Autor: César Eduardo Rojas Márquez
Da una carrerita y está en escena SOFIA. Atuendo de playa, lentes, sombrero, bolso, traje de baño, top y un gran equipo de sonido. Sonríe y se pone de espaldas para dejar los objetos que porta. Voltea. Gran sonrisa. Se acerca al público. Parece decidida a preguntar algo. No lo hace. Regresa al lugar en el que ha dejado el bolso. Saca la pintura de labios y se pinta. Guarda la pintura en el bolso y regresa, ahora sí, a preguntarle algo al público.
SOFIA.- ¿Por aquí pasó un señor que se quejaba mucho de la vida que le
tocó vivir?, ¿Uno con cara de dolor de barriga que habían invitado para que diera una conferencia sobre "El hombre de hoy"?, ¿Sí?. ¡Sí, tiene que ser él!.
Estoy dispuesta a que me lleve a la playa...Como lo oyen...Bueno, o por lo menos a Quebrada Quintero, en El Avila...Por eso me traje este atuendo. ¿Qué tal?. Es que los hombres están dificilísimos en estos tiempos. Parece que con el siglo que se fue, desaparecieron los últimos ejemplares masculinos solteros...Porque ahora ni casados una puede creer que son... . ¿A veces me pregunto si nosotras seremos las responsables...?. ¿Será una la responsable de tantas "plumas sueltas"?. Porque, mi amor, si la crisis sigue tan grande y del cielo siguen cayendo limones tendremos que aprender a hacer limonada... Mis respetos a los caballeros de la sala, pero ustedes son conscientes de que no estoy mintiendo... Miren que hay casos de esos...Mi amiga Florangel conoció un papachongo que cuando lo vi caí redonda, privada y húmeda, mi amor. Porque hay que decir la verdad. ¡Que hombrazo!, ¡Que tamaño!, ¡Que manos!, ¡Que pectorales!, ¡Que piernas!. Porque el muy ocioso la esperaba en "shores" en la puerta del trabajo...y yo no lo podía evitar...yo salía de "brejetera", de primerita, a abrazar a Luis como si lo conociera de toda la vida, como si fuera familia mía y habían pasado muchos años sin verlo...¡Y es que una se emociona! (Transición) "¿Cómo estás, mi amor? (al público)Así. (A algún señor del público) Señor, usted. Levántese. Un aplauso para que el señor se levante (aplaude incitando al público). Bien. (Al señor) Cuando yo lo abrace usted me abraza también, ¿está bien?, ¿Usted no tiene miedo de abrazarme?, ¿O sí?. A ver, écheme una abrazadita. (Abraza al señor) Umjú, usted si que abraza sabrosón. ¿Su pareja está aquí?. ¿Dónde?. Un aplauso para la señora. ¿Cuántos hijos me dijo que tenía?. Porque con una abrazada así una no quiere que la suelte sino para lo imprescindible. ¡Ay, que suerte tiene!. (Pausa). Pero regresemos a nuestro asunto. Ya sabe, cuando yo lo abrace, usted me abraza... Yo veía a Luisito y me echaba en los brazos así...
