lo fue a contar todo...

CHAURA VA A LLORAR, SE APOYA EN EL ARMA Y ESTA SE DISPARA NUEVAMENTE. M.E. CAE EN EL PISO FINGIENDO QUE ESTA HERIDA DE MUERTE.

UGUETA: (SIGUIENDO LA CORRIENTE A M.E.) ¡Ha matado a Maria Eugenia!
H.E.: ¿Qué has hecho, mujer del demonio? (!)
ALFREDO: ¡Maria Eugenia! ¡Maria Eugenia! (M.E. LE HACE UNA SEÑA CUANDO ÉL LA TOMA EN SUS BRAZOS Y ÉL AFIRMA) Está muerta. (HACE COMO SI LLORA SOBRE M.E.)
CHAURA: (SUELTA EL ARMA) ¡Asesina! ¡Soy una asesina! (VA A HACER MUTIS HACIA LA CALLE)

H.E. TOMA EL ARMA Y ESTA ATRIBULADO POR LO QUE ACABA DE OCURRIR.

UGUETA: Chaura, no te vayas, que todo tiene una explicación.
M.E.: ¿Para qué sirven las explicaciones si soy una asesina?
H.E.: Yo pagaré por tu crimen amada mía. Diré que todo lo he hecho yo.

M.E. SE INCORPORA DESPUES DE LA DECLARACION DE H.E.

M.E.: ¡De aquí no se mueve nadie!
TODOS: ¡Maria Eugenia!
CHAURA: ¡La muerta!
M.E.: Ahora tienen que escuchar lo que iba a decir Ugueta.
ALFREDO: Vamos, habla que yo quiero escuchar.
UGUETA: Todo este enredo tenía como finalidad unir definitivamente a Chaura con Héctor Enrique, para distraernos en una buena acción, mientras Alfredo estaba ausente...
M.E.: Porque Ugueta estaba muy nerviosa, ya que el plazo para pagar su hipoteca se vence en una semana, y a mí me pareció una buena idea para divertirnos y ayudábamos a que se juntaran estos seres. Así Chaura dejaba de estar “curioseando” la vida ajena...
UGUETA: Y Héctor Enrique , se decidía por fin...
ALFREDO: Pero entonces llegué yo e interrumpí toda la estrategia.
M.E.: Justo a tiempo para que hablaras con tu hermana. Porque ella, por su orgullo o su vergüenza, no quiso hacerlo... Entonces lo hice yo.

UGUETA: ¡Maria Eugenia! ¿No te atreviste?
Alfredo: Lo hizo. Y la razón de esta cena era que te traía un cheque que cubre la cantidad que necesitas.

ALFREDO EXTIENDE EL CHEQUE Y UGUETA DUDA EN TOMARLO.

UGUETA: No sé qué decir..
H.E.: No diga nada y agárrelo...
CHAURA: (TOMÁNDOLO POR LA OREJA E INICIANDO EL MUTIS) Tranquilízate, necio... Ahora sí que te voy a arreglar las tuercas. CHAURA Y H.E. HACEN MUTIS.
UGUETA: Y yo me voy a cambiar para celebrar lo del cheque. (HACE MURTIS HACIA SU HABITACIÓN)
NARRADOR: Finalmente Maria Eugeni y Alfredo quedan solos.
ALFREDO: Maria Eugenia...¿puedo hablar con usted?
M.E.: ¿En este momento?
ALFREDO: Cuando puedas y no te moleste.
M.E.: Que sea en este momento.

ALFREDO SE APROXIMA A MARIA EUGENIA Y HACEN UNA HERMOSA POSE DE DECLARACION AMOROSA: EL ARRODILLADO CON LA MANO DE ELLA TOMADA CON MUCHA TERNURA.

M.E. (Al público) Y después me dicen que la vida no es...

CHAURA Y H.E. SE ASOMAN POR LA PUERTA, UGUETA POR LA VENTANA Y MARIA EUGENIA Y ALFREDO SE LEVANTAN PARA DECIRLE AL PUBLICO EN CORO:

TODOS: Como En Las Películas De Hollywood.

NARRADOR: Oscuro. Final de la pieza. Pueden aplaudir. Gracias.

SALEN A SALUDAR LOS TECNICOS CON EL ULTIMO ASISTENTE Y DESPUES EL ELENCO.
FIN.

ESTRENADA EN LA SALA HORACIO PETERSON
CARACAS, 23 DE MARZO DE 1994.
NOMINADA AL PREMIO CASA DEL ARTISTA 1995.
REESTRENADA EN EL TEATRO NACIONAL EN 1997.
SALA DE CONCIERTOS DEL ATENEO DE CARACAS 1998
PREMIO INTERCLUBES LUISELA DÍAZ 2003
CÉSAR EDUARDO ROJAS MÁRQUEZ.
Revisada a solicitud de KJC Producciones 2008 para espectáculo de 2009

No hay comentarios:

Publicar un comentario