"-¡Mi amor, ¿cómo estás?!-" (se le tira en los brazos al señor y cuando éste la abraza, se hace la desmayada después de un suspiro. La idea es incomodar un poco al señor al desconcertarlo con el desmayo). ¿Se asus-
tó?. ¡No!. ¡Era una broma!. Es que usted si sabe abrazar. Tenía tiempo que no me abrazaba uno de su género...es como un oso. A una le provoca hasta que le dé una patulequera para que no la suelte y la lleve "a la camita"...¡con el respeto de la señora"... Bueno, yo me abrazaba de aquel mangazo que parecía salido de un desfile de Sergio Valente y mi amiga Florangel se me paraba atrás, chica, con mala cara y todo, como si yo estaba cometiendo un pecado, y me decía de mala gana, que eso es lo que más le duele a una, (imitándola) "- ¿Qué te pasa, esta niña?, ¿A ti como que te gusta mi novio?-". Y a mí me daba un sentimiento... Bueno, pero cual es el caso, mijita, que un día llego yo al trabajo y encuentro a la Florangel "esmorecía" de lo que había llorado... y yo le pregunto: "Chica, ¿pero que te pasa?". Yo ya me lo imaginaba pero me estaba haciendo la pendeja, ustedes saben, como le enseñan a una desde que está chiquita. (Imitando cursi a su amiga) "¡Terminé con Luis!"(Llora). Y yo le hice la pregunta esperada, "¿Cuál es su teléfono?". ¡Ay, no, perdón, me equivoqué!. "¿Y porqué?", (imitando a su amiga) "¡Porque era más femenina que yo!". "¿Qué quééé?, ¿Quién?, ¿Luis?. Ay, no chica, tienen que ser inventos tuyos...".- Y entonces esperas la explicación, (imitando a su amiga) "-No quiero decir que no hiciera cositas ricas como hombre, eso no", (como ella) ¡Que alivio!, (como su amiga) "-Pero es que es imposible vivir con un hombre que se depila, se pinta mechitas, usa corrector, "panké", rimel, creyón y brillo en los labios y con el que tienes que pelear por el secador de pelo". (A alguna dama del público) ¿Qué te parece, chica?. ¡Tremendo fiasco!. Una que piensa que un hombre es músculo y virilidad..., ¡y ahora la fragilidad abunda!. Dígame los musculosos...hasta usan pinza de cejas...y lo peor es que parece que mientras más le crecen los músculos, y las papas, más se les reduce la razón más importante de la felicidad...Ave Maria purísima...¡y cómo se miran entre unos y otros!, "-¿Cómo se te ha desarrollado el tríceps?", "-Fulanito tiene tremendos bíceps", "-A Zutanito se le pasmaron las batatas", "-Yo quiero unos glúteos como los de Margarito". ¿Qué estará pasando?, ¿Qué es esto?. ¡Fin de mundo!. Ojalá que el siglo que llegó nos de "algo" de que agarrarnos y que no se vuelva flácido tan rápido...Tiene que ser algo...Algo que nosotras no sabemos...¿será la comida?. Si, tiene que ser... Por aquello de las hormonas del pollo (¡). Porque hoy en día tan poca gente come bistec...Ay, mi amor, con esta peladera, ¿cuántas familias pueden comer carne dos veces en una quincena?. Con decirte que yo he ido a casas en esta capital "cosmopolita" en la que la gente no puede comer más de una vez por día...y cuando comen...y entre el comer y la moda se nos van los hombres. "Qu' est-ce que ce la mode?". ¡Que impresión, chica!. A mí me impresiona tanto...Yo fui de la Venezuela Saudita; del cuatro-treinta; de cuando se podía vestir bien hasta para pedir limosna y hasta los indigentes cambiaron las aceras y el hollín por los Quioscos de periódicos y los carritos de perro caliente. ¿Qué tal?. Si, mi amor, de cuando salían diariamente del país, por lo menos 150 millones de dólares y ningún político nacional se preguntó ¿porqué y para dónde se iba todo ese realero?. Yo, que siempre fui muy buena estudiante, fui becaria de la FUNDACIÓN GRAN MARISCAL DE AYACUCHO en Francia...París...
Avignón...El Festival de Avignón... Ahí comencé, con un grupo de artistas plásticos, haciendo espectáculos que hablaban del país... y como no había más mujeres dispuestas, yo me ponía mi falda, mi blusa, mis alpargatas y mi cayena roja y bailaba como una diosa, como cualquier bailarina folklórica, "la llanera" me habían bautizado los artistas plásticos venezolanos en Avignón. Y la fama se extendió por todo el país, y a fiesta que iba, a fiesta que tenía que cantar el pajarillo y bailar con cuanto hombre había...y allí comenzó la cosa, chica...Habían muchos franceses, árabes, iraníes, libaneses, hindúes y hasta japoneses, que me "Dragueaban", es decir, me "atacaban" cual doncella y hasta me comenzaron a pagar...y ahí comenzó a gustarme la cosa...El Willian Díaz, ¿o Pérez?, ya no me acuerdo...El que era el Director de la Fundación Gran Mariscal de Ayacucho en París...lo acusaban de que se robaba la plata de los renunciantes de las becas y ahí tampoco nadie dijo nada...Porque en este país nadie quería pasar por pendejo...y honestidad y pendejera parecían ser sinónimos, ¿o todavía lo son?. Bueno, el asunto es que como la anarquía flotaba en la directiva de la institución que me había enviado a estudiar al exterior, para "sembrar el petróleo", yo aproveché y me gané una platica extra...haciendo esto mismo...y, ¿porqué no?...Había tanta plata...Plata de verdad-verdad...¿Qué porqué no me podía traer un poquito para acá...?. Con decirte, manita, que por encima de las becas venezolanas, en Europa, solamente estaban las becas de la gente de Kuwait...los árabes; es decir: los camellos, nos odiaban, porque las becas de esos animales sólo les alcanzaba para pagar la residencia y para comer en el comedor y nosotros podíamos comer en restaurantes de lujo y hasta hacer pequeños tours de verano...¡Billete del bueno...!. Yo me puse así porque soy fanática del "Fromage", sobre todo del Camenber y el Brien...y ahora, ¡que tristeza!, ¡Que desastre!. En ese tiempo, yo viajé por muchos lugares...por donde menos me gustó viajar fue por Latinoamérica...yo me sorprendía, por ejemplo, ver como en México o en Perú -Los Virreinatos- las mujeres indígenas estaban tiradas por todas las calles principales, en Quito, o en Ciudad de México o cualquiera de los centros urbanos, con el poco de niños sobre una alfombrita, en el piso, dormidos como perros...metidos debajo de las faldas como pollitos...Nosotros, los venezolanos pasábamos la frontera y nos deprimíamos, viendo a los niños en Colombia o en Brasil, porque aquí no era así...No era así...Nosotros vivimos bien...Aunque los peruanos dicen que somos demasiado "sociales", porque "y que" Aquí no hay las debidas diferencias sociales...como si eso fuera malo...Eso es envidia. Esos, han comenzado a copiarnos todo, las novelas, la política y hasta tienen un tal Jaime Bayly que es una copia de Carlos Omobono...Porque todos critican a los que están bien, no porque quieren que mejoren, sino para quitarles el puesto porque no pueden hacerse de uno propio...Ay, chica, pero ahora, después del fracaso del acuerdo de Punto Fijo, ¿o era pacto?. Bueno, después del fracaso de la dictadura partidocrática; es decir: después que vaciaron los bancos, hasta el último billete bueno y nos dejaron pelados, he comenzado a caminar por el centro de Caracas y he encontrado una invasión desmesurada de chinos, negros haitianos, guyaneses y martiniqueños, que se mezclan con mucha facilidad con los neo-indigentes; Es decir, los indigentes contemporáneos; hombre, mujeres y niños...que fueron hasta bonitos pero que están ahora sucios, negros por el hollín... ¡Qué chimbo!, tirados en las esquinas, abriendo las bolsas de basura para comerse lo que hay adentro. ¡Qué tristeza!, ¡Hasta niñitas¡, ¡Yo no puedo ver eso!. Bueno, pero basta de depresiones...¡Vamos a hacer una prueba!. Papito, ¿quieres hacer una prueba conmigo?, (le da el equipo) Ay, chico, no seas antipático...cuando yo te diga "¡Música maestro!", tu me aprietas el play...Bueno, no a mí, al aparato. Lo aclaro para que no haya malos entendidos entre tu y yo...Porque en este momento tienes mi futuro en tus manos...Es decir: en tus dedos...en el índice para ser más precisa..."¿Quieres hacer la pruebita?". "¡Vamos, no seas malito!, ¿Sí?. Yo te digo y tu me haces. ¡Anda, pues!. Uno, dos y tres...¡Música maestro!. ¡Aprieta papito!, ¡Vamos a demostrarles cómo es que nos divertimos los venezolanos!, ¡Y a volar! (suena una changa, ella la dobla y baila. De pronto se detiene). ¡Ya gracias!. ¡Párame la música!. ¡Gracias!. ¡Un aplauso para el musicalizador!. ¡Besos!. ¡Vamos a guardar lo interesante para después!. ¡Aplaudan!.
Yo me sigo preguntando, ¿porqué dicen que los venezolanos somos antipatiquísimos?...¡Si, chico!. Nosotros no somos como los argentinos, los uruguayos, los chilenos, los cubanos o los mexicanos, que "creen" que todo lo saben; que como ellos hacen las cosas es como es; que creen que son los nuevos colonizadores de América y además se pasan de pesados tratando de hacerse los simpáticos, sin perder de vista el complejo de superioridad, que en el fondo no es más que un complejo de inferioridad. Nosotros cuando somos antipáticos lo somos de verdaita...somos como somos y ya... y al que le gustó, bien...y al que no le gustó, también...somos sudamericanos, pero tropicales, es decir, "con sabor caribe"...y gracias a Dios que Guzmán Blanco acabó con la pacateria cristiana, porque que de lo last...yo tengo un amigo colombiano que tiene un tío que es narcotraficante y cuál es lo sorprendente: a pesar de todo el dinero que gana con la vida de los pendejos que consumen, va a la iglesia todos los domingos a pedirle perdón a Dios. Que sinvergüenzura, chico...¿No le dará pena con Dios?. ¡Que pecado!. Porque eso si es un pecado...Nosotros no somos hipócritas. ¡Ah, no!. ¡Nada de eso!. Los venezolanos somos sinceros, sin dobleces ni malas vainas...A lo mejor la envidia surge porque compramos lo que queremos...Está bien, comprábamos...Bueno, yo creo que todavía continuamos haciéndolo...¡Dame dos!, ¡Dame dos!, ¡Dame dos!. ¿Se acuerdan?...Miami allí y nosotros los dueños de Miami. ¡Que época!. ¡Esos si eran buenos tiempos!. Tatiana Capote, Maritza Sayalero...¡La decadencia de la riqueza!. No como ahora. ¡Los noventa fueron una mierda!. Y digo fueron, porque para mí, como para muchos venezolanos, es como si ya no existieran...La década de los sueños venidos a menos...Imagínense que el Plutócrata de Caldera, antes de entregar el coroto, dijo públicamente que estaba muy contento, porque "y que" se bajó la inflación en un diez por ciento, pero tenemos el 35% de inflación, la más alta de todo el continente...Mira mi amor, la cantidad de familias que han pasado de pobres a indigentes es tan grande que ya nadie se sorprende si de pronto ven a Fulanito o a Zutanito-amigos suyos que tenían muchísimo futuro- caminando de un lugar a otro como loquitos por las calles, como si no tuvieran familia ni nada...porque se quedaron sin nada porque pusieron todo su dinero en "mesa de dinero"y quebró el banco y "cuando el hambre entra por la puerta, el amor sale por la ventana". ¡Que broma!. ¡Pero es así!. "El amor" es tan frágil, por eso es que yo, mi amor, nothing about that...Hay que ser bien ingenuo, como un niño, para creer en el amor. Porque a medida que uno crece, los golpes y la realidad empírica, esa que vives todos los días, te va enfriando y te va volviendo apático y amargado. Por eso existen actualmente tantas frígidas, tantos aburridos, tantos insatisfechos...Y yo no pienso ser una. Yo me arrastro al tipo ese aunque tenga que hacerle el baile del vientre. ¿Alguna de ustedes sabe hacer el baile del vientre?. Porque dicen que existe el baile del alto vientre y el baile del bajo vientre. Y ahí yo me confundo y me vuelvo un enredo...Yo mejor me voy a lanzar una de "new age" con el conferencista...me voy a encargar de hacerlo creer de nuevo...voy a estimular el olvido para que aflore nuevamente su capacidad de asombro...¿no es bello?. ¿A cuántas de ustedes le han desflorado la capacidad de asombro?, a ver, levanten la mano...Amigas no pierdan el tiempo en reclamos innecesarios, perdonen, olviden y que florezca otra vez la pendejera, es decir; su capacidad de asombro...Menos mal que ustedes son inteligentes, porque estas cosas no se pueden conversar en todas partes con todo el mundo. ¡Un aplauso por la pendejera y el olvido de la desfloración!. Yo, por mi parte voy a estimularle las sensaciones, los sentimientos ocultos, las emociones...y lo voy a hacer sentir otra vez ese amor con temblor. ¿Desde cuándo no sienten amor con temblor?. Ese amor como con miedo que te hace ¡ay, no sé!...Sentir como un frío en el alma que no te deja tranquila mientras no dejas de temblar...Mire, señorita. ¡Si, si usted!. ¿Usted como que está temblando?, "cuidao" con una tembladera aquí mientras yo hago mi presentación. Mira, iluminador...si ves una tembladera rara por allá, me prendes la luz...No vaya a venir después la mamá o el papá de esa niña a acusarme de alcahueta. ¡Que rabia!. ¡Con lo que quiero yo sentir amor con temblor!. ¡Y se ríen!. Ellos se ríen...y tan seriezotes...¡Yo mejor como que me hago la loquita para no perder la forma, ni la costumbre!. Una tiene sus aspiraciones...De verdad, no se ría que no es chiste...Una tiene sus aspiraciones y la vaina está tan crítica de verdad-verdad, que ojalá que algunos individuos recuperen la galanura, la masculinidad sin "clisés". ¡La cosa es tan aguda, que una señora que yo conozco y de cuyo nombre no me quiero acordar por su militancia política, le mandó una cartica cursilísima a "Chávez" para ver si podía hacer algo para que los hombres volvieran a ser machos en el país.! ¡Ni que fuera Dios!...Pero yo les voy a decir una cosa, aunque suene ridícula, y es que si el tal presidente puede arreglar eso, yo le juro que le mando mi cartica a ver si me puede arreglar a mí...Y que Dios me perdone...Yo me siento como pasando sobre un endeble puente sobre aguas turbulentas y lo que me provoca es gritar: ¿Hay un arquitecto por aquí?. Y es que necesitamos un arquitecto que sea como Moisés...¡Un arquitecto, por favor!. ¡Un arquitecto!. ¡Que tenemos que volver a construir!. APARECE EL CONFERENCISTA. Sofía le coquetea.
Conferencista.- ¿Le sucede algo...?
Sofía.- Usted es arquitecto.
Conferencista.- Puede ser.
Sofía.- No; no sea mentirosillo...(al público) El señor tiene cara de
otra cosa que no menciono por recato, ¿verdad?.
Conferencista.- Si usted lo dice.
Sofía.- ¿No lo incomodo, verdad?
Conferencista.- Realmente, no...
Sofía.- ¿Ya usted terminó su conferencia?.
Conferencista.- Ni la mencioné...No pude iniciarla...cada vez que lo intenta-
ba, me enfurecía.
Sofía.- Tienes remedio.
Conferencista.- ¿Qué?.
Sofía.- Tienes remedio. Lo primero que tienes que hacer es res-
pirar hondo y acordarte de algo divertido.
Conferencista.- En este momento yo no recuerdo nada divertido.
Sofía.- ¿Nunca leíste El Gallo Pelón?
Conferencista.- ¿El Gallo Pelón?
Sofía.- Aunque tu tienes cara es de haber leído El Gozón.
Conferencista.- El Gozón...
Sofía.- Tu debes ser como esos que no pueden ni ir acompañados de
una señorita como yo al cine o a la playa.
Conferencista.- ¿Quién dice eso?
Sofía.- Solo hace falta vivir para sabe...Es que tu tienes cara...
Conferencista.- ¿De qué?
Sofía.- Mira. Agarra ese grabador y sígueme que yo conozco un
método buenísimo para manejar el strees. ¿Tu estás
streesado?.
Conferencista.- Viéndolo de ese modo...
Sofía.- Entonces nada, vamos al camerino. Señores, buenas noches.
El éxito es el éxito. Ni yo soy victima...
Conferencista.- Ni yo soy victimario.
MUSICA. MUTIS.
EL HOMBRE DE HOY
Autor: CESAR EDUARDO ROJAS MARQUEZ
Buenas..., la conferencia para la cual he sido invitado lleva por título "El Hombre de hoy", tema que por demás pudiera crear polémica entre algunos o algunas, pero antes de entrar de lleno al mismo, voy a comenzar mi exposición hablando de unos seres maravillosos: "Las mujeres".
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Y es que aunque muchas damas que están presentes aquí escuchando este discurso sobre "El hombre de hoy" lo duden, el animal masculino de su raza tiene sentimientos... "- O es que a usted no se le arruga el corazón cuando llega en la noche, después de haberle echado pichón todo el día en el trabajo y sus hijos tienen una trompa montada porque no le puede dar ciento y pico 'e mil de bolívares para ir a un concierto de Madona, o de Michel Jacson o de pepito de los palotes y todos te miran como un saboteador, como si fueras un neurótico que intentas hacerles pasar mal su juventud, y tu mujer, en vez de hablar con tus hijos y explicarles claramente la situación, les dice que lo que pasa es que tu eres un bruto amargado, que disfrutas viéndolos sufrir...dígame que no es para meterle un... A usted nunca le ha pasado que su mujer pelea por alguna razón con su hijo y hace que te molestes y le pegues al niño y después que el niño ha recibido sus correazos, ella viene a consolarlo...¿Cómo queda uno?. Como un salvaje, ¿por culpa de quién?...ya sabemos, ¿verdad?, ¿qué le provoca a uno?, meterle a ella su carajazo para que no juegue a ese doble rol que me arrecha...; terminamos siendo el animal más peligroso de la casa y ellas las mártires, las buenas, la salvación... Yo estoy seguro que quien escribió el dogma cristiano fue una mujer...porque en las pocas oportunidades que me ha provocado, yo leo la Biblia y veo clarito a mi mujer, la veo sonriéndose, como burlándose de mi, como diciéndome: "- Te gané, ahora te la tienes que calar", y es ahí donde sin querer siento la amargura y me enfermo del estómago y me duelen los riñones y se me duerme la mitad de la cara y se me salen las hemorroides... "-Señor, a usted nunca se le han salido las hemorroides de la amargura?", a mi si, y se me ha salido el deseo, se me ha salido el cariño, se me ha salido el amor...y es una sensación de impotencia, una sensación de estar atrapado en una jaula de la que no puedes escapar, es una sensación de arrechera muy arrecha...y comienzas a maldecir a los que dijeron que la mujer tenía alma, los que dijeron que la mujer tenía derechos, a los hablaron de la igualdad de la mujer y el hombre, y me gustaría volverlas a encerrar a todas y sacarlas sólo para satisfacernos, para reproducir y volverlas a encerrar para que podamos finalmente recuperar la libertad.>>
Bueno, quiero disculparme porque la exposición que me pidieron para esta ocasión debía tener como tema El hombre de hoy", pero como no puedo hablar del hombre sin hablar de ese hermoso ser que se llama mujer y me madre es una de ellas, he decidido suspender esta sesión. Perdonen, muchas gracias por su tiempo. ¡ADIOS!.
Para José Romero.
CESAR EDUARDO ROJAS MARQUEZ
Margarita, 20-06-1.997
